[RC] Ambientación

Para cualquiera que desee ingresar a la partida o conocer un poco sobre la ambientación.

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Rugido_Ancestral
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[RC] Ambientación

#1

Mensaje por Rugido_Ancestral » 19 Ago 2021, 21:41

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Ubicación en el mapa

Ambientación

Reflejo Humano

A menos de 4 horas en automóvil desde Toronto, la península de Bruce alberga dos parques nacionales, uno en tierra y el otro bajo el agua. El Parque Nacional Bruce Peninsula es conocido por su abundante flora, especialmente sus orquídeas silvestres, y su fauna excepcional con no menos de 140 especies de aves. Pero muchos viajeros vienen a la zona para acercarse a los naufragios hundidos en las aguas turquesas del Parque Marino Fathom Five. Porque, en este rincón de Ontario, el lago Huron alberga uno de los mejores lugares para bucear en Canadá, un país donde la naturaleza nunca deja de sorprendernos...

La península de Bruce se visita generalmente desde la ciudad de Tobermory, ubicado a unos diez km. En la curva de un camino, nos encontramos hermosas playas como la de Sauble, la segunda playa de agua dulce más larga del mundo. Debe su nombre a los exploradores franceses. Bautizaron el río adyacente "el río de arena".

También puede levantar la cabeza para mirar al cielo. A Cabeza de león, los telescopios están fuera. Todos los viernes y sábados durante el verano, al atardecer, una asociación de astrónomos aficionados se reúne para compartir su pasión. Aquí, no hay contaminación lumínica. Los cielos son tan claros como las aguas del lago.

En cuanto a su historia, la península ha albergado durante mucho tiempo actividades humanas. Expulsados ​​brevemente por los iroqueses, las Primeras Naciones Saugeen Ojibway se encontraban entre los habitantes más antiguos. Hoy en día, los Chippewas de Saugeen y Nawas continúan perpetuando las tradiciones amerindias allí, en particular al organizar un pow wow cada año.

Por todas estas razones, la península de Bruce es muy popular entre los turistas: cerca de 400.000 visitantes llegaron a la península en 2016 para disfrutar de su sublime entorno natural, protegido por dos parques nacionales : Parque Nacional Bruce Peninsula y Parque Marino Fathom Five. ¡Nada mal para una península de apenas 80 km!


Reflejo Garou

El túmulo del Lago Esmeralda, es muy antiguo y en tiempos ancestrales era defendido por los Gurahl, pero cuando llegaron las tribus europeas les quitaron estos lugares de poder debido a que consideraban que no eran merecedores. Los Colmillos Plateados lideraron esa comitiva en la que fueron destruidos la mayoría de los hombres osos dejando a unos muy pocos que buscaron refugio en los implacables Wendigo. Si bien obtuvieron el control de este lugar, pronto este lugar perdió su esencia y poder, el tótem que resguardaba este lugar no sintió como propios a los hijos que ahora lo habitaban y poco a poco perdió el poder que en antaño lo caracterizaba.

Al perder el poder que tenía hace tiempo, los Garou se mudaron a lugares en los que podrían servir de mejor manera a Gaia. Fue entonces que un joven hombre oso, Rugido-Ancestral, junto con las tribus puras volvieron de nuevo a ese lugar que en ese momento no era ni un feo reflejo de los recuerdos que le mostraban al muchacho en sueños. Pero tenía un as bajo la manga, un antiguo ritual que le habían enseñado sus ancestros para curar las heridas del pasado y recobrar la antigua gloria, los preparativos fueron muchos. Hasta que llego el día del solsticio de invierno y comenzaron con el mismo, algo se tergiverso, hubo una extraña pulsación que deseaba evitar que se reabriera este túmulo desde lo más profundo de la umbra.

El compromiso de Rugido fue tan grande que se sacrifico para compensar en una ofrenda a Gaia, para darle el poder suficiente para competir con esta pulsación. Pronto brillo una luz verde en el centro del lago, y toda el agua se ilumino como cobrando vida, mientras que el cuerpo del Guralh se undia en el agua sin vida.

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Re: [RC] Ambientación

#2

Mensaje por Rugido_Ancestral » 19 Ago 2021, 21:43

Túmulo: Lago Esmeralda
Celosía: 3
Nivel: 4
Tipo: Sabiduría
Estructura Tribal: Dominado por los Wendigo, abierto a diferentes tribus.
Boum: Lo forman extensas áreas boscosas pertenecientes a la reserva misma, además del mismo lago esmeralda, que cuenta con una pequeña isla. Aunque la mayor parte del túmulo se encuentra abierto a los visitantes, trabajan dentro del mismo con el turismo y pequeñas producciones agrícolas en la zona que no es restringida. El trabajo de los parientes y garou, permite una vigía activa de lo que sucede en el mismo, aunque a veces sucedieron inconvenientes menores no hay registros de sucesos graves, al menos que hayan quedado evidencias.
Centro: Es una pequeña isla en el centro del lago que esta rodeado de varios barcos encallados de diferentes epocas (todos ellos fueron derribados por un guardián que es fuente de leyendas locales de avistamientos) en la misma formación se pueden encontrar doce piedras grandes, ubicadas en forma circular al rededor de una fogata, en cada una de ellas hay una inscripción escrita en un lenguaje olvidado. Los ancianos consideran que significan cada una de las tribus y durante el concejo de ancianos toma cada anciano su puesto en la que por tradición le correspondería a su tribu, aunque hay algunas teorías raras incluso para los mismos garou sobre ellas.
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Re: [RC] Ambientación

#3

Mensaje por Rugido_Ancestral » 20 Ago 2021, 01:12

"El viento del norte traía olor a humedad, desde la costa, que no estaba tan lejos. Las patas mullidas del imponente lobo gris le llevaron hasta la gran roca y, de un salto, miró a la Manada. Solamente dos Garou experimentados y una joven, apenas un cachorro, inexperta y, para más problemas, preñada. La manada era demasiado pequeña."

"Si los Cazadores fuesen solamente humanos, no habría problemas. Él solo se bastaría para ir a por los cazadores y saltar sobre ellos. Mataría a uno o dos, heriría gravemente a otro y con levedad a alguno más y dejaría escapar al resto indemnes. Sí. Aprenderían la lección. Vociferarían en sus periódicos y sus radios, sí. Protestarían ante las autoridades, sí, pero no volverían al río a cazar lobos. No, porque tendrían miedo. Mucho miedo. Precisamente lo que necesitan esos humanos es que les recuerden quién es el Cazador en este juego."

"Pero no solamente vienen humanos a por ellos. Esta Cacería no la dirigen unos estúpidos Monos con escopetas y mala sangre. Esta feroz cacería está orquestada por el propio Wyrm."

"Y la manada, esta raquítica manada de tres miembros y medio, son lo único que se interpone entre los rifles y esos pobres lobos."

"Mirándolos gravemente con su único ojo útil, habla Gruñido-de-Rabia, Ahroun de la Camada de Fenris:"

"Está bien. Los Garras Rojas ya no están. Se han ido. Tenían que proteger a su Parentela del sur, pues esto de cazar lobos se está extendiendo, dicen. Vale. ¿Y los Colmillos? Los Colmillos Plateados nos han dejado en la estacada, ¿de acuerdo? Se han dejado convencer por los Fianna y esas vacas lecheras de Furias Negras y no sé qué demonios dicen de atacar limitadamente o qué sé yo... Solamente sé que para cuando se hayan puesto de acuerdo y quieran mover un dedo, esos lobos y esa loba preñada estarán ya adornando la pared de algún hijo de puta. Y los niños de ese hijo de puta se limpiarán los pies en una alfombra hecha con piel de lobo y habremos perdido, seguramente, la oportunidad de tener algún cachorro Garou de esa camada. Una vez más, estamos solos."

"Hizo una pausa mientras recorrió con su mirada a cada uno de los presentes, escudriñando sus almas con el único ojo que aún poseía:"

'No quiero tonterías. Somos pocos, ellos son al menos veinte y están armados. Son peligrosos. Los hombres no me preocupan. Saldrán corriendo como siempre, se cagarán en los pantalones nada más ver nuestra forma de combate y volverán a sus casas diciendo incoherencias, contando batallitas de cazador que nadie se cree. Esos no me preocupan en absoluto, pero con ellos estarán los Fomori. Y ésos sí que me preocupan un poco. Pueden ser cualquier cosa y pueden jodernos de muchas maneras, así que ojito con ellos. Atacaremos juntos, morderemos juntos y si alguno sobrevive al primer impacto, pues lo despedazamos en cuanto se pueda. Si les damos tiempo a prepararse, nos pueden dar un susto, así que atentos y nada de idioteces."

"No quiero héroes individuales, ¿de acuerdo? Este no es momento de elegir y prefiero una victoria rápida aunque poco deportiva a una derrota honrosa, ¿entendido? Al que se le ocurra adelantarse a mi señal, al que mueva una sola zarpa antes que yo, juro que le van a tener que reconstruir el pelaje porque pienso despellejarlo, ¿comprendido? ¡¡Y nada de despistes!! Si digo ataquen, atacan. Si digo corran pues corren y si digo que se arranquen los huevos de un mordisco, se los arrancan. No quiero quejas, protestas, ni mierdas de esas. No somos unos Roehuesos buscando un trozo de pizza en la basura. Somos de la Camada de Fenris y si el líder dice algo, se obedece y punto. Si no estáis de acuerdo con mis órdenes, podremos solucionarlo cuando haya terminado la misión. Entonces, cuando hayamos ganado, estaré dispuesto a partir vuestros culos en dos si quieren, pero mientras estemos en este lio, no quiero a ningún mierda de rebelde en mis filas. Creo que se me entiende."

"Muy bien. Pues ahora enciendan esa maldita hoguera, preparad el Rito para el Gran Lobo Fenris y que nos ayuden los Espíritus de su Estirpe en esta empresa. Moriremos antes que dejar que maten a esa manada de lobos. Y los demás que hagan lo que quieran... Nosotros sabemos que Gaia y Selene están de nuestro lado. Somos la Camada de Fenris, ni pedimos ni aceptamos clemencia. Somos los Guerreros de Gaia. Y vamos a luchar..."


Relato de Canción-de-Venganza, Galliard de la Camada de Fenris, Adren del Túmulo el Lago Esmeralda

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Re: [RC] Ambientación

#4

Mensaje por Rugido_Ancestral » 21 Ago 2021, 01:34

LA CABAÑA DE LOS VIENTOS A vosotros que os sentáis en el este, a vosotros que os sentáis en el norte, a vosotros que os sentáis en el oeste, y a vosotros que os sentáis al final del camino, a todos os saludo. Es bueno. -Ceremonia de quienes han recibido bendiciones de los espíritus de la noche (Winnebago) El viento era feroz y mortalmente frío. La nieve caía con fuerza desde el cielo, cegando a Sacado-del-Fuego mientras seguía su camino sobre las colinas. Tenía frío y estaba cansado, sus heridas todavía sangraban, negándose a cerrarse. Los puños del Gigante de Piedra tenían el poder ponzoñoso del Wyrm, y sus golpes habían aplastado las costillas de Sacado-del-Fuego; no se curarían rápidamente.
“Debo encontrar refugio pronto –pensó-, o moriré aquí.”
Pareció que tan pronto como había pensado en eso, se había encendido una luz delante, como un fuego visto desde lejos. Se tambaleó y llegó hasta una cabaña, un edificio fuerte de madera dura y tallada. En su interior, podía ver a cuatro personas sentadas en bancos alrededor del fuego. Una de ellas, una hermosa doncella, lo miró.
-Entra, noble Garou –dijo mientras se levantaba, invitándolo-. Estás entre amigos.
Sacado-del-Fuego entró en la cabaña y de inmediato se sintió caliente. Los vientos no atravesaban las paredes y parecía que no eran capaces de atravesar la puerta abierta. Se acercó hasta el fuego y se sentó en un espacio vacío, al lado de la doncella.
-Gracias –dijo-. Os estoy agradecido.
Ahora podía ver que las otras tres personas eran ancianas, cada una de ellas llenas de orenda, de Poder, porque había fuerza y vigor en sus miembros y rostros. Al este había mujer vieja y alta con un rostro feo pero ojos sabios. Metió la mano en una bolsa y le ofreció carne seca a Sacado-del-Fuego, que el Garou aceptó hambriento.
Al norte había un anciano grande y ancho, gordo y con cara amable. Al oeste había un joven delgado pero musculoso, con una cara bien formada y ojos que parecían contener luz.
-Bienvenido, Sacado-del-Fuego –dijo el hombre viejo-. Bienvenido seas a nuestra cabaña. ¿Te quedarás un rato y oirás nuestras historias?
-Sí, lo haré –contestó Sacado-del-Fuego-. ¿Pero cómo conocéis mi nombre?
El joven robusto del oeste le sonrió.
-Eres un famoso lobo cambiante del Pueblo Wendigo, como nosotros. Te honramos aquí.
-Y ahora debes comer –dijo la doncella del sur-. Y mientras comes, te contaremos nuestras historias. Cantaremos sobre el Pueblo Wendigo y sus hazañas en el mundo…
CAPÍTULO UNO: KALLEGNET https://www.youtube.com/watch?v=guNGeSixA0E&ab_channel=JesusCicuendez

"A ti que eres nuestra abuela, la Tierra, tú bendijiste al abuelo Jobenangiwingkha con vida y poderes de guerra. Hasta donde llegas, hasta allí, oh, abuela, te ofrecemos tabaco y comida y mocasines. Aquí está el tabaco. Aquí está el fuego donde pondré el tabaco; y la comida y las ofrendas de cuero siempre te los enviaremos. El abuelo dijo que siempre los aceptarás, para que los hombres de nuestro clan puedan viajar por el camino recto de la vida y la guerra.
A ti también te pedimos, Abuela Luna. Tú añadiste tu poder a las otras bendiciones del abuelo Jobenangiwingkha y dijiste que mientras el mundo durara aceptarias las ofrendas de tabaco que sus descendientes te ofrecen. Así dijiste, así decimos nosotros. Aquí está el tabaco."
-Ofrenda de tabaco a los espíritus (Winnebago) Sacado-del-Fuego comió la rica carne seca y se sintió bien. Sus heridas se cerraron y la vida se extendió plena en su interior otra vez. Mientras comía, la anciana tomó salvia de su bolsa y comenzó a echarla al fuego. Su aroma se extendió por la cabaña, y su humo inundó cada rincón, por encima y por debajo. El lugar fue purificado por ese humo, y ningún espíritu maligno podía quedarse, aunque no había ninguno.
El gran anciano sacó una caña de su bolsa, y después una cazoleta para la pipa, fina y gris. La pasó por el humo de salvia y la elevó, ofreciéndola, antes de unirla a la caña. Entonces sacó de su bolsa una pizca de tabaco y con cuidado lo puso en la cazoleta.
-Primero debemos ofrecer tabaco a los espíritus –dijo-. Darles gracias –tomó una pajita del suelo y puso un extremo en el fuego. Cuando se encendió, la utilizó para prender el tabaco e inhaló con fuerza la pipa. Se volvió hacia el este y dio gracias. Se volvió hacia el sur y dio gracias, y después al oeste, al norte, arriba y abajo. Habló así mientras lo hacía:
-¡Mitakuye oyasin! ¡A todos mis conocidos! Yo os saludo, espíritus de todas las direcciones, Wendigo del viento que está arriba y la Abuela Tierra que está abajo, sobre cuyo suelo estamos. Os ofrezco este tabaco. Os doy gracias y os honro. Soy vuestro hijo, Ya-o-gah.
Ofreció la pipa a la anciana del este, que repitió el cántico y reveló que su nombre era O-yan-do-ne. De esa manera Sacado-del-Fuego conoció todos los nombres de sus anfitriones, porque cada uno tomó la pipa y entonó el cántico de agradecimiento. La doncella era Ne-o-ga, y el joven robusto era Da-jo-ji. Cuando terminaron, le ofrecieron la pipa a Sacado-del-Fuego, que hizo lo mismo que ellos.
Volvieron a sentarse y Ya-o-gah retiró la pipa.
-Está hecho. Ahora debemos hablar de nuestros orígenes, de la tormenta que crece feroz ahí fuera, y de Jipijka’m, la Persona Serpiente Cornuda, intentará cantar su canción. La nuestra debe ir primero y más fuerte, porque el destino del mundo de nuestra Abuela depende de nosotros.
Sacado-del-Fuego frunció el ceño, confundido.
-No entiendo. ¿Qué queréis decir? ¿Qué significa la tormenta?
-No es sólo una tormenta de viento y de hielo –O-yan-do-ne del este dijo-. El Kaos está en ella, y puede hacer y deshacer cosas. Es ahora cuando debemos cantar las antiguas canciones, para mantener el mundo como la Abuela quería que fuera. Pero nuestro Enemigo, la Serpiente Cornuda –a quien las demás tribus de lobos cambiantes llaman el Wyrm- también canta, y también sus hijos, e intentarán deshacer el mundo con esta tormenta. Intentará deshacer al Pueblo Wendigo, sus más feroces enemigos. No podemos permitir que eso ocurra. Debemos cantar con fuerza, y hablar de nuestros ancestros, desde nuestro principio hasta los hijos que vendrán. Si no es así, dejarán de existir.
-¿Dónde estoy? –dijo Sacado-del-Fuego-. ¡Si esto es una Tormenta de Kaos debo estar en la Umbra! ¿Qué clase de cabaña es ésta?
-Es la Cabaña de los Vientos –dijo Ne-o-ga del sur-. Pero debemos comenzar nuestras canciones antes de que sea demasiado tarde para cantarlas.
-Sí –dijo Ya-o-gah-. Comenzaré yo, porque soy el más viejo y conozco estas cosas que ocurrieron hace mucho tiempo…
LA CANCIÓN DE LA CREACIÓN -N’gah auttissookae. Yo os llamo, musas, para inspirarme. Os invito a nuestro viaje –dijo Ya-o-gah-. Nuestro pueblo son muchos, y muchas son sus historias. Éstas son las que conozco, las que se dieron a los lobos cambiantes.
Muzzu-Kummik-Quae, la Abuela Tierra, también llamada Unchi o Gaia, quería crear un lugar para que vivieran sus hijos y todas las criaturas de la tierra. Pidió a los animales que la ayudaran a crear el suelo. Sólo Rata Almizclera consiguió encontrar suelo; para ello tuvo que bucear hasta el fondo de las Grandes Aguas y traerlo de vuelta en su boca. Sólo pudo traer un pequeño puñado, pero tal era el poder de la Abuela Tierra que tomó ese puñado e hizo el mundo con él.
Primero Castor se ofreció voluntario a llevar la Tierra en su espalda, pero era demasiado pesada para él. Entonces Tortuga dijo que podía hacerlo, así que la Tierra fue puesta en su espalda. A medida que la Tierra crecía, también lo hacía Tortuga. La Abuela pidió a todos sus hijos que vivieran en el mundo y fueran felices.
Entre los seres que había creado la Abuela, había muchas y hermosas hijas humanas. Todo el pueblo animal quería cortejarlas, y algunos animales se casaron con ellas. Son los padres del pueblo cambiante, los que son animales y humanos a la vez, como los lobos cambiantes.
Pero la Abuela no permitió que todos sus hijos humanos se casaran con el pueblo animal, diciendo que era más apropiado que se casaran con otros humanos. De esos hijos vienen los muchos humanos de colores diferentes. Hay demasiados.
A veces la Abuela fue engañada, como en la ocasión en que Kwakwadjec cortejó a su hija. La Abuela creía que era un hombre agradable, que era inmune o invulnerable a la magia, así que permitió que su hija se casara con él. Sólo después descubrió quién era de verdad -¡Había sido engañada por Glotón!
Sus nietos favoritos eran los de la Mujer del Cielo. Su hija se había casado con una persona lobo. Estos hijos fueron los lobos cambiantes, y había tres: se llamaban el Hermano Mayor, el Hermano Mediano y el Hermano Pequeño.
Estos hermanos se querían mucho entre ellos, y raramente se separaban; iban a todas partes juntos. Finalmente, llegó el momento en que tuvieron que tomar esposas y vivir en hogares separados. El Hermano Mayor eligió una humana como esposa y vivió cerca del agua. El Hermano Mediano también eligió una humana y vivió en las llanuras. El Hermano Pequeño eligió una loba para casarse y vivió en los bosques. A menudo se visitaban unos a otros para verse.
Ahora bien, estos hermanos tenían primos entre los lobos cambiantes, cuyos hijos dieron lugar a muchas tribus. Pero esos otros lobos cambiantes no conocían las tradiciones correctas para vivir en el mundo, y siempre querían tomar de él sin dar nada a cambio. También tenían miedo de sus propios parientes, los humanos, porque las costumbres de los humanos les resultaban extrañas. En lugar de enseñarles a hacer lo correcto, los demás lobos cambiantes decidieron asustarlos, obligarlos a actuar como ellos querían. Esta decisión sólo los alejó de los humanos y los hizo más extraños.
En aquel tiempo existía una tierra sin lobos cambiantes. Cuando fue creada, estaba segura del mal, y no necesitaba lobos que la defendieran. Pero la Serpiente Cornuda llegó hasta ella y engendró muchos hijos que destruyeron la belleza que veían. La Abuela lloró muchas lágrimas y suplicó a sus nietos favoritos, los lobos cambiantes, que viajaran a esa tierra lejana y la protegieran del mal.
Muchos de los lobos cambiantes no la escucharon. No querían dejar sus hogares, ni siquiera por su Abuela, que les había dado la tierra en la que vivían. Pero los tres hermanos escucharon a su Abuela, y reunieron a su gente y siguieron las señales de la Abuela hasta aquella tierra lejana. Y así, los hermanos dejaron atrás a sus primos y no volverían a verlos durante muchas generaciones.

EL LARGO VIAJE
"En una maravillosa hoja de hielo
Todos cruzaron el mar helado
Una lenta marea en los
Estrechos del océano.
Diez mil veces,
Cruzaron;
Todos pasaron en una noche"
-Wallum Olum (El Registro Rojo) Ya-o-gah se sentó de nuevo en el banco y cerró sus ojos. Durante un tiempo sólo hubo silencio, y sólo podía oírse el aliento gélido del viento en el exterior. Entonces siguió hablando:
Fue un viaje duro, porque el camino estaba bloqueado por los aliados de la Serpiente Cornuda. Sabían que si el pueblo de los hermanos llegaba a la tierra lejana, las criaturas de la Serpiente Cornuda pronto serían expulsadas de ella. No querían que ocurriera eso, así que enviaron a sus guerreros contra los hermanos y atacaron a su pueblo.
Pero los hermanos eran poderosos. El Hermano Mayor sabía mucho de los Manitús y los poderes secretos de los Seis Mundos. El Hermano Mediano era sabio y comprendía a los demás, y podía conocer los deseos de los demás incluso cuando se escondían de él. El Hermano Pequeño era un feroz guerrero, y nadie podía igualarlo en la lucha.
Todos los de su pueblo compartían estos poderes, pero necesitaban más para vencer. El pueblo rezó a los espíritus e hizo aliados, entre los Manitús sagrados e invisibles del cielo, las aguas y la tierra. Y la Abuela envió al más grande de sus protectores para que los guiara, el gigante Sasquatch, el poderoso espíritu de los bosques. También con ellos fue Uktena, señor de las aguas, y Tortuga, la portadora de la tierra. Con su ayuda y la buena voluntad de los espíritus, las criaturas malignas de la Serpiente Cornuda fueron derrotadas.
Grande fue la desesperación en el viaje, porque muchos murieron y no volvieron a ser vistos. En cada lugar que acampaban, surgían problemas y no tenían paz. Sasquatch era incansable, y prestaba su resistencia a los lobos cambiantes para que nunca se debilitaran. Pero tan grande era el mal de sus enemigos que hasta el poder de Sasquatch le falló. Lloró la pérdida de muchos del pueblo, pero los lobos cambiantes le dijeron que ocultara sus lágrimas si no quería que los guerreros perdieran su ánimo. Y así ocultó sus lágrimas en lo más profundo de su interior, y lloró en su corazón en lugar de sus mejillas.
Finalmente llegó el día en que el Pueblo pudo ver la Tierra Pura. ¡Allí estaba! Más allá de las aguas heladas los aguardaba. Y allí fueron atacados por más criaturas malignas que nunca. La batalla final fue sangrienta pues el Pueblo luchó para abrirse camino a través del hielo hasta la nueva tierra. El pueblo del Hermano Pequeño guardó la retaguardia, porque eran los luchadores más poderosos. Grandes fueron sus pérdidas, más grandes que las de todos los demás pueblos, y sus corazones se helaron por haber perdido a tantos.
Entre ellos se encontraba Sol-de-la-Mañana, la más poderosa y querida por Sasquatch entre los lobos cambiantes. Ella fue la última en caer, después de matar a muchos de sus enemigos. Su aullido rompió el hielo, y muchas criaturas serpiente cayeron para morir en las aguas gélidas.
Sol-de-la-Mañana cayó y no volvió a alzarse. Las poderosas manos de Sasquatch recogieron su cuerpo y lo agitaron, intentando devolverle la vida. Pero se había ido.
Ningún grito de angustia antes o desde entonces ha dañado tanto el mundo como el de Sasquatch. Su dolor se convirtió en un grito de rabia y furia que hizo temblar a la Serpiente Cornuda, que dejó atrás su piel y se escurrió bajo la tierra oscura para ocultarse durante muchos años. Y mientras lloraba, las lágrimas de Sasquatch se helaron, las lágrimas que había mantenido en su interior junto a su corazón durante tanto tiempo. Con ellas su corazón se convirtió en hielo, y nunca más volvió a reír o a sonreír. Ya no era Sasquatch. Se había convertido en el Wendigo, la Venganza del Viento.
Su aullido se convirtió en una tormenta de nieve y hielo que blanqueó los campos de sus enemigos en la nueva tierra y los congeló. Por dondequiera que pasaba, el terreno se helaba y el frío descendía. Los monstruos huyeron de él y se escurrieron en cuevas oscuras y se ocultaron de la vista. Pero él los desenterró y les arrancó los corazones de sus vientres y los devoró, tomando su poder.
Pero ahora el pueblo tenía miedo, porque aunque Wendigo perseguía a sus enemigos, su frío mataba a los animales y a las plantas. No había comida para los lobos cambiantes o para los Puros que habían jurado salvar.
El Hermano Mayor y el Hermano Mediano sabían que debían detenerlo antes de que toda la Tierra Pura se convirtiera en hielo. Pero Wendigo no los escuchó, porque las palabras ahora eran como nieve para sus oídos –se fundían tan pronto como lo tocaban. Fue el Hermano Pequeño quien supo lo que debía hacer.
Habla-su-Voluntad, un sabio entre el pueblo del Hermano Pequeño, dijo a los pueblos del Hermano Mayor y el Hermano Mediano:
-Debéis ir al sur y al este, lejos de aquí. El Hermano Pequeño detendrá al Wendigo y lo contendrá en el norte.
Y así Uktena y Croatanos siguieron adelante, dejando a la tribu de Wendigo detrás.
Habla-su-Voluntad se acercó a Wendigo y lo llamó, utilizando las palabras de su vieja amiga, Sol-de-la-Mañana. Wendigo se detuvo y lo miró, como si hubiera escuchado el zumbido de los mosquitos pero no pudiera verlos.
Habla-su-Voluntad lo llamó de nuevo y en esta ocasión Wendigo miró hacia abajo y lo vio. Wendigo reconoció al lobo cambiante, porque era de la tribu de Sol-de-la-Mañana, de su pueblo. Habla-su-Voluntad le suplicó que se calmara y que dejara llegar la primavera a la tierra otra vez. Los ojos de Wendigo se suavizaron mientras recordaba el amor que sentía por ese pueblo, y se sentó en ese lugar.
Le dijo a Habla-su-Voluntad:
-Sólo una cosa calmará mi rabia y es ésta: Debéis jurar que mataréis a las criaturas de la serpiente y lucharéis contra ellas donde aparezcan. Podéis invocarme y utilizar mi poder, pero debéis saber que al hacerlo invocaréis mi rabia, que ni siquiera yo puedo controlar. Mientras tanto, esperaré aquí, en estas tierras del norte donde se encuentra tu pueblo y no iré más lejos. Pero quedará un recuerdo de mi rabia en el viento, que morderá a quienes caminen desprotegidos.
Entonces el gran cuerpo de Wendigo se fundió, extendiéndose en un lago frío sobre la tierra en la que se había sentado. Pero su espíritu se lo llevó el viento, que se volvió frío y feroz.
Y así, el Hermano Pequeño, el pueblo de Wendigo, se asentó en el norte para contenerlo. Pero ni siquiera ellos pueden calmarlo siempre, porque a menudo se libera y desata inviernos gélidos en el sur.
Ya-o-gah quedó en silencio un rato, pensando en lo que había dicho. Entonces siguió hablando de nuevo:
La gente dice muchas cosas sobre esta canción. Algunos dicen que los tres hermanos vinieron de las tierras al oeste de éstas; que los wasichu llaman Siberia, y que cruzaron algo llamado el Estrecho de Bering. Quizás sea cierto. Pero los Philodox lo recuerdan de otra manera y dicen que vinimos de otro mundo para estar en éste. Algunos dicen que era el Mundo sobre el Cielo, y que por eso el Pueblo Wendigo es fuerte en los Poderes del Viento.
Ésta es nuestra Canción de Creación, cómo el Pueblo Wendigo llegó a este mundo y a las Tierras Puras. Cantar la siguiente canción le corresponde a O-yan-do-ne.
LOS CAZADORES DE MONSTRUOS "El mal puede entrar en el mundo bajo la forma de una sola criatura, pero su familia se multiplica rápidamente, y nunca habrá fin para las pruebas de un verdadero héroe." -Richard Erdoes y Alfonso Ortiz, Mitos y Leyendas de los Indios Americanos Ahora O-yan-do-ne comenzó a hablar:
Las Tierras Puras eran más hermosas en aquel tiempo de lo que cualquier otro lugar de este mundo ha sido antes o desde entonces. Pero la Serpiente Cornuda llegó y comenzó a estropear la obra de la Abuela. Excavó profundos fosos y cuevas para que sus servidores vivieran en ellos, para que pudieran descansar en la oscuridad sin ser vistos. Escupió en las aguas tranquilas y las envenenó, pero no pudo envenenar las aguas que se mueven. Capturó a muchos hijos de la Abuela y los corrompió con sus artes. Les dio veneno para que su mordisco fuera venenoso para los Puros. También corrompió otras muchas cosas.
Entonces los lobos cambiantes llegaron y comenzaron la caza, matando a sus servidores y esparciendo sus cadáveres. Si no hubieran venido, las Tierras Puras habrían sido peores que las tierras del este, de donde vinieron los wasichu –los blancos. Pero llegaron a tiempo antes de que la Serpiente Cornuda hubiera completado su trabajo.
Persiguieron al mal donde lo encontraban, siguiendo su hedor, porque incluso en aquellos días la Serpiente Cornuda no podía ocultar su olor, y todos sus servidores lo compartían. Los tres hermanos hicieron muchas cosas para proteger las Tierras Puras y a su pueblo del peligro.
Los Wendigo, como el pueblo del Hermano Pequeño había terminado llamándose, eran poderosos en la guerra, y la tribu empujó a los monstruos hasta las profundidades de sus guaridas. Entonces los Uktena aprisionaban a esas criaturas en sus guaridas. Con su poder, se aseguraban de que esos seres corruptos nunca volvieran a caminar libres. Los Croatanos purificaban los lugares por donde el mal había pasado, y la tribu los preparaba para que florecieran de nuevo. De hecho, donde los Croatanos construyeron sus poblados, se convirtieron en Túmulos que todavía sobreviven hoy, tan puros como quedaron.
Muchas canciones se han cantado sobre esos tiempos, cuando los tres hermanos mataban monstruos para proteger a sus parientes y a todos los demás pueblos. Pero no fueron los primeros cambiantes que caminaron por las Tierras Puras. Los osos cambiantes fueron los primeros en llegar. Reconocieron al mal que había llegado a sus tierras, y lo mantuvieron a raya hasta que la Abuela pudo invocar a los lobos cambiantes. No obtuvieron mucha recompensa de su esfuerzo, porque muchos osos murieron, devorados por los monstruos de la Serpiente Cornuda. Sus secretos todavía se esconden en estas tierras, secretos que sólo los hijos de los osos conocen.
Después de que la Serpiente Cornuda fuera expulsada, el Pueblo Wendigo se asentó en poblados en el norte. Su trabajo no había terminado, porque los monstruos todavía seguían vivos, aunque eran mucho más escasos. Las historias todavía hablan de esas criaturas, porque aunque hayan muerto en este mundo, pueden volver de nuevo en otro. Son otkon, criaturas malignas por naturaleza. Quienes no conozcan las historias no sabrán como matarlas. Muchas no podían ser matadas, pero todas podían ser engañadas. De esta forma, hasta una doncella humana podía expulsarlas, si era lo bastante lista.
Estaba Sin Cuerpo, la Gran Cabeza Rodante, que rodaba sobre las llanuras, a través de bosques y montañas, devorando a todos los que podía encontrar. Su pariente, la Cabeza Voladora, aterrorizaba las tierras boscosas del este. Era dos veces tan grande como un lobo cambiante en forma Crinos, con enormes dientes afilados. Su pelo oscuro era tan espeso, que las garras no podían alcanzar su pellejo. Su rostro era horrible de contemplar, con una mueca retorcida, y saliendo de sus mejillas, dos grandes alas con las que volaba lejos y alto.
También estaba Delgeth, un antílope que devoraba la carne de los humanos y los lobos cambiantes. Era rápido y difícil de atrapar y muchos lobos cambiantes murieron para poder cazarlo. Sólo podían matarlo las armas mágicas, porque las garras no podían atravesar su piel.
También había Gigantes de Piedra –los Abrigos de Piedra-, seres que habían servido a la Abuela pero se había descarriado y convertido en caníbales. Podían convertirse en arena y endurecer su piel como la piedra. Uno de ellos, Ga-nus-quah, regresó junto a la Madre y todavía vive; enseña a los lobos cambiantes cómo matar a sus compañeros descarriados que sobreviven.
También estaba Nokos Oma, una retorcida criatura como un oso con largos colmillos afilados, y Aziwugum, un perro negro con escamas y una cola fuerte que podía matar con un solo golpe. Estaba Palraujuk, el dragón y los Kukilaluit, seres grotescos con garras afiladas como cuchillas que desgarraban a todo al que encontraban. También estaba Babbakwalanooksiwae, el horrible espíritu caníbal. Gnaske, el Búfalo Loco, que provocaba locura y enfermedad entre el pueblo, y Anukite, la Bruja de Dos Caras, que engañaba al pueblo; la mitad de su cara era hermosa y la otra horrible.
Los elementos también podían ser corrompidos por la Serpiente Cornuda. Hasta el pueblo del viento podía ser maligno, como Iya, una terrible criatura ciclón, o Engullenubes, que provocaba sequías y hambrunas.
Todos estos seres eran malignos y merecían la muerte. Un lobo cambiante que conseguía matar a uno gritaba: “¡Kihe! ¡Kihe!” para mostrar su proeza.
Aunque la tierra estaba marcada por el paso del mal, todavía se mantenía pura gracias a los lobos cambiantes de la Abuela. Las peores criaturas de la Serpiente Cornuda no duraban mucho allí, y no podía utilizar sus engaños en las Tierras Puras, donde se descubrían fácilmente. En la tierra de los wasichu al este, la Serpiente Cornuda aprendió a ocultarse en los corazones de los hombres, y también lo hizo en las Tierras Puras, pero nunca conseguía pasar desapercibida mucho tiempo, porque los lobos cambiantes olían ese mal.
LOS LOBOS GEMELOS "Entre ellos estaban los Da-ya-da-no, los hermanos gemelos, espíritus del Bien y del Mal. Conociendo sus poderes, cada uno reclamó dominio sobre el mundo, y así comenzó la lucha entre ellos…" -Harriet Maxwell Converse, Mitos y Leyendas de los iroqueses del estado de Nueva York En aquellos tiempos vivía una mujer de los lobos cambiantes del Pueblo Wendigo llamada Mujer Abeto, y su hija todavía no se había casado. Mujer Abeto estaba preocupada, porque sabía que la Abuela quería que sus hijos cambiantes se casaran y tuvieran muchos hijos. Entonces un día su hija volvió a casa embarazada. Mujer Abeto estaba feliz, pero también sentía curiosidad, porque su hija no había traído un marido con ella.
-¿Quién te ha hecho esto, hija? –preguntó Mujer Abeto.
-No lo sé –contestó la hija- Encontré una rama y me balanceé de ella. Me sentía tan bien. No quería parar.
-Entonces es el Viento quien es el padre de tus hijos. Tendrás gemelos. Uno hará cosas buenas y engendrará muchos hijos fuertes que serán guerreros feroces de la Abuela. El otro será malo y causará muchos problemas. Querrá matarte.
Y así fue que la hija dio a luz gemelos, dos lobos cambiantes. Antes de que nacieran, los había oído hablar dentro de su vientre. Uno decía que haría grandes cosas en el mundo para la Abuela Tierra, y pedía al otro que lo intentara también. El otro le decía que él también haría grandes cosas, pero serían por su propia voluntad. Llegó el momento de que vinieran al mundo. El primero salió correctamente, pero sin embargo, el otro salió del sobaco y mató a su madre, como Mujer Abeto había dicho.
Los dos crecieron muy rápido y podían defenderse solos a las pocas horas de entrar en el mundo. El mayor lloraba por su madre, y las lágrimas que caían de su cara se congelaban sobre su pelaje.
-Te pareces a tu padre –dijo Mujer Abeto.
-¿Quién es mi padre? –preguntó.
-El Gran Wendigo, que vive en el lejano norte.
-Entonces iré a verle y le pediré mi poder.
-Así te llamaré Busca-el-Viento –dijo Mujer Abeto.
El otro gemelo no derramó lágrimas por su madre.
-Yo también buscaré a mi padre –dijo-. Pero él me dará su propio poder, para que domine los vientos.
-Así te llamaré Corazón-de-Invierno –dijo Mujer Abeto-. Porque no amas nada.
Pronto habían crecido del todo y Busca-el-Viento se marchó a encontrar a su padre. Corazón-de-Invierno fue con él. Viajaron lejos de las tierras de su familia, a lugares que nadie había visto antes. Después de muchos días comenzaron a quedarse sin comida y Busca-el-Viento dijo que debían cazar.
-Muy bien –dijo Corazón-de-Invierno, sentándose junto a un arroyo cristalino-. Te esperaré aquí.
Busca-el-Viento se fue a cazar pero no pudo encontrar una presa. Mientras volvía, el sol se puso y abrió la tienda en el cielo para que llegara la noche.
-¿Y bien? –dijo Corazón-de-Invierno- ¿Dónde está mi comida?
-Hoy no he encontrado nada –dijo Busca-el-Invierno.
-¡Menudo hermano estás hecho! –dijo Corazón-de-Invierno y se tumbó a dormir.
Busca-el-Viento se sintió mal, creyendo que había fallado a su hermano. No veía a Corazón-de Invierno como los demás o lo egoísta que era, porque Busca-el-Viento lo amaba. Decidió hacerlo mejor al día siguiente.
Pero tampoco encontró caza ese día, y tuvo que volver con cortezas y raíces.
-¡Agh! –dijo Corazón-de-Invierno-. ¿Esperas que me coma esto?
-Es todo lo que he podido encontrar –dijo Busca-el-Viento.
-¡Oh, muy bien! –dijo Corazón-de-Invierno, quedándose con la mayor parte de las raíces de su hermano- ¡Pero hazlo mejor mañana!
Esa noche, mientras Corazón-de-Invierno dormía, Busca-el-Viento se levantó y se sentó junto al arroyo. Se preguntó qué había hecho mal, porque no había podido encontrar comida. Una voz le habló desde el agua:
-¡No has rezado adecuadamente! No puedes atrapar lo que no has pedido.
Busca-el-Viento miró en el arroyo y vio un salmón nadando allí, resistiendo el empuje de las aguas.
-¿Cómo rezo? ¡No puedo hablar la lengua de los Ancianos Animales!
-Ah, entonces te enseñaré. Te enseñaré Hanblogaka, el lenguaje de los espíritus. Para aprenderlo debes comerme. De esta manera conseguirás la sabiduría que buscas. Pero debes prometerme que tratarás bien a todos los salmones y los ayudarás a prosperar.
-¡Así se hará! –dijo Busca-el-Viento. Y el salmón, que era nada menos que Skaia, el Anciano del Pueblo Salmón, saltó a la orilla. Busca-el-Viento preparó un fuego, quitó las escamas del pez y cocinó su carne.
Corazón-de-Invierno despertó olisqueando, preguntándose qué es lo que olía tan bien.
-¿Qué es eso? ¡Huelo a pescado! ¡Dame algo de eso!
Busca-el-Viento dudó, inseguro de si su hermano había hecho todo lo correcto para obtener la carne. Pero se dio cuenta de que tenía el deber de alimentar a su hermano, así que le dio el trozo más grande. No importaba mucho, porque hasta un trozo pequeño era suficiente. Los dos Lobos Gemelos ganaron el poder del Salmón, y aprendieron el lenguaje de los espíritus.
Entonces Busca-el-Viento se sintió mal y no podía moverse. Se quedó tumbado en el suelo como si estuviera dormido, con su mente viajando lejos. Tenía la Enfermedad Fantasma, el sueño que a veces llega a los chamanes después de su primera iniciación espiritual. No sabía lo que le ocurría a su cuerpo.
Corazón-de-Invierno lo vio y tuvo un pensamiento maligno.
“Ahora podría matar a mi hermano y volver al poblado para quedarme con sus cosas. Nadie sabría que fui yo quien lo ha matado. Entonces me quedaré con todo el renombre.”
Buscó un arma que utilizar pero sólo encontró un asta de caribú. No se atrevía a utilizar sus garras o dientes, por si alguien encontraba el cuerpo después.
Con su asta afilada, Corazón-de-Invierno se inclinó sobre su hermano inmóvil y lo apuñaló muchas veces. Pero el asta no podía atravesar la piel de su hermano. No importaba cuántas veces golpeara, nada ocurría. Corazón-de-Invierno maldijo y arrojó el asta lejos, y entonces su hermano despertó.
-¡Oh! –dijo Corazón-de-Invierno-. ¡Has vuelto! ¡Estaba protegiendo tu cuerpo de los cuervos!
-Gracias, hermano –dijo Busca-el-Viento-. Fue algo muy raro. Vi al pueblo animal de tierras lejanas. Uno de ellos, un caribú llamado Tunturyuaryuk, dijo que me cazaría, para que pudiera cazar a todos sus hijos. Entonces me embistió una y otra vez con sus astas, haciéndome pedazos. Pero entonces volvió a unir mi cuerpo con su boca y me dijo: “Ahora puedes cazar al caribú en tu viaje al norte. Ninguna de sus astas podrá hacerte daño.” Y entonces desperté.
-Así que fue eso –dijo Corazón-de-Invierno-. Bien, será mejor que sigamos viajando.
Busca-el-Viento asintió, porque el sol estaba saliendo por el este. Emprendieron de nuevo su viaje, pero Corazón-de-Invierno no estaba contento, porque ahora su hermano tenía algo que él no tenía.
Siguieron viajando muchos meses, alimentándose de los caribúes que Busca-el-Viento podía cazar, pero Corazón-de-Invierno no podía cazarlos, sin importar lo mucho que se esforzara.
Una noche, mientras dormían llevando las pieles de lobo que tenían, fueron capturados por un pueblo extraño y llevados a un poblado extraño. Sus captores eran criaturas pequeñas y delgadas, con rostros retorcidos y dientes afilados. Llevaban parkas hechas de piel humana y lanzas hechas de hueso. Eran los Nakani, espíritus malignos que secuestraban a la gente. Los pocos que habían conseguido escapar de ellos se habían vuelto locos durante su cautiverio.
Los Lobos Gemelos fueron arrojados dentro de una jaula, como si fueran animales, y el poblado se preparó para celebrar un festín.
-¿Qué podemos hacer? –se preguntó Busca-el-Viento- ¿Cómo podemos escapar?
-Yo hablaré con ellos –dijo Corazón-de-Invierno-. Quizás me escuchen.
Entonces Corazón-de-Invierno tomó forma humana y llamó al jefe de los Nakani, que se sorprendió al ver a un humano en el lugar donde había metido dos lobos. El jefe se acercó a la jaula y sonrió al descubrir que había capturado un lobo cambiante, una carne muy sabrosa. Corazón-de-Invierno le habló:
-Si nos comes, nunca sabrás nuestro secreto. -El jefe Nakani refunfuñó y arrojó una lanza a Corazón-de-Invierno, pero el lobo cambiante la esquivó.- Creo que no quieres saberlo. Muy bien, entonces cómenos –El jefe refunfuñó de nuevo y llamó a sus guerreros. Abrieron la jaula y sacaron a Corazón-de-Invierno. Se estiró y salió fuera. Cerraron la puerta detrás de él, dejando encerrado a Busca-el-Viento.
El jefe Nakani trató a Corazón-de-Invierno como un invitado de honor. Llevó al lobo cambiante a su cabaña y le proporcionó comida. Corazón-de-Invierno utilizó el engaño para aprender los secretos del poder Nakani, que venía de la Serpiente Cornuda. Todo lo que Corazón-de-Invierno había oído de la Serpiente Cornuda le había hecho sentir curiosidad en lugar de miedo, y decidió conocer a ese ser. Pidió a los Nakani que lo llevaran ante la Serpiente Cornuda, a quien le quería revelar su secreto. Los Nakani se alegraron y aceptaron. Inmediatamente prepararon sus trineos y llevaron a Corazón-de-Invierno a través del hielo para que conociera a su ama.
Busca-el-Viento, olvidado por su hermano, estaba solo en el poblado. La jaula estaba hecha con troncos irrompibles clavados en la tierra por gigantes. No podía excavar lo suficiente ni saltar lo bastante alto para escapar. Parecía que moriría de hambre allí.
-Sólo lamento que no podré conocer a mi padre ni ver de nuevo a mi abuela –dijo.
Un viento frío sopló contra él, derribándolo en la nieve. Si no se hubiera comido la carne de Skaia y aprendido el Hanblogaka, habría pensado que sólo era la primera ráfaga de una tormenta. Pero ahora conocía las palabras de los espíritus y escuchó la voz que acompañaba al viento:
-¿Quién eres tú? –decía- ¡Reconozco tu olor! ¿Cómo es que hueles como el Gran Wendigo? ¡Explícamelo!
-Soy su hijo –dijo Busca-el-Viento-. Deseo encontrarlo pero no puedo porque estoy atrapado en esta jaula maligna.
-¿Atrapado? –dijo el viento- ¿Por la madera? ¡Ja! ¡No puede ser!
Y el viento sopló como un huracán más fuerte que cualquier viento que Busca-el-Viento hubiera experimentado antes. Si no hubiera estado en su forma de lobo podría haberse quedado congelado allí; pero sólo fue derribado lejos de la jaula, que se rompió en muchos pedazos. Cayó sobre un montón de nieve y miró hacia arriba para ver a un chico grande en el aire.
-Soy Narssuk, el Chico Tormenta. Te llevaré con tu padre. Pero primero debes aprender a correr con el viento.
-He oído hablar de ti, Narssuk, y te doy gracias.
Narssuk enseñó a Busca-el-Viento el truco de la Carrera del Cielo, un Don que el Pueblo Wendigo todavía conoce hoy. Debes de saber que Narssuk también era conocido como Mal Tiempo. Era el hijo de unos gigantes. Cuando sus padres fueron asesinados, buscó venganza y se elevó hasta el cielo para convertirse en una tormenta. Es la causa del peor tiempo del norte, pero puede ser aplacado por la gente buena.
Llevó a Busca-el-Viento hasta la montaña más alta del norte y lo dejó allí, temiendo lo que ocurriría si había hecho algo malo y llevado a una persona maligna hasta el Wendigo. Busca-el-Viento no vio a nadie y gritó:
-¿Padre? ¡Estoy aquí!
Una voz grave y rechinante llegó desde todas las direcciones, llevada por los seis vientos:
-¿Dices que eres mi hijo? ¡Entonces llama a los vientos para que acudan a ti!
Busca-el-Viento pensó durante un momento y entonces llamó a los vientos que soplaban a su alrededor con el lenguaje de los espíritus y les dijo que era el hijo de Wendigo y una loba cambiante. Les dijo que si respondían a su llamada los honraría y les ofrecería tabaco cuando volviera a su hogar. Al oír esto, y que una de las criaturas de la Abuela todavía recordaba lo que era el respeto, los vientos acudieron a él y lo levantaron hasta la cumbre de la montaña.
-¡Padre! –gritó- ¡He hecho lo que me pediste!
De nuevo la gran voz llegó desde todas las direcciones.
-¿Así que te consideras mi hijo? Entonces tráeme el corazón de mi mayor enemigo, que ha elegido seguir el camino de la Serpiente Cornuda.
-¿Cómo lo encontraré? –gritó Busca-el-Viento.
Los vientos soplaron y llevaron a Busca-el-Viento desde la cumbre en medio de una tormenta de nieve de tal furia que no podía ver nada. Cuando se calmó y lo dejaron sobre la tierra, vio una cueva oscura y los trineos de los Nakani. Pero ahora no lo atacaron, sino que huyeron de él, un ser poderoso que caminaba en medio de la tormenta. Sólo uno del grupo permaneció quieto, con una sonrisa maligna y fuego en sus ojos.
-Así que hermano, -dijo Corazón-de-Invierno- escapaste de la jaula y has venido. Bien, así tú también podrás compartir la carne que he comido. Como me alimentaste a mí, ahora te alimentaré a ti.
Corazón-de-Invierno le ofreció un trozo de carne cruda, goteante y de olor asqueroso.
-¡Oh, hermano mío! –gritó Busca-el-Viento- ¿Qué has hecho? Has comido la carne de la Serpiente Cornuda. ¡Ahora compartes su poder!
-¡Sí! –dijo Corazón-de-Invierno- Y ahora soy más poderoso que tú. La gente me respetará por encima de ti.
-No puede ser –dijo Busca-el-Viento-, porque nuestro Padre me ha ordenado que le lleve tu corazón.
Corazón-de-Invierno miró sorprendido a su hermano quizás por primera vez en su vida. Busca-el-Viento tomó la forma de batalla y cayó sobre su hermano con dientes y garras. Pero ahora su hermano tenía un poder impío y también tomó la forma de batalla. Sus garras eran veneno, sus dientes eran veneno.
Pero Busca-el-Viento era el mayor de los dos, porque había sido el primero en salir de su madre y era el más fuerte. Mató a su hermano y lo derribó en el suelo, muriéndose por el veneno. Pero todavía no podía rendirse. Arrancó el corazón de su hermano y vio que se había convertido en una cosa negra y hedionda.
Los vientos acudieron y llevaron a Busca-el-Viento de vuelta con su padre, que recibió el corazón de su otro hijo y lo devoró con su boca. Mientras lo hacía, el veneno abandonó a Busca-el-Viento, porque todo el poder de Corazón-de-Invierno había sido purificado por el hielo del interior de Wendigo, y todo el mal que había hecho fue consumido por el bien.
-En verdad eres mi hijo –dijo Wendigo. Enseñó a su hijo muchas cosas y le dio leyes para que todo el Pueblo Wendigo las siguiera. Cuando Busca-el-Viento volvió a su poblado, había cambiado mucho. El poder lo acompañaba, y siempre lo seguía un viento helado. Tenía muchas palabras amables para su abuela y los demás habitantes del poblado, pero cuando no participaba en una ceremonia o una celebración, su aspecto era terrible, porque había matado a su propio hermano gemelo, y un trozo de su corazón ahora era de hielo, como el de su padre.
O-yan-do-ne quedó en silencio, y todos los presentes asintieron y pensaron en lo que había contado. La anciana siguió hablando:
-Fue de Busca-el-Viento de quien el Pueblo Wendigo obtuvo su poder; existen otras muchas historias sobre este gran lobo cambiante y las hazañas que hizo por sus hijos y todas las criaturas de la Abuela. La gente a menudo se pregunta: “¿De qué Auspicio era? ¿Era un Theurge? ¿No hablaba con los espíritus como hacen ellos? ¿O era un Philodox? ¿No fue nuestro primer jefe? Quizás era un Ahroun, por lo poderoso que era.” La verdad es que era todas esas cosas, porque vivió antes de que Han-hepi-wi, la Luna, diera los Caminos y Roles a los lobos cambiantes. De hecho, una historia cuenta cómo Busca-el-Viento la buscó y le pidió que nos diera esos Caminos. Honradlo y honraréis vuestro pasado.
O-yan-do-ne quedó en silencio de nuevo.
Ya-o-gah tomó la palabra:
-Ya hemos hablado suficiente de los Tiempos Antiguos. Es el momento de hablar de los peores tiempos, los tiempos de la llegada de los wasichu. Da-jo-ji hablará…


Extracto de Libro de Tribu - Wendigo, Transcripción [mention]Alexander Weiss[/mention]

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