BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

Segunda Temporada

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BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#1

Mensaje por Pagliacci » 19 Jul 2019, 15:50

https://www.youtube.com/watch?v=meU2gAU7Xss

El patriarca descendió hacia las profundidades del banco como un Virgilio tenebroso, acompañado del joven Macmarmigan y una de sus incestuosas concubinas vampíricas, atrás quedaron los dos matones al servicio de la familia, custodiando el despacho o quizás vigilando al violento templario cuya rabia rayaba la superficie. Aquel hombre estaba a punto de desatar una carnicería a la más mínima provocación y, quizás, esto es lo que los Dunsirn buscaran. Únicamente su férrea fuerza de voluntad mantenía contenido su temperamento y con una sola mirada de aviso despidió a su protegido, ahora en manos de aquellos que prometían una cura.

El anciano Sawney caminaba decididamente entre los pasillos blancos y dorados de aquel templo micénico, su sonrisa macabra aún vestía la sangre sorbida lentamente del cáliz que, posteriormente, habían usado para recabar la vitae del ventrue. Tras ellos, la dama de blancos y vaporosos ropajes parecía ser su única medida de seguridad, pero tras la inconmensurable fuerza con la que le había sido arrebatada la copa, el industrial estaba seguro de que los Dunsirn no se encontraban indefensos.
En aquellos pasillos, la temperatura era gélida incluso en verano, el frío de la tumba parecía haberse apoderado de sus altivas columnas y hermosos tapices. Tras caminar durante varios minutos finalmente alcanzaron la laberíntica cámara acorazada a la que se dirigían. El mezquino anciano manipuló la cerradura y abrió lentamente una pesada e imponentísima puerta blindada cuyo peso requeriría el esfuerzo de siete hombres. Los engranajes de hierro y acero rechinaron quejumbrosos al moverse perezosos. El neonato pudo, no obstante, vislumbrar viejas runas plateadas grabas sobre el hierro vil que salvaguardaba la entrada.

En el interior de la cámara una sola luz eléctrica danzó parpadeante, iluminando una enorme cruz de madera de cuatro metros de altura y, sobre ella, una bestia crucificada, un monstruoso ser medio humano, medio animal, como los antiguos glifos celtas de las leyendas escocesas. Aquella criatura yacía sobre su propio peso en tres clavos argénteos del tamaño y grosor de enormes barras de acero que como espadas se hundían en su carne. De su boca plagada de colmillos caía una baba pastosa, sus costillas mostraban heridas abiertas allá donde su carne había sido arrancada y devorada, sus ojos brillaron con horror al encontrarse con su torturador.

Cuatro figuras emergieron de entre las sombras allá donde la cámara ocultaba otra entrada, una de ellas era un apuesto e inquietante místico, cuyo nombre evocaba respeto y admiración entre los coleccionistas escoceses; la segunda era la dama que le había arrebatado su sangre y ahora volvía para atormentarlo; la tercera era un joven arcanista que Macmarmigan había conocido en la logia como iniciado, ahora convertido en un lacayo de la familia; la última era la más siniestra de todas ellas, una altiva mujer de ojos verdes, que con expresión de triunfo portaba un pañuelo ensangrentado que envolvía algo que trataba con suma delicadeza.

El joven Webster se encontraba tan horrorizado como Macmarmigan, en aquella bestia empalada reconoció un eco de su viejo amigo, Murray, y todavía temía que esta saltara sobre ellos pese a los clavos que la mantenían prisionera. Conforme más conocía de aquella familia de monstruos, más se hundía en la desesperación y en la sed de venganza, el odio le subía caústicamente por la garganta, como ácido sanguinolento, bilis hirviente que recorría su boca malherida, donde una lengua amputada comenzaba a regenerarse entre tremendos sufrimientos.

Alistair se sentía maravillado de haber sido conducido ante uno de los secretos mejor ocultos de los Dunsirn y, al mismo tiempo, envidioso de que le fueran revelados a un desconocido al mismo tiempo, solo la conciencia de la sangre que tenía en su poder mantenía a raya su disimulada indignación. Al traficante de obras de arte no le sorprendió la presencia del licántropo, confirmaba un rumor largo tiempo silenciado e instintivamente reconoció la plata pura y los glifos que lo ataban a la madera y le robaban su fuerza. Cuan sabrosa sería su carne, cuan deliciosa su sangre, era algo que solo podía saber el patriarca.

-He aquí, el origen del mal y la respuesta a todas vuestras preguntas- dijo el viejo caníbal abriendo los brazos con teatralidad.

Dr. Clyde Blackwood (Jebediah_Gogorah)
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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#2

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 19 Jul 2019, 20:15

{ https://www.youtube.com/watch?v=_78vKxTRW3M - Resistance by Maurice Jarre }

"El lobo y la oveja nunca hacen pareja."
-Refrán español.

Alastair desabrochó el gabán a la par que se levantaba de la cómoda y turgente silla. Con el caliz en la mano, como el sacerdote macabro de aquella misa, siguió a su familiar por el oscuro pasillo. Aquel edificio que era como un Valhalla para él; que lo poseía de un instinto cleptómano que lo obligaba a mirar a todos y a ningún sitio, pues todo lo quería poseer.

Intentó mantener la compostura mientras su fuero interno hervía en envidia. Lo que él había tardado lustros en conseguir, de pronto, era descubierto a varios extraños... e incluso a su propia hija. No quería que ella estuviera allí. Por protección, pero tambien por envidia.

Sentimiento que quedó empequeñecido al observar a la bastarda criatura, crucificada como Cristo. Perro de Belcebú que lagrimeaba en algo impronunciable pero que a él le olía a clemencia y perdón. Hasta el más arcano de sus tesoros lo negociaría con tal de probar su carne. Desfilar sus colmillos por aquellas garras peludas. Sangre de su sangre. ¿Y en que momento se separaron sus caminos?.

Vio aparecer la lastimera figura de su tío Sawney, para la que creía, estaba destinada aquella ambrosía. Patriarca Dunsirn que cómo siempre le ponía el estómago del revés. Iba acompañado por extrañas gentes, pero si no daba muestras de su respeto, sería castigado. Dio un paso al frente y se arrodillo ante el viejo, tomó su fría y huesuda mano, con uñas negras como la noche. Y la besó:

-Patrinus...

Nachton Webster Macleod (PeteryPan)
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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#3

Mensaje por PeteryPan » 21 Jul 2019, 09:28

Nachton Webster Macleod

Se sentía envuelto en una de esas novelas de misterios y aventuras que tanto le gustaba leer a su esposa y a él. Vivirlo no era tan entretenido, aunque sí más emocionante. Se sorprendía de sus propios pensamientos, tan frívolos en una situación como aquella. Su metamorfosis estaba siendo muy profunda. Pese a ello, seguía impactado por la monstruosidad que regía aquella familia banquera de la que ahora formaba parte y fue memorizando como la cotidianidad de aquella crueldad insensible hacía que fuera algo de lo más humano y normal, ritualizada como organización familiar. Aunque nervioso y cohibido, tomaba nota, pues vengarse de seres con tal frialdad suponía dar un golpe del que no pudieran recuperarse, ya que la respuesta sería fatal.

Caminando por aquellos pasillos que exudaban un frío de ultratumba sintió como si estuviera viviendo un viaje mitológico, adentrándose en las profundidades de la tierra como Orfeo buscando a su esposa. Y como Orfeo, sabía que la salvación de su alma estaba lejos de ser conseguida; en cuanto se girase para ver todo lo que había recorrido en pocas horas su conciencia humana huiría hacia las profundidades del Averno. Formando parte de aquella procesión percibió cierta ironía poética, teniendo un sentimiento de religiosidad y misticismo que durante su vida mortal jamás había experimentado, salvo, quizás, en algunos instantes de amor con su querido Arthur -carne de su carne- y junto con sus queridas plantas, tan lejanas y enemigas de repente, aliadas del Sol.

Atravesaron un lindar oscuro que desembocaba en una cámara de los horrores. Una cruz enorme crucificaba, blasfemando la religiosidad cristiana o recordando los métodos romanos, a un ser monstruoso que oscilaba entre lo humano y lo bestial. Webster tensó todo su cuerpo al reconocer a algo similar a Murray en aquella intimidante, pero lastimera criatura. Pudo contener cualquier reacción exterior, aunque pidió desde su humanidad conservada que acabara el sufrimiento para aquel ser que que le llevaba a dedicar un pensamiento a su desaparecido amigo y compañero. Si hubiera presenciado esa escena hace unas semanas hubiera caído desvanecido sin remedio; en aquel momento, sus nervios parecían haberse convertido en pequeños filamentos de dura corteza, perceptivos, pero mucho más resistentes. Sus nuevas aptitudes y capacidades se desenfocaban y enfocaban, calibrándose, y en ese momento se estaban concentrando, centradas en aquel entorno hostil lleno de una lúgubre y tenebrosa atmósfera.

Sus sentidos se acostumbraron a la luz y sus alertas se dispararon al reconocer al patricio de aquella familia, la semilla de todos aquellos monstruos, el mal encarnado y hecho Padre. Esta vez no pudo evitar apretar los puños y, por segunda vez en pocos segundos, todo su cuerpo se tensó por completo. Al escuchar su voz retorcida y sus palabras se rio por dentro, pensando que el único origen del mal era él mismo. Dolorido, entumecido, en proceso de cambio y mentalmente descolocado todavía, aquel botánico de espíritu afable se había visto obligado a convivir con un monstruo interior que crecía y crecía como una hiedra venenosa que todo lo cubría. Inmerso en un infierno cuyas llamas no parecían apagarse jamás, se quedó presenciando la idiosincrasia familiar de aquellos seres de ultratumba, enviados de Hades para jugar con la vida y el dinero de los ingenuos mortales. Algún día, se juró a sí mismo, vería a todos ellos crucificados de la misma forma, pidiendo clemencia por su eterna y retorcida vida. Si conseguía sobrevivir a aquello.
Última edición por PeteryPan el 22 Jul 2019, 19:41, editado 1 vez en total.

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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#4

Mensaje por Baluar » 21 Jul 2019, 23:43

Mcmarmigan se mantuvo en un segundo plano. Sabía que todavía quedaban cosas por decir antes de que hablase. Los extraños, incluyendo al antiguo arcanista, Webster, se sumaban al elenco de histriones de aquella escena.
Jacob Marmamigan, hijo mayor del recién extinto empresario y cabeza visible de una familia que había caído en la mayor de las desgracias, parecía reflejar exteriormente el dolor que representaba su nombre esos días. A pesar de ir vestido con un traje de color tostado, con chaleco a juego y una camisa blanca, con ligeras manchas de sangre en el borde de la camisa, disimuladas, pero señalando ciertos hábitos para los ojos entrenados. un bastón colgaba de su brazo derecho y un sombrero de ala ancha, ligeramente ladeado disimulaba el rostro.
Encendió con cuidado la pipa y tras exhalar el humo, saludó:
-Buenas noches -dijo con el humo haciendo vibrar sus cuerdas vocales, el cual, al salir, transportaba el sonido y el característico olor picante del tabaco. Entonces levantó su rostro. Lo que más destacaba no era su piel en cuya capa más superficial volutas de epidermis quemada daban paso a una nueva, producto del milagro vampírico. Lo que verdaderamente resaltaba en ese rostro horadado por las llamas era una cuenca ocular casi vacía, en cuyo fondo comenzaba a formarse un globo. La imagen era desagradable por un lado y, posiblemente para un forense o un estudiante de anatomía humana, algo realmente fascinante.
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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#5

Mensaje por Pagliacci » 22 Jul 2019, 17:57

https://www.youtube.com/watch?v=mrMLMV6E4CM

-Te quiero, hijo mío- dijo el patriarca tras recibir el casto beso en su mano, después repitió el proceso con Valeria y esta le ofreció el objeto que portaba con cuidado en un pañuelo ensangrentado. Con suma delicadeza abrió el trapo para descubrir la todavía ensangrentada lengua de Webster y se le hizo una sonrisa en la cara. Como si de una golosina se tratara o de un jugoso tocino, el Dunsirn engulló la lengua del arcanista con suma satisfacción, saboreándola con visible placer. Después, le tendió la mano al neófito en la sangre, esperando que este también se la besara.

-Aquí estamos reunidas tantas generaciones de nuestra propia familia, incluso aquellas tan remotas que aún no conocían los secretos de la muerte, que resulta difícil no conmoverse- dijo el viejo con afectación- He aquí, Lludd Llaw Ereint, nuestro ancestro, inmortal guerrero de la diosa, que combatió la plaga mucho antes de que Edimburgo fuera el glorioso estercolero que es ahora.

El largo flequillo del anciano caía sobre su rostro ocultando una mirada llena de malicia, pero no así su sonrisa, una sonrisa sádica que emergía de unos labios todavía húmedos con la sangre mortal de Webster. Tras él, las dos endogámicas concubinas del banquero lamían el cuerpo desnudo y cubierto de llagas del crucificado, cerrando las heridas abiertas en su musculosa piel y, al mismo tiempo, llevando a sus bocas carmesíes la vitae del prisionero.

-Decidme, Alistair, qué os lo que habéis descubierto- mostrando así una inusitada confianza al revelar sus secretos en presencia del ventrue.

Dr. Clyde Blackwood (Jebediah_Gogorah)
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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#6

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 22 Jul 2019, 19:02

{ https://www.youtube.com/watch?v=JcgWvr-NTMw - Inmortan by Tom Holkemborg (Mad Max: Fury Road OST) }

Aun con la mano de su tío en la cabeza, como si de un nuevo bautismo se tratara, Alastair recitó, casi musitando:

-Oh tú, gran Laird que ha llevado nuestro tartán indigo y gualda a lo más alto, ondeando junto a la Saltire. Oh tú, magnánimo jefe que has puesto nuestro blasón del triangulo invertido sobre el sol rodeado de cormanentas como el más temido de las tierras altas. Oh tú, patrinus, recibe mi admiración. Nuestra hija, Valeria, le trae un presente.

Y tras volver a besarle la mano, y recibir un "te quiero", se levantó con esfuerzo, hincando primero una rodilla y luego la otra. Más por el peso de la vergüenza que por cansancio. Hacía tiempo que prefería tener los ojos de su tío y padrino, que lo maldecía con su segundo nombre, alejado de los negocios familiares. Cada vez que llegaba a la ciudad, era como una pandemia, que emponzoñaba todo lo que tocaba. Su voz se filtraba por cualquier rendija y parecía tener ojos en todas las esquinas. Ni siquiera Dios, le había proporcionado tal sensación de omnipresencia.

Hizo un gesto para que Valeria diese un paso al frente, y le entregará aquel presente en forma de ambrosía. El rostro del viejo Samwey se iluminó, y ante la contención del resto de Dunsirn, engulló aquella lengua ya avioletada, casi de un bocado. Restos de sangre salían por sus comisuras, mientras se afanaba en mascar aquel chicloso apéndice. Con una sonrisa de satisfacción, sin dejar de masticar, sus dientes aparecieron turbios, y el ruido de sus dentelladas solo eran interferidos por los lástimeros gestidos de la bestia crucificada.

Tuvo que hacer acopio de fuerzas, para no sucumbir ante la bestia. Aquellas, sus primas, lamían el cuerpo de la bestia, sin él apenas poder sino oler, la sangre casi seca de sus cuantiosas heridas. Las exigencias del patriarca le sacaron de su fébril deseo.

Le sorprendió la falta de intimidad ante aquel requerimiento informativo, pero negar al jefe del clan, delante de otros, sería una ofensa que lo relegaría más abajo de la pirámide familiar. - Amado tío, hace unas noches tuve un incidente en mi sactasantorum. Y toda la culpa ha sido de un libro... un libro que he preciado casi tanto como el total de todos los objetos de mi muestrario juntos... Y así, es como ese libro, VIVO - recalcó - me lo ha pagado... con más desgracia.

Hizo una pausa, casi tan dramática como el alzar de brazo de sus tío hacía unos minutos. Y durante un segundo, se maldijo al verse reflejado en gestos en el maligno y poco ejemplar Samwey Dunsirn.

- Pero es una larga historia. Déjeme que le cuente...

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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#7

Mensaje por Pagliacci » 26 Jul 2019, 18:35

https://www.youtube.com/watch?v=zRVdxo_Qfsw


Los presentes escucharon con solemnidad la narración de Alistair, de todos ellos, únicamente el pater familias sonreía, mostrando así su superioridad ante los sufrimientos de su linaje. El coleccionista describió la nefanda aura que desprendía el manuscrito, el modo en el que este vomitó oscuras palabras al ser desencriptado, la forma en la que afectó a Murray, convirtiéndolo en una bestia y el modo en que fue asesinado Lord Byron. De todos los presentes, solo el propio Alistair atisbó el horror que se hundía en la mirada del licántropo, aterrorizado por cuanto había sido descrito, esperando un destino peor que la crucifixión.

-Como veis- añadió Sawney tras el extenuante relato de su discípulo- La entidad que escribió el manuscrito de la torre Voynich dejó una parte de sí misma impresa en él, un ser que se hace llamar El más viejo, un ser tan antiguo como las primeras tribus que habitaron las frías tierras de Escocia. La última vez que el durmiente atacó, la peste negra consumió la ciudad, los Dunsirn fuimos casi aniquilados, tomamos las riendas de nuestro destino y conseguimos la inmortalidad.

Aquello ocurrió casi tres siglos atrás, pero mucho antes, los Dunsirn ya eran una familia poderosa, un clan con un enorme territorio, temido por su brutalidad, los elegidos de la diosa. Las leyendas de nuestra familia dicen que los antiguos guerreros podían adentrarse en la mag mell y volver, conocían los verdaderos nombres de los bosques y ataban a sus espíritus, como seguimos nosotros haciendo ahora. Pero algo o alguien, El más viejo, les devastó, llevando a la familia al borde del abismo y hundió sus raíces en esta ciudad.

¿Queréis saber que está diezmando a la población? ¿Queréis impedirlo? Este ser es Lludd Llaw Eraint, arrancadle vosotros mismos las respuestas- dijo tendiéndoles a cada uno un retorcido cuchillo de plata, un arma cruel específicamente pensada para la tortura.

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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#8

Mensaje por Baluar » 27 Jul 2019, 16:25

Jacob cogió la daga de plata y observó siniestro al hombre lobo. Demasiado desconocimiento como para ser el primero, pero tampoco quería arriesgarse a que alguno de esos desconocidos acabaran con la única fuente de conocimiento que tenía a mano. Despacio, sin mirar a nadie, se acercó.
-No tienes elección -le dijo apretando la boca al dejar de hablar, observando de arriba a abajo al ser que tenía ante sí-. Solo despachar la verdad te dará la posibilidad de una muerte rápida.
Le acercó el cuchillo y se lo incrustó en la carne con el recuerdo de Mesmer y de los vagabundos que le infectaron. Lo retorció hasta escuchar los alaridos de dolor del licántropo. Solo entonces lo retiró con rapidez y se apartó.
-Puedo seguir hasta que ya no te queden cuerdas vocales con las que gritar o garganta por la que exhalar el aire. Tú mismo.
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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#9

Mensaje por PeteryPan » 29 Jul 2019, 18:31

Nachton Webster Macleod

Aquella familia endogámica que se alimentaba a sí misma con su propia maldad no dejaba de impresionar a Webster. ¿Para aquello le habían arrancado la lengua? Mal nacidos… Ver parte de su cuerpo entrar en aquel ser de maldad retorcida le provocó un reflejo de náusea que contuvo como pudo, disimulando dentro de aquella situación oscura y acongojante. Pero cuando el patriarca mostró sus intenciones, que lo marcaban a él mismo, un escalofrío frío como el hielo le recorrió el espinazo, como si una marabunta de hormigas eléctricas quisiera devorar su cerebro partiendo de la base de la columna. Tragó con esfuerzo, manteniendo aquellos reflejos humanos que tanto le costaría olvidar, y sintió como el centro de atención pasaba a su persona. Con el cuerpo tenso como el arco largo de un inglés medieval, hincó la rodilla, mientras una rabia ardiente como el propio fuego le recorría las venas. El lobo gruñía por dentro, obligado a bajar la cabeza. Besó aquella mano fría, recubierta de una especie de sudor pegajoso, asquerosa. Sus labios le picaban del mismo asco que le producía aquel acto. Todo aquello quedaba cincelado en su alma, golpe a golpe, esculpiendo un odio profundo y amargo.

Se apartó con gusto, dejando que Alistair, aquel gusano engatusador, explicase todo lo ocurrido desde su punto de vista. Él, a la larga, no había perdido casi nada, realmente, pensó con una rabia fría el botánico. Mientras desarrollaba el relato se fijó en aquel hombre que fumaba en pipa. Le despertó la curiosidad, por sus peculiaridades físicas y por su clara diferenciación con la familia Dunsirn. Se quedó con su rostro, anotando mentalmente el primero de sus objetivos para preparar una venganza que, en su estado, podía desarrollarse durante muchos años. De repente sus pensamientos se vieron turbados por el olor almizclero, metálico y potente de la sangre de aquella bestia, que era morbosa y sádicamente lamida por aquello súcubos malditos. Mientras observaba aquel espectáculo horripilante, pero a la vez profundo y casi ctónico, encerrados en las entrañas de la tierra, escuchó las palabras de aquel padre nefasto y, por primera vez desde hacía noches, sintió una auténtica curiosidad por lo que se escondía detrás del libro maldito y por su recién descubierta relación con la familia Dunsirn. Magia, bosques y espíritus… el pasado mítico de aquella tierra mística le susurró secretos y conocimiento. ¿Qué conocimiento poseerían aquellas gentes sobre sus bosques? Webster el botánico comenzó a despertar de nuevo, agarrándose a aquel nexo con su antigua pasión por lo vegetal como ancla para su mente maltrecha. Los trozos quebrados de su humanidad moribunda quedaron peligrosamente unidos y sujetos por la enredadera de fuertes zarcillos que el odio, la curiosidad y una recién despertada ansía de poder hacía crecer en su interior. Cogió una de esas dagas, viendo ahora en aquella bestia nada más que la puerta a un pasado cuyos conocimientos podían ser de suma importancia… científica. Una sonrisa llena de colmillos lobunos se formó en las profundidades su alma. Esperó su turno, sin prisas, pensando con frialdad cómo formular su pregunta para saber más sobre aquellos tiempos pasados.

Dr. Clyde Blackwood (Jebediah_Gogorah)
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Re: BLACK HAND VIII: Dunsirn (Segunda parte)

#10

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 29 Jul 2019, 21:01

Alastair miró iracundo a aquel quemado tipo llamado MacMarmigan. ¿Cómo era posible que no hubiese dejado que un Dunsirn iniciara aquel tortuoso ritual?

Antes siquiera de que el lupino pudiera responder a la pregunta del industrial, se acercó sigiloso por detrás de la bestia... y con la furia que le otorgaba la muerte de Lord Byron y aquella propia falta de etiqueta del invitado... desfiló el cuchillo por las carnes peludas del crucificado.

- ¿¡¡QUE... - clava la daga en su costado trasero con rabia - ESTÁ - lo saca y lo vuelve a introducir con furia - ASOLANDO - repite el proceso - EDIMBURGO??¡¡ - asestando la cuarta y última puñadada.

Luego se giró. Casi contra la pared. En la penumbra. La silueta cruxis del penitente formaba una rocambolesca figura en la pared. Allí en las sombras, pudo pasar la curvada hoja de la daga ritual por su lengua... y saborear así, su sangre.

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