BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

Segunda Temporada

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#11

Mensaje por Pagliacci » 16 Sep 2019, 16:58

https://www.youtube.com/watch?v=JSUIQgEVDM4


"La vida de un hombre es dura, brutal y breve". Thomas Hobbes. Leviatán.


-La humanidad, ese tenue resquicio del alma que aún conservamos pese a ser monstruos, que se aferra a nosotros incluso en la muerte, que soporta las más graves catástrofes y miserias y aún así prevalece. Bajo la locura primigenia de Hastur, Blackwood sigue siendo un ser humano, pequeño y asustado, pero tan fuerte como para tomar el control de su propio cuerpo. Si queda algo de humano en él, aún amará. Si queda algo de amor en él, aún podéis salvar esta ciudad.

La canción se intensificó alrededor de los últimos mártires, enviados a su holocausto por las esperanzadoras palabras de aquel padre ilegítimo y titiritero espectral. Las aguas subían lentamente, arrastrando consigo los pétalos amarillos, desgarros de la cordura convertidos en piel, eucaristía de una fotosíntesis mística. Las puertas al final del pasillo se abrieron de par en par, mostrando unas escaleras que conducían al comedor de Old Craig House, donde todos los internos asistían extasiados a la ceremonia que allí se desarrollaba. Las celdas vacías eran un mudo testigo de que cualquier superviviente se había unido a la canción y de que allí se encontraba su final, el final.

Lady Leah Waterhouse se desprendió de la mano de Alice y comenzó a acercarse a las escaleras, sus ojos en blanco lloraban un lacrimoso icor lechoso y espeso, su garganta musitaba unas ininteligibles palabras. Atraída por la sangre de Tiamat que resonaba en sus venas, Lady Leah ascendió los peldaños uno tras otro, descendiendo paulatinamente a los rincones olvidadados de su preconscientes, a los sueños de su infancia y abrazando la locura de aquel fatídicamente fatuo lugar. Lady Leah, lo que quedaba de ella, débil de voluntad, se convertiría pronto en una muñeca de trapo, en arcilla en las manos del bufón cósmico, que reiría salvajemente mientras moldeaba su cerebro. Los otros tres vástagos cerraron la marcha tras la bastarda de sangre Ventrue, reticentes pero resignados, camino al matadero, a la lobotomía, a la desesperada búsqueda de un fin, de un sentido, de un final.

-El narrador es un ser cruel- dijo Kalhbaum rompiendo la cuarta pared- pero démosle a esta ciudad el final que se merece.

El espectro entró tras ellos, el escenario estaba dispuesto, la Mano Negra cerraba sus dedos y en su palma los personajes danzaban.

Dr. Clyde Blackwood (Jebediah_Gogorah)
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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#12

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 16 Sep 2019, 20:11

{ https://www.youtube.com/watch?v=47usjy7LzI4 - Sono'l antichristo by Diamanda Galas }

Cuando el grupo de supervivientes destinados a salvar Edimburgo entró en la sala, la improvisada platea se encontraba llena de los pacientes del Old Craig. Ellos se abrieron a Lady Leah, como las aguas a Moisés, ofreciéndole un camino de penitencia, del que no tendría retorno. Los lobotomizados pacientes, hacian esfuerzos por sorber sus propias babas y quedaron mirando a la entrada del recinto, donde permaneció el resto.

La muchacha corrió hacia el telón escarlata, más vivo y rojo que nunca, y entró por la apertura central, convertido ahora en un suave oleaje de sangre, hipnótico y mareante a la vez. El olor no dejaba de ser el mismo del de la calle. Si bien el fango no había llegado hasta el tope de la colina, el suelo aparecía enraizado, como si la tierra quisiera tragarlo. E incluso, las tablas de maderas, aparecían reventadas y astilladas. Los orines y defecaciones de los pacientes aparecían por doquier, e hizo a alguno de los recién llegados, querer taparse la boca. De las paredes crecía un musgo negruzco que incluso se apoderaba de parte de los ventanales, tapando la poca luz lunar que entraba a través de sus cristales. Los insectos, como las raíces, se habían apoderado de todo, y un enjambre de moscas cojoneras, hacían prácticamente imposible abrir la boca sin tragar alguna.

Los pacientes, acostumbrados ya a la presencia foránea, se volvieron a virar hacia el escenario, y siguieron intentando cantar, musitando, la letanía interminable. Prácticamente inaudible, prácticamente ininteligible:

"Rompen las olas neblinosas a lo largo de la costa,
Los soles gemelos se hunden tras el lago,
Se prolongan las sombras
En Carcosa.

Extraña es la noche en que surgen estrellas negras,
Y extrañas lunas giran por los cielos,
Pero más extraña todavía es la
Perdida Carcosa.

Los cantos que cantarán las Híades
Donde flamean los andrajos del Rey,
Deben morir inaudibles en la
Penumbrosa Carcosa.

Canto de mi alma, se me ha muerto la voz,
Muere, sin ser cantada, como las lágrimas no derramadas
Se secan y mueren en la
Perdida Carcosa.

Una y otra vez. Una y otra vez. La oración maldita de un credo imposible. El telón empezó a abrirse, lentamente, como la vagina infecta de una moribunda capaz de parir de sus entrañas todos los demonios que poblarán la tierra. MadMarmigan tuvo que frotarse los ojos para entender que lo que veía no era la peor de las pesadillas y confirmar así que se encontraba en el epicentro de todo mal, pues reconocío como uno de los pesos de los que tiraba uno de los pacientes para abrir el telón, era el cuerpo cadavérico y embalsamado de su difunta madre Lady Loreen, mancillado con el sucio y asqueroso fango del Leigh.

A un lado del escenario en un improvisado atril, donde un quinqué empezaba a perecer, apareció Lady Elizabeth, la que el propio Jacob reconoció un día como prometida "fallida" de Cyde Blackwood. Aunque se enfrentó al pedestal, no leyó nada. Sólo recitó:

-En las horas oscuras, escuchad su voz muerta. Contestad su llamada. Inclinaos y rezad a su paso, pero no pronunciéis su nombre en voz alta.
Desde las lejanas estrellas de las Hiades próximas a Adelbarán, desde las profundidades del negro e inabarcable Lago Hali, llega nuestro señor de los espacios interestelares. Con los soles gemelos cómo sus ojos, nos mira con mirada despiadada, y nosotros, su ímpio culto, le rendimos oportuno tributo. Vástago del venerado Yog-Shoggoth Aquel que hace eones hizo sangrar a su medio hermano Cthulhu y que de esas gotas derramadas surgieron los Antiguos. -
Fijó la mirada en el grupo de forasteros. - Aquel que haya visto el signo amarillo, no tendrá salvación.

Entonces por el lado opuesto de las tablas, salió el alienista Blackwood. Su aspecto era extraño y alienígena. Su antiguo traje de corbata se había convertido en unos harapos recubiertos de una sustancia parduzca, como la que esputó el libro en el sótano de los Dunsirn. Sus colmillos aparecían expuestos y fuera de la boca, tanto los inferiores como los superiores. Sus ojos fulguraban en un amarillo atómico, y su cabeza era coronada por una atroz y enrevesada cornamenta. Ni siquiera miró hacia ellos. Su mirada permanecía fijo en Lady Leah, que se ubicaba en la penumbra en medio del escenario, y que al ver a Blackwood, tan solo atinó a decir.

- Señor, deberíais quitaros la máscara.
- ¿De veras?... - contestó la rasgada voz del alienista.
- En verdad, ya es hora. Todos nos hemos despojado de los disfraces, salvo vos. - Replicó Waterhouse.
- No llevo máscara.
- ¿No lleva máscara? ¡¡¡No es una máscara!!! - sentenció mientras sus mejillas eran abrazadas por las frias muertes de un demonio primigenio. No hizo falta morderla, siquiera aruñarla. Su simple contacto fue suficiente, para que Lady Leah empezara a mustiarse como una flor. Su piel empezó a retraerse, pegandose cada vez más a sus huesos; sus ojos empezaron a salirse de sus órbitas; sus ahora flojas rodillas, hincaron el suelo. Se consumió ante la complacida mirada de Hastur, que sonreía, y ahora sí, se giraba hacia el fondo del repentino teatro, buscando la gloria de un ferviente público que rompió en un pausado, pero oportuno, aplauso.

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#13

Mensaje por Ilitia » 22 Sep 2019, 23:32

La entrada de aquel improvisado teatro era una extraña y absurda pesadilla. Alice estaba acostumbrada a ver la decadencia en su más amplio sentido pero esto era algo más, esto era una verdadera locura. Los agarrotados y babeantes pacientes del Old Craig parecían estar organizados y unidos por una fuerza superior a ellos. Aquel ambiente y la locura que lo cubría todo consiguieron captar toda la atenció de la pequeña, tanto que ni siquiera se dió cuenta de que Lady Leah se había ido de su lado hasta verla integrada en la escena junto con aquel ser monstruoso en el que Blackwoodse había transformado.

Quiso gritar, pero no pudo, quiso correr a rescatarla, pero sus piernas no se movieron. Se quedó paralizada, incapaz de salvar la vida de su querida Leah que fugazmente se fue. No tuvo tiempo de reaccionar, tan solo habían sido unos intantes y aquel desgraciado se había cargado a su compañera de viaje -¿por qué?- sus ojos abiertos de par en par comenzaron a dibujar una cara desquiciada en la niña, su mandíbula y sus puños estaban muy tensos y poco a poco sus colmillos comenzaron a aflorar a través de sus labios.

Le habían quitado literalmente todo en esta vida, incluídos treinta años de su propia vida que habían caído en el olvido y le habían impedido desarrollarse. Había sentido la traición, el duelo, la culpabilidad, la tisteza... había asesinado a sus propios hermanos. Un nuevo crujido resquebrajó su mente, otro trozo del espejo cayó descascarillado contra el suelo.
- No, así no. Todo esto tiene que tener un sentido, toda esta mierda tienen que servir para algo- Una vez más se encontraba debatiéndose entre sus emociones y su deber. - ¿Pero deber de qué? ¿Qué le debo yo a esta vida y a esta ciudad que no han hecho sino envenenarme y robarme la vida?

Las emociones tomaron la decisión por Alice. Con una gran fuerza y un poderoso grito se abalanzó contra aquel que le robaba la vida a su amiga y que era capaz de acabar con la plaga pero que no lo hacía.

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#14

Mensaje por Pagliacci » 23 Sep 2019, 15:43

https://www.youtube.com/watch?v=4Js-XbNj6Tk



Diciembre de 1887.
Alice presa de la rabia se precipitó sobre Blackwood, su rugido fue atroz mientras se habría paso a través de los adoradores sin mente de Hastur, con sus colmillos rajó la garganta de uno tras otro en frenesí, se elevó al escenario y se abalanzó sobre el Rey cubierto de andrajos.

Siglo I. Caledonia
Llud Llaw Eraint supo que había llegado el final, arrastrándose desde el otro lado del mundo, una sombra malvada había anidado en su tribu. El picto reagrupó a lo que quedaba de su manada y comenzaron a tatuarse sus últimos sigils, los símbolos de sus ancestros, con los que pronto se reunirían en el más allá, cuando se adentraran en la guarida del Comealmas para intentar lo imposible, desarraigarlo de aquella tierra. El licántropo había visto cómo, uno tras otro, los suyos caían bajo el influjo del Wyrm y habían decidido que ellos no permitirían que aquello les ocurriera, que era preferible una muerte gloriosa en nombre de la diosa.

Diciembre de 1887
Hastur observó como el resquicio de conciencia de Blackwood que quedaba en su interior pugnaba por escapar de su férreo control, no sintió miedo, pues no era una emoción que este pudiera comprender, pero supo que su presencia en este tiempo llegaría a su fin tarde o temprano.

Siglo II. Britania
Titus y Septimio odiaban aquella maldita y estéril tierra, llena de pedregales y bañada permanentemente por la fría lluvia. Pero la construcción del muro no admitía demoras, el Emperador lo había ordenado. Septimio cargaba un pesado ladrillo de piedra mientras el sudor manaba a chorro de su frente y sus músculos doloridos protestaban por el cansancio. Tras ellos un sacerdote de Mithras consagraba el muro con la sangre y el semen de un toro semental, para mantener alejados a las tribus bárbaros, sus druidas y sus espíritus.

1842. Cerca de la orilla del río Housetonic.
Loreen se acercó a Kalhbaum, su porte regio y atractivo a la puesta de sol le volvían irresistible a sus ojos, aquella sería su última noche entre los vivos, Mesmer iba a transformarlo en un vástago a la noche siguiente. Philip Macmarmigan se encontraba en Boston, negociando el precio de un gran cargamento de cereales que pensaban desembarcar en la bahía. Los atardeceres de Arkham eran bellísimos, Loreen le cogió la mano al prusiano, y contemplaron el amanecer de las estrellas.

Inglaterra. Siglo V
Roma ardía, los supervivientes de las legiones abandonadas al otro lado del canal se esforzaban por mantener a raya a las tribus salvajes de escotos y pictos, un líder se alzó con la sangre del sol invicto en sus venas, lo llamaron el Vortigern. Una noche aquel soldado recibió la visita de una patricia llamada Livia, pero su mirada hablaba de orígenes mucho más lejanos. Livia negoció un salvoconducto a través del muro y las tierras bretonas, buscando un lugar donde dormir el sueño de las edades. Los mortales que la vieron pasar supieron que escondía un daemonio en su interior.

1688. Edimburgo
James Renwick ardía en la hoguera y las tropas inglesas exterminaban a los últimos Covenanters. Lady Lynch supo que su familia sería eliminada si no hacía algo, debía proteger su sangre, su legado, salvarlo de aquellos jodidos bastardos ingleses. En la mente de aquella matriarca comenzó a gestarse la idea que daría forma a su linaje y que definiría la mascarada escocesa durante los próximos doscientos años.

1851. Inverness
Robert Chambers observó la escarcha entre sus dedos azulados y supo que, si sobrevivía a aquella expedición, tendrían que amputarselos. Su búsqueda de las antiguas criaturas mitológicas en los lochs había sido un completo desastre, habían atraído la atención de un culto sectario infiltrado en las Highlands. Agudizó la vista y atisbó en la nieve la silueta del magister Gogorah persiguiéndole.

Diciembre de 1887
Blackwood dejó que Alice se acercara peligrosamente a él, sus ropajes flotaban arrastrados por vientos dimensionales, ahora Hastur y él eran uno, y se sentía poseedor de la clarividencia, el tiempo se plegaba a su alrededor en fractales y pasado y futuro se entremezclaban entrópicamente.

1857. Nueva Orleans
Roxanne encontró a aquella dulce niña en una chabola de Baton Rouge, lloraba dulcemente y a la inmortal aquello le derritió el corazón. Roxanne decidió que desharía de sus otras muñecas, pues estas nunca le había hecho sentir así. Alice tenía hambre, la piel de sus costillas así lo delataba, Roxanne se acercó y se abrió las venas para darle alimento.

-No llores más, mi amor.

1861. Edimburgo
Kalhbaum le mantuvo la mirada desafiante a su sire. Aquella ciudad escondía el cadáver de un antediluviano, debía encontrar el modo de destruirlo, si es que aquello era posible. Para ello dedicarían todos sus recursos a investigar lo sobrenatural, los mitos y leyendas de aquella tierra, a reunir las fuerzas necesarias para matar a un Dios. El germano trató de tranquilizarse y poner su mente en funcionamiento, necesitarían una sociedad que les sirviera como mascarada.


1881. En la neblinosa Londres

Holsmcroft y el Pater Jebediah Brown fundan el Arcanum para el estudio de lo sobrenatural, lo espiritual y lo misterioso. El Pater Brown, un hombre de rectos principios morales, es enviado a Edimburgo a fundar una de las primeras logias de la Orden. A su llegada contacta con los miembros más destacados de la moderna sociedad de aquella “Nueva Atenas”, especialmente con Anton Mesmer y Lady Lynch.

Siglo V, al norte del muro.
Gotsdam nunca jamás había visto tanta destrucción en sus cuatrocientos años de no-vida. El campo de batalla estaba sembrado de los cadáveres de medio centenar de Danzantes de la espiral, Tiamat (Livia) blandía la espada de Nul con la furia de Drakonskyr, dos dragones se asesinaban mutuamente. La elegida de Hastur canalizaba la esencia demoníaca de su espíritu en una ira carmesí que dejaba a su rastro muerte y locura. Los verdes pastos se había convertido en un barrizal regado de sangre. Tiamat desmembró al avatar de Kupala espadazo a espadazo y, entonces, Gotsdam presenció con horror como el Caos devoraba una parte de la carne del Wyrm, para que este nunca pudiera regenerarse por completo.

Gotsdam recogió los restos de la malherida Tiamat y la llevó a Carcosa, donde Mithras y él la encadenaron hasta que volvieran a necesitarla, los restos de aquel festín de cuervos se convirtieron en los cimientos de Edimburgo y el druida se llevó consigo la espada de bronce.

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#15

Mensaje por Pagliacci » 23 Sep 2019, 15:47

1644. Edimburgo
La peste negra devora las almas de nueve de cada diez de sus habitantes. Sawney conoce los presagios, las leyendas de su antigua familia y la muerte que seguirá a la reencarnación de Kupala y decide intervenir. Pronto un nueva linaje se unirá a la Estirpe, una familia marcada por el incesto, el canibalismo y la ambición. Cuando el dragón hubo devorado millones de almas, se devoró a sí mismo. Los Dunsirn grabaron un Ouroboros en su tumba.

1875
El magister Gogorah se debatía frenético en el Old Craig mientras cientos de amperios freían su cerebro, pese a todo, la terapia electroconvulsiva no parecía funcionar con el agresivo sectario. Kalhbaum se resistía a usar sus disciplinas para borrar la personalidad, pero no veía otro remedio, algún día necesitaría a Gogorah para invocar a Hastur, mientras tanto, contaría con la ayuda de un colega.

1876
El recién llegado Blackwood deja atrás su confuso pasado para iniciar una vida en la capital como discípulo de Kalhbaum. En el Old Craig los pacientes le guardan mucho respeto, sus tratamientos encuentran un gran éxito. En su mente apenas queda el difuso recuerdo de Lady Elisabeth de Inverness.

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#16

Mensaje por Pagliacci » 23 Sep 2019, 16:00

Hace nueve horas, en 1887.
-Gogorah, mi amor, has alcanzado la apoteosis, al fin te has librado de la falsa prisión que te impusieron, vuelves a ser libre, volveremos a reconstruir tu culto, la secta del Rey Amarillo se forjará con los cuerpos y las mentes de los dementes, empezando por los desgraciados de este maldito manicomio. Olvida a Blackwood, este nunca existió.

Dos días antes.
Philip le hundió la estaca a Mesmer con una fuerza descomunal, aquella que le había sido otorgada por la sangre de su hermano. Mientras tanto, el Pater Brown llenaba la boca del vampiro de ajos y sobre ellos colocaba una ostia consagrada.

-Sujétalo- dijo mientras afilaba el sable curvo de Jacob, dispuesto a decapitar a aquel bastardo.

Diciembre de 1887

Alice le rajó la garganta al Rey Amarillo. El agua ascendía rápidamente turbia y oscura, anegando aquel reino umbral. Gogorah tomaba entonces conciencia de la inexistencia de Blackwood, cuyos recuerdos falsos habían sido obra del cruel alienista, que lo había utilizado para traer de vuelta a Hastur y enfrentarlo al imparable Comealmas. Pero aun así, aún sabiendo que sus sentimientos estaban siendo provocados por la personalidad de un fantasma, no podía dejar de sentir remordimientos por no hacer nada. En sus manos se encontraba el poder del Caos.

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#17

Mensaje por Pagliacci » 23 Sep 2019, 16:19

A algunas millas de Edimburgo.
Las tropas de Mithras se acercaban a la ciudad, ondeando los estandartes del Su Majestad la Reina, suyas eran la gloria y el deber. El Morlock marchaba al frente de la columna y tras él, dos docenas de caballeros ungidos de sangre Ventrue cuyas espadas había acabado con incontables enemigos del Reino. Su propósito estaba claro, contener la infección y convertir a los vástagos escoceses en vasallos. Los caballos ghouls piafaron nerviosos, el viento arrastraba un aroma a muerte, el olor de la peste y la descomposición.

2018. Chicago

Bronwyn sabía como funcionaba perfectamente la Inquisición y sabía siempre que querían aquellos acomodados bastardos sibaritas. Aun así, comenzaba a preocuparle que su hermana hubiera decidido seguirle hasta aquella ciudad, le había parecido ver fugazmente su rostro en el Succubus Club. Si Lady Corvin la había encontrado, la situación no tardaría en ponerse muy fea. Bronwyn cargó el ganado en la furgoneta, tenía asuntos que atender en Gary.

1313. París
Mañana ardería en la hoguera, con la cabeza bien alta, como el último maestre de su orden. Se sentía anciano y viejo, dispuesto a rendirse a un mundo que había encontrado un chivo expiatorio a todos sus errores. Dios le daría la bienvenida en su seno, de eso estaba seguro, que el papa se metiera su excomunión por donde le cupiera. Una sombra se movió cerca de su celda.

1904 Glasgow

El patriarca de los Dunsirn sonrió dejando ver sus dientes cargados de carne fresca, le encantaba amedrentar a los enviados italianos del clan con aquellos gestos teatrales. Su chaqueta de corte inglés mostraba una orquídea recién cortada, había creado su propia variante de aquella hermosa flor. Orquídea Alistair, un nombre hermoso para el hombre que se lo enseñó todo.

-He sembrado la muerte y cosechado las almas que Venecia quería. Pero, decidme ¿qué tenéis vosotros para mí?

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#18

Mensaje por Pagliacci » 23 Sep 2019, 16:43

1887 En algún lugar de la umbra cerca de Edimburgo

Gogorah y Blackwood ¿Cuál de los dos era real? ¿Acaso importaba? Contemplando los rostros de tantos y tantos hombre reunidos a su alrededor, Blackwood supo que las vidas de todos ellos dependían de su martirio, de que desatara la esencia de Hastur al morir. Observó el rostro consternado de Macmarmigan, su amigo, contemplando el horror del escenario, el cadáver de Lady Waterhouse a sus pies. Pero Gogorah deseaba retener la esencia del Rey Amarillo para sí mismo, disfrutar del poder que siempre había ansiado al lado de Lady Davensporth y que la ciudad entera fuera devorada, aquello no le importaba. Mientras tanto, la sangre manaba de la herida de su cuello que le había infligido Alice, si se lo permitía, ambos morirían. Todas aquellas visiones que habían tenido habían ocurrido en apenas una centésimas de segundo, mientras fuera la serpiente seguía cerrando el círculo de la reencarnación.

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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#19

Mensaje por Baluar » 23 Sep 2019, 18:37

Un fuerte ruido despertó al industrial de su ensimismamiento. Su mano derecha había reventado el pomo de su bastón y el cuerpo se estrelló contra el suelo y la contera, de latón salió disparada dejando a la vista una punta de madera, de un par de pulgadas, ennegrecida y endurecida al fuego.

Todo aquello le parecía una pesadilla. La continuación de una pesadilla de la que nunca despertaba.

Ante él se mostraban una de las personas que más odiaba ante él. Antaño lo amó como a un hermano, pero el paso del amor al odio era pequeño. A veces demasiado corto. El odio y el miedo habían conducido su novida y solo había cosechado desolación, enfermedad y muerte. ¿Cómo podría perdonar?, pensó. ¿Cómo podría perdonar tanto dolor?

De repente, la luz se hizo en su cabeza. Había olvidado las enseñanzas de su madre, las palabras de su padre poco antes de morir. 'Dios no nos ha abandonado. Nosotros lo hemos abandonado a él. Solo hay un Dios Único y Verdadero Él nos enseño a perdonar, porque solo podemos perdonarnos cuando nos han perdonado. Como hizo Cristo en la cruz'.

Miró con fijeza a su viejo amigo. Era una de las personas que más podía odiar en ese momento. Pero decidió perdonarlo. Solo con su perdón podría remover lo que quedase de su viejo amigo. La redención y el perdón de los pecados. Porque Dios era misericorde con quienes se arrepentían de corazón.

-Blackwood, ¡escúchame! -gritó con todas sus fuerzas. Conozco todo lo que me has hecho. Sabes bien que desearía tu muerte, pero has de saber que no es así.

Guardó unos segundos de silencio para llamar la atención de lo que quedase de cordura. Continuó hablando.

-Te perdono, hermano. Sé que no eras tú quien actuaba. Solo ofreciste una fachada a ese ser que te poseyó. Acepta mi perdón, perdónate a ti mismo y juntos acabaremos con esto. Por todo aquello que nos ha unido sea mas fuerte que lo que nos separa.

Extendió la mano hacia él esperando recoger la de su amigo.
"Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien." (Groucho Marx).

Dr. Clyde Blackwood (Jebediah_Gogorah)
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Re: BLACK HAND X: Silencio, silencio. No hay orquesta.

#20

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 23 Sep 2019, 22:25

{ https://www.youtube.com/watch?v=_Jtpf8N5IDE - Who wants to live forever by Queen }

Blackwood cogió con fuerza los antebrazos de Jacob. El hombre de carne y hueso y el demonio primigenio escucharon el discurso del industrial, con suma atención, y lo que parecía ser un reproche fulgurante de odio, dio paso a unas palabras de amor fraternal. Un perdón sincero desde el más profundo de los fondos de un corazón noble y lleno de fe.

Las miradas se cruzaron, y en sus pupilas se revivieron las miles de aventuras que ambos recorrieron incluso mucho antes de la maldición de la sangre. Ambos volaron, en la distancia y en el tiempo,como gorriones desde las tierras fangosas de la desembocadura del Eúfrates en la antigua ciudad de Ur, hasta posarse en las ritualizadas piedras del muro de Adriano.

Los ojos del alienista empezaron a perder el color amarillo, justo como si dos soles gemelos fueran tragados por el mar revuelto y nocturno de su alma. Finalmente, la redención de Clyde Blackwood no vendría dada por la salvación de alguno de sus pacientes, como así hubiese sido su deseo, un deseo viciado en profesionalidad y alienado de sentimientos. Vendría dado por el amor fraternal, la amistad y la lealtad. La lealtad tanto a su hermano Jacob MacMarmigan como a la ciudad en la que vivió la mayor parte de sus días de mortal.

El industrial pudo notar como las fuerzas de Clyde flaqueaban. Las garras dejaban de ejercer fuerza sobre sus antebrazos, y el psiquiatra se vio obligado a arrodillarse ante la pérdida de energía, dando lugar a una estampa divina de perdón.

Nadie vio como desapareció Hastur. Únicamente lo sintieron sus corazones. Tan solo un alarido seco que rompió las vidrieras mugrosas del Old Craig, dejando entrar el aire fresco y salir el viciado. Los millones de cristales reflejaban ahora la luna llena, dando lugar a un suelo estrellado, como un gran diamante. Las aguas negras empezaron a retroceder, como sorbidas por la propia tierra.

Cómo una última jugada macabra del destino, a Blackwood le fueron devueltos todos los recuerdos de mortal que lo atormentaron enseguida, sobre todo cuando reconoció el rostro, ahora cerúleo de Lady Elizabeth, y su corazón acabó de romperse en mil pedazos, como aquellas vidrieras. Sin fuerzas ni ánimo para luchar, su cuerpo agarrotado se colocó en posición fetal entre los brazos de MacMarmigan que tuvo que hincar la rodilla. Cegado por las lágrimas rojas, buscó la mano de su amigo para aferrarla, pulgar con pulgar. Y mientras un nuevo telón escarlata frente a sus ojos se mostraba, y comprendía y aceptaba que esta vez se daba por finalizada la función, solo atinó a decir, sin poder escuchar nunca la respuesta:

- Lo siento, hermano mío. Lo siento mucho.

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