VENAS OXIDADAS 1: Heroína

[Pagliacci]

WAKE UP THIS MORNING: https://www.youtube.com/watch?v=nW3LikcBL68

La tensión era asfixiante dentro de la camioneta oxidada, la lluvia amartillaba el techo y el motor ronroneaba suavemente. Zion masculló algo, debía estar preocupado por el Padre, pero lo cierto es que estaba más preocupado por la heroína. Cuanto antes acabaran antes se quitaría de encima al sacerdote y sus extrañas compañías.

En pocos minutos llegasteis a la Planta Endron, la Cabo Jordan Lynch os esperaba en las inmediaciones. Era una soldado y no guardaba mucha simpatía para ninguno, salvo Jeremiah. Os miró con cara de pocos amigos y no pudisteis evitar fijaros en su extraña prótesis en la pierna izquierda, andaba como si soportara un gran dolor.

Malort parecía muy tensa, Baggie apesadumbrado y Zion estaba verdaderamente nervioso. Jeremiah iba sumido en sus pensamientos, su propio infierno personal, según Cordell. Ese maldito diablo estaría durmiendo en algún lugar tranquilo, a salvo de la lluvia, mientras el Padre tenía que jugarse el pellejo y su alma esta noche.

Un vasto, enorme espacio de chatarra y aparcamientos vacíos rodea la Planta Endron. Las únicas estructuras y objetos que rodean el una vez floreciente complejo van desde sofás abandonados y montañas de pañales usados a contenedores de basura y barriles de vertidos. Aunque constituyen una excelente cobertura improvisada en un tiroteo, añaden un aire de desolación a la de por sí ruinosa superestructura. Un edificio central y unos cuantos más están rodeados por pequeños almacenes que dividen la planta.

El edificio central es donde tendrá lugar el intercambio, sus colosales puertas de metal fueron desencajadas y vendidas como chatarra, el interior una vez tuvo cadenas de montaje, equipo de producción e, incluso, un gigantesco bidón, aunque todo lo que no fue vendido cuando cerraron la planta ya está dañado y no merece la pena repararlo, ni robarlo. Una gran pasarela de metal rodea la fábrica, conectando con unas escaleras que llevan a unas oficinas y otros niveles donde había más equipo. Ahora, donde debía haber estado la maquinaria que formaba parte de la cadena de montaje, solo quedan enormes agujeros excavados en el suelo. Ni una sola ventana del edificio ha sobrevivido, permitiendo al viento y la lluvia que aúllen a través de la fábrica. Parece que la coterie son los primeros en llegar al lugar.

ZION: Hambre 2

BAGGIE: Hambre 1, +1 Persuasión / -1 Alerta

PADRE: Hambre 1

MALORT: Hambre 3

JORDAN: Hambre 2

[Pagliacci]

[Baluar]

Malort bajó de la camioneta con un gesto animal, en busca de alimento. Tenía hambre y estaba jodida. Necesitaba tranquilizar la Bestia antes del intercambio de drogas.

-Chicos, creo que voy a ausentarme un segundo -dijo al resto-. Necesito alimentarme antes de la reunión. No quiero que se joda nada.

Dicho esto, se lanzó en busca de algo vivo en aquel entorno.

[Pagliacci]

Malort tenía sed de sangre, se notaba en su mirada desquiciada y su compartamiento errático. Abandonó el grupo dejando que ellos se encargaran de preparar el intercambio, necesitaba estar saciada y tranquila en lo que estaba por venir. Se adentró entre la chatarra de la Planta Endron, con suerte encontraría una rata o a algún vagabundo resguardándose de la lluvia. Nunca se había alimentando de animales y era algo que le repugnaba, esperaba no tener que hacerlo. Debía apresurarse, los Gleng45ers aparecerían de un momento a otro.

El sonido de las uñas entrechocando entre ellas se propagó por los pasillos de acero oxidado, era fácil perderse, la oscuridad era total y el complejo era enorme. La lluvia se filtraba en grasientas goteras que inundaban los abundantes agujeros del suelo. A Malort le pareció oír algo moverse, podría ser una alimaña, quizás tuviera sangre suficiente para calmar su hambre.

[Pagliacci]

[Jebediah]

- Confesión... ese hombre buscaba confesión... - dijo con tranquilidad Padre - ...y todos somos hermanos a ojos de Dios. - Jeremiah abrió la puerta y quiso sentir el contacto de la hierba seca bajo sus zapatos. Vio a Malort escabullirse por las sombras en busca de alimento. La Bestia hacia su llamada y había que atenderla.

Afortunadamente, él la había saciado con el pobre de Dan Wolwojeski, un emigrante polaco que había perdido todo tras el incendio de su casa, y los elevados costes médicos. Hace meses había acudido a Padre, en busca de ayuda. Ahora busca la reinserción social mediante un programa del estado que le ha conseguido un trabajo de bedel en la Escuela Primaria de Garnett, ahora reabierto como centro de Educación de Adultos, Marthin Luther King. La escuela era famosa, por acoger los primeros años escolares, del gran Michael Jackson, rey del Pop.

Se giró hacia sus compañeros: - ¿Llegamos temprano o ya deberían estar aquí?... - No sabía si la advertencia de Sullivan o el nerviosismo del contraplan, pero algo había empezado a olerle mal a Pater... algo no iba a ir bien aquella noche. Sólo esperaba que no fuera la parte en la que le tocaba coger el papel protagonista.

[Pagliacci]

[Zicken]

Baggie saltó de la camioneta y se unió al grupo. No le preocupó que Malort se largara a alimentarse, él había hecho lo mismo antes, no era muy sensato ir hambrientos a realizar un trabajo, hasta un desgraciado como él lo sabía. La pregunta de Padre soltó el primer atisbo de preocupación en el Gangrel.

-Buena pregunta... -apuntó Baggie, mirando seriamente a Zion. Aquello empezaba a olerle muy mal. Y supuso que a Padre le pasaba igual.

Baggie cerró los ojos y se concentró en sus otros sentidos. Quizá ya estuvieran allí... quizá era una emboscada. Intentaría averiguarlo, al fin y al cabo para eso usaba Zion a su chiquillo, para que fuera sus ojos, olfato y oído. Solo esperaba que, si los Glen45ers se encontraban en algún rincón de aquel lugar, no se encontraran con Malort primero. Podría fastidiarlo todo.

-Voy a echar un vistazo, no me fío un pelo -dicho esto, Baggie se separó del grupo para inspeccionar el lugar más a fondo, oliendo cada esquina, mirando dos veces cada posible escondite, escuchando atentamente a través del incesante ruído de la lluvia. Finalmente lo que buscaba no pudo escapar a sus sentidos, pero quizá no era lo que esperaba... o quizá sí...

[Pagliacci]

Malort corría entre los charcos que inundaban la fábrica como una bestia hambrienta, a muchas docenas de metros escuchó a Zion y a Padre colocarse en el centro de la fábrica, en el lugar acordado de intercambio. El exterior ya se oía ruido de neumáticos contra el asfalto y música rap, los Glen45ers estaban llegando. Cuatro coches oxidados entraron en el interior de la fábrica y se detuvieron junto a los andamios de la entrada principal, bloqueándola. Malort apagó la radio con frustación, para que no le oyeran, y aferró su HK entre sus horribles manos, aún estaba hambrienta.

De los coches comenzarón a bajar pandilleros, la música estaba suave, no querían llamar la atención, iban armados hasta los dientes, pero no parecían agresivos. Caminaron sobre los cristales y jeringuillas que cubrían el suelo en dirección a Zion. Entonces Malort los vió, agazapados en la sombra de una máquina oxidada dos mendigos se guarecían de la lluvia, asustados por la cantidad de intrusos que habían invadido su tétrico y siniestro hogar.

La sed de sangre le corroía las entrañas, tenía que tomar una decisión, debía darse prisa...

***

Baggie comenzó a dar una vuelta por el exterior de la fábrica, quería asegurarse de que estaban solos, tras dar un largo paseo por las inestables pasarelas que la rodeaban comenzó a sentirse bastante seguro de que así era. Sus pensamientos vagaban entre el recuerdo de la prostituta inconsciente, lívida, sobre el suelo húmedo de su casa y el de Toya, su ex-novia, la única mujer que había amado, vendiéndose en algún rincón infecto de Gary.

Se distrajo, los minutos pasaron y se sorprendió cuando los cuatro coches de los Glen45ers cruzaron el parking de chatarra y entraron en el edificio principal. El intercambio había comenzado y no estaba junto a Zion, aunque desde donde se encontraba veía los alrededores, era una buena posición para sorprender a cualquiera que intentara escapar de la Planta Endron. La lluvia continuaba descargando su castigo líquido sobre la ciudad, Baggie casi podía oler la miseria en el ambiente.

[Pagliacci]

[Jebediah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=Tgcc5V9Hu3g - Heroes by David Bowie }

Aquellos pandilleros no eran guerrilleros sunís preparando una emboscada, pero la presión y el nerviosismo que sintió Padre, fue parecido. Entonces miró a Zion y esbozó una nerviosa sonrisa. Aquella operación no estaba liderada por él, así que dio un paso atrás, dejando al esbirro de Modius al frente.

Miro a aquel grupo de jóvenes delgados, con las culatas de sus pipas asomando por la bragueta. Con aquellos ridiculos pañuelos en la cabeza. Con aquellas perillas recortadas, jugando a ser dioses con una mierda cortada hasta la infinidad, eligiendo la vía aparentemente fácil en vez de currar diez horas en un Burger King o en un Seven Eleven. Pero aquí, una mala entrega y no volverías a casa.

Pero no podía sentirse moralmente mejor que ellos, ni mucho menos. Él también estaba en el ajo, y aunque tuviera un plan para acabar con aquella mierda, allí estaba una vez más, bajando la cabeza avergonzado, haciendo algo contra la fe que procesaba...

No se sentía mejor que ellos, sino igual. Al fin y al cabo, todos eran supervivientes en la podrida Gary, y eso los convertía en héroes...

[Pagliacci]

[Fian]

Zion suspiró fingidamente cuando su grupo empezó a disimenarse por el complejo, parecía que cada uno iba a lo suyo, aunque sabía, que se comportarían en el momento de mayor necesidad. Cuando los oches de la banda llegaron agarró con algo más de fuerza la bolsa y dejó que sus sentidos de cazador se fijasen en los detalles que el como mortal nunca haría. Dejó que se acercasen con tranquilidad, y al igual que ellos venían en actitud tranquila, el mantuvo la compostura del mismo modo.

- Buenas noches caballeros, creo que tenemos un trato entre manos que cerrar.- dijo sonriendo de manera distendida a la espera de hablar con quien mandase allí. Esperaba que siguiese siendo su viejo compañero de escuela...

[Pagliacci]

LA ENTREGA: https://www.youtube.com/watch?v=zD5Sk43Yl7Y

Hacía frío en el interior lóbrego de la fábrica. Zion reconoció al camello encargado de gestionar el trato en el otro bando, Jacob “Chacho” Adams, un traficante que creció y asistió a la misma escuela que él durante un tiempo. Él no reacciona ante los rostros familiares, tratando de comportarse con un gangster demasiado peligroso para hablar de asuntos inferiores. Qué haría un pequeño camello como Chacho con una cantidad tan desmesurada de Heroína es algo que nadie se imaginaba.

Deliberadamente ignoró el saludo cordial de Zion y con un silbido, dos miembros de su banda se acercaron con un par de bolsas deportivas, dejándolas en el suelo entre los dos traficantes.

-Todo está aquí. – dijo mascullando - ¿Vas a comprobarlo? Te llevará mucho tiempo, pero tenemos toda la noche- dijo mientras esperaba la parte del trato de Zion

El Padre y Zion se sintieron acorralados, fácilmente podía ver a diez de los secuaces de Chacho rodeándoles, armados con toda clase de pistolas y revólveres, números de serie limados, aunque quizás hubiera alguno más oculto entre la oscuridad de la fábrica. El olor del óxido inundaba sus sentidos. La mano derecha de Chacho, Tamira, escondía sus manos en un largo abrigo y, a juzgar por su mirada de odio acérrimo y su mandíbula apretada, estaba preparada para matar. Una ráfaga a tan corta distancia podría acabar incluso con un vástago, desde luego.

[Pagliacci]

Mientras Zion soportaba la mirada desafiante de Tamira, se dio cuenta de la mirada nerviosa de Chacho, enmascarada por la pose de frialdad, en su interior estaba tremulante y se notaba que quería acabar cuanto antes, quizás se debiera a que estaban en territorio de los Knights. El Padre también percibió en Chacho esa extraña inquietud, aunque no supo entender a qué se debía, pero era evidente que la situación era incómoda y peligrosa para todos.

Zion echó un vistazo en derredor, su ojo experimentado captó rápidamente cuatro miembros más de la banda emboscados y con las armas desenfundadas, preparados para abrir fuego a una señal. Catorce de los Glen45ers habían sido convocados, los diez que se mostraban abiertamente y los cuatro que se les estaban rodeando sigilosamente. Zion no estaba convencido de que fueran a dispararles, quizás solo fuera una medida de seguridad que Chacho había tomado, pero no contribuía a su propia tranquilidad. Su corazón muerto bombeaba sangre frenéticamente, les sería muy fácil acribillarles y llevarse la droga y el dinero.

ZION: Hambre 2, -1 FV

BAGGIE: Hambre 1, +1 Persuasión / -1 Alerta

PADRE: Hambre 1, -1 FV

MALORT: Hambre 3, -1 FV

JORDAN: Hambre 2