[MCB][Castillo] Patio de Armas

[Darkhuwin]

Von Moltke observó que había actividad en el patio. Unos cuantos escuderos y sirvientes se congraciaban alrededor de unos carromatos y parecía que jugaban a algún tipo de juego de azar, mientras proferían expresiones de asombro, júbilo y decepción, por partes iguales. También había, cerca, varias tiendas de campaña y catres situados en los alrededores con gente acostada y posiblemente, durmiendo. No descartaba que pudiera haber mujeres allí, algún tipo de sirvientas que pudieran reunir los requisitos de su especial paladar. Estaban a la suficiente distancia como para que no se percatasen de su presencia si sólo iban a por el agua rápidamente y volvían, pero el olor de la sangre se hacía cada vez más intenso en sus fosas nasales. El hambre continuaba creciendo en sus entrañas y no tardaría en hacerle perder la compostura si no trataba de remediarlo en un corto plazo de tiempo.

Por tanto, mientras miraba la escena, pensativo, le dijo a su acompañante, intentando sonar seguro de lo que hacía:

-¿Seríais tan amable de acercaros a por el balde de agua y rellenarlo vos mismo, mientras yo me infiltro para vigilar más de cerca a nuestros vecinos? No tardaré mucho, solo quiero asegurarme de que no suponen un verdadero peligro.

[Baudelaire]

Me encojo de hombros y comento.

Me tomará un rato llegar hasta el balde, esquivar a los caballos y acercarme al abrevadero. Me imagino que si pudiere superar aquellas pruebas sencillas para vos, sin duda lograré obtener el agua. Calculo que dispondréis de una media hora al menos. Aunque...

Hago una breve pausa dramática antes de continuar.

Nada, mientras más rápido regresemos con Kurt… menos dificultades deberíamos tener.

Apoyo mi bastón y comienzo mi pesada marcha.

[Darkhuwin]

- No os preocupéis, amigo. - dijo Helmuth con una ligera sonrisa - Si para cuando estéis aquí con el balde, no he vuelto, encaminaos hacia las habitaciones. Posiblemente, al ritmo que vais, os alcanzaré antes de que lleguéis.

Y con esta última frase, el ventrue se aventuró, agachado, hacia la jarana que había montada en el patio, procurando andar entre las sombras que formaban las hogueras que tenían encendidas los mortales allí reunidos. Su idea era acercarse a las tiendas y escabullirse dentro sin ser visto para alimentarse de alguna dama durmiente, un recurso que utilizaba bastante a menudo durante sus viajes. Aunque no siempre encontraba lo que buscaba...

[Baudelaire]

Hago una reverencia y me dirijo con toda paciencia a cumplir el desafío de llenar el balde.

Ya vacío lo siento bastante pesado al levantarlo vacío, así que avanzo tranquilamente imaginando como se complicará después.

[Darkhuwin]

La incursión de Von Moltke fue más fugaz que productiva. Aprovechando que los sirvientes comenzaron a cantar una alegre tonada popular, acompañándola de varios instrumentos improvisados, se escabulló entre las sombras hasta introducirse en una de las tiendas. Se guiaba por su olfato, que ya empezaba a acostumbrarse al olor de la sangre de mujer madura, a la que, por desgracia, se veía obligado a ceñirse en su alimentación, por causa de la herencia de clan.

En la oscuridad de la tienda, el vástago palpó a tientas entre los fardos y las mantas, hallando calor y suavidad al contacto con la piel mortal. Mas pronto se dio cuenta de que allí había más de una persona y que podría ser peligroso permanecer demasiado tiempo, el suficiente como para saciarse, sin despertar a alguno de los durmientes y alarmar a todo el mundo. Pese a que posiblemente estos hijos de seth, fueran el rebaño de otro condenado y ya estuviesen acostumbrados en cierta forma a servir como reses, seguramente no sería bien recibida la intrusión de un nuevo dómitor predador desconocido y podría provocar una animadversión generalizada hacia el intruso que no resultaría de ayuda en aquellos momentos. Así pues, Helmuth, se ciñó a alimentarse lo suficiente para calmar su hambre, hasta un límite tolerable, que le permitiera resistir lo que tardase en encontrar una situación más propicia. Tomó la dulce y cálida vitae de la mano de aquella sirvienta dormida, sin provocar más sonido que el de los susurrantes gemidos inconscientes de placer de su víctima, que nunca llegaría a enterarse de lo que había sucedido y que no notaría más que un ligero descenso de sus energías al día siguiente y lo achacaría a una mala noche.

La canción acabó y los hombres rieron y celebraron con gran algarabía, instante en el que el ventrue aprovechó para, con mucho cuidado, abandonar de nuevo la densa atmósfera de la tienda y oculto en la oscuridad circundante, recorrer de regreso el camino hasta la entrada al castillo, sin que nadie se hubiere percatado de su periplo.

[Baudelaire]

Mientras lo cánticos de alguna celebración continúan, me las arreglo para avanzar hasta el abrevadero. Los caballos me miran con cierta incomodidad, pero manteniéndome a una distancia razonable evito que se agiten demasiado.

Apenas lanzan algunos bufidos y resoplidos, mientras paso junto a ellos hasta llegar a hundir el balde en el agua. El problema es que su peso ha aumentado considerablemente, apenas logro sacarlo y evitar que se derrame al golpear el piso lleno de paja.

Tiro del asa y apenas consigo desplazarlo media pulgada. Entonces, decido regresar al abrevadero y con las manos tomo algo de agua varias veces hasta humedecer el trayecto hacia el patio con una capa que disminuya la fricción entre la madera y el piso.

En la lejanía noto que el caballero parece haber terminado sus asuntos, mientras voy a arrastrando con una lentitud desquiciante el balde hacia su encuentro. Imposible evitar el rechinar de las dos superficies húmedas en contacto.

Si estaba distraído, seguro reparará en el bullicio que estoy armando.

[Darkhuwin]

Helmuth observó a Fedor mientras se acercaba sigiloso pegado a la pared. El estruendo que estaba montando con el balde iba a hacer que los sirvientes se percataran de su presencia en cualquier momento. Lo miró incrédulo haciéndole señas para que detuviera su actividad, antes de que fuera tarde.

-¿Es que vuestro sire no os enseñó a utilizar la sangre para dar fuerza a vuestros músculos? - dijo entre dientes al llegar, en tono reprobatorio. - Dejadme ayudaros con ese cubo antes de que el mismísimo Caín despierte de su largo sueño.

Su humor no era el mejor tras no haber podido alimentarse todo lo que hubiera querido, y como siempre en estos casos, perdía un poco la paciencia y tendía a no empatizar demasiado con sus interpelados.

[Baudelaire]

Siento un tirón en el balde, lo que significa que la ayuda ha llegado. Escucho la reprimenda del caballero sin interrumpirle ni mover un pelo de la barba. Tan pronto ha terminado le agradezco por la gentileza.

Aprecio la noble ayuda, gran guerrero. Por supuesto que he sido instruído en el uso de mi vitæ. Sin embargo, mis huesos ya estaban bastante carcomidos por el gusano del tiempo la noche de mi abrazo. Si utilizo mis poderes para aumentar mi musculatura, debería hacer lo propio con mi esqueleto para reforzarlo. Ello constituye un un esfuerzo bastante importante y, considerando lo difícil que es cazar algo en este lugar corrupto… prefiero conservar mi sangre para alguna emergencia.

De todos modos, la ventaja es que nunca amanece ni atardece. Así que tampoco hay que recomponer nuestros cuerpos cada noche para evitar la putrefacción.

Además tampoco sirve mucho la Dur-An-Ki, algo impide que me pueda conectar con las estrellas y leer el plan de los cielos. Al menos, ha dejado de hacerlo después de vuestro combate con la criatura infernal. En aquel momento fui capaz de vislumbrar el resultado de vuestra victoria, luego que me hube concentrado por apenas unos instantes al comienzo de la contienda.


Mientras alargo la explicación, le veo fruncir el ceño.

Spoiler

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Supongo que es el turno de [mention]Endimion1[/mention], que había anunciado que Kurt se dirigía hacia acá. El discurso de Fedor podría darle el tiempo suficiente.