Una vez lanzados los dardos que llevo en la mano contemplo la escena. Espada contra antorcha, dardos, y gente huyendo.
Oigo a Amín decirme: "Chétrien coge a Portocarreño, no te hará nada." y me acerco a él. Está como desmayado. Es un peso muerto y siento la sensación de que soy el que menos acostumbrado está a levantar pesos. Pienso: ¿Que haré con él? ¿me lo tengo que cargar al hombro y bajar las escaleras con él? Siento dudas de como debería proceder. Todo el mundo está bajando a la carrera. Pero difícilmente podría hacer una carrera cargando a alguien que pesa más que yo.
Veo a Amín abalanzarse sobre el encapuchado ¿piensan llevarse a otro? ¿Que es esto? ¿somos mulas de carga? Pienso indignado, sin sopesar la razón que pueda haber detrás.
Oigo a Amín decir: "¡Corred no tengo ganas de fundirme con el creador!" y al oírlo me parece un grito típico de un hermético que crea en algún creador. La historia tiene a muchos magos herméticos en pugna contra el destino y el paso del tiempo, pero ¿somos los magos de la orden de Hermes lo suficientemente fuertes para reclamar nuestro propio destino?. Así tengo que pensarlo. Tengo que luchar por esa idea y no ser fatalista. ¿pero como?
Aún no me he movido. Siento que no pasaré a través de las llamas si llevo a la vez a Portocarreño. Me bloqueo entre soltarle e irme o cogerle . ¿Y que habrá arriba? ¿el piso de arriba será una buhardilla, o habrá otra cosa?
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¿tirada a fuerza de voluntad? ¿tirada a correr mientras cargo con portocarreño?
