JDN - Escena IV: Agua

#51

El cielo continúa oscureciéndose según bajais, hasta que no queda duda de que detrás de las nubes el sol ya se ha puesto. Gracias a vuestas linternas podeis caminar por el bosque sin ningún problema, pero la luz también resalta unas diminutas gotas de lluvia, que poco después comenzais a sentir en la piel.

Está comenzando a llover.

Casi inconscientemente acelerais el paso, pero tampoco podeis echar a correr por miedo a tropezaros. Las gotas de lluvia continúan cayendo, cada vez con más intensidad, y no tardarán en convertirse en un buen chaparrón. Sin embargo, de repente escuchais in sonido que os hace deteneros. En algún lugar entre los árboles escuchais una risa, suave y femenina, y al volver la vista distingúis una sombra moverse, lejos del sendero.

Paul W., con expresión alarmada, dirige la luz de su linterna hacia ese punto, pero resultan ser dos adolescentes besándose, apoyados contra un árbol. No debían llegar a los veinte años, y la chica estaba rodeando el cuello de su pareja con los brazos, mientras esta le apoyaba las manos en la cadera y le besaba en la mejilla o le susurraba algo al oído, lo que os impedía verle la cara. La chica vuelve la vista y os dais cuenta de que es una chica verdaderamente guapa. Tenía los rasgos finos, la piel pálida, y era bastante delgada, lo que le daba un aspecto lánguido. El pelo, abundante y castaño oscuro, le caía por debajo de los hombros, con algunas mechas rubias que resultaría dificil decir si eran naturales o teñidas. Sin embargo sus ojos, oscuros y brillantes, os miran ardiendo de furia, lo que contrasta con su apariencia fragil y la vuelve siniestra.

-Malditos... -masculla- ¿¡Pero que estais mirando!?- exclama, y comienza a andar hacia vosotros con gesto de querer mataros. La chica además era muy alta, lo que le da un aspecto aún mas amenazante.

-Eh. ¡Eh! ¡Mylla espera! -exclama su pareja, corriendo tras ella, y os dais cuenta de que no se trataba de un chico sino de una muchacha de su misma edad. Era algo más baja, tenía el pelo negro y sus ojos eran de un castaño mucho más claro, pero era igual de guapa, si no más. Ésta sujeta a su novia de la cadera con un brazo, mientras que con la otra mano le acaricia la mejilla. -No han visto nada- le dice antes de plantarle un beso muy rápido en los labios, pero acto seguido os lanza la misma mirada asesina que su compañera, que claramente dice "¡Largo de aqui!"

Sin embargo, hay algo que os impide sencillamente volveros. Antes de que su novia la detuviese, durante un instante tan rápido que no estais seguros de no haberoslo imáginado, os ha parecido que los ojos de Mylla dejaban de ser castaños y se volvían rojos.

#52

-" A...A..Apretad el paso, se nos ha hecho tarde y está lloviendo, nuestros padres nos esperan y nos van a calentar el culo, no nos dieron permiso para quedarnos tan tarde por aquí."- Noto el sudor frío descendiendo por mi espalda y la linterna empieza a temblarme en la mano, tal vez a causa de la lluvia o del susto que nos ha dado la pareja de chicas, pero, sobre todo, lo que más me ha impactado ha sido lo que creo haber visto, esos ojos rojos.

En mi cabeza se mezclan visiones de los comics y libros de terror que he leído pero es imposible, seguramente ha sido a causa de la luz de la linterna, o la chica habría tomado drogas y sus ojos se habían enrojecido.

-"Vamos, coño, moveos ya."- Hago un gesto con la mano, intentando que se pongan en movimiento, echando una mirada de reojo a las chicas mientras, mi corazón, late desbocado en mi pecho.

Moctezuma_I · #53

Jessie se sobresaltó, no esperaba encontrarse a nadie por allí. Y mucho menos una pareja besándose, ¡puag! Pero lo que le dejo completamente anonadada era ver que eran 2 chicas besándose, y eso la dejo muda. No sabía que eso se podía hacer, o sea, ella era aún pequeña y no estaba acostumbrada a ver parejas homosexuales, de hecho, esa era la primera vez que veía algo así, ni siquiera sabía que eso era algo permisible, para ella lo normal eran las parejas heterosexuales que ya eran bastante desagradables de por sí, pero todos los niños que conocía tenían papas y mamas, así que era lo normal. Pero ver a dos mujeres besándose abría todo un universo desconocido ante ella. Lamentablemente no era el mejor momento para reflexionar sobre eso. Era de noche, estaba empezando a llover y probablemente la abuela ya estaría levantada de su siesta, o apunto de hacerlo.

Le habría gustado replicar a la chica porque era desagradable y maleducada. Pero parecía odiosa y mucho más fuerte que ella. Aunque se tratasen de niños parecía que para Mylla no iba ser un problema patearles el trasero. Aun así, Jessie era una chica bastante impulsiva y temeraria, cuando iba a abrir la boca, así se quedó, boquiabierta sin decir nada, cuando vio ese reflejo rojizo en los ojos de Mylla, eso la turbo lo suficiente como para querer alejarse del lugar lo más rápidamente posible. Sin decir nada Jessie continuo el camino, empujando una de las bicis, acelerando el paso. Augurando una buena nalgueada cuando llegasen a la casa. El plan estaba siendo un desastre, no solo no habían logrado averiguar nada respecto a Erín. Sino que encima recibiría una dura reprimenda y hasta un buen constipado.

#54

Vamos caminando, alejándonos de la cueva y volviendo casi por nuestros pasos, pero el tiempo ya había pasado y la oscuridad se cernía sobre nosotros, lo que pronto trajo la lluvia que las nubes durante tanto tiempo anunciaron.

Caminar en el bosque en silencio como vamos, debido a lo infructífero de nuestra búsqueda, solo aumenta la tensión de caminar en este lugar de noche debido a las circunstancias actuales. Todos enfrascados en sus propios pensamientos, mientras las gotas comienzan a golpear nuestras ropas y rostro. Por esta razón no era de extrañar que todos nos sobresaltásemos al escuchar algo y gracias a la luz de Paul W. logramos ver lo que sucedía.

Como todos, supongo, quede sorprendido por la escena, no solo por como se fueron desenvolviendo los misterios sino como parecía que aumentaba el peligro para nosotros. Ambas mujeres son bastante guapas, pero son bastante hostiles hacia nosotros. Paul K. nos pide apurarnos, e incluso Jessie parece decidida a irse sin más, estas mujeres son extrañas, no solo por lo que estaban haciendo ni como se tratan entre ellas, sino en algo más raro y peculiar que haber estado aquí en el bosque.

-Lo-lo-lo sentimos, solo estábamos buscan... intentando salir del bosque agrego a las palabras de Paul K.- Sent-Sentimos interrumpirlas, pero íbamos distraídos y nos han asustado -rio un poco como para amenizar, mientras ayudo a guiar al grupo lejos de ahí.

#55

Rory Donegal

Un nudo en la garganta y ropas mojadas es lo único que había conseguido Rory como premio a su altruismo. No solo la pista de Erin no los llevó a nada, si no que por poco son atacados por una pareja de locas (seguramene drogadas) que lo único que consiguieron fue dejar con las ganas de replicar al muchacho. Sí, sin duda no había sido una buena tarde, y ahora debían sufrir los nervios de tener que lidiar con los padres y seguramente los futuros castigos. Rory suspiró mientras pedaleaba.

- Jessie, por si no hay manera de evitar contarles la verdad a tus abuelos, diles que hemos ido aun sitio más cercano, no al bosque, con suerte hará que nos griten menos... Hoy ya ha sido un día bastante asqueroso.

#56

Continuais andando en dirección a las bicicletas. Las dos chicas no os dicen nada, pero podeis sentir su mirada clavada en vosotros mientras os alejais, casi como una sensación tangible en la nuca, que no desaparece hasta mucho despues de que dejeis de verlas. Intentais apretar el paso, no solo por ellas, sino porque el cielo continuaba oscureciendose y vosotros os estabais empezando a mojar. Sin embargo, la lluvia es más rápida que vosotros y antes de que llegueis a las bicicletas os habeis calado completamente. Para cuando las alcanzais, no solo cae con fuerza aún a través de las gotas, sino que el cielo se ha oscurecido completamente.

La tierra se había convertido en barro alrededor de los helechos entre los que habíais escondido las bicis y sentís como vuestros zapatos se hunden en él. Cuando llegaseis a casa ibais a tener que ingeniaroslas para limpiaros y que no os pillasen. Sin embargo, antes de poder cogerlas escuchais un grito que os deja claro que no vais a tener que preocuparos por ello. Jessie reconoce perfectamente la voz al oirla, y a los demás no os cuesta imaginar a quien pertenece.

-¡JESSIE! -grita su madre avanzando hacia vosotros.

Al volver las linternas hacia ella distinguís a una mujer con una chaqueta de motera, bastante atractiva todavía pese a tener.. bueno, la edad de vuestros padres. Viéndola, os queda muy claro de quien ha sacado Jessie ese carácter de "chica dura". También os fijais en su barriga. Aunque aún no sobresalía excesivamente, resultaba evidente que estaba embarazada.

-¿¡Se puede saber qué haces aquí!? -exclama, claramente enfadada. Si bien el tono de su primer grito había sonado más preocupado que enfadado, al comprobar que su hija estaba entera su expresión cambió rápidamente a la ira. Antes de que a su hija le de tiempo a explicar nada, la agarra del brazo para obligarla a andar. -¡No podeis ir por ahí solos! -explica, casi histérica- ¿¡No te das cuenta de que puede haber un puto asesino o violador suelto!?

Entonces se da cuenta de las dos bicicletas tumbadas entre los helechos y le dice a Jessie que las recoja.

-Y supongo que vuestros padres tampoco saben que estáis aquí, ¿no? -os pregunta, en el mismo tono que a su hija. -Están la mitad de los profesores buscandoos.

#57

-"La cagamos."- Mi voz es un susurro, intentando que lo escuchen los que están más cerca y no la madre de Jessie. Intento pensar qué decir a profesores y padres, teniendo claro que la verdad será peor que una mentira piadosa, aunque sé que mi culo va a estar dolorido . Tal vez , si la poli que vino al cole regresa le diré lo de las huellas pero, por ahora, lo que me preocupa es la regañina, de hecho, casi he olvidado a la pareja de chicas y los ojos rojos.

#58

Me quedo congelado con el resto al escuchar el nombre de Jessie rugido por su madre, y al contemplarla las similitudes que posee con su hija son innegables. Y ya capturados infraganti me resigno a recibir el sermón de todos los adultos habidos y por haber que se hayan preocupado por nosotros.

Miro al suelo, suspiro un poco y me encamino con los demás por donde la mamá de Jessie nos señale.

#59

Rory Donegal

Rory maldijo para sí. La lluvia los había calado a todos, ahora si que sería difícil explicar nada si los llegaban a descubrir. Sin embargo un grito le hizo sobresaltarse cuando ya llegaban a las bicicletas. Pudo reconocer el parecido casi al instante. La madre de Jessie los había cazado in fraganti. La reprimenda no se hizo esperar y la pregunta de si sus padres sabían algo de su escapada quedó en el aire.

- No señora, no saben nada. Nunca nos dan oportunidad de ayudar, así que se me ocurrió la idea de volver al bosque para mirar, es un lugar que conocemos y al ir juntos pensé que estaríamos a salvo. Ahora volvíamos justo a casa, no pensé que fuesen a salir todos a buscarnos... Lo...lo siento, ha sido culpa mía, ellos solo me acompañaron.- dijo Rory cabizbajo tratando de poner cara de arrepentimiento (que en parte era cierta, ya que no le gustaba saltarse las reglas).

Se quedó callado esperando la sentencia dracónica que solían aplicar los adultos. Solo esperaba que no recayesen las culpas en los demás, así al menos si solo lo castigaban a el, el resto podría seguir investigando.

#60

La madre de Jessie mira alternativamente a Rory y a su hija, sin parecer muy convencida de que esté diciendo la verdad.

-Ya te echaran tus padres la bronca -dice. Acto segudio, añade en un tono mucho mas firme -Pero no se te ocurra volver a ponerla en peligro o te juro que te vas a arrepentir.

La mujer coge una de las bicicletas y se encamina en dirección al colegio sin subirse en ella. Jessie camina detras detras de ella arrastrando la otra, y apenas han recorrido unos metros cuando su madre vuelve a empezar a gritar.

-¿¡Se puede saber en que estabas pensando!? -¿¡Tienes idea del susto que nos hemos llevado al abrir tu habitacion y ver que no estabas!? ¡Pensabamos que os habian secuestrado estando dentro de casa Jessie! ¡Tu abuelo ha llamado a la policía! Menos mal que vimos que os habiais llevado las bicis y a tu abuela se le ocurrio donde buscaros.

A pesar de que le hablaba a Jessie, se notaba que la bronca tambien iba dirigida a vosotros, por lo que el caminio al colegio se hizo muchisimo mas largo. A pesar de que Jessie trataba de excusarse, su madre apenas le dejaba decir nada. Probablemente no se habria detenido hasta llegar al colegio, pero a mitad de camino os encontrais con Brian, que pone cara de alivio al veros. Esta, al verle, termina la bronca con un -Ya hablaremos en casa.

-¿Mateo? -pregunta Brian, al verle -¿¡que estás haciendo aquí!? -tras echar un vistazo al resto, exclama -Todos, ¿donde os habiais metido?- El hombre estaba visiblemente preocupado, aunque no parecía que haberos encontrado le tranquilizase mucho.

Finalmente llegais al colegio y a traves de la lluvia distinguis a Helen, una monitora de pelo negro y algo mayor que Brian hablando con un policia. No se trataba de ninguno los dos que fueron a hablaros de la desaparicion de Erin sino de alguien a quien no conoceis.

-¿Estan todos?- pregunta el policia, y la madre de Jessie vacila un poco y mira a su hija esperando que le confirme antes de contestar que sí. Entonces el policía toma el movil y le veis escribir algo, seguramente avisando a los demas de que ya os han encontrado.

Entonces los adultos comienzan a hablar, decidiendo que van a hacer con vosotros como si no estuvieseis allí. El policía menciona que os va a llevar a vuestras casas, pero la madre de Jessie le interrumpe diciendole que ya ha hecho bastante por culpa de una travesura de su hija. Aunque en principio el policia le dice que no es necesario, finalmente accede a que la madre de Jessie lleve a los gemelos en su coche.

En voz algo mas baja, Brian le comenta a Mateo- No me esperaba esto de tí- aunque su voz sonaba más decepcionada que sorprendida o enfadada -. Sabes que estas castigado, ¿verdad? -añade.