Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

Desde la pureza del alma hacia la consagración inquisitorial

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#71

Mensaje por Baudelaire » 04 Sep 2020, 03:11

Como bajando en carreta desde un cerro, todo sigue el sentido de la gravedad, sin que haya que empujarla. Escribes las notas del traslado de Domingo a su hogar y envías a un monje con el mensaje para Muadjit. Conversas un rato más con el buen filántropo y todo sigue en orden, hasta que el mayordomo aparece rebosante de alegría. Te agradece infinitas veces, te habla de Alá el misericordioso y te bendice en su nombre. Le entregas la lista con las indicaciones más las infusiones que debería tomar. Él las recibe y te entrega otra que contiene una lista de todo lo que ha llegado a la despensa de la residencia… das una mirada rápida para asegurarte que todo está en orden. Probablemente deberás pasar por la tarde para examinarlas y verificar que estén correctamente higienizadas todas las cajas.

Te despides de Domingo quién, ayudado por Muadjit, sube al carruaje. El cochero desde su silla luce muy alegre también, azuza a los caballos y ves como se aleja el vehículo. Hora de ir a la universidad, para saber cuáles son las tareas pendientes. Escuchas 10 campanadas, tienes más de una hora retraso… partes corriendo, ¡tus estudiantes! En la puerta de la universidad, te cruzas con algunos de tus colegas. Ya enterados, te felicitan y se alegran mucho por ti. En la sala de clases… tu esposa, impartiendo una lección e anatomía del sistema digestivo.

¡Exactamente lo que necesitas en este momento!

Desde dentro, ella te ve con el rabillo del ojo y te invita a entrar al aula.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#72

Mensaje por Charles_Castle » 09 Sep 2020, 21:05

Mil cosas por la cabeza, aunque gracias a Dios todo va corriendo sin contratiempos. En éso llego al aula repasando la clase que voy a dar, cuando veo a mi esposa impartiendo la lección. Me quedo mirando confundido si es que me he equivocado de sección… cuando analizo que es la lección de anatomía y ella me invita a pasar.

No puedo ocultar que me ha sacado de balance aquella visión, aun así paso y me siento para que ella continúe con la clase. Si me voy poniendo en los zapatos de jefe, habría que ver qué tal dará la lección mi remplazo y así se lo indico con un gesto.

Mientras, continúo repasando lo que me falta aún por hacer.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#73

Mensaje por Baudelaire » 09 Sep 2020, 23:45

Escuchas la voz de Aanisa y compruebas, a pesar de seguir revisando tus notas, que lo hace de maravillas. Claro, es una excelente profesora, sabe como enseñar… aunque la anatomía no sea exactamente su área de mayor conocimiento. Así y todo, el diálogo que se da es muy ameno. El debate que sigue sobre la coordinación entre las diferentes partes del cuerpo es una maravilla a la luz de la filosofía de la ciencia… claro, la verdadera especialidad de tu esposa.

En realidad, venías tan retrasado que has llegado justo al cierre de la clase. Para cuándo levantas la vista, tus estudiantes han girado sus sillas para quedar mirando hacia a ti, mientras Aanisa se despide soplando un beso. Aparentemente el incómodo silencio deberías romperlo tú, pero la explosión de aplausos es casi inmediata. Y, luego, la lluvia de felicitaciones y también la pena de dejar de verte tan seguido. Cada uno se acerca a entregarte un presente.

Miguel te entrega un pequeño relicario que te indica ha sido fabricado por su abuelo cantero, cada piedra ha sido tallada individualmente. Son 7 en total, cada uno representando a un arcángel… con la cuenta central siendo la tuya.

Gabriel deja en tu banco una cajita metálica con una llave girada en sentido prohorario. Haces el movimiento inverso para soltar la cerradura y abrirla, dentro hay un haba de Calabar recién germinada que podrás colocar en tu jardín.

David coloca también su presente: una fina alforja de vejiga de camello con una hermosa funda tejida a mano por su abuelo, según te comenta. Ariel te extiende un cuchillo de cirujano delicadamente forjado en acero de Damasco, tiene tus iniciales grabadas en el empuñadura junto con el escudo de tu familia.

Salomón trae una balanza para medir los pulverizados de hierbas, pues cuenta con un cuenco profundo de cobre bruñido, ideal para evitar derrames o soplidos. Azrael ha escogido un portapergaminos repelente al agua, que contiene al menos 30 yardas listas para escribir.

Jofiel saca una copa de cristal veneciano, de casi un pie de alto, con un tallado impresionante y un colorido deslumbrante. Hasta funciona como prisma dispersando la luz en sus 7 colores.

Finalmente, Samuel cierra la gentil ceremonia con su propio regalo: un libro de medicina india, el Cháraka-samjita… convenientemente traducido al latín, junto al texto original en hindi. Así, en caso de alguna torpeza en la redacción o algo difícilmente transferible de una lengua a otra, por las diferencias culturales… Muadjit podrá ayudarte a resolver el inconveniente.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#74

Mensaje por Charles_Castle » 13 Sep 2020, 21:13

Escucho la clase de Aanisa y me confirma una vez más que es una gran profesora con gran dedicación a la enseñanza y combinando la filosofía con los conocimientos del cuerpo podría dar una perspectiva interesante.

Volteo y veo que Aanisa se está despidiendo, con eso de las clases extras su día se ha vuelto apretado, así como el mío y en eso noto que mis estudiantes se voltean hacía mí. "¡Dios mío! Qué rápido vuelan las noticias aquí" no puedo dejar de pensar al escuchar las felicitaciones y con asombro veo uno a uno los presentes que me van haciendo. Debería de negarme, pero también sería una ingratutud no aceptarlos después de notar que han realizado un gran esfuerzo para conseguirlos en tan poco tiempo. No puedo sentirme halagado por tener tan buenos alumnos.

Voy agradeciendo cada uno de los obsequios. El relicario, la caja con la semilla, la alforja con el cuchillo, la balanza, la copa y el libro. Cada uno con un mensaje.

-Muchas gracias a todos, ésto me ha tomado de sorpresa y apenas estoy tratando de asimilarlo. Les deseo todas las bendiciones y sé que serán unos físicos excelentes, dignos representantes de la dedicación y caridad de nuestra profesión. Seguiremos viéndonos por estos pasillos y me gustaría saber como van, pero ahora debo continuar con este día que ha sido una completa locura - digo levantándome y apretando las manos de mis alumnos agradeciendo sus muestras de cariño. Debo llevar aquellos regalos a mi cubículo para guardarlos, mientras sigo con las labores que tengo que hacer en mi día.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#75

Mensaje por Baudelaire » 13 Sep 2020, 22:59

Tomas como puedes todos los regalos y sales de la sala seguido de más aplausos, por todos los pasillos las clases se interrumpen y más personas aparecen para saludarte y felicitarte. Tanto estudiantes como colegas e incluso el personal de servicio. Nadie escatima palabras, gestos y mucho corazón para hacerte sentir que todo ha sido providencial… estaba escrito, tú tenías que ser el rector.

Bastante distraído, llegas por inercia a tu cubículo… allí, por supuesto, tu nombre ha sido retirado y reemplazado por el de tu esposa. Justo abajo, incluso han retallado la "o" para poner una "a"… entonces lees "Decana - Facultad de medicina"

Profesor Eyzaguirre, se os va a caer todo… y todavía no habeís recibido mi regalo.

Por supuesto, Aanisa te observa desde el interior. Al principio pensabas que era otra persona por la formalidad, ella se ríe de tu ocurrencia y te contagia de alegría.

Debéis dirigiros al edificio principal, rector.

Te guiña un ojo y te lanza un beso igual que cuándo salía de la sala al terminar su clase. Hasta ahí ha llegado el protocolo, pero de pronto todo se cubre de un inquietante silencio. Se han vaciado los pasillos y todo parece haberse reanudado. Miras nuevamente a tu antigua oficina para ver un enorme baúl tan grande como un tonel de vino, probablemente lo que Aanisa tiene para ti… ¿qué te ha comprado?

Por supuesto, podríais satisfacer tu curiosidad de inmediato o volver luego de ocupar tu nuevo lugar.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#76

Mensaje por Charles_Castle » 20 Sep 2020, 00:24

Al salir del aula estoy más preocupado porque no se me caiga alguno de los regalos que he caminado sin pensarlo mucho y he llegado a mi antiguo cubículo; también la falta de costumbre, y ahí descubro el cambio. "Vaya si son rápidos", pienso el ver el nombre de Aanisa… ahora ya como decana.

Y una vez más veo el rostro de mi bella esposa después de reconocerla. "Si hasta parece que la vengo siguiendo", pienso como broma y veo dónde colocar los regalos… mientras observo que sale para continuar con las clases y le respondo con una sonrisa. Después los dejó sobre una mesa, ya con las manos un poco cansadas por la fuerza que he estado haciendo para que evitar que cayeran.

Mientras van recuperándose y recobrando su color, miro el regalo que me ha comprado Aanisa y noto el silencio en los pasillos. - Pues vamos a ver, que luego me pierdo estas sorpresas - digo para mi en voz baja y acercarme para abrir el baúl.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#77

Mensaje por Baudelaire » 20 Sep 2020, 03:41

Definitivamente es un magnífico regalo, 4 copias de tu investigación en tomos finamente empastados y con lomo reforzado. Dos están en latín y dos en leonés, la letra es de tu esposa… ha pasado cuatro meses haciendo la transcripción, a tus espaldas. Quería, sin duda, darte una grata sorpresa.

Ahora puedes, finalmente, hacerle llegar a tu admirador veneciano tu investigación. No sabes mucho de él, Alessandro Perugi, salvo por su carta de hace unos cuatro meses. Aquélla a la que respondiste que debería esperar algún tiempo… ¡nunca pensaste que sería tan rápido! Menos con todas las tareas que has emprendido, en la búsqueda de montar tu clínica para la gente pobre tras los horribles sucesos de fallecimientos en plena calle por falta de atención.

Alessandro Perugi estará muy contento y tú también, al descubrir que puedes poner todos los regalos de tus estudiantes al interior. Cierras el baúl y, con algo menos de dificultad, lo vas cargando hacia el edificio principal. De todos modos, debes detenerte varias veces a descansar, pero la preocupación porque algo se caiga ha desaparecido. Al cabo de unos 20 minutos has atravesado los patios y te hallas frente a tu nueva oficina. El mayordomo surge de una salita cercana al verte aparecer, toma el baúl y lo pone en un pequeño carrito. Te saluda y se presenta como León Francisco de la Montaña y de la Sabana. Tiene rasgos mixtos, pero mayormente leoneses… aunque su piel te recuerda a la de Muadjit y su cabello bastante rojizo parece de más al norte.

Señor rector, veo que vuestra esposa ya le ha indicado que tendría que traer sus cosas… ¿es éso todo? Podría haber venido a buscarme para evitar tener que cargar con todo este peso.

Saca su manojo de llaves, busca la correcta y te entrega la copia, descorre el cerrojo y abre la puerta doble. La oficina es más grande que las salas de clase, casi un cuarto del jardín de tu casa.

He hecho limpiar y ordenar todo, profesor Eyzaguirre. Junto a vuestro escritorio hay una campanilla, hacedla sonar por lo que podríais necesitar. Estaré siempre atento a vuestro llamado o, en ciertas ocasiones, mi hijo Lince Fernando que pronto obtendrá su título de oficial superior de mayordomía. El ama de llaves vendrá dos veces al día para encargarse del aseo, su nombre es Águila Ágata de la Armaduría

Espera que entres y te sigue cargando el baúl esperando que le indiques en que lugar quieres ponerlo. Por supuesto, tienes una biblioteca enorme y un gran armario. Un sillón para reposar y varias sillas para las juntas académicas en torno a una mesa redonda de fina fabricación. Tras el magnífico escritorio de fina madera de sauce, un cuadro que recrea la fundación de la universidad. Las ventanas son enormes y las cortinas tienen el emblema oficial del reino de León, todavía no han sido cambiados por los de Castilla.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#78

Mensaje por Charles_Castle » 25 Sep 2020, 21:47

Admiro la que será mi nueva oficina, pero al mismo tiempo muevo los brazos; el esfuerzo de traer el baúl me ha requerido un poco más de la tensión a la que estoy acostumbrado así que mi en ellos, mi espalda y hombros resienten un poco todo aquéllo… y es un alivio que el mayordomo termine de meter todo. "De haber sabido" pienso mientras aún siento los músculos cansados.

Le indico que ponga el baúl cerca de la mesa. Ya habrá tiempo de revisar el regalo de mi amada esposa a detalle para mandar esa copa a Venecia.

-Gracias León, espero que este sea el inicio de una relación laboral de mucho tiempo. Supongo que después se presentará la señora ama de llaves.

-Debo de tener aún cosas en mi antigua oficina, que no me lo he traído todo porque me quedaría a medio camino, pero espero pasarlas en otra vuelta. Y dígame, ¿sabe si hay alguna ceremonia por lo de asumir el cargo? Que nada sé de ello y ando un poco a ciegas en ésto
- le pregunto al amable mayordomo

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#79

Mensaje por Baudelaire » 26 Sep 2020, 07:12

León asiente y coloca el baúl en el sitio que le has indicado.

Me he permitido, espero no os moleste, de dejaros allí en vuestro escritorio el itinerario de vuestras actividades para mañana. A primera hora, teneís que ver al jurisconsulto del rey de Castilla para firmar vuestros documentos oficiales, en el puesto de guardia junto a la capilla cerca del hospital.

Una agradable llegada la providencia, dos pájaros de una vez. Podrías pasar a ver al sacerdote para averiguar más detalles con esa reunión pendiente.

Así que, al mediodía, deberá estar todo en orden para vuestra primera reunión con la decanatura, entonces recibiréis los informes del estado de cada carrera. Dispondréis de dos horas para vuestro almuerzo. Por la tarde, os corresponderían las reuniones con el equipo administrativo de la universidad. En cuánto a vuestros otros bártulos, yo mismo me encargaré de traerlos, a menos que sea algo privado. Solamente marcad aquéllo que debería omitir rayándolo con un rayón de tiza.

Si te parecía amable antes, ahora se muestra más que atento a contribuir a que tu vida laboral fuere menos complicada… sin duda es algo que agradecerás.

Para lo que queda de este día, tenéis vuestro tiempo a entera disposición. Podréis aprovecharlo como os apateciere y así habréis concluído todos vuestros pormenores antes de los futuros ajetreos.

Te sonríe y espera nuevas indicaciones.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#80

Mensaje por Charles_Castle » 07 Oct 2020, 05:03

Me dirijo al escritorio a ver el itinerario. Aprovecho para ver más de cerca aquel mueble y que será mi próximo lugar donde pasaré mucho tiempo. Tomo el documento mientras escucho las actividades para el siguiente día. "Bien eso me dejará la tarde para visitar la casa de Don Domingo y seguir con las investigaciones"

Todo parece estar cerrándose y tomando su curso, eso me agrada, pienso mientras escucho los detalles del siguiente día. No me gustan las reuniones, pero aqéello es parte de mis nuevas funciones y habrá que hacerse a la idea.

-Muchas gracias León, espero irme acostumbrando a esto; mientras tanto te agradeceré que me ayudes a adaptarme ya que soy un físico y no un administrador. Así que pondré todo mi empeño en que todo habrá de marchar sobre ruedas, pero seguramente tendré errores.

-También te agradezco por ofrecerte a traer mis cosas, no hay objetos personales… así que no te preocupes
- le digo mientras guardo el papel con el itinerario. Ya ha pasado algo de tiempo y empiezo a tener algo de hambre. Sería bueno pasar por un bocadillo antes de seguir con mi día.

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