Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

Desde la pureza del alma hacia la consagración inquisitorial

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#11

Mensaje por Baudelaire » 13 May 2020, 22:01

La puerta principal de la residencia se abre de par en par, escuchas los golpes de las puertas por las que habías entrado y luego te llega el sonido de los pasos de Muadjit. Llega a tu lado justo a tiempo, como respondiendo a tus plegarias que pedían misericordia.

Al ver tu rostro nota inmediatamente tu complicación y como leyendo tu mente, ajusta levemente los cinturones para mejorar la firmeza al tiempo que se asegura que sea sin dañar a su amo. Poniendo la mesa en dirección vertical, te pide que le ayudes para evitar que se deslice.

Comprendes rápidamente como va y te pegas al muro de rodillas, mientras el mayordomo se pega al contrario y avanzan coordinadamente para tomar la curva. Superada, vuelve la mesa a la horizontalidad y la levanta suavemente hasta dejarla en la calle, dónde el cochero ya ha descendido para abrir la puerta del carruaje.

¿Y ahora qué, señor Eyzaguirre? La mesa es demasiado grande para el interior… ¿la montamos encima del techo y la atamos con cuerdas o lo quitamos de encima y lo sentamos dentro?

En esta ocasión, más que la fuerza del soldado, necesitarás tu intelecto para evaluar cuál sería el mejor procedimiento para viajar al hospital. Lo interesante es que ahora hay más manos disponibles, con la adición del cochero.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#12

Mensaje por Charles_Castle » 18 May 2020, 05:58

"Gracias a Dios", pienso al ver al mayordomo y sin decir nada intuye el problema y actúa en consecuencia.

Una vez que pide mi ayuda intervengo ajustando con cuidado las amarras y luego sigo el procedimiento para sacar a Don Domingo de ahí.

"Por fin" pienso cuando Muadjit expone la situación y hace la pregunta.

Miro a Don Domingo en la mesa y al carro, pienso en el tiempo que nos llevaría llegar al hospital, la situación es delicada, debo atender al hombre con la herida cuanto antes y tratar el veneno. "Si lo ponemos en el techo los brincos podrían afectarlo, además del sol y el polvo"

-Debemos llevarlo dentro lo más cómodo posible e ir rápidamente al hospital, el veneno sigue en su cuerpo y ponerlo fuera podría agravar su condición. Depositemos la mesa arriba para cuando lleguemos, sea posible volverlo a colocar ahí y meterlo rápidamente
- digo al mayordomo y rezo para que Dios nos otorgue su bendición.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#13

Mensaje por Baudelaire » 18 May 2020, 06:55

Muadjit asiente y afloja un poco los cinturones, con la ayuda del cochero lo colocan semisentado en el asiento trasero. Luego, colocan la mesa patas arriba en el techo y la atan firmemente con las cuerdas que había sacado al preguntarte.

Subes al asiento trasero, junto a los pies del filántropo y su mayordomo se coloca frente a él para asegurase de colocar un cojín sobre su cabeza. Se acomoda en el piso para evitar cualquier salto y que pueda golpearse. Cierra la puerta en coordinación exacta con el cochero que hace andar el carruaje. Los caballos parten al galope atravesando Salamanca con rumbo hacia el hospital.

Parecen ser corceles celestiales llevados por la providencia y quién les guía tiene un control impresionante. Ningún bache o curva cerrada, mantiene una rapidez casi constante durante todo el trayecto. Sabes que están acercándose a destino cuando el carruaje desacelera muy suavemente, para detenerse justo en los establos junto a la zona de urgencias.

El cochero ya ha desatado las cuerdas cuando bajas y Mudajit ya le ayuda a descargar la mesa. Verificas que Domingo siga estable y con un gesto le indicas al mayordomo que lo acomode. Todo ocurre con una sincronía perfecta, llevando al paciente en la improvisada litera rumbo al acceso. Corres para dar empujar las puertas y dar el aviso, un par de monjes te reconoce y comienzan a preparar una sala.

Les indicas a Muadjit y al cochero por dónde deben ir. Una vez que lo colocan sobre la cama, les pides amablemente que se retiren. Sabes que se quedarán en el pasillo, sin importar cuánto tiempo pasará… esperarán por la eternidad hasta el momento en que saldrás a darles alguna noticia.

¿Qué hacemos, señor Eyzaguirre?

Es la pregunta que te lanzan los monjes que te asistirán. Sabes que tienen cierta experiencia en medicina, pero deberás mantener todo igual de sincronizado que como durante el ingreso de la mesa.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#14

Mensaje por Charles_Castle » 20 May 2020, 05:17

Desde que meten a Don Domingo no he dejado de pedirle a San Pantaleón que le ayude y guíe su camino para llegar sin contratiempo.

El camino ha sido sin contratiempos, como si los mismos ángeles hubieran elevado el carruaje. Mientras, reviso el estado del caballero esperando que pueda llegar hasta el hospital. Aunque durante el viaje he estado a punto de preguntarle al mayordomo
"Al entrar me dice que han tenido problemas, después tendré que preguntarle quién fue esa persona, si resulta que es veneno lo que tiene en su cuerpo"

Al sentir que estamos por llegar siento cierto alivio, ha viajado con la bendición de nuestro Señor. Después hay que colocarlo y empezar con el tratamiento para que recobre la salud.

Una vez en la cama los pensamientos van agolpándose, ¿qué hacer, por dónde empezar? Las palabras del monje me tren nuevamente a la acción que dependen sólo de mí.

-Parece que ha ingerido veneno, no podía respirar, necesito neutralizar el veneno - digo y saco el frasco con lo que había recuperado - Ésto creo que es la causa, hay que saber qué es para determinar cuál sería el antídoto. Mientras no lo sepamos no quiero cerrar la herida en el cuello porque podría ahogarse

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#15

Mensaje por Baudelaire » 20 May 2020, 12:49

Uno de los monjes toma la muestra y la distribuye en porciones equivalentes en un pequeño recipiente. Sabes que se dirige a un costado de la habitación para hacer algunas pruebas. El otro acomoda bien al enfermo para asegurarte que su garganta perforada pueda seguir suministrándole el oxígeno que necesitas.

Puedes escuchar el paseo inquieto del mayordomo y el cochero intentando calmarle, lo cuál ayuda bastante poco a tu concentración. Necesitas claridad mental, porque observas que si bien la lengua se ha desinflamando bastante y las uñas han perdido su azulosidad… ahora hay fiebre intensa. Lo cuál es señal de algo distinto a una intoxicación por veneno, una enfermedad subyacente. Giras suavemente la cabeza para ver la oreja y ya ha dejado de supurar.

Lo que te extraña son un par de gruesos sarpullidos en un lado del cuello, al volver a girar… compruebas que al otro también. Algún tipo de reacción urticante es tu primera hipótesis. Las cuales comienzan a apilarse como los primeros copos de nieve en invierno, formando una blanca manta que oculta el suelo hasta la primavera. Sin embargo, careces de tanto tiempo y debes ponerte manos a la obra ahora… quizás hacer una sangría o escuchar su corazón. Verificar otras zonas del cuerpo por marcas similares, para lo cuál necesitarás mucha ayuda.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#16

Mensaje por Charles_Castle » 24 May 2020, 21:57

Le dejo el frasco al monje para que la analice, pienso en alguna plegaria, pero después mi atención se centra en el otro monje que pone cómodo a Don Domingo…
¿Qué podrá bajar el efecto del veneno?, la duda revolotea mi mente desde que venía en el carruaje y ahora se hace más intensa que se une al golpeteo de mi propio corazón, el tiempo corre y el movimiento de los sirvientes afuera tampoco ayuda a pensar con claridad.

Muevo la cabeza para sacudir aquellos pensamientos y centrarme en el enfermo, giro su cabeza y noto que su temperatura sube, pongo el dorso de mi mano en la frente para constatarlo. Es cierto. "Señor mío, ¿ahora qué?", pregunto a nuestro Señor

-Rápido, traed telas con agua para bajarle la fiebre - le indico al monje

Luego noto el sarpullido. Me acerco levemente, ¿viruela o algún desequilibrio de los humores? Quizá una fiebre pútrida causada por la contaminación del veneno a uno de los humores, habrá que sacar el veneno o la enfermedad que le está causando aquéllo.

Cuando regresa el monje con la tela y el agua para la fiebre le indico que me traiga mis instrumentos para hacer la sangría.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#17

Mensaje por Baudelaire » 24 May 2020, 23:16

Verificas una aceleración en su corazón, justo cuando el monje coloca el recipiente con la tela empapada a tu costado. Te escucha y antes de retirarte te informa los primeros indicios sobre el veneno.

Señor Eyzaguirre, la observación preliminar indica que podría tratarse de vómito causado por cereza del diablo.

El monje se santigua y parte ágilmente a buscar los instrumentos que le solicitas. Ha vomitado, es una buena señal… pero todavía parece haber suficiente veneno en su organismo. Sin embargo, las marcas en el cuello nada tienen que ver con la planta que científicamente se conoce como belladona. Algo está fuera de lugar, pero lo que tienes claro es que hay mucha facilidad para meter polvo del fruto en su comida.

Alguien busca impedir que un buen cristiano como Domingo, termine pronto sus días y así acabar de una plumada con sus impulsos filantrópicos. Solamente sabes que debes salvarlo, así que aplicas las compresas en su frente, justo cuando llega la bandeja con el material para la sangría.

Por supuesto, con la misma agilidad y coordinación que con la operación anterior… das los cortes correctos en la arteria correcta y sacas una cantidad razonable del líquido ¡anaranjado!

¿¡Cómo es posible que su sangre se haya mezclado con su orina u otro fluído para adquirir este color?! También es posible que sea la huella de algo aún más nefasto, la obra del enemigo de los cielos. Sin embargo, eres un simple físico… para ese tipo de intervención necesitarás a alguien del tribunal del santo oficio.

¡Pero hasta que un sacerdote pueda venir hasta aquí para hacer el exorcismo pasará al menos una hora! Si das la orden de inmediato, por supuesto. En el intertanto, quizás podrías arriesgarte con habas de Calabar. Bien machacadas y en infusión serían el antídoto perfecto para la belladona si la dosis es suficientemente alta, pero también es posible que compliquen todavía más el cuadro si la dosis es demasiado alta.

Tristemente, tales plantas son difíciles de encontrar y de momento el hospital hizo su último pedido hace 1 semana. Aún sigues sin noticia de su llegada, pero entre tanto ajetreo con la búsqueda de filántropos… tampoco le has prestado demasiada atención al asunto. Más con tu investigación para permitir que tu esposa recupere su fertilidad.

Lo que más te hace dudar, sin embargo, es como podría interactuar la preparación de habas con la sangre anaranjada del buen Domingo.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#18

Mensaje por Charles_Castle » 29 May 2020, 05:33

"Belladona", pienso al escuchar el análisis. Me parecía lógico si alguien quería matar al caballero. En este momento no importaba el quién, si no el cómo curarlo. Trato de hacer memoria para recordar el tratamiento contra la belladona mientras llega el monje con el instrumental. Es momento de concentrarse de nuevo.

El cuchillo hace el corte con precisión y pronto sale la sangre así como mi sorpresa - Dios misericordioso -digo al ver el color de la sangre. Me santiguo ante aquéllo. No estaba en mis capacidades. ¿Quién sería capaz de provocarle tal maldición? El cuerpo no sólo estaba en peligro, sino también su alma.

-Rápido, hay que pedir que venga un exorcista, magia negra aflige a este pobre hombre - le digo al monje apurado pero tratando de que los sirvientes no escuchen para evitar alarmarlos, aquéllo es algo que no debe demorarse.

El Señor nos ayudará, no era posible que Dios se quede sin hacer algo ante aquel ataque de un hombre piadoso. En éso recuerdo un posible antídoto, las habas de Calabar; pero ya no quedan y aún así hay otros peligros.

Termino de hacer la sangría. Aquel líquido naranja hay que analizarlo también, pero cada vez le queda menos tiempo. Al cerrar la herida salgo hacia los sirvientes del señor Domingo.

- Muadjit, ¿conoces las habas de Calabar?, parece que Don Domingo ha sido envenenado con Belladona y esa sería un buen antídoto… pero ya no nos queda - le digo al sirviente, quizá él sabría de algún comerciante que la tenga.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#19

Mensaje por Baudelaire » 29 May 2020, 15:07

El segundo monje alcanza a ver el corte y el fluído, escucha tu exclamación y tu solicitud de un sacerdote. Sale al pasillo, supones que ha ido a cumplir su tarea. Solamente te queda rezar porque pueda llegar a tiempo a la iglesia.

Mientras tanto tomas una muestra y ajustas la costura de la herida ya cerrada. El primer monje se queda colocando un paño para aislar la zona, mientras sales al pasillo y los sirvientes se te lanzan encima.

¿Está bien? ¿vivirá?

Hablan al unísono, casi con desesperación. Definitivamente tienen un vínculo profundo con su amo o, más bien, con su patrón. Sabes que les trata como personas, como iguales. Qué distinto sería el mundo con más Domingos o cualquiera que pueda pensar como el buen filántropo.

Explicas lo de las habas de Calabar, se miran el uno al otro. El mayordomo toma la palabra

¿Por qué alguien querría envenenarlo? Desconocía que podría tener algún enemigo. Sobre el antídoto, tengo algunos contactos con descendientes de africanos en el mercado. Supongo que podremos llegar a tiempo y ver si tienen un poco.

El cochero asiente.

Desmontaré un caballo del carruaje, así podrá galopar como el viento.

Ambos te miran y parten murmurando sin detenerse, mientras un tercer monje se acerca.

Señor Eyzaguirre, dos de sus estudiantes acaban de llegar. Me han indicado que es hora de su clase.

Ahora sí que tendrás la asistencia que requieres. Los hombres del señor lo han hecho de maravillas, pero estas mentes jóvenes y despiertas tienen conocimientos más profundos del funcionamiento del cuerpo humano. Serán de mucha ayuda o, también podrían preguntar demasiado.

Tienes unos segundos para decidir.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#20

Mensaje por Charles_Castle » 01 Jun 2020, 06:31

A la pregunta de los sirvientes de Don Domingo respondo: -Está en manos de Dios, pero rezaré para que el Señor me ilumine y pueda salvar a Don Domingo.

Escucho lo que dicen de que desconocen a un posible autor de aquello. Era claro, un enemigo secreto así cuando consumara su villanía no caerían sobre él las acusaciones, el plan del diablo.

Un dejo de esperanza ilumina mi corazón al escuchar que tienen contactos y que podrían conseguir las habas, ya es un avance. Al verlos alejarse me vuelvo a santiguar y rezo un Padre Nuestro.

Luego escucho al monje. "Mis estudiantes, ¿será un mensaje de Dios?", pienso en ese instante y le respondo - Está bien, que vengan.

Quizás me tendré que detener un poco mientras les explico, pero creo que serán más de ayuda que un estorbo

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