Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

Desde la pureza del alma hacia la consagración inquisitorial

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#101

Mensaje por Baudelaire » 19 Ene 2021, 15:06

El filántropo se ríe honestamente y de buena gana, seguro la broma nunca pasa de modo o su círculo de amigos es algo reducido como para que sea imposible una repetición muy sistemática. Se levanta con agilidad y te acompaña a la puerta, como si falta hace que te siga demostrando que todo su vigor ha retornado.

Se para en el umbral y agita su mano en señal de despedida, en la otra carga los pergaminos que se te han caído. Carlos desciende del carruaje para tomarlos, sin reparar que el león del acceso ahora lleva una aureola brillante. Nuevamente, una señal de los cielos solamente para ti. El cochero ata hábilmente con una cinta el amasijo de rollos y te los entrega, por lo menos será una preocupación menos la posibilidad de su desparramo.

Casi caminando de medio lado, observas a Domingo entrar y cerrar la puerta tras de sí. Mientras casi tropiezas al montar la escalerilla que lleva al habitáculo, permaneces allí dentro un momento... hasta que recuerdas que debes indicar tu destino. De regreso a la capilla, informas y toman rumbo hacia allá. El comentario de Carlos es acerca de andar en círculos y te hace sonreír, pero luego te das cuenta que es cierto. Las acciones del enemigo te han impedido continuar tu rutina matutina.

Rápidamente estás de nuevo junto al puesto de guardia, cuándo un monaguillo casi se da de lleno contigo. Luce como un niño que ronda los 9 años, pero muy alto y delgadísimo, tu cabeza apenas llega a la altura de su pecho y su torso es tan grueso como tu antebrazo. Tiene buenos reflejos y alcanza a detenerse, te hace unos gestos sin pronunciar palabra. Consigues comprender algo acerca que el padre Francisco ha ido a la universidad a buscarte, probablemente por algún inconveniente.

Sin tener mucha seguridad de haber recibido correctamente el mensaje, el jovenzuelo cae desmayado entre las dos hojas del pórtico. Su rostro, que ahora puedes contemplar, está lívido y sus labios toman un tono azuloso... demasiado parecido al aspecto de Domingo cuándo se hubo intoxicado y comenzaste a hacer el diagnóstico topándote con síntomas casi idénticos.

Abres su boca y revisas su garganta, notas que no tiene lengua, lo cual explica su mutismo. Un poco más abajo encuentras un cuerpo extraño y como la tienes complicada para aplicar alguna maniobra, haces un gesto a Carlos. Con el rabillo del ojo lo ves saltar del techo del carruaje casi como un saltimbanqui y ayudarte a levantar al mozo. Le indicas como presionar su diafragma y el trozo de manzana atravesado en su tráquea es despedido como la piedrecita de la legendaria honda de David... con tan buena puntería que te da directo en el ojo izquierdo.

Por supuesto, se amorata de inmediato... igual que el derecho, por el coletazo de los pergaminos que se te han caído y rebotan en el piso. Claro que se trata de un golpe más suave, apenas son algunos rasguños. Lo importante es que le has salvado la vida, respira apenas y te das cuenta que necesitas revisarlo mejor, porque un líquido amarillento está saliendo de su nariz.

Al menos los sucesos se alinean con tu destino, pues en la universidad encontrarás todo lo que será necesario para su atención. El cochero lo acomoda en el habitáculo y parten hacia allá.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#102

Mensaje por Charles_Castle » 10 Feb 2021, 04:51

"Dios mío, está sucediendo de nuevo… ¿Por qué Dios, por qué?", pienso al ver el liquido amarillento saliendo de la nariz del muchacho.

No hay tiempo que perder - ¡Carlos, ayúdame a cargarlo a la clínica! - digo y mientras froto mi ojo tratando de poder ver. Espero a que el cochero tome sus pies para cargarlo entre los dos y llevarlo lo más rápido posible para darle el mismo remedio que a Don Domingo. Si el padre Francisco se encuentra en la Universidad sería más fácil dar con él y que me ayude como el otro día. Pero hay que darse prisa

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#103

Mensaje por Baudelaire » 10 Feb 2021, 14:25

Acomodado el carruaje, nuevamente Carlos sigue mostrando una agilidad sorprendente. Llega a tomar los pies, pero es evidente que tendrás que hacer un enorme esfuerzo al sostener el torso del monaguillo. Lo cierto es que en la puerta están: Águila, que abre de inmediato la segunda hoja para facilitar el acceso; y León que, preocupado por tu retraso, se halla frente a la entrada. Rápidamente te reemplaza y da órdenes de despejar la ruta hasta la clínica.

Es el momento oportuno, pues ya estás casi desfallecido con apenas cargar por unos cuantos pasos al pobre niño. Un poco más adelante, ves al padre Francisco esperando justo afuera de tu aula… bueno, del aula de tu esposa. Aanisa debe estar haciendo clases y el sacerdote la ha visto al pasar, seguro busca preguntarle dónde ubicarte. Águila viene detrás con tus rollos y, de tus ropajes, desprende el trozo de manzana que había sido despedido de la garganta del monaguillo directo a tu ojo. Lo hace pidiéndote disculpas y se apresta a lanzarlo a la basura.

Francisco se apresta a entrar, seguro tu esposa le ha hecho un gesto desde el interior. Confías en que León se encargará de poner al paciente en el lugar correcto, Carlos se quedará con él y el mayordomo vendrá a informarte cuándo lo habrá acomodado. La providencia sigue allí, cuidándote y protegiéndote; además de hacerte llegar justo en el momento exacto para encontrar a tus estudiantes… ahora de tu esposa, por supuesto.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#104

Mensaje por Charles_Castle » 09 Mar 2021, 03:51

Reacciono al ver que Águila se apresta a tirar el trozo. Recuerdo el líquido amarillo saliendo del monaguillo
-No, espera. guarda eso que tengo que inspeccionarlo - le dijo para después dirigirme rápidamente hacía el aula. Una vez en el marco de la puerta le digo a los presentes - Disculpen, es una emergencia, hay un caso igual al del otro día. Necesito de su asistencia - les digo a los alumnos esperando que Aanisa no se oponga, que sé que no lo haría. -le digo al padre Francisco - Es el monaguillo y salgo hacia donde debería ya de estar.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#105

Mensaje por Baudelaire » 09 Mar 2021, 22:32

Águila busca un pañuelo limpio entre sus ropas para ponerlo sobre tu mano y luego, justo encima, el trozo de manzana. Parte, con presteza, a lavarse las manos.

Aanisa, te hace un gesto para que entres sin detenerte. El curso, rápidamente se marcha antes que hables con Francisco. Tu esposa te detiene antes de salir y te besa dulcemente.

Cruzas el umbral y ves la fila alejarse por el pasillo, es fácil inferir hacia dónde van. Al llegar, León monta guardia en la puerta luego de tu ingreso. Dentro, encuentras al niño ya tendido en la litera y preparado para un intervención sería. Una manguera saliendo de su boca para expulsar la bilis envenenada que debe haber en el estómago, tus estudiantes han hecho un excelente diagnóstico.

Empiezan a bombear suavemente con el fuelle para extraer la sustancia. Sin embargo, nada verde... es negra y putrefacta. Algo salido directamente del inframundo. Necesitas un exorcismo aquí y ahora, pero claro tu entrenamiento como inquisidor sombrío no ha comenzado oficialmente y temes que en esta ocasión sea más complicado toda todavía y debas asistir en solitario al padre.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#106

Mensaje por Charles_Castle » 24 Mar 2021, 03:41

Mi preocupación crece por la salud del monaguillo y una vez más vuelvo a sentir la presión como el otro día aunque con las actuaciones de mis antiguos estudiantes me siento más confiado en salir adelante de esta nueva prueba. Busco un recipiente para poner el pañuelo con lo que quedaba de la manzana. Me tocará hacer otro análisis de aquel pedazo.

Lo llevo conmigo para después hacer los experimentos y buscar alguna pista, aunque sea una simple manzana debe tener algo... un signo clave con el cual atar aquel cabo.

Sigo al grupo hasta donde se encuentra el chico mientras recito un Padre Nuestro. En cuanto llego, veo que ya han tomado la iniciativa y el tratamiento se está llevando acabo

-Bien, gracias a todos por su rápido actuar, pero debemos prepararnos para lo que sigue - digo mirando a los próximos físicos

Me dirijo hacía el Padre esperando sus indicaciones ante el negro humor que mana del muchacho. - El veneno ha llegado a él por una manzana, ya tengo el trozo que se le quedó atorado en la garganta y ha expulsado, pero creo que debemos apresurarnos a sacar el mal dentro de él -le comento en voz baja.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#107

Mensaje por Baudelaire » 24 Mar 2021, 04:10

El recipiente en que has depositado el trozo de manzana también contiene un poco del líquido negro y putrefacto. Se ha manifestado en forma de diminutas gotitas exudando desde él. Y, para cuándo encuentras al sacerdote, ya hay una fina lámina al fondo.

Por supuesto, ya se ha adelantado, carga una biblia y te entrega un incensario humeante. Al mirar lo que traes, arroja agua bendita sobre tu experimento. Una intensa llamarada azulada surge casi inmediatamente; seguida de palabras sagradas que vienen de al boca del padre Francisco. El trozo de manzana parece chamuscado, pero ha dejado de gotear. En un paño limpio, asperjado también con el líquido sagrado, lo colocas para evitar que se reactive. Lo haces siguiendo las instrucciones, muy claras, que recibes... todo lo realizas casi por reflejo con esta explicación tan completa y didáctica.

Al hacer el ingreso a la sala de operaciones, te topas con el pobre monaguillo completamente retorcido y con la mandíbula desencajada. Su espalda forma un arco espantoso con su columna vertebral, claramente es una posesión brutal por quién sabe que demonio. Lo más terrible es que ha herido gravemente a todo el mundo allí, incluyendo a tu esposa. Vas por reflejo a observarla, parece estable, nada realmente grave. Dos de tus antiguos estudiantes, con varios rasguños, se acercan para atenderla.

El sacerdote se ubica entre el pobre jovenzuelo y tú, porque el demonio se disponía directamente a atacarte. Levanta la cruz y lo hace retroceder, te toca levantar nuevamente el incensario y seguir el ritual. Claramente será mucho más complicado que con Domingo.

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