Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

Desde la pureza del alma hacia la consagración inquisitorial

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#1

Mensaje por Baudelaire » 25 Jul 2019, 17:12

Autor: DeltaPi, 03/May/2019, 18:03


Es el final de la primavera en Florencia, ese momento en que se terminan las lluvias y se acerca la tibieza del verano. La ciudad está llena de prosperidad y nada impide que sigas obteniendo nuevos ingresos del tráfico de telas.

Llega pedido tras pedido, de seda y cashmir, de encaje y terciopelo, de tul y raso, de todo un cuánto haya esperando por tu toque maravilloso. Como un moderno Midas, cada tejido que acaricias se convierte en un tesoro... por desgracia, las mismas damas que solicitan tu ingenio comercial, también demandan algo más y se hace cada vez más agotador poder esquivarlas.

En el buzón hay 13 cartas, el promedio habitual va entre 30 y 50. Así que podrías afirmar que se trata de un día muy tranquilo, por lo que vas revisando con calma. Cuentas tres órdenes de los grandes talleres, otros cuatro de los pequeños... y quedan todavía más pergaminos por abrir. Justo el séptimo es aquél que te parece mas extraño, pues contiene un sello bávaro. Del octavo al último, son las mujeres que te desean, algo para mantenerse discretas y qué tú las descubras.
Imagen Apenas y alcanzas a observar el detalle, cuándo la puerta se abre y entra tu criado Lorenzo.

Signore, signore!... Una donna é alla porta, dice che il suo nomme é Constance.

Un escalofrío te recorre, hace mucho que habías dejado de oir tal nombre. Se trata de la mismísima esposa de tu profesor en la universidad.
Imagen Autor: PeteryPan, 08/May/2019, 11:19


El taller huele a algodón, seda, lana y otros tantos materiales que me llevan rodeando desde que tengo memoria. Estos aromas lo envuelven todo y lejos de agobiarme me reconfortan, dándome la seguridad de estar en el hogar, protegido; lejos de los tormentos de mi pasado y de las pesadillas que, casi cada noche, me asedian la mente. Esta sensación de seguridad y las ganas de ahuyentar los fantasmas nocturnos escondidos en la parte más oscura de su anima me energetizan, levántome con fuerza y voy redondeando algunos pedidos que había dejado inacabados el día de ayer, adelantándome un par de horas al trabajo del día; pues habiendo terminado de dar la última puntada a la manga abullonada que tengo entre mis manos, escucho las campanas que indican la misa matutina.

Buen comienzo de día, a este ritmo me adelantaré a un par de pedidos y podré disfrutar del atardecer en las calles de los comerciantes…

Dejo la blusa colocada en su sitio respectivo y, siguiendo la rutina habitual que mantengo desde la muerte de mi esposa; me dirijo a consultar el correo, menos numeroso que otros días. Anoto los pedidos en mi libreta de pendientes hasta que llego a la carta con el sello bávaro. Suspiro al reconocer la heráldica y aparto el sobre, descartando primero el resto de las cartas, cuya importancia romántica es nula para mí. En un momento de simpatía de fuerzas, Lorenzo entra alterado, avisando de la llegada de Constance. El sello bávaro y la visita de Constance implican un movimiento de energías cuya intención desconozco por el momento…

Cierro los ojos por un instante, cansado de repente, y solamente hago un gesto de la mano a Lorenzo para que la deje pasar.

Autor: DeltaPi, 09/May/2019, 05:06


Antes que puedas evitarlo, Constance ya se halla frente a ti, aparentemente se ha escabullido sin esperar a que Lorenzo te avise y la haga entrar. Lo sabes porque percibes claramente su aroma a podredumbre... la misma fragancia de su esposo, tu antiguo maestro.

Se queda muda sin decir palabra, sin abrir todavía los ojos, notas que su respiración está muy agitada. La intranquilidad se señala en su ansiedad por acercarse, por ignorar toda cortesía y lanzarse directo a tu sala.

Lorenzo la ha tomado, porque la escuchas gruñir suavemente. Sigue sin hablar, como si tus pestañas encantadoras se han convertido en muros infranqueables.

Deja caer una rodilla al piso, el sonido es suave pero claramente demuestra que está fuera de sus mejores momentos. Un sollozo inunda cada rincón, justo cuándo su mano toca la tuya. Está tan fría como el satín, tan suave como el terciopelo... pero tiembla, tiembla como una campana recién golpeada para anunciar el paso de las horas.

¿Acaso ha transcurrido tanto tiempo desde aquél nefasto episodio en la universidad? ¿Quizás sea la hora de enfrentar tu pasado y marchar hacia un nuevo provenir? Son demasiadas preguntas que te embargan y tan pocas las opciones de escaparte de ese toque suave, que si bien te reconforta... también te transmite mucho miedo. De algún modo, tu corazón sabe lo que tu mente se niega a ver.

Sigues siendo solamente un niño y vas a ser lo mismo hasta que decidas dar el paso para abrazar todos tus temores.

Autor: PeteryPan, 09/May/2019, 13:34


Todo lo planeado para aquel día y para días venideros se derrumba. Esta presencia inesperada rompe todo el esquema. Pasado. Miedo. Dudas. Los recuerdos me inundan y me obligan a mantener los ojos cerrados, presionándomelos para aliviar la ansiedad y el malestar que esta presencia provoca en todo mi ser, especialmente en mi alma y en mi espíritu.

Ahora no... Ahora no... Demasiado pronto...

Su contacto me estremece y a los pocos segundos aparto la mano con cierta rabia, escondiendo el miedo que me corroe.

¿Qué quieres, Constance? Ha pasado el tiempo y no esperaba tu presencia. ¿Qué significa tu llanto?

Autor: DeltaPi, 11/May/2019, 00:44


No hay lágrimas para ti, pequeño. Ninguna, solamente un suave rocío que me recuerda todo tu sufrimiento... bastante más escaso que el mío.

Su voz resuena clara, como el canto de las aves al alba; y, a la vez, como una tormenta, que toma tu intestino desde el interior y lo hace salir por tu boca. Las sensaciones son cada vez más contradictorias.

Eres incapaz de soltar esa muñeca que has tomado para apartar la mano, ahora la toque gélido se hace tibio. Y, en un instante, vuelve a bajar su temperatura... es un caos en tu piel y también en tu pecho.

Para que haces preguntas para las que ya tienes las respuestas. Para que intentas alejarme sin apenas poder acercarme. Sigues siendo el mismo chiquillejo mimado, pensé que en estos años habías crecido siquiera un poquito... pero me doy cuenta que he perdido este viaje.

El silencio inunda la sala, ahora solamente escuchas tu respiración agitada. Tu corazón parece desbocado y a punto de bajar hasta tu estómago haciendo explotar tu ombligo. Otra tormenta de vaivenes inconexos.

Tus ojos siguen cerrados, pero ella tiene razón. La única persona con miedo, en realidad, eres tú. Le temes a tu pasado, evitas tu presente y oscureces tu porvenir. Seguirás dándole otras mil quinientas vueltas o en esta ocasión, te atrevarás a tomar alguna acción. Si tan siquiera hablar con Constance es un poco parecido a vender telas...

Autor: PeteryPan, 14/May/2019, 22:05


El pasado golpea mi cabeza como las campanas que hace poco habían sonado. El frío de su tacto me estremece el alma y sus palabras me hielan el alma.

¿Por qué? ¿Por qué ahora?...

Mi cabeza sigue repicando con las preguntas cuya respuesta no quiero saber.

Tiene razón soy un puñetero crío lleno de temores ¿En qué momento me dejé mecer por aquella oscuridad?…

Intento controlar mi ánimo respirando más pausadamente y abro los ojos, enfrentándome a ella.

Pues dime, si tan niño soy, cuál es la situación. Explícame, como el crío que soy, la ayuda que me estás pidiendo.

Autor: DeltaPi, 16/May/2019, 05:30


Mi niño, mi niño lindo...

Apenas y puede continuar la frase.

Está desaparecido, lo sacaron de mi cuna junto con sus hermosos edredones de tu más fino raso. Sé que tú...

Una lágrima rueda sobre su mejilla.

Sé que tú...

Frunce el ceño mezclando la angustia con rabia.

Podrás seguir el rastro de tu propia tela, especialmente ésta que posee un brillo particular y un aroma que solamente tú podrías encontrar... ¿me ayudarás o correrás a esconderte bajo tu cama?

Autor: PeteryPan, 17/May/2019, 18:07


Había desaparecido ¿Qué había pasado?

Un estremecimiento me recorre la espalda. La desgracia siempre me rodea y me persigue.

Me ofrece una tarea de investigación y persecución. Peligrosa. Nadie -ni nada- roba un bebé partiendo de una mente sana y bondadosa.

Pese a la desconfianza, el dolor de una madre que pierde a su hijo lo conozco demasiado bien como para ignorarlo.

Calmati, Constance. Mi dispiace per quello che è successo... hai il tessuto che menzioni?

Autor: DeltaPi, 17/May/2019, 22:10


Ella te mira con dulzura mezclada con sorpresa.

Sì, c'è... nella mia carrozza.

Es muy fácil notar que, efectivamente su vestido tiene el mismo aroma. Probablemente es su chaqueta de lana merino con forro de raso, fileteada con bordes de seda y tul. Su maravilloso color turquesa lo tienes marcado a fuego en tu memoria. Nunca se ha vuelto a conseguir, hasta el deseo de viajar a la India en embargante... ¿cómo es posible que no haya más?

Sin embargo, debe haber orden en los pensamientos, pues Constance se acerca a tomar tu mano y te lleva al patio.

Ya abriendo la puerta notas el brillo de la tela, que se cuela a través de la ventana del carruaje.

¿Qué mente maligna se roba un bebé y más aún una finísima adquisición de la cuál quizás nunca se hallará nuevamente?

El cochero baja y antes que se acerquen baja la chaqueta y te la tiende.

Buon giorno, signore. Come stai?

Autor: PeteryPan, 23/May/2019, 10:18


Dejo que esta mujer, la desdicha para mi vida en persona, me guíe hasta el carruaje. La riqueza de la familia es visible no sólo en la posesión de una carroza, sino en el esmero, los detalles y la calidad de los acabados; así como en las telas que contiene y se vislumbran por las ventanas. La belleza de todo el conjunto irradia luz propia, incluso en la suavidad lumínica del alba, y por un segundo me quedo paralizado por este momento de paréntesis existencial.

Saludo al cochero con una inclinación rápida de cabeza y la mano en el pecho. Me ofrece la pieza con diligencia, bajo la atenta mirada de Constance. Toco con delicadeza la pieza, disfrutando del exquisito tacto e inhalo con intensidad los aromas de la prensa, deseando conseguir una pista importante.

Autor: DeltaPi, 23/May/2019, 17:59


Ese aroma, esa textura, esa tela exquisita sobre tus manos te satura y te hace cerrar los ojos por un instante eterno. Al abrilo, puede contemplar todo el detalle de la fabricación con tus ojos.
Imagen El corte es magnífico, la elección de la botonería y la terminación de los ojales. Parece el trabajo de un sastre angelical, ningún hilillo fuera de lugar, ninguna asimetría... todo exactamente donde debe estar.

¿Cuántos florines ha costado tal trabajo? ¿cuántos meses de incesante costura? ¿cuántas noches en vela? Claramente sobrenatural, lo cuál es imposible... o quizás más de lo que imaginas.

Buscas la marca del oficio, al magnífico artesano que ha creado tal pieza. Nada, ni siquiera un guiño que sugiera algún detalle específico. Solamente te queda destrozarlo con tus tijeras para buscar entre el forro y el contraforro o, algo menos destructivo, lanzarte de cabeza al edificio del gremio en el barrio más elegante de Florencia. Tomas unos instantes para pensarlo, mientras analizas las expresión confusa en el rostro de la soprendida Constance.

Dove andiamo?

Autor: PeteryPan, 27/May/2019, 21:48


Aquella prenda es una delicia para los sentidos físicos, mentales y del alma. Es una obra de arte. Contengo mis lágrimas ante semejante virtuosismo y por frustración, por no poder encontrar al autor o autora de aquella maravilla. Ningún detalle, ningún deje que permita intuir quién había creado aquello. Se me ocurre, en un arrebato de delirio, destripar la tela para averiguar algo en los entresijos de la prenda, pero me contengo y prefiero acercarme primero al gremio central, buscando una segunda opnión, aún a riesgo de sumar testigos de este arte hecho tejido.

Con la pregunta de Constance, respondo:

Niente, nessun dettaglio. Abbiamo bisogno di un secondo parere, all'associazione dei sarti.

Autor: DeltaPi, 30/May/2019, 00:17


Constance simplemente se encoge de hombros al escuchar tu propuesta, sería un despropósito discutir con tu experticia. Justo en ese momento, el cochero ya le ha abierto la puerta y espera que la sigas.

Avanti, signore.

Te hace un gesto lleno de cordialidad atento a cerrar luego de tu ascenso.

Dentro todo está lleno de más detalles y acabados en las telas del tapizado. Las cortinas son de lujo y parecen tejidas por un gusano de seda muy inspirado.
Imagen Quedas justo frente a Constance, que parece atrapada por sus pensamientos con los ojos entrecerrados, mientras mira por la ventana cuando el carruaje comienza a moverse.

Autor: PeteryPan, 01/Jun/2019, 20:04


El carruaje desprende lujo y exquisitez por cada hilo de sus tejidos. Por un segundo me quedo detenido en la puerta del vehículo, observando la explosión de colores y delicadeza. Me subo y me pongo cómodo, lo más cómodo que se puede estar en un cajón con ruedas.

No me gustan los lugares cerrados.

Miro a Constance en su estado meditativo y no puedo evitar preguntar por más detalles, mirándola a los ojos.

Constance, dimmi tutto quello che sai.

El viaje hasta el gremio será largo.



Autor: DeltaPi, 02/Jun/2019, 18:07


Constance simplemente te responde con un murmullo y te abraza como una niña pequeña. Sus lágrimas caen suavemente y eres capaz de contarlas una a una hasta que finalmente están frente al edificio del gremio.

Exactamente tres mil seiscientas goterillas en salazón... y todo en silencio, un sollozo que solamente te hace recordar tus privilegios y que al final del día son simples ilusiones. Las personas sufren y siguen sufriendo, las fuerzas del mal están por todos lados. Al mantener la pureza del alma, se pueden levantar dichos maleficios aunque sea por un instante.

El cochero abre la puerta sin prestar demasiada atención a la escena.

Siamo arrivati!
Imagen Para ser un día de ajetreo, el edificio está asombrosamente tranquilo... casi como vacío. Las almas parecen haberse desvanecido, una con cada lágrima.

Autor: PeteryPan, 06/Jun/2019, 20:34


Su reacción me desmonta y mis hombros tensos caen, temblando con el oleaje emocional que surge de Constance. La acaricio con calma y compasión. El pasado se desvanece y sólo queda este momento presente, en que el dolor se derrama por las bisagras de esta realidad gris y oscura. La belleza del carruaje palidece ante la crudeza llena de la Belleza con mayúsculas que expresa un alma abierta. La dejo llorar tranquila, desfogarse de todo el sufrimiento que su contención le ha ido devorando. El traqueteo de las ruedas contra las baldosas resbaladizas de la madrugada mece nuestro momento, mientras mi respiración, pausada y honda, acompaña a sus lágrimas. Cada una de aquellas gotas, surgidas del dolor, pero cristalinas por el alivio, es un recordatorio de mi misión en la orden.

El Mal debe ser detenido.

El coche se detiene. Le ayudo a limpiarse las lágrimas y le sonrío con sinceridad y confianza. Me bajo primero y le ofrezco mi mano. Pese a que es pronto, las calles y el edificio están sumamente tranquilas; más que tranquilas, vacías.

Extraño.

Miro a Constance y le elevo las cejas, con cara de duda y perspicacia. ¿Crees que es seguro?, dice mi cara.

Autor: DeltaPi, 07/Jun/2019, 02:17


Constance, tan pronto como oye la voz del cochero que avisa la llegada, te aleja suavemente y te agradece con sus ojos vidriosos. Ahora hay una sonrisa en su rostro, a pesar del panorama inquietante en un edificio que debería estar pletórico de movimiento. Sin embargo, ahora, solamente hay silencio inmutable...

Salvo por tus pasos al pisar los peldaños de fina madera de ébano que forman la escalinata del carruaje. Con una agilidad sorprendente, Constance toma tu mano y ya está en el piso, con el silencio de regreso. Ahora desolador además de inmutable.

En el cielo, finos hilos de nubes anuncian que la mañana ha terminado.

¿Dónde está todo el mundo? Tu cabeza parece preguntarse sin que puedas controlarla.

El silencio se interrumpe nuevamente, cuándo el cochero cierra la puerta y monta para estacionar el vehículo en sentido contrario. Justo como se necesitará para el regreso, da un poco de agua a los caballos mientras peina suavemente sus crines con un cepillo que ha sacado de quién sabe dónde.

¿Y ahora qué? Regresar por dónde han venido o avanzar simplemente para golpear la puerta cerrada.

¡Cerrada! Ya casi es mediodía y ningún sastre ha aparecido. Una reunión del gremio que ha sido anunciada intempestivamente y todo el mundo está atrapado en la vorágine al interior. Una plaga que solamente ha matado a los usuarios de la aguja y las tijeras.

Con el rabillo del ojo notas un pequeño hilo de color turquesa de un grosor insignificante... que apenas oscila frente a la suave brisa. Es de la misma tela de la chaqueta, el mismo color... ¡el mismo aroma!

Autor: PeteryPan, 10/Jun/2019, 19:54


Es escalofriante la sensación de soledad. Algo no encaja. A estas horas el bullicio debería ser importante; incluso siendo un día tranquilo, la puerta suele estar medio abierta, invitando a entrar.

En el estado de alerta que me encuentro, consigo percibir un destello turqués que hace que mis ojos se muevan rápidamente, buscándolo. Mis dedos consiguen alcanzarlo, no sin antes intentarlo varias veces.

Una vez aferrado percibo que es del mismo tejido que la prenda que buscamos, ¡con su mismo olor! Se lo enseño sin espera a Constance.

No puede ser coincidencia la calma que nos rodea y el descubrimiento de este hilo tan anhelado. Debemos entrar, pero cuidado, aconsejo prudencia.

Autor: DeltaPi, 11/Jun/2019, 01:08


Al acercarte a la puerta, descubres un enorme candado que la sella. Justo de su cerradura pende el hilo.

Un poco más arriba y a la derecha hay una ventana circular entreabierta. Suficientemente amplia para que una persona pequeña pueda entrar. Una suave brisa agita la cortina que está detrás y con ello es posible notar que al interior todo está en penumbras.
Imagen Constace perfectamente podrá entrar si la levantares sobre tus hombros.

Autor: PeteryPan, 11/Jun/2019, 17:16


¿Cerrado con candado? Sólo a altas horas cierran de una forma tan severa.

Vuelvo a mirar en derredor, buscando algún signo de vida. Sólo un gato callejero se mueve en las calles, que se escabulle a los pocos segundos viéndose observado. Sin capacidades para abrir semejante cerradura y sin intención de provocar un altercado, detecto la ventana medio abierta y calculo rápidamente la altura a la que está.

Quizás Constance entre por esa abertura.

La miro y susurro.

¿Qué le parece si la ayudo a subir a aquella ventana? Sé que no es lo más caballeroso que puedo hacer, pero no se me ocurre alternativa. Como mínimo, podremos echar un vistazo al interior, a ver si nos aporta más pistas para entender esta soledad.

Autor: DeltaPi, 13/Jun/2019, 03:59


Apenas y has terminado la frase, cuándo Constance ya está sobre tus hombros y se cuela con una agilidad felina al interior. Una madre parece adquirir fuerza celestial al momento de estar en alguna pista que le lleve a su hijo secuestrado.

Imposible tener tiempo para sorprenderte; pues ya te ha arrojado una gruesa cuerda de seda, probablemente de la cortina para que puedas trepar. Le das un buen tirón para asegurarte que te soportará... pero dudas de tener la misma destreza que ella.
Imagen Antes que puedas decirle algo más, te lanza un grito.

Andiamo!

Luego, ya ha saltado dentro. Con la misma gracia que antes, cuál gimnasta helénica recién salida de los juegos olímpicos.

Autor: PeteryPan, 13/Jun/2019, 18:22


Todo ocurre muy rápido y mi mente, atontada, se queda mirando la cuerda de seda. La agarro con fuerza como forma automática de volver a la realidad, mientras el grito con resonancia de ella me hace reaccionar.

Tenso los músculos, jóvenes pero poco acostumbrados a un despliegue físico intenso... y con mucho esfuerzo asciendo hasta la ventana, sin elegancia ni destreza. Mi mano alcanza el borde de la ventana y mis brazos, doloridos, me ascienden, golpeando la ventana. No puedo evitar soltar una queja ahogada y casi caigo por el otro lado cuando intento bajar. La altura es poca pero la impresión de la caída me acongoja ligeramente hasta que toco el suelo.

La penumbra, estando dentro, es intensa y mis ojos, que todavía están acostumbrándose, perciben pocos detalles. Constance está a mi lado y el único sonido que escucho es mi respiración agitada.

Autor: DeltaPi, 13/Jun/2019, 21:25


Constance simplemente recupera la cuerda de seda y con un rápido giro la vuelve a su posición para poder descorrer la cortina. La luz del mediodía se cuela al interior para permitirles ver el horrible espectáculo. Un pentagrama de sal y sangre marca el piso, con velas calcinadas en sus extremos y huesos de bebé en el centro.
Imagen Las velas en los extremos se encienden súbitamente y vuelven a apagarse cuando una brisa se cuela por la ventana abierta. Todo ocurre demasiado rápido para poder reaccionar, como el destello de un relámpago en medio de una tormenta.

Luego cae un rayo, justo entre los huesos y una suave nubecilla blanca se eleva.

Autor: PeteryPan, 15/Jun/2019, 10:34


Un instante antes de que la luz ilumine la escena, a mi nariz llega el olor a cirio quemado y a cera; y cierto regusto a incienso y a... ¿azufre quizás?

Lo que se desvela ante nosotros me despeja cualquier duda y no puedo evitar llevarme la mano a la boca, en un gesto de sorpresa, pero también en un acto reflejo de observación y reflexión.

Observo a Constance con mirada preocupada y vuelvo a examinar lo que ante nosotros se presenta, aunque el inesperado y fugaz residuo mágico nos hace saltar a ella y a mí hacia atrás y me hace protegerme los ojos del fogonazo.

¿Estás bien? – le pregunto con preocupación.

Me acerco con renovado interés al pentagrama, aunque también con mucha cautela.

Lo que aquí se ha realizado lleva la marca de lo maligno, pues no conozco ningún encantamiento benévolo que se realice con algo tan sagrado como los huesos de un bebé.

Miro los restos humanos más de cerca, sin entrar en el símbolo protector. Rezo porque no sean parte del hijo de Constance y busco cualquier pista que pueda calmar semejante idea.

Autor: DeltaPi, 16/Jun/2019, 20:04


Constance te impide acercarte al pentagrama, a pesar de tus intenciones; pues tras el rayo que cae, ella simplemente corre a abrazarte. Se queda en silencio y, aparentemente, ha pasado por alto el detalle de los huesos de bebé como sacrificio.

En tu mente solamente vuelan los pensamientos racionalizantes, tal vez es una simple broma que se pasó de la raya. Sin embargo, tu corazón te indica que todo es cierto. Las fuerzas del mal acaban de atacar el gremio y ello significaría que tienen el control del comercio de telas. Quizás hasta se hayan llevado a algún sastre, porque solamente un poder sobrenatural podría diseñar una prenda de tal nivel de perfección.

¿Y ahora qué?

Te sobresaltas nuevamente al escuchar una llave que tintinea al acercarse al candado. Luego el sonido de deslizamiento al entrar a la cerradura te pone en alerta. Alguien va a abrir y les descubrirá alli... en un abrazo junto a un ritual todavía humeante y con los restos comprometedores.

Escuchas un poco más y, en realidad, te parece que lejos de ser una llave... debería tratarse de ganzúas.

¿Y ahora qué?

Además de un sacrificio, probablemente venga un robo a pleno día.

Autor: PeteryPan, 20/Jun/2019, 20:06


¡No, no, no! Descubrirnos aquí destrozaría nuestros planes y arruinaría mi reputación en la ciudad.

Todo aquéllo se siente muy raro y espeluznante. Primero el ritual, que por mucho que quiera creer lo contrario tiene toda la huella de una invocación maligna y poderosa; pues aquel rayo último no augura nada bueno... y luego este acto de inminente latrocinio.

Parece una trampa.

Abrazados como estamos, deshago el abrazo intentando ser delicado, pero con rapidez. Entonce le hago a Constance el gesto de guardar silencio. Agarro su mano y busco con desesperación la forma de ocultarnos: alguna pieza de mobiliario, cortinajes, huecos de la estructura, ¡lo que sea!

Autor: DeltaPi, 22/Jun/2019, 01:53


Apenas tomas la mano de Constance, sientes el tirón de ella que te arrastra tras las cortinas de la ventana redonda por la cuál han entrado. Claro, gruesas y pesadas de lona oscura, por ello los cordones de seda para abrirlas y cerrarlas.

Suficientemente largas para cubrir hasta los pies. La puerta se abre y la luz inunda el interior. Dos hombres vestidos de sotana negra entran con biblias en la mano recitando una plegaria en latín, dos más les siguen en procesión y algo dubitatibos. Son más pequeños, parecen un par de acólitos; ellos van asperjando agua bendita y encendiendo incienso, respectivamente.

Una ráfaga inesperada de viento, hace oscilar levemente la cortina y del sobresalto Constance es incapaz de evitar soltar un suave chillido.

Por unos instantes, la angustia es terrible. Las miradas se posan en su escondite y súbitamente un ratón salta desde la ventana para correr por encima del pentagrama. El susto se desvanece cuando los acólitos persiguen al roedorcillo que corre hacia la puerta escapando.

La escena se torna aún más surrealista, cuando cuatro criados entran con baldes llenos de líquido espumoso a limpiar el piso. Por el intenso aroma a orina descompuesta, debería ser limpiador de cuero con amoníaco.

Constance parece perder la conciencia y se desvanece en tus brazos. Tú estás cerca de pasar por el mismo trance lo que les haría caer como plomos al piso revelando el refugio que les oculta.

Autor: PeteryPan, 24/Jun/2019, 17:31


La situación ocurre a una velocidad sorprendente. Constance, su empujón, la cortina, la respiración entrecortada y sostenida, las manos apretadas, la apertura de la puerta, la luz diurna violando la penumbra del lugar, los recién llegados, sus biblias, sus cánticos, su ritual…

Están limpiando lo ocurrido. Pero ¿cómo han conocido el hecho? ¿Quién les ha avisado? ¿Y cómo lo hacen sin inmutarse, como si se trata de una actividad rutinaria?

Mis pensamientos se cortan con el chillido de Constance y por un momento estoy seguro de que nos han descubierto. Pero la Providencia nos salvaguarda una vez más y un ratón distrae la atención. Ambos estamos tan pegados que noto el sudor de su cuerpo pegándose a su ropa. Nuestras respiraciones casi no se perciben y el calor detrás de la cortina comienza a ser asfixiante.

Vuelvo a mirar por el borde de la cortina y veo la escena de limpieza. El olor me inunda la mente y me enturbia los pensamientos.

¡Cómo limpian con semejante método en un lugar tan cerrado!

Utilizo mi mano libre para taparme la nariz e intento respirar únicamente por la boca, aunque siento quemazón en la garganta. Constance, más superada, está a punto de desvanecerse, lo noto en la falta de presión en la mano y en el mayor peso en mi hombro. Me giro hacia ella y le pongo mi mano en su nariz, destapando la mía. Soplo con silencio y suavidad hacia su cara, intentando reanimarla. El olor sigue invadiendo mi mente y siento debilidad en todo mi cuerpo.

Aguanta, aguanta, aguanta... ¡Debo aguantar como sea!

Autor: DeltaPi, 25/Jun/2019, 23:35


Tu cabeza comienza a dar vueltas, pero en un esfuerzo supremo te sigues manteniendo en pie. El peso muerto de Constance se hace una carga cada vez más insoportable.

Solamente puedes afirmarte de la cortina, que siendo de fuerte lona está resistiendo bastante bien. Sin embargo, lo que está cediendo y lo notas, son las costuras de las argollas de tela que la sostienen al tubo horizontal que está anclado en el muro a modo de soporte.

Te debates entre soltar la cortina y terminar con Constanza sobre tu cuerpo... o seguir tirando y que los hilos terminen de ceder precipitando la gruesa tela para cubrirles.

El equipo de limpieza termina las últimas plegarias y enciende algunas velas aromáticas para intentar purificar en algo los tóxicos vapores que inundan todo el volumen de la habitación.

El tiempo se acaba, algo caerá... Constanza y tú con la cortina intacta o la cortina completa sobre ustedes.

Autor: PeteryPan, 01/Jul/2019, 20:27


Los músculos de la espalda, de las piernas y de los brazos se me tensan hasta niveles desagradables. No tengo una gran constitución y, pese a que Constance no es un gran reto, para mí es una carga difícil de aguantar largo tiempo, teniendo en cuenta que está haciendo peso muerto. Le soplo a la cara en un vago intento de traerla a la consciencia. De repente, un ruido estridente pero suave por su sutileza me hace mirar para arriba.

Las argollas de cortina se están rasgando ¡Por amor de Dios!

Cada pequeño crujido me martillea los oídos, por lo que implica que el cortinaje caiga y por el dolor que me produce dañar semejantes tejidos. No puedo dejar caer las telas, pues salir debajo de esta espesura puede ser casi imposible, tan espesas y pesadas parecen. Las plegarias me llegan como si no estuvieran en la habitación, distraído y nervioso como estoy. Incluso el nuevo olor mezclado con el anterior me parece de una importancia menor.

El menor de los males en este momento es dejarme caer con Constance al suelo. Si voy cediendo poco a poco con ella hacia abajo puedo amortiguar el golpe y el ruido y así aumentar las posibilidades de que el movimiento del cortinaje y el sonido de caída pasen desapercibidos entre las palabras santas.

Autor: DeltaPi, 03/Jul/2019, 16:32


Tus plegarias parecen haber sido escuchadas, tu caída es lo suficientemente lenta para evitar que Constance se haga daño. Sin embargo, tus costillas resienten el golpe... tanto de su cuerpo, que es incapaz de reaccionar a tus soplidos, cayendo sobre tu costado; como el tuyo azotando el duro piso.

La puerta se cierra en ese mismo instante, coincidiendo exactamente con el golpe sordo que emiten Constance y tú. El candado es repuesto y reasegurado con varios sonidos cliqueantes. Todo está limpio, sin huellas y sin rastros de que alguien haya venido a realizar algún tipo de ritual sagrado.

A pesar del dolor, puedes descorrer un poco la cortina para verificar lo que piensas. Las velas han entregado su bendición aromática y el espacio parece prístino otra vez. Tal como lo recuerdas.

Empujas suavemente a Constance para liberarte. Tus ojos se acostumbran a la penumbra y puedes ver que nada está fuera de lugar. Coincide con tus recuerdos de innumerables visitas. Tiras de ella para acomodarla junto a unos cojines para permitirle reposar.

Exhausto secas tu sudor antes de intentar levantarte. Con la fatiga, dudas un poco si tendrás la capacidad de hacerlo.

Autor: PeteryPan, 06/Jul/2019, 22:52


Debería ponerme en forma Qué cansancio con mínimos esfuerzos…

Inhalo con toda la capacidad que tengo y me giro, ayudándome con las manos y las rodillas para subir. Me cuesta, pero lo consigo, aunque me mareo ligeramente al subir tan rápido. Me froto los ojos y la nariz para despejarme, del desconcierto temporal y de los olores. Me sacudo a bofetadas las ropas.

No es bueno revolcarse por el suelo para mantener en un estado decente estas telas.

Me sorprendo del buen trabajo que acaban de realizar aquellos desconocidos, pertenecientes a simple vista a la Santa Madre Iglesia. No ha quedado nada del nefasto ritual. Froto el suelo para revisar que no queda absolutamente ningún resto. Reflexiono sobre la situación, acuclillado en el centro de la habitación.

¿De verdad no habían dejado rastro alguno, ni siquiera de su propia identidad limpiando aquel escenario?

Reviso por acto reflejo que Constance sigue en su sitio para luego analizar exhaustivamente todo aquello.

Autor: DeltaPi, 07/Jul/2019, 20:31


Constance apenas respira, claramente la conmoción por los vapores de los productos de limpieza han sido excesivos para ella. Estando emocionalmente debilitada por el asunto de su hijo secuestrado, es más que esperable que yazga casi inmóvil. Necesita un físico urgente... ¿pero cómo traerlo hasta aquí?

De hecho, ¿salir nuevamente por la ventana? ¿cómo? Trepar por la cortina ya ha dejado de ser una opción. Las argollas superiores deben ser recosidas pronto... ¿acaso algún sastre deberá venir hasta aquí?

Demasiadas preguntas te inundan mientras deambulas por el gremio. Todo está perfectamente limpio y la dulzura de los aromas que emiten las velas es, además, relajante. Tus preocupaciones parecen desvanecerse por un momento. Aprovechas para pensar con más calma.

Sabes que hay una escalera por allí en una de las bodegas, también agujas e hilos para reparar la cortina. Claramente nadie debería venir por aquí hoy. Lo que sea que ha ocurrido se ha realizado con todos los preparativos para su ocultamiento, ningún integrante del gremio aparecerá hasta mañana. Cuentas con el resto de la tarde para enmendar el entuerto y analizar como sacar a Constance de allí... ¿o dejarla oculta hasta poder sacarla en otro momento?

¿Qué hacer ahora? Podrías recibir la misma iluminación que el equipo de limpieza ecleciástico... pero tu pureza está lejos de ser la suya.

Autor: PeteryPan, 15/Jul/2019, 18:13


Debo hacer algo y con rapidez, pese a parecer que tengo muchas horas de sol por delante.

Miro y analizo todo el espacio. Recuerdo lo que puedo sobre este lugar. Tantas veces aquí y ahora, con la urgencia, mi mente olvida la mitad de los detalles. Me suena una escalera en los sótanos y material para coser eso por descontado, estando en el centro logístico de los sastres de la ciudad. No puedo dejar a Constance aquí, pues no sé que podría pasar en mi ausencia estando ella en semejante estado.

¿Qué hacer…?

Me decido por buscar la escalera, con premura, sin retrasos. En el camino puedo buscar material de costura y, ayudado por la escalera, reforzar las costuras de la cortina para salir de aquí, pero ¿cómo sacar a Constance? Claro ha quedado que mi condición física es cuestionable para poder llevarla en volandas a través de la ventana. Si la calle sigue desierta se podría buscar la forma de abrir la puerta desde fuera, rezando porque el candado no sea muy complejo.

Quizás a golpes…

Autor: DeltaPi, 16/Jul/2019, 23:51


Recuperar el equipo de costura es sencillo, pero traer la escalera y acomodarla junto a la ventana en la posición correcta te toma casi media hora.

Al comienzo trepas tranquilamente pisando suavemente los peldaños; sin embargo, vas notando que es bastante inestable y oscila demasiado debido a ello. Nunca has sido un sastre ni menos un equilibrista... lo que significa que pasas otra media hora tambaleando y reforzando las argollas de tela.

Una hora de intenso ajetreo te ha agotado, lo suficiente para quedarte un momento mirando por la ventana. La calle sigue vacía y la cortina está bastante firme.

Claro, ahora podrías descolgarte hacia el exterior usando la cortina. Sería solamente tu peso y te delizarías fácilmente hasta abajo sin mayores problemas... dejando a Constance dentro.

Nuevamente divagas respecto a ocultarla en el sótano hasta tu regreso. Si han podido entrar por la ventana, colocándola sobre tus hombros, quizás dos maleantes podrían ser capaces de repetir la hazaña. Dificilmente a media mañana, por supuesto. Igual de complicado que encontrarse justo con la limpieza de un ritual demoníaco.

Bajas para comprobar el estado de la mujer y puedes verificar que nada ha cambiado. Al menos no ha empeorado... quién sabe que podrá ocurrir a medida que pasen las horas. Todo se torna brutalmente incierto y la inquietud te carcome las entrañas.

Autor: PeteryPan, 23/Jul/2019, 17:12


La mañana va desplegándose, lenta e irremediablemente. El esfuerzo físico me está pasando factura y necesito varios momentos de descanso para recuperar el aliento. El panorama no es muy acogedor y la opción de dejar a Constance durante a saber cuánto tiempo sola me preocupa sobremanera pero no sé qué más hacer. El taller me queda lejos y sigo pensando cómo poder abrir esa puerta. La calle sigue desierta, pero ¿durante cuánto?

Haga lo que haga decido mover a Constance al sótano, con toda la delicadeza que mi fuerza me permite, sacrificando velocidad por suavidad. Una vez allí, saldré, examinaré el cierre y pensaré quién o qué me puede ayudar a conseguir mis planes.

Autor: DeltaPi, 23/Jul/2019, 21:48


Con la ayuda de un grueso trozo de tela, muy firme y fácil de tirar, te las ingenias para arrastrar a Constance y dejarla reposando en una pequeña habitación del sótano. Le acomodas un par de cojines tras la nuca y la dejas bien envuelta, casi en un rollo, para evitar cualquier sospecha en caso que alguien se acercare hasta alli... podrá confundirlo simplemente con material de trabajo.

Aprovechas de devolver los útiles de costura al mismo lugar en el cuál estaban y regresas al salón principal. Nuevamente trepas por la tambaleante escalera para observar la calle aún vacía. Te descuelgas con suavidad y bastante exhausto a estas alturas, por la falta de descanso frente a tamaño esfuerzo continuo y la merienda que te demanda el rugido de tu estómago.

Avanzas hasta la puerta con el candado y tras examinarlo tienes plena certeza que solamente un cerrajero experto podría forzarlo. Se trata de una robusta pieza del mejor oficio, forjado en excelente acero y ajustado con una enorme cadena de eslabones que convierten tus dedos en ramitas al compararlos.

Entonces, salta frente a tus ojos una nota pegada a un costado, con el sello oficial de la iglesia. En un latín algo informal se anuncia que el gremio de sastres permancerá cerrador por 48 horas por problemas de salubridad que ya han sido debidamente atendidos.

Claro, ahora las limpiezas de rituales maléficos es lo mismo que la insalubridad. Una mente más instruída, como la tuya, sabe que aquéllo solamente se utiliza en caso de peste. Pero las personas analfabetas, jamás podrían enterarse de aquéllo... así la señal universal de la cruz está pintada en rojo justo encima. Algo que cualquiera podrá identificar sin mayores conocimientos.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#2

Mensaje por PeteryPan » 29 Jul 2019, 19:11

Por fin una buena noticia en lo que llevo de mañana. Aquella sede permanecerá cerrada por dos días completos, por lo que Constance estaba segura, relativamente. Comienzo a pensar opciones. ¿A quién conozco que pueda encargarse de esto? Tiene que ser alguien de confianza, que no pueda traicionarme. Aunque también puedo buscar alguna sustancia corrosiva que pueda deshacer este resistente metal… En los dos casos sé que tendré que desembolsar una buena cantidad de dinero o deber un importante favor. Y todo esto sin saber qué ha pasado con el infante de Constance.

¿Cerrajero o alquimia? No puedo perder más tiempo, por mucho que la “peste” me permita ganar tiempo. Tras un instante me doy cuenta que echar una sustancia correosa en plena calle para deshacer el cerrojo de una puerta marcada por la peste puede llamar, y mucho, la atención. Acompañar a una persona durante la noche que abra el candado con cierto sigilo y silencio, no tanto.

A por un cerrajero pues.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#3

Mensaje por Baudelaire » 01 Ago 2019, 22:16

Realizas tranquilamente tu reflexión contemplando la puerta, sin percatarte que desde la otra calle hay personas que te están mirando. Probablemente con curiosidad de saber porque te has atrevido acercarte al lugar infecto.

Importa bastante poco, ya que con paso rápido te mezclas en la multitud del mercado y te diriges al callejón dónde está tu amigo Doménico el cerrajero. La puerta está, inusualmente, abierta de par en par. Con un poco más de atención, notas que la campanilla que estaba a un costado y que servía para llamar… ha desaparecido.

Algunos murmullos pueden percibirse viniendo del interior. Aguzando un poco el oído puedes comprobar que no hablan en veneciano ni en florentino. Suena más bien a griego, con el acento gruñón de Esparta.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#4

Mensaje por PeteryPan » 05 Ago 2019, 20:20

Decidido me dirijo casi corriendo al lugar convenido, descubriendo con curiosidad y miedo que algo raro ocurre allí. Un escalofrío en la espalda me hace ponerme cauto y alerta, especialmente cuando escucho una lengua tan relacionada con el comercio, pero que me desentona, sin saber la razón, en aquel lugar y en aquella situación.

Supongo que todos necesitamos poner cerrojos a nuestras cosas.

Tenso todo el cuerpo y exploro el local con todo el silencio y la delicadeza con la que soy capaz, atento a cualquier cosa que me dé pistas de lo que está ocurriendo aquí. Incluso respirar me parece ruidoso.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#5

Mensaje por Baudelaire » 06 Ago 2019, 16:37

Detrás de una cortina y a contraluz, observas a Doménico. Tu amigo el cerrajero yace tendido en el piso, un hilillo de sangre le corre de la boca y su cara se ha convertido en un amasijo azulado.

Junto a él, dos siluetas enormes y barbudas. Su voz sigue resonando con el acento espartano, el idioma griego está igual de amoratado en sus labios que en el rostro de Doménico.

¡Bastardo hijo de la turba mordida por los ratones! Tus malditos cerrojos son una burla, todo el cargamento de opio perdido... vamos, ¿a quién engañas? Eres solamente un burdo impostor, testaferro amalgamado de estiércol.


Mientras uno habla, el otro vuelve a golpearlo. Ambos se ríen al unísono, para acercarse a un enorme arcón. Lo abren y puedes notar el destello de una pila de miles o quizás millares de ducados.
Imagen
Nos pagaremos con esto, malvendido.


Están a punto de dejar en la ruina a Doménico, deberías pensar rápido o los dos rufianes se escaparán sin más.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#6

Mensaje por PeteryPan » 11 Ago 2019, 10:57

Todo mi cuerpo se tensa, quejándose por el esfuerzo hecho hace poco. Me escondo para observar la situación sin que me puedan ver y analizo con toda la rapidez que mi mente nerviosa puede las opciones que tengo. El enfrentamiento directo es inviable, pues ya he comprobado mi condición física hace unas horas y luchar contra dos matones es un suicidio. Miro a mi alrededor buscando algún instrumento para dejar noqueado a uno de ellos por la espalda y que luego me dé alguna oportunidad con el otro.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#7

Mensaje por Baudelaire » 12 Ago 2019, 16:26

En un rápido golpe de vista, puedes observar una pequeña pila de candados abiertos justo detrás de la puerta. Algunos más voluminosos que otros, pero los que podrías levantar y lanzar, se convertirían en proyectiles terribles... antes que los dos hombres te caigan encima, por supuesto.

De cualquier modo, tendrás que cerrar la puerta antes de tener acceso a ellos. Igualmente, sabes que hay un gran madero que sirve de tranca para bloquear el acceso desde adentro. Quizás, al menos, podrías evitar que salgan de la cerrajería y buscar la forma de dar la alerta a la guardia.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#8

Mensaje por PeteryPan » 16 Ago 2019, 08:39

Esa puerta va a crujir si la cierro del todo...

Coger alguno de esos candados puede ser una buena idea, pero si no acierto de lleno corro el riesgo de tener que enfrentarme a ambos ladrones. Cabe la posibilidad de utilizar el propio madero como arma, el problema es que debe ser pesado y difícil de manejar para un enfrentamiento directo. Quizás lo mejor será cerrar lo suficiente la puerta como para poder acceder a los candados y, desde allí, comenzar a lanzarlos lo más fuerte posible hasta dejar, en el mejor de los casos, a ambos rateros inconscientes.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#9

Mensaje por Baudelaire » 17 Ago 2019, 16:41

Bajo el barullo de los gritos, las carcajadas y los golpes sobre tu amigo… aprovechas de ir empujando suavemente la puerta hasta tener acceso a los candados y al madero.

Tomas el primer proyectil y con dificultad lo levantas, apuntas directamente a la cabeza del ladrón que está más cercano a ti y con un esfuerzo sobrehumano lo lanzas.

Vuela directamente hacia su nuca, un pequeño hilillo de sangre comienza a surgir del punto de contacto. El matón se voltea y te mira indignado, te aprestas a tomar un segundo candado. Es algo mas ligero que el anterior, así que lo lanzas con mucha más exactitud.

Directamente entre sus ojos, para tumbarlo. Sin embargo, el segundo es muy rápido y ya te tiene tomado del cuello. Te empuja contra la puerta, cerrándola. Su torpeza es evidente, ya que es incapaz de esquivar el madero que le parte la frente.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#10

Mensaje por PeteryPan » 19 Ago 2019, 18:52

¡Sólo uno!

Me lamento mientras mi cuello acusa mi falta de fuerza y puntería rodeado como está por la mano ruda de aquel ladronzuelo. Pero poco dura la tensa situación, pues él mismo se busca la ruina al empujarme contra la puerta y volverse objetivo del madero que segundos antes había visto como una posible arma. Comienzo a toser cuando la presión sobre mi cuello desaparece y me masajeo la zona para calmarla.

Creo que es momento de ayudar a mi amigo.

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