Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

Desde la pureza del alma hacia la consagración inquisitorial

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#81

Mensaje por Baudelaire » 30 Jun 2020, 17:24

Visiblemente interrumpido por tus palabras mientras abre la puerta, casi recibe un golpe de ella tras el vaivén. Sin embargo, Lorenzo tiene buenos reflejos y alcanza a dar un saltito hacia atrás dando un giro completo para quedar mirándote con los ojos llorosos.

Signore! ¿habláis en serio? Será un honor acompañaros. Sobre el asunto de los gemelos Andrea y Antonello, ya sabéis que hacen un buen equipo. Sin embargo, os sugiero que forméis un triunvirato con Valentina, la responsable de los telares. De otro modo, se sentirá abrumada sin poder participar en el proceso de decisiones.

Hace una reverencia rápida y, en esta ocasión, sale corriendo. Sabes que hará lo que fuere necesario para cumplir lo que le has encomendado. Y, si algún inconveniente surgiere mientras informare los acontecimiento… tienes plena claridad que lo solucionará rápidamente. Leal, honesto, honorable y muy confiable… ¡es el sirviente perfecto! Quizás sería mejor que se quede, pero ya es tarde. Su entusiasmo por el viaje es evidente y, en ningún caso, te desdirás. Quiere cuidarte, porque te aprecia. Son tales gestos de cariño, los que iluminan cada día. Aquéllos que van mucho más allá de una simple relación de trabajo.

El tiempo vuela mientras tomas los pergaminos, la tinta y la pluma. Debes ser muy detallado y claro, evitando ambigüedades y posibles malas interpretaciones. Giulio Médici es, sin duda, un amable maestro en el gremio y se lleva bien con el director. Aunque, ir a Bavaria de súbito requerirá muy buenas explicaciones. Has aprendido que la verdad siempre libera. Asumir que eres adoptado es un gran golpe, pero se te hace innecesario seguir ocultándolo.

Sabes que ha pasado casi una hora, porque Lorenzo vuelve con atuendo de viaje y un par de grandes arcones. Al levantar la cabeza, descubres su rostro sonriente.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#82

Mensaje por PeteryPan » 31 Jul 2020, 12:00

El buen ánimo y entusiasmo de Lorenzo me desborda, recordándome lo poco que he descansado en los últimos días y los muchos sucesos que me han ocurrido. Entre ellos está descubrir mi falso pasado, que es el más desconcertante. Dejar todo atrás para ir en pos del verdadero, que nada es nada para mí, me genera una desazón vertiginosa. Una especie de curiosidad inevitable que, a la vez, no quiero enfrentar por miedo a encontrar algo que no quiero para mi vida. Y el hecho de que todo lo demás haya sido mentira… o que me hayan engañado, aunque otras cosas sí hubieran sido ciertas…

Mientras mi mente se diluye en estos pensamientos mi mano va escribiendo la carta dirigida a maese Giulio, a quién voy a depositar la absoluta confianza de velar por mi negocio ante el gremio durante mi ausencia. Opto por ser honesto en el argumento de mi viaje, esperando que ésto justifique de sobrada manera mi premura y partida sin aviso.

Lorenzo vuelve a marcarme los tiempos y su llegada, con todo preparado, me hace ser consciente hasta cierto punto del paso que voy a dar. El trayecto va a ser duro; pero lo que encontraré al final, si consigo llegar, podría ser peor incluso. Recojo cuatro cosas del despacho, además de llevarme material de escritura y unos pocos pergaminos para plasmar alguna de las cosas que me han ocurrido en estos días relacionadas con el Altísimo. Sin darme cuenta, sigo conmocionado con respecto a los últimos sucesos acaecidos en relación con Dios y Su Enemigo, y quizá el viaje me ayudará a digerirlos. La expresión de felicidad de Lorenzo me calma por un momento, al contrario que antes, y algo dentro de mí me dice que Dios nos acompañará en este viaje.

Sea lo que fuere que tendrá que ocurrir... que así sea. Agarro la capa y la ropa de viaje que me ofrece Lorenzo y le intento ayudar a llevar los arcones; aunque él, como ya sé, se opone. Al salir del despacho me despido de Valentina, Antonello y Andrea; dejando dispuestas todas las indicaciones y recordándoles que tienen mi más completa confianza, que volveré lo más pronto posible. Les anuncio también el nombre del maestro del gremio al que deben dirigirse en caso de cualquier problema.

La puerta del taller se convierte, de repente, en un abismo hacia lo desconocido.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#83

Mensaje por Baudelaire » 31 Jul 2020, 17:30

Aquel umbral adquiere una extraña aura, demasiado atractiva. Algo de música parece surgir de él y, con mucha convicción, simplemente lo atraviesas para hallarte en el salón principal.

Todo el personal está allí reunido. Para tu sorpresa han improvisado una celebración que, en principio, parece ser de agradecimiento por la confianza en el equipo y la honestidad de revelar el motivo de tu inminente partida.

Lorenzo ha ido bastante más allá, aquella línea que no debería cruzar se desvanece. Valentina entona un canto de loas por… ¡tu cumpleaños!

¿Acaso pensábais que lo olvidaríamos?

Tu fiel asistente lo remarca susurrándote al oído para evitar interrumpir el momento. Has vivido 16 años, eres viudo y acabas de descubrir que tu padre no es quién pensabas. A punto de viajar al ducado de Bavaria, se monta esta maravillosa sorpresa.

Te tomas unos momentos para digerir los acontecimientos y un buen trozo de pastel. Luego, en un destello, ya estás en la diligencia saliendo de Florencia. Sin embargo, tu mente sigue incrustada en ese momento del primer bocado. El dulce sabor de la crema de almendras y la pasta de frambuesas jamás desaparecen de tu boca… o al menos, así ocurre en tu mente.

El viaje prueba ser muy tranquilo. Nada, en realidad, parece fuera de lo común. El tiempo estival es muy agradable para estar cruzando los Alpes, la selva negra al suroeste llena de vida te da la bienvenida a esta región del centro de Europa. Cruzando de oeste a este, finalmente el límite montañoso les da la bienvenida.
Imagen La vista es sobrecogedora, el aire fresco de las altura te llena de alegría. Las pocas personas con las que se han cruzado por el camino han intercambiado unas pocas palabras en latín o griego con ustedes.

Y vos, signore… ¿habéis aprendido algo de bávaro?

Otro destello en el tiempo surge, porque te quedas sin responder o al menos es lo que parece. Ya están llegando a destino: el castillo Von Murnau.
Imagen

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#84

Mensaje por PeteryPan » 08 Ago 2020, 09:36

La sorpresa sacude mi mente, ya de por sí sacudida por todo lo acontecido. Cuando descubro el motivo real de la celebración, que no es realmente el de mi marcha y confianza en el equipo, no puedo evitar llorar. Se trata de dejarme llevar hacia una reacción humana, donde muestro mi felicidad inesperada por lo que ha ocurrido de sorpresa y como una forma de expulsar todos los nervios y tensiones de los últimos días: un borrador para comenzar esta nueva etapa con un poco menos de vagaje. En lo borroso y titilante de mis lágrimas me da la sensación de ver la habitación más llena de luz de lo normal, como rodeada por un halo; pero esa imagen desaparece en cuanto me las enjuago con el dorso de la mano para acercarme a abrazar a Lorenzo y al resto del equipo. El sabor de la tarta es maravilloso, aunque no puedo evitar que la sombra del recuerdo de mi hermana nuble por un momento mi pensamiento.

Me despido de esta buena gente, agradecido y con entusiasmo. Mientras el cochero, con ayuda de Lorenzo, recoge el equipaje. Subimos al carruaje y una ligera sensación de vértigo me acompaña las primeras yardas de viaje, viendo como la puerta del taller desaparece en la lejanía. Algo dentro de mí me dice que el Piero que va a volver, cuando fuere que volviere, no va a ser el mismo Piero que se está marchando…

Quitando el traqueteo del carruaje, harto incómodo después de varias horas de viaje, éste se muestra espléndido: buen tiempo, paisajes que sobrecogen el alma, aire puro, tranquilidad. Después de los días acontecidos, estos momentos los guardo en mi mente como un bálsamo. Las gentes, escasas, parecen de buen carácter y puedo entenderme con ellas sin problemas. Al verlo, Lorenzo, siempre atento, me pregunta por mis conocimientos de bávaro, cuestión que me deja traspuesto; pues realmente sí tengo dominio de esa lengua, pero no acabo de ubicar de dónde provienen. Le contesto con un gesto de la cabeza al cabo de un tiempo demasiado largo, casi maleducado. Lorenzo olvida el suceso en cuanto vemos la imagen del castillo Von Murnau en la lejanía. La vista es cuanto menos magnífica, sobrecogedora, celestial…

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#85

Mensaje por Baudelaire » 08 Ago 2020, 17:15

De improviso, en medio de la contemplación de la majestuosidad del castillo, rechina el eje del carruaje. Luego se escucha un ruido de ruptura y la estructura cede, mientras Lorenzo intenta reaccionar ante una de las ruedas que comienza a acercarse peligrosamente a uno de los acantilados.

Falla miserablemente y recibe el golpe directo en el pecho, que lo empuja contra un grueso árbol al borde del abismo. Un quejido de raíces someras anuncia que el impacto ha sido suficiente para desestabilizar el enorme tronco. Corres hacia tu sirviente para evitar que caiga y llegas justo a tiempo para asirle de su cinturón. Apenas y puedes sostenerte a ti mismo, mientras él cuelga en vilo con su vida puesta en tu resistencia.

La tensión en tu musculatura es intensa y, al fondo, puedes observar un montón de rocas puntiagudas. Sabes que si lo sueltas, morirá destrozado al llegar al fondo. Estiras la otra mano para prenderte con fuerza de una raíz ganchuda que te sirve de soporte. Todo tu pecho se extiende como el pecho de un ave de gran envergadura, tu esternón parece a punto de hacerse jirones.

Signore, si insistís… los dos nos iremos con nuestro señor. Soltadme, por favor y salvaos vos. No es necesario que os sacrifiquéis por mi, soy un simple sirviente. Conseguiréis otro mejor.

La hebilla del cinturón, aún cosida al cuero, comienza a ceder. Te niegas rotundamente a hacerle caso, porque él está lejísimos de ser un simple sirviente. Pero tienes muy pocas opciones y demasiado poco tiempo para intentar algo.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#86

Mensaje por PeteryPan » 09 Ago 2020, 09:44

La tranquilidad y el encanto del paisaje se rompe con el chirriar ensordecedor del propio carruaje, conclusión a la que llego más tarde que mi querido Lorenzo, el cual es catapultado hacia el abismo por la fuerza del desajuste que sufre el carruaje al ceder el eje. Todo mi universo se condensa en un segundo en el que lo veo golpearse contra un árbol que se inclina, desafiante, sobre el acantilado; el cual no soporta el impacto comenzando a perder la batalla contra la gravedad y, con ello, la estabilidad.

Sin pensarlo salto del carro y corro lo más rápido que me permiten las piernas hasta que consigo agarrarlo del cinturón. Cualquier broma que pueda surgir de la situación se desvanece ante la fatalidad que implicarían sus consecuencias. De forma ajena a mi pensar consciente, miro el fondo mortal y me agarro con fuerza a una raíz que parece firme, una apreciación que hago más veloz que el vuelo de una golondrina. Mi cuerpo se encuentra de repente al límite de sus fuerzas, como no hace tanto también se encontraba; y, todo mi ser, se encuentra en el medio de dos oponentes que estiran hacia lados contrarios, aunque la Muerte parece estar sonriendo ganadora.

Lorenzo, de más rápido pensamiento que yo y con la cara desencajada por el terror, intenta hacerme cejar en mi esfuerzo; pero ni por asomo le hago caso. Al ver que el cinturón comienza a ceder, y notando que mi cuerpo no aguantará mucho más, sólo se me ocurre una idea. Le hago saber a Lorenzo que esté preparado y que me ayude con el movimiento, y con la misma fuerza que estoy requiriendo para sostenerlo sobre el vacío intento hacer un movimiento de vaivén para atraerlo hacia la pared de roca, buscando que de esta manera tenga alguna posibilidad de encontrar algo donde asirse. No es mi intención soltarlo en ningún momento, pero si se puede agarrar a algo aliviaría parte de mi esfuerzo finito.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#87

Mensaje por Baudelaire » 09 Ago 2020, 16:07

El efecto que intentas conseguir, ayudado por la conexión que tienes para comunicarte mediante gestos con Lorenzo… desde hace mucho, permite que suceda. Como un péndulo, con el peso de tu sirviente al extremo, el cinturón oscila desde el árbol inclinado formando un arco que va hacia el borde del acantilado.

Dicho coloso de madera y fuertes raíces, en cambio, termina por desprenderse ante la fuerza extra. Cae dando giros y, a pesar de su gruesa corteza, se parte en 4 grandes trozos al hacer contacto con las filosas rocas del fondo. Sus ramas y hojas se desprenden formando una nube de dosel que se eleva unos cuantos pies. Por unos instantes ves a Lorenzo o, incluso, a ti mismo sufriendo el mismo despedazamiento del vegetal.

Tu sirviente se las arregla para tomar otra raíz intentando repetir tu técnica pendular, pero esta vez ya está de pie en el borde del camino. Flectando un poco las rodillas, busca mantener una base más firme y equilibrada para el movimiento… puede usar ambas manos. Sin embargo, la hebilla termina por caer al suelo y los intentos de Lorenzo por atrapar el cinturón son en vano… tu caída ha comenzado, pero dado el impulso que se ha provocado tomas una trayectoria levemente diagonal.

Vas directo a otro árbol de la ladera, que tiene forma de gancho: las raíces parecen prenderse horizontalmente, mientras el tronco se curva hacia arriba junto con su follaje para poder atrapar los rayos solares del alba. Caes sobre su tronco como en una improvisada litera, tu nuca se golpea contra él. Es un buen remezón, insuficiente para aturdirte, pero te hace resbalar levemente quedando completamente acostado. Extiendes los brazos alrededor de tu propia cintura, para abrazar al árbol.

En este caso, las raíces se muestran mas firmes. Distinto al otro ejemplar que estaba completamente vertical y que, por ello, terminó en el fondo. La horizontalidad prueba ser mucho más estable, pero la ladera sigue siendo prácticamente vertical e inescalable sin una buena cuerda firmemente atada o sostenida por alguien desde el camino.

¡¿Estáis loco, signore Piero!? Habría sido más fácil soltarme, solamente habéis cambiado mi vida por la vuestra… y de verdad es algo que estoy lejos de entender, pero asumo que sois un hombre enormemente generoso. Si estáis dispuesto a sacrificados por mí, os aseguro que haré lo mis…

Por supuesto, es incapaz de terminar la frase, porque es el cochero quién da un grito y va rumbo a estrellarse contra el fondo del abismo. Completamente olvidado, estaba soportando su propio peso colgando del carruaje…. y no ha podido más. Esperas ver como se despedaza igual que el tronco hace un rato, pero la providencia divina tiene otros planes: el borde completo del camino deja de poder resistir el peso del vehículo que vuelve a girarse, haciendo que la otra rueda salga desprendida hacia el abismo.

La cuál, finalmente, sirve para amortiguar la caída del cochero. La garganta se estrecha hacia el fondo, por lo que queda perfectamente horizontal. Vicenzo se ve visiblemente magullado y está aturdido, pero la estructura de 6 rayos de la rueda le ha salvado la vida. Sacarlo de allí será una historia diferente y, nuevamente, te sorprendes por tu despreocupación por tu propio rescate. El sacrificio se ha incrustado en tu conducta, ya estás lejos de dudar en pagar con tu último aliento la posibilidad de salvar a alguien más.

¡Vicenzo!

El cochero, mueve unos cuantos dedos de la mano al escuchar su nombre, antes de desvanecerse completamente. Lorenzo, por su parte avanza por el camino para ubicarse verticalmente sobre ti.

Os voy a sacar, buscaré en el carrua...

La tremenda mole de la cabina termina por deslizarse y, con ello, la posibilidad de buscar en el equipaje algo con lo que subirte… se hace nula. Igual que el grueso tronco, se hace mil pedazos en el fondo. Luego de golpear contra una roca, justo para pasar por encima del pobre Vicenzo. La providencia divina sigue jugando a favor de tus sirvientes… ¿cómo lo hará contigo?

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#88

Mensaje por PeteryPan » 16 Ago 2020, 10:25

Sin ser capaz de entender toda la situación ni asimilar por completo, me encuentro de repente invertido en los papeles. De rescatador a rescatado, de héroe a víctima, de salvador a salvado... si todo sale bien.

Lorenzo se encuentra seguro, pese a sus reproches, e intenta ayudarme como puede. La mano del Altísimo nos está poniendo a prueba de nuevo, dejándonos un resquicio por el que respirar, incluso para el pobre cochero, cuya situación no sabría decir si es mejor o peor que la mía. Sin carruaje, las posibilidades de ayuda a través de alguna cuerda o similar se desvanecen. Compruebo la estabilidad del árbol y su robustez, y por el momento no parece que vaya a ceder hacia el abismo. Abismo al que, por cierto, evito mirar, pues una sensación de desvanecimiento me embarga al hacerlo… consciente del peligro que corro. Intento acercarme a la ladera para comprobar las posibilidades, escasas, de escalarla o al menos agarrarme en caso de que mi salvamento vegetal no aguante mi peso por más tiempo.

El castillo se encuentra muy cerca, pero quizás no lo suficiente como para que Lorenzo pueda ir y volver con ayuda... Pero gritar puede que sirva.

- ¡Lorenzo! ¿Ves alguna cosa por aquí que pueda servir? Una liana, una rama... ¿¡algo?! Si no me va a ser casi imposible escalar esta pared y la situación del cochero no es mucho mejor. Con lo cerca que estamos del castillo y la reveberación que pueden provocar estas colinas unos gritos de auxilio puede que atraigan la atención y la ayuda desde el castillo. Si no encuentras algo, gritaremos con todas nuestras fuerzas, ¿entendido?

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#89

Mensaje por Baudelaire » 16 Ago 2020, 15:11

Lorenzo se apresta para asentir, pero algunos brazos lo remueven rápidamente del borde. Una voz en bávaro le anuncia que el suelo podría deslizarse tal cuál lo ha hecho el carruaje, has entendido la idea general… pero es evidente que tu fiel criado piensa que está en serios problemas, cuándo en realidad se trata de la ayuda que ya ha llegado. Quizás el barullo de la mole rodando ha sido suficiente para alertar a la gente del castillo o, un vigía, ya había notado el acercamiento.

De cualquier modo, escuchas ruidos metálicos de martillos contra estacas, seguidos de un par de gruesas cuerdas de seda que se descuelgan por el borde del acantilado. Hombres vigorosos en armaduras de malla comienzan a descender, uno directo a recoger al pobre Vicenzo desde la rueda. Ésta cede, pero el cochero ya está seguro en brazos de su rescatador. Lo mismo que tú, que ya estás sano y salvo en el camino, contemplando el rostro confundido de Lorenzo. Te habla en florentino y en murmullos rápidos, temeroso de la situación que tú ya has evaluado como completamente segura.

Signore Piero. Estamos en problemas, son soldados armados y parece que nos toman prisioneros. Es mejor mantenernos tranquilos y hacer lo que nos indiquen. Quizás por alguna suma, a modo de rescate, podrían liberarnos. Después de todo, vuestro verdadero padre es el señor de este territorio.

Ha saltado a las conclusiones, hilándolas una tras otra casi con la perfección con la que Valentina lo hace en su telar. Claro, los tejidos que ella produce son de calidad. El razonamiento de Lorenzo, parece lógico, pero ha seguido un falso silogismo para llegar a la respuesta equivocada. Meditas en como explicarle, cuándo ves a un monje que surge de entre la multitud y se arrodilla junto a Vicenzo. Debe tener conocimientos de medicina, pues abre un morral para sacar sus utensilios y atenderlo. Incluso a la distancia, notas que se está recuperando con el tratamiento. Por supuesto, tu fiel criado de frente a ti, es incapaz de saber lo que ocurre.

¿Estáis bien, caballeros? Estábamos realizando un patrullaje de rutina y escuchamos el estruendo. Pocas personas vienen al castillo, pero nos habían comentado que un descendiente de la casa de Murnau regresaba al hogar… ¿acaso sois vos?

Las palabras, pronunciadas con calma y en bávaro por quién parece ser el capitán, te resultan más claras que hace un rato cuándo estabas abrazado al árbol ganchudo temiendo caer al abismo. La providencia sigue actuando en tu favor. Justo a tiempo, porque el borde del camino se agita, y algo mas de suelo se desliza.

Por cierto, mi nombre es Jacob. Soy el maestro de armas del castillo. Todo el mundo me llama Amable Jack.

Seguro que dice la verdad. Su armadura de placas hecha a la medida, con acero reluciente recién pulido y desherrumbrado entrega el mensaje claro de su posición. Su espada colgando al costado y dos hachas de batalla cruzadas en su espalda, mientras sostiene un yelmo cerrado con penacho en una mano, le hace ver todavía más imponente. Es un gigante de cuentos de hadas, enorme y gentil a la vez. No ha dudado un momento en que sois gente honesta que ha tenido un inconveniente, en lugar de siquiera pensar que podría tratarse de 3 espías fisgoneando en su territorio.

Luego, lo notas, el símbolo de las manos abrazando la cruz bruñida en su guantelete izquierdo. El cuadro se termina con el aroma de su capa de terciopelo finamente teñido en los colores de Bavaria, con su nombre completo bordado con filamentos de acero. Entonces sabes que podría ser uno de tus parientes: Jacob Murnau.

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Re: Malefitia imperium: Regule lingue soffice in cielo

#90

Mensaje por PeteryPan » 24 Ago 2020, 09:54

Parece que la ayuda llega, invocada por la Providencia. Mis conocimientos de bávaro me permiten relajarme y esperar que me rescaten, mientras el pobre Lorenzo no cabe en sí de los nervios creyéndose capturado y prisionero. Ver que el cochero también está sano y salvo, y en manos de un hombre versado en medicina, me tranquiliza aún más. Intento calmar a Lorenzo, pero el capitán interviene, rompiendo la oportunidad.

Sí, capitán, y gracias por su ayuda y la de sus hombres. Estoy en deuda con vos y profundamente agradecido. Soy Piero Sandretti y he sido convocado aquí, efectivamente, a través de un correo que me informaba que mi verdadero padre me reclama. Desconocía este dato sobre mi propia vida, así que mi desconcierto es máximo como comprenderéis.

Observo al capitán mientras hablo. Todo lo contrario a mí: enorme, preparado para la lucha, fuerte. Aunque parece expresar un carácter pacífico y confiado, y su voz y rostro lo embellecen junto con toda la parafernalia militar. En el momento en que distingo su emblema doy cuenta de quién puede ser.

Disculpe mi indiscreción, maestro de armas, pero ¿me equivoco si pienso que es Jacob Murnau, integrante de la familia a la que pertenece este castillo?

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