Interdicta plena: Morte'nte caligine

Desde la pureza del alma hacia la consagración inquisitorial

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Interdicta plena: Morte'nte caligine

#1

Mensaje por Baudelaire » 27 Jul 2019, 15:13

Autor: DeltaPi, 21/May/2019, 18:44


Una semana, una semana de búsqueda y ¿para qué? Simplemente para descubrir su cuerpo lleno de pústulas y laceraciones... Prácticamente, irreconocible.

¿Qué clase de muerte misericordiosa puede venir de tal sufrimiento? Sabe bien el corazón que tal es el menester de olvidar, pero decide recordar aquellas contingencias que siguieron la muerte de Orfeo.

Claro, su nombre lleva un aura de misterio. El legendario héroe helénico que ha logrado hacer llorar las piedras del mismísimo Tártaro, en presencia de Hades... quién también terminó por dejar caer algunas lágrimas. Hasta él se hallaba confundido por tal evento, nunca hubo pensado que tal trance mundano le humedecería el rostro gélido.

Pero allí estás, a un año del entierro. Un año de pena mezclada con incertidumbre, un año en que has aprendido el oficio y has sido reconocida. Ninguna puerta te ha impedido ir más allá, ya sea golpeándola y tumbándola, o quitándole aquéllo que impide el paso: una cerradura más o menos. Tu fuerza es tanto física como de espíritu y tu mente a veces puede quedarse atrás.

Los remos te han llevado al lugar, nadie ha querido acompañarte. Nadie. La creencia popular es que la peste seguirá allí a pesar de la pudrición y que finalmente te contagiarás y seguirás el mismo destino que tu esposo. Un poco más allá está la isla cementerio.
Imagen Algo de bruma se puede notar entre los cipreses y olmos, el muelle solamente contiene una barcaza. Tu botecillo podrá llevarte directamente a la puerta, ya sabes como entrarás. Lo importante es que, al menos, conseguiste que el cadáver se mantuviera intacto. Nada de cremaciones, solamente un ataúd bien sellado con brea para evitar que se escapen las interdicciones que dañan el alma... y hacen contraer la enfermedad.

Tu corazón es puro, muy puro. Pero una sombra de duda se cierne, ¿el cuerpo era de Orfeo o de cualquier otro infortunado que terminó así?

Autor: PaladinLasombra, 21/May/2019, 20:43


Es curioso cómo funciona la mente, como se graban detalles pequeños, pero quedan grandes espacios en blanco en la memoria, recuerdo el sonido del bote al llegar a la playa y recuerdo el frio que sentía al atravesar los árboles, el por qué estaba allí ya se había escapado de mi memoria, dudaba que en el ataúd estuviera el cuerpo de Orfeo, pero

¿Por qué?, ¿por qué? Mi corazón se negaba a creer lo que todos en el pueblo repetían, nunca recordé que locura me impulso a evitar que el cura cremara su cuerpo, ni que razón encontré para usar una fría noche de otoño para profanar su ataúd.

Mi esposo había muerto como otras decenas de desafortunados, todas víctimas de la peste, de la negra maldición con la que dios castigaba a su infiel rebaño, o por lo menos eso afirmaba el clero, nunca supe si creerlo o no, desde mi infancia nunca pude creer en un dios que había colocado a las mujeres para complacer a los hombres, pero la verdad se reflejaba en la realidad y no en mi mente y todas las dudas que pudiera albergar se desvanecían ante el hecho de que la enfermedad era real y espacia la muerte por las calles de Venecia.

Recuerdo también las últimas palabras que me dijo, como luego lo busque primero con ira, ya que había estado actuando extraño desde hace unas semanas y luego cuando el número de muertos por la peste creció y los días pasaron con preocupación. Al final, unos amigos encontraron su cadáver lleno de llagas y pústulas, tenía su ropa y su emblema del Gremio de Artesanos. Con apenas dos vistazos declararon a mi esposo muerto, ni siquiera esperaron a que yo viera el cadáver; cuando me permitieron verlo ya habían pasado por él, el cura, el alguacil y el burgomaestre del gremio. Todos habían certificado su muerte, y solamente me permitieron verlo para darle la despedida antes de incinerarlo, con los otros cadáveres de la peste. Pero algo más allá de mi comprensión o de mis recuerdos me hizo evitarlo; lloré y supliqué e interpreté el papel de esposa loca de pena, pero no me detuve hasta que lo vi enterrado en su ataúd sellado con brea.

Autor: DeltaPi, 21/May/2019, 22:19


Te sumes en tus recuerdos por unos instantes, que en tu mente parecen un eternidad. Cada detalle, cada paso, cada suspiro y cada murmullo se suceden como en un caleidoscopio.

Esquivas una góndola que se te aparece de pronto, lanzada otra vez a la realidad. Han pasado los 365 días, un muertaño se ha cumplido y todavía sientes la corrosión en tus entrañas. Esa incertidumbre que durante todo este tiempo apenas y te ha dejado dormir.
Imagen El hombre que lleva la pértiga solamente atina a hacerte un gesto obsceno con sus brazos, antes de seguir su rumbo. En un abrir y cerrar de ojos, ya estás al borde del acceso. Imagen Rejas y gruesos candados te recuerdan todos los obstáculos que hubiste debido pasar antes de que pudieran aceptar tus condiciones. Nada consiguió evitar tu ímpetu, nada podrá tampoco detenerte ahora. Acercas tu botecillo a las escalinatas y dejas caer tu improvisada ancla. Poco después notas que algo ha ocurrido con el ventanal ojival a la izquierda.

¡Vandalismo en el cementerio! Ni siquiera a las gentes difuntas se les deja en paz. Avanzas rápidamente por los peldaños y finalmente estás exactamente frente a la puerta. Rapidamente das cuenta de la combinación que abre los candados, traspasas el umbral y una vez dentro... vuelves a cerrarlos prolijamente. El patio de acceso te da la bienvenida sin que la bruma pierda su infranqueable petulancia.
Imagen Autor: PaladinLasombra, 23/May/2019, 08:14


Bajo a las catacumbas, a paso lento; una parte de mi mente sigue pensando en el pasado, en cada una de las barreras que habia tenido que superar cada uno de los prejuicios con los que me tropecen el camino, como al verme en la necesidad luego de la muerte de Orfeo cogí sus herramientas y seguí prestando su oficio. Después de todo, solamente un cruel giro del destino lo había colocado a él por encima de mí, solamente un instante de debilidad había bastado para arrebatarme mi independencia; convenciendo a mis familia de concretar un matrimonio con él que sería el mejor cerrajero de mi generación en Venecia. Pero si tan solo los dolores y la sangre no me hubieran atormentado ese día, yo habría ganado esa competencia...

No hace falta escarbar tanto en odios pasados.

Pienso, al final sin importar más; él se convirtió en mi marido y por el tiempo que estuvimos juntos, fuimos razonablemente felices. Lo suficiente para extrañarlo, lo suficiente para pensar todo el muertaño en él y para mantener vivo su recuerdo. Su apellido y los Médici seguirían en el gremio de la cerrajería, sus hornos continuarían encendidos forjando nuevos candados; y su juego de herramientas se mantendría en uso, no es sus manos, pero si en las manos de una Médici... las mías.

¿Sabiendo lo que hago ahora con tus herramientas te sentirías orgulloso o decepcionado, Orfeo?

Me pregunto mientras paso la mano por su nombre grabado en las ganzúas que he usado para abrir el viejo candado del cementerio.

Pero lo hago por nosostros, por ti, por mí. Para aclarar todas estas dudas que carcomen mi mente, desde hace un año; para reencontrarnos, para demostrarle a todo el mundo que sigues vivo, que tengo razón.

Recuerdo cuando te hube enterrado, una ceremonia simple y sencilla, pero correcta dentro de la religión Católica; tú siempre fuiste muy religioso, quizás demasiado, pero aún así respeté los que suponía que eran tus deseos.

Y aquí estoy yo, un año después, frente a tu ataúd. Una parte de mí pensaba que ésto era solamente una manera de cerrar un ciclo, de despedirme de él en la intimidad, pero otra parte…


Aun así, respiro hondo y encajo otra vez la daga, en la tapa del ataúd; su daga, mi daga con su nombre aún grabado en la empuñadura, y tiro hasta abrir el sarcófago para así ver su cuerpo.

En aquélla ocasíon, extraje la tapa y un cadáver lleno de pústulas y llagas me devolvía la mirada, a través de sus cuencas vacías. Lo contemplé por un momento y luego otro, hasta que el hedor hubo inundado la cámara y no lo pudé soportar. Corrí subiendo de dos en dos las escaleras que tardé tanto en atravesar, pero me tomó un poco más de tiempo abrir la cerradura de la camara; pues las manos me temblaban, pero lo conseguí y avancé hasta llegar a la playa.

No se que espero encontrar, en la tumba no puede quedar más que un esqueleto irreconocible; lo sé, pero aun así tengo que comprovarlo, pero mi mente sigue pensando que algo falta... que hay algo que se me está escapando.

¿Ahora que haré, Orfeo?

Pienso antes de apagar la antorcha y sumergirme en la oscuridad.

Autor: DeltaPi, 23/May/2019, 17:44


A medida que tus recuerdos del pasado siguen confundiéndose con la realidad presente, notas que tu temporalidad se hace cada vez más inextrincable. En tu mente, una parte de ti sigue gritándote: "¡loca!"; mientras la otra, más pura y llena de beatitud te anuncia con una voz dulce "¡la verdad se halla siempre en tu corazón"!.

Ya centrada en tu momento actual y en plena oscuridad, tu antorcha vuelve a encenderse de súbito. El ataúd ya no tiene su sello de brea, es más que evidente. La tapa está descorrida y tu mirada se niega a aceptarlo.

Acercas un poco más la fuente de luz y te convences, ningún resto al interior. Ni un trozo de cartílago, ni un huecesillo de su mano, ni siquiera los filamentos de su mortaja... ¡nada! Nada hay allí.

Miras desconcertada alrededor, sin detenerte a considerar porqué tu antorcha está brillando de nuevo. Ninguna huella encuentras a tu alrededor, ninguna marca de forzamiento, ni una gota de brea. Nada... ¡nada!

Intentas apagar la antorcha de nuevo y no lo consigues, la llama simplemente oscila. Parece burlarse de ti, como una criatura viva, como un bufón de fuego.

Cierras y vuelves a abrir los ojos, por si se trata de algún mal sueño. Estás al final de la escalera, justo en la catacumba, recién has terminado de bajar. Todo ha ocurrido solamente en tu imaginación... ¿o quizás no?

La cripta está completamente vacía, ninguna estatua de los Médici ni del gremio de cerrajeros. No hay ataúd, no hay ofrendas... ¡nada!

Avanzas con cautela y al alargar tu brazo un poco más adelante, notas que todo está allí. La penumbra te ha confundiodo, horriblemente. Clavas tu daga en el sello de brea, la giras para desprenderla, casi como en un reflejo. Sientes que es exactamente el mismo movimiento de hace un año, abriendo la tapa y al contemplar el interior a plena luz de tu antorcha... el cadáver de Orfeo está allí, prístino y sin pústula alguna. Absolutamente inmaculado y sin llagas, todo parece una nebulosa broma de pésimo gusto.

Llevas tu mano libre sobre tus ojos y los friegas frenéticamente. Al posar nuevamente tu mirada te das cuenta que todo es cierto. Un cadáver sin signo alguno de putrefacción.

Miras alrededor y sientes el peso de la providencia en tus hombros. Orfeo está bendito, quizás en el próximo muertaños se levantará como Lázaro... pero sin su hedor nauseabundo. Tocas tu nariz y solamente percibes un intenso aroma a rosas frescas.
Imagen El ramo está justo cubriendo una placa conmemoratoria... ¿quién la ha encargado? ¿quién trajo el arreglo floral? ¿será útil quitarlo y mirar debajo?

Autor: PaladinLasombra, 28/May/2019, 18:00


Respiro una y otra vez intentando superar lo ocurrido, los recuerdos de hace un año se superponen en el presente, confundiéndome, abrumándome, intento acompasar el ritmo de mi respiración

-Cálmate- me digo a mí misma en voz alta intentando que el sonido me ayude a diferenciar la realidad.

Recuerdo que hace un año mi mente pensaba que no era el cadáver de Orfeo el que estaba contemplando y quizás fuera cierto, yo había visto un cadáver cubierto de llagas iniciando la putrefacción, esta vez veo el rosto de mi Esposo como un hombre todavía vivo. Solo la ausencia de respiración le delata como un muerto y el aroma de las flores, es de las mismas rosas blancas que había dejado sobre su tumba cuando murió.

Imperita y con la incredulidad todavía reflejada en el rostro comienzo a girar de cabeza del cuerpo de Orfeo hacia la antorcha que se niega a apagarse y de vuelta mientras... una, dos, tres veces; mientras mi pecho se agita con cada respiración recuerdo unas palabras del Burgomaestre del Gremio de Cerrajeros, cuando le había mencionado mis dudas sobre la muerte de Orfeo.

Ten cuidado con lo que dices, pues en la oscuridad habita más de una criatura que se puede aprovechar de tus deseos.

¿Sería acaso eso cierto, Orfeo? ¿estás tú aquí bendito por ese dios en el que tanto creíste o eres una criatura de la oscuridad?

-¡Por favor dios dame una pista!- grito al vacío esperando respuesta. En ese momento la luz de la antorcha me ilumina la tarjeta bajo el ramo de rosas y me fijo en el nombre que está escrito debajo.

Autor: DeltaPi, 30/May/2019, 00:32


¿Quieres una pista? ¿acaso piensas que te bastaría con una?

Estás confundida nuevamente, miras a tu alrededor sin poder encontrar el origen de la voz. Quizás todo sigue ocurriendo en tu cabeza, sin que puedas evitarlo.

La luz de la antorcha parece incrementarse cuando finalmente te atreves a quitar el ramo para leer la nota. Imposible, imposible, te repites demasiadas veces en tu propia cabeza.

El nombre está claro como el agua, es tu nombre. Son tus flores, prístinas después de un año. Orfeo debe haber estado todo este tiempo cuidándolas.

¡Otro pensamiento inútil y desquiciado!

Pero, es cierto, solamente él ha estado aquí todo este tiempo. Su rostro casi sonríe y su piel parece menos pálida. La ropa mortuoria está intacta. Sus ojos, cerrados, con esas pestañas que te encantan. Ninguna se ha caído. Su nariz, tan delgada y elegante a la vez, hasta parece inflarse suavemente como si su respiración viene a acariciarte.

Ahora te imaginas cosas, pero es imposibe evitarlo.

Esa palabra otra vez.

¿Qué es imposible?

El mundo está lleno de milagros, simplemente hace falta detenerse a contemplarlos. Aquí frente a ti, frente a tu corazón, uno muy importante. Prístino y casi con su corazón latiendo.

Hasta te dan ganas de poner tu mano sobre su pecho... quizás con tu toque podrá bombear nuevamente sangre y Orfeo, tu amor, recuperará el aliento.

Autor: PaladinLasombra, 01/Jun/2019, 23:50


Pongo la mano en su pecho esperando sentir su respiración de un momento a otro; pero nada ocurre, solamente siento el calor de la antorcha en contraste con el frío del mausoleo. Y espero 1, 2, 3 minutos; o tal vez eran solo segundos, pero no importa sigo esperando con la mano es su pecho.

-Nada es imposible- me digo a mí misma y presiono con más fuerza el pecho de Orfeo.

Pero aun así, nada pasa; ninguna chispa de vida vuelve a su cadáver inerte, ¿por qué pasa esto? ¿Por qué? Todo indica que fueron mis deseos los que conservaron a Orfeo cual vivo durante todo este tiempo sus ropas impolutas, las rosas aún frescas; pero si algún dios escuchó mis deseos en ese momento, no los escucha ahora.

-Es mejor así- dice una voz dentro de mi cabeza –¿quieres volver a estar en la casa, todo el día esperando su regreso?

Ahora eres cerrajera profesional, tienes el cargo que él te arrebato por un cruel giro del destino; todo lo que ha pasado... ha sido justo además ni siquiera lo amabas, muerto esta mejor que vivo.-


Esa voz me hizo temblar por un instante. Sí, aunque una parte de mi extrañaba a Orfeo, no podía negar que mi situación había mejorado mucho; no había un hombre detrás de mi diciéndome que hacer, era libre por fin había alcanzado lo que tanto anhelaba. Pero mi mente seguía atrapada aquí, en este cementerio, había estado dándole vueltas a la idea de volver y verlo desde hace un año. ¿Por qué? ¿Sería por culpa?.

¿Cómo entonces mis deseos lo mantuvieron pristisimo durante todo un año? Recuerdo su funeral y las rosas blancas que le dejé... ¿estaba triste o feliz por su muerte? Por más que me esfuerce no puedo recordar algún sentimiento de tristeza, solamente ira; ira al saber de que tantos hombres malos vivían y Orfeo tuviera que morir, pasara lo que pasara él era un hombre bueno, un hombre justo ayudaba a los pobres. Él consolaba a los necesitados, seguía todas las normas de un “buen cristiano” y va su dios y se lo lleva de este mundo.

Si recuerdo mi ira, porque sin importar que Orfeo hubiera tomado mi puesto en el gremio de cerrajeros, él no merecía morir. U lo justo es que si está en mis manos volverlo a la vida lo haga.

Aparto de mi mente cualquier pensamiento mezquino y me aferro al mismo deseo que me aferré hace un año en el funeral. Justicia, eso que tanta falta le hace al mundo, en ese dios si creeré no en el que nos llama a dar la otra mejilla; creeré en el dios que protege a los necesitados un dios con su balanza alzada un dios ante todo justo.

-Nada será como antes Orfeo- le digo al cadáver -pero para ti las cosas serán de nuevo.

Y ya con mi mente concentrada en un solo deseo vuelvo a poner la mano es su pecho…

Autor: DeltaPi, 02/Jun/2019, 19:30


Por unos instantes, segundos o fracción de ellos, percibes la presión en tu mano. El golpe acompasado de uno o dos pulsos muy leves, apenas leves vibraciones. Tan rapido como han surgido desde el pecho de Orfeo, desaparecen en el frío del mausoleo y su piel igualmente alabastrada.

Al contrario, tu pecho se acelera como jamás en tu vida. Tu corazón está apunto de salirse entre tus costillas y saltar de entre tus pechos, que ahora se sienten como dos cerezas al lado del tamaño del órgano que viene a avisarte que aquellos sentimientos siguen dentro de ti.
Fueran los que hayan sido, sean los que te inundan ahora o los que vendrán... aparecen y te recuerdan que el mundo puede ser un lugar muy injusto. Sin embargo, son las personas de buen corazón quienes hacen la diferencia. Orfeo jamás se rindió, nunca dio un paso atrás en su desinteresado deseo de ayudar a quién lo necesitase. Hoy, te hace más sentido que en cualquier otro momento.

La antorcha comienza a acabarse, pero tu espíritu renovado ha alcanzado una llamarada de gloria. Nada puedes comprender completamente, tu intelecto está superado con creces. Sin embargo, tu alma se alza conmovida y restaurada. Estás lista para la búsqueda, para encontrar la verdad... la que Orfeo siempre hubo buscado hasta el día de su muerte y nunca fue suficiente.

¿Estás lista para hacer la diferencia o te zambullirás en la autocomplacencia?

Autor: PaladinLasombra, 03/Jun/2019, 20:28


-Estoy lista- le respondo a la voz en mi cabeza,

Como respuesta veo una figura alada en el cielo despejado emitiendo luz tan fuerte que enceguece, apenas veo su contorno. En su mano derecha porta una espada y en la izquierda una balanza, despacio desciende a mí, no puedo ver su rostro; pero sé que emana sabiduría y misericordia... y la luz, esa luz, me baña y me calma de alguna manera. Sin poder evitarlo caigo de rodillas, pero el ángel me levanta con un gesto, me tiende sus manos y me ofrece sus instrumentos; de algún modo sé que tengo que escoger, solo tardo una milésima de segundo en tomar la balanza con las dos manos.

Es esto lo que el mundo necesita, nada de frases ambiguas, nada de consejos vagos; la sabiduría es soportada por la justicia y la misericordia solo es posible en un mundo justo.

Una imagen tras otra, acuden a mi cabeza... me veo a mí misma colocando las manos sobre un enfermo ayudándolo a sanar, a un homicida que escapa de la ley solo para terminar en mis manos, a una familia que se ha quedado sin techo a la que le encuentro cobijo; pero las imágenes cambian y veo al hombre que curé, ahora siendo destrozado por monstruos con forma de lobo; al homicida combatiendo conmigo hasta hacerme retroceder y a la familia inconsciente mientras un monstruo de piel pálida les drena la sangre uno por uno. Mi respiración y mi pulso se aceleran y ahogo un grito ante la injusticia... de nada sirve, de nada servirán todos los esfuerzos.

-Toma– y me tiende la espada –también vas a necesitar esto.-

No agarro la espada, estaba segura que tenía que escoger, si de algo estaba segura era de eso y entre poseer la fuerza o impartir justicia siempre he tenido claro cuál preferiré.

¿Es una prueba quizás? No lo sé, pero aun así me mantengo firme sujetando la balanza.

-No hay elección correcta solamente la certeza que necesitarás ambas.-

La voz me suena familiar, la he escuchado antes, de eso estoy segura.

-¿Orfeo?-

El ángel desaparece y me encuentro de rodillas en la fría mazmorra, intentado asimilar lo que he visto, intentando decidir si es real u otra jugarreta de mi mente. Me veo las manos, vacías, no hay ninguna balanza cerca.

De pronto el sonido se hace más fuerte y el latir del corazón de Orfeo me devuelve a la realidad, lo veo mientras el sonido se hace más fuerte y cuando me paro sus tristes ojos como avellanas me devuelven la mirada.

Autor: DeltaPi, 04/Jun/2019, 19:36


Sus ojos como avellanas están cerrados luego de un pestañazo, las flores de pronto se marchitan y la antorcha finalmente se apaga en una exhalación de humo negro astringente.

Es imposible evitar que las lágrimas de la fricción comiencen a caer desde tus ojos. Una mezcla de dolor, ardor y prurito te llenan todo el rostro. Nada puedes ver entre la oscuridad y la implacable necesidad de cerrarlos para evitar más daño.

La voz del ángel resuena directamente en tu corazón.

Sé fuerte, sé tú misma... alcanza tus sueños.

Y tan pronto como te acaricia las venas, se desvanece como un dulce recuerdo. Todo lo acontecido, desde la entrada al mausoleo te parece una eternidad.
Imagen La suave luz del mediodía se cuela por una rendija pequeñísima, poco a poco se ilumina la tumba. El cadáver de Orfeo ha desaparecido, lo sabes tan pronto has podido abrir los ojos y observar allí. Las flores, están comidas por los hongos, pero todavía tienen su maravilloso aroma.

Vivo o muerto, aquí en su ataúd o quizás dónde... Orfeo nunca te ha dejado. Tu cabeza te duele mucho, casi como un golpe de piedra. Te tocas la frente y un hilillo de sangre cae de ella, aparentemente te desmayaste y te golpeaste en el borde del sepulcro con la emanación de los gases de la antorcha.

Sobrenatural o mundano, poco importa ya. Un ángel te ha tocado y te ha mostrado que el amor siempre triunfa.

¿Qué hacer ahora? ¿regresar al taller? ¿buscar a Orfeo por el cementerio? ¿intentar descubrir algún indicio aquí en la cripta?

Autor: PaladinLasombra, 17/Jun/2019, 19:24


Me palpo la cabeza y siento un hilo de sangre corriendo a través de mi frente. Iintento pensar que hacer ahora pero el latido en mi cabeza me lo impide, veo que a pesar de que el cadáver de Orfeo no está siento conmigo su presencia, que me está protegiendo para que juntos podamos hacer mucho más de lo que hizo en vida.

Recorro las catacumbas de manera apresurada intentando despejar mi mente de lo que ha ocurrido, y asegurándome de que nadie haya estado en ellas recientemente: Creo en Orfeo y quiero creer que hay un poder mayor clamando justicia; pero no voy a ser víctima de una broma, asi que a oscuras e iluminada solo por la antorcha me adentro a la oscuridad.

-Siempre fuiste muy incrédula, Amore Mio- dice una voz en mi cabeza

No tienes idea de cuantas ganas tengo de que todo esto sea verdad, pero si algo he aprendido es que esos momentos son los mejores para ser cuatelosa.

Autor: DeltaPi, 18/Jun/2019, 23:24


Te internas en las tinieblas que inundan el resto de las catacumbas, con tu cuerpo deambulas como presa por un celo enorme... mientras en tu mente vagabundeas por un bosque de pensamientos tan densos como la oscuridad más profunda.

Nada más puedes hallar, ninguna presencia y ninguna voz. Todo a tu alrededor parece tan tranquilo que como justo antes de haber llegado. Vuelves a la realidad al darte cuenta que, sin notarlo has regresado al acceso del mausoleo.

Ningun alma humana viva por los alrededores. Y cualquiera que esté perdida en este mundo y el otro, deberá expurgar sus culpas y buscar la sabiduría. Cualquier otra persona se habría lanzado al abismo, pero tú eres una mujer fuerte y tu fe está renovada.

¿Adónde llevar la justicia? ¿a quién hacer parte de este insólito e inexplicable acontecimiento? Dondequiera que Orfeo marche, te encaminarás tú. Sin embargo, por ahora, te sientes más tranquila y el dolor de la cabeza cede lentamente. Tu corazón se llena de calma y de paz.

¿Adónde ir ahora?

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Leohan
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#2

Mensaje por Leohan » 17 Abr 2020, 13:24

A dónde ir ahora... No es una pregunta sencilla. Ahora que lo recuerdo, no volví para cerrar el ataúd de Orfeo. Miro hacia atrás...

Mis nudillos huelen a rosas. Mis rosas. Si es así, si mis deseos han mantenido vivo a Orfeo, como mantuvieron vivas a las flores; no veo motivo para cerrar el ataud, ya sea que esté o no adentro.

...Tomo un par de ganzúas de mi bolsa y las dejo a la entrada de la estructura. Va a necesitarlas para salir. Comienzo mi regreso.

Me ha visitado un ser celestial con un mensaje. Una misión de impartir justicia. Según las historias de las que hablaba Orfeo, hay un nombre para éso: ¿Soy una profeta, acaso? Sin embargo, no puedo recurrir a la iglesia. En el mejor de los casos, hay mucha gente que estaría feliz de verme acusada de esa enfermedad femenina de infinitos síntomas, la histeria. En el peor de los casos, sería quemada en la hoguera por herejía. E incluso si por una fuerza de milagro logro convencerles, aún no tendría una justificación válida para haber venido aquí y desecrar el mausoleo Medici en primer lugar.

A mitad del camino de vuelta me río de mi propio gesto. Muy bien, le he dejado ganzúas a Orfeo. Qué hará luego de abrir la puerta ¿Nadar hacia Cannaregio para ir y decir hola? ¿Gracias por sacarme de allí, estaba muy apretado? Qué estupidez.

Dejo la antorcha en el suelo. Preferiría no tenerla prendida tan cerca de la entrada, pero ya ha oscurecido demasiado y no puedo deshacer éstos candados sólo por tacto. No parece que hubiera actividad afuera, igualmente. De seguro una pequeña luz en medio del río no causaría una conmoción. Los abro con facilidad y, como hice al llegar, cierro detrás de mí. Giro a mi derecha para apurarme a mi bote... Pero algo llama mi atención. Un reflejo casi enterrado por una capa de musgo. Curioso. Excavo con mis cortas uñas para sacar un pequeño pedazo de vidrio oscuro.

Miro arriba, recordando la ventana rota. Pero si el vidrio terminó afuera...

Extraño ¿Por qué un vándalo se molestaría en entrar al cementerio sólo para romper las ventanas desde adentro?

...Mejor regresar a casa. Debo despertarme temprano mañana.
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Me he tomado unas pocas libertades sobre el final, espero que esté bien. Tampoco sé si es preferible éste tipo de posts largos o si debería entrecortarlo para ver si suceden otras cosas.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#3

Mensaje por Baudelaire » 17 Abr 2020, 15:52

Sintiendo una extraña mezcla de calma, incertidumbre y deseo en tu alma; te acercas hacia el botecillo amarrado al pequeño pilote. Un ave de pelaje blanquecino refleja la luz del cielo, encegueciéndote por algunos segundos.

Sin que tengas claro como ha sido posible, observas a un niño de rizos rubios y entrelazados, que está nadando junto a él. Un pez sale de la superficie, arrojado por sus manitas y cae en el piso. Con más atención, notas que ya hay unos 5 apilados.

En ningún caso te mira de regreso, parece ensimismado en su tarea. Hasta que finalmente sube y ves que sus ojos son tan azules como el mar turquesa al alba. Te sonríe y podrías calcular que aquel pequeño está rozando los 6 años. De dónde ha salido y el porqué de su actitud simplemente te hacen sobresaltarte.

¿Acaso un espíritu del agua ha cobrado forma respondiendo a tu corazón o es que has vuelto a delirar igual que en el sepulcro?

Lo cierto ese que está completamente desnudo y su sonrisa es tan transparente que te es imposible evitar devolvérsela. El brillo en sus ojos muestra una pureza que solamente te recuerda a Orfeo.
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Tómate las libertades que quieras, como te explicaba por mensaje privado. Es parte del proceso de apropiación de tu personaje. El preludio es la oportunidad para hacer ese contacto con Anais, para ajustar sus inquietudes y motivaciones, para explorar esos rincones oscuros de su interior y la manera en que se muestra al mundo. Sigue adelante, sin temor alguno… que la partida está pensada para que te zambullas en ella y chapotees por dónde te parezca mejor, igual que el querubín que se ha acercado a ella. ;)

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Leohan
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#4

Mensaje por Leohan » 17 Abr 2020, 20:51

Sonrío al niño a su vez mientras él comienza a ascender los escalones, observando con el rabillo de mi ojo a los pescados en el piso ¿Estuvieron todo el tiempo allí? El último aún sigue chapoteando. Mi mirada luego se desvía al ave resplandeciente que me había cegado...

Una gaviota, tranquilamente reposando en el agua. Como cientos de gaviotas en Venecia, si bien particularmente blanca.

Supongo que no mencionaban ésta parte en tus historias ¿Eh, Orfeo? El momento en que la profeta debe enfrentarse a la realista posibilidad de que se ha vuelto completamente loca, es decir.

Me doy cuenta de que nos hemos estado mirando durante unos veinte segundos. Bueno, no es necesario hacer que ésto se vuelva aún más raro. Comienzo a ponerme de cuclillas para poner mi mirada a su nivel y, finalmente, me siento en la escalera. El escalón está húmedo, pero justamente por ese motivo debería cuidarme de no resbalar.

Buenas noches, bambino, le digo, manteniendo mi sonrisa. Me gusta ésa forma que tienes de pescar... ¿Estás solo?

Viéndolo bien, y quitando las circunstancias, es realmente un muchacho muy lindo. Siempre he sentido afinidad por los niños. Y verlos suele recordarme a esos días, ahora distantes, en que leía relatos fantasiosos a mis primos menores para ayudarlos a dormir. Cualesquiera sean mis sentimientos acerca de cómo la así llamada muerte de Orfeo me afectó profesionalmente, hay un pensamiento que nunca pude abandonar.

Si tan sólo por lo menos me hubiera dejado un hijo.

Mientras más veo al niño, menos puedo evitar notar el brillo de mi marido en sus ojos... Me pregunto, si él me hubiera dado un hijo, si tendría ojos similares


A falta de respuesta, decido hablar nuevamente.

Debes de tener frío, así desnudo en el río ¿Verdad? Debería haber una manta seca en el bote, debajo del asiento. Puedes tomarla si quieres.

Si. Tratar ésta situación como si fuera algo completamente normal. Porque éso hacen las personas razonables ¿Cierto?

Intento apagar la parte de mi cerebro que está pensando demasiado en lo que sucede. A ésta altura ¿A quién le importa lo "razonable"?

Acerco mi antorcha, a su vez, para proporcionar una fuente de calor.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#5

Mensaje por Baudelaire » 17 Abr 2020, 23:50

Tus pensamientos continúan desbordándose como una gran cascada, dejando algunas pausas para ver si la voz de los cielos vuelve a responderte. Nada. Absolutamente nada. Lo único que sigues recibiendo es la prístina claridad del niño desnudo, del ave y del agua.

Saluti, signora. Io sto con la tua presenzia. No ritornerà ma solitudine.

Cuándo le ofreces la manta, te indica que sabe dónde está y retira su ropa. Un humilde pantalón rasgado junto a una blusa deslavada que parece del siglo pasado. Se sacude como un gato y salpicándote un poco, se viste.

Vado a cucinare les pesci con el tuo fuoco.

Saca una gruesa vara y atraviesa los peces, acercándolos a la llama.

Come ti piace la carni? ben cotta, a pontini o al sangue?

Te sonríe nuevamente, mientras hueles el delicioso aroma del asado improvisado.

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Leohan
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#6

Mensaje por Leohan » 18 Abr 2020, 00:54

...Supongo que es cierto. Ninguno de nosotros está sólo técnicamente ¿Verdad?

Mi piace ben cotta. Grazie per prendere suficenti per noi due, respondo, aún asimilando la situación y acercando la llama. No he cenado, ahora que lo pienso, por lo que es difícil encontrar motivos para negarme, dadas las circunstancias. Mi chiamo Anais; Cual è il tuo nome?

El ave sigue allí, en el río. Estática. Tengo la sensación de que hay un motivo para todo ésto. Algún tipo de señal. Pero sea lo que sea se me está escapando. Todo es demasiado extraño.

Miro a mi daga, por un momento pienso en ofrecersela, pero inmediatamente me arrepiento.

Hai bisogno di aiuta? Pregunto con una sonrisa. Posso tagliare la testa e estrattare le lesche, se lo vuoi.

No seré cocinera de profesión, pero si puedo manejar objetos afilados en vez de dárselos a niños, quizás ésa sea la mejor opción.
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Última edición por Leohan el 18 Abr 2020, 04:24, editado 2 veces en total.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#7

Mensaje por Baudelaire » 18 Abr 2020, 01:57

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Si hablas italiano, atento a corregirme… estoy improvisando. Se parece bastante al castellano, pero probablemente terminaré volviendo a él en algún momento. Es parte de la inmersión.
Aunque, ciertamente, para mantener la rigurosidad. Hay muchas lenguas en Italia, especialmente hace más de 500 años.

http://lenguas-y-culturas.blogspot.com/ ... ciano.html

Anaís habla veneciano y las otras que están en la hoja de personaje. Todavía el estándar de la península está por desarrollarse, pero debería haber cierta inteligibilidad. Aunque, entiendo que incluso hoy (el breve análisis en el blog es de hace más de 10 años) las diferencias pueden ser significativas. El uso de ser y estar o de haber y tener dependerán de si te hayas al norte o al sur. Aunque, probablemente tu sabes más que yo del tema… :lol:

Puedes utilizar "Comentarios/Notas" en caso que necesites apuntar cierta información o enlaces que te parezcan relevantes para profundizar el trasfondo histórico de tu personaje. Así podré leerlo y darle más consistencia a lo que narraré.

Lo que está claro es que tanto el italiano como el francés fueron impuestos forzadamente a partir de la región dominante. El castellano, por el contrario, se expandió sin mayor interferencia estatal… la gente en la península ibérica lo necesitaba para comerciar. El idioma que nadie hablaba y evitaba los sesgos locales.

El hermoso niño te mira, nuevamente con ternura. Agradece que le compartas su nombre y procede a decir el suyo.

Museo, señora. Soy Museo, mi madre eligió mi nombre del hijo de Orfeo.

Coincidencia o no, algo del aire extraño del querubín parece desvanecerse por un momento. Si de verdad tiene una madre, debe haber una razón para que haya elegido llamar a su hijo así.

Tus pensamientos parecen ser respondidos cuándo el avecilla se posa en el hombro del niño.

Ella es Eurídice, mi mascota. Me muestra dónde están los mejores peces. Siempre le doy el más grande, pero a ella le gusta a pontini. Sino se quema el pico.

Ríe de buena gana y te es imposible evitar contagiarte, mientras comparten el proceso del asado. Te deja ayudarle, mientras cuidas que se mantenga alejado de tu daga. Aunque en ningún momento parece prestarle demasiada atención. A medida que quitas las cabezas, se las va lanzando a su avecilla que picotea los ojos con avidez. Luego envuelve lo que sobra en un grueso pañuelo que saca también de debajo de tu manta.

Es para mi hermana pequeña, le voy a preparar una sopa en la choza. Sé que le encantará

Apunta hacia un islote en que apenas hay un montón de varas cubiertas por algunas hojas.

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Leohan
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#8

Mensaje por Leohan » 18 Abr 2020, 04:22

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La forma graciosa del niño de hablar y moverse ya me hará sonreir, pero es al llamarme "señora" que no puedo evitar una carcajada. Con mis catorce jóvenes años, no me es exactamente habitual escuchar éso.

Hay, sin embargo, un momento particular en que mi semblante cambia.

Museo, figlio da Orfeo... respondo. Ammeto da non conoscere quella storia, in particolare.

Hijo de Orfeo... Veo nuevamente el brillo de sus ojos. Un brillo como el de él.

Me pregunto, si él me hubiera dado un hijo, si tendría ojos similares

Al serme presentada, y antes de divagar demasiado en lo otro, cambio la dirección de mi mirada a Eurídice. Hasta donde me concierne, establecemos un intenso intercambio de miradas. Aunque probablemente la gaviota lo sienta como una humana con ojos grandes extrañamente quieta.

Y Orfeo descendió a la tierra donde los muertos habitan con una plegaria; una ilusión imposible. Traer consigo a su esposa Eurídice. Devolverle la vida. Sus suplicios conmovieron al mismo Hades, con quien hizo un trato: "Lleva a tu esposa contigo, pero no mires atrás. Deberás confiar en que ella te seguirá."

...Yo nunca me he retenido de tomar roles masculinos, éso es cierto.

Pero Orfeo; torpe, impaciente Orfeo, miró hacia atrás ni bien hubo salido del Inframundo. Ya que no podía esperar para ver nuevamente a su esposa... y ella permaneció adentro.


Sigo contemplando al ave.

Yo también miré atrás. Tuve que volver. Asegurarme de que estuviera vivo… ¿qué significa éso para tí, Eurídice?

El pájaro come los ojos del primer pescado, claramente ignorante de mis pensamientos. Intento despejar mi mente.

Historias, Medici. Relatos absurdos de un tiempo que nadie recuerda.

Por lo demás, es una cena placentera. No hablamos demasiado, la compañía del niño es... tranquilizadora, creo que es la palabra.

Hai una sorellina? pregunto, dirigiendo la mirada al islote ¿Cómo no lo había notado antes? Lo que es más, a cierto nivel no esperaba que Museo tuviera un hogar o una familia. Lo imaginaba como un querubín visitando la tierra, o algo así como un espíritu del agua andando, apropiadamente, en la ciudad del agua. Voi vivi con la vostra mamma?

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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#9

Mensaje por Baudelaire » 18 Abr 2020, 16:01

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Me basta que tu conocimiento sea mayor que el mío para hacer un acto de humildad. Sigue usando el idioma para la inmersión, con toda la tranquilidad del mundo. Mi comentario era para enfatizar la diversidad lingüística italiana de la época. La diégesis, la conexión entre lo que sabes y lo que sabe Anaís respecto a la lengua, ayuda muchísimo a hacer una interpretación más verosímil. Felicitaciones… :clap: :clap: :clap:

Recordando al pie de la letra la historia y el notable momento en que miraste hacia atrás… tal cual lo hizo Eurídice, sabes que el avecilla es algo más que una mascota. O, al menos, tratas de eliminar toda duda de aquéllo. Con poco éxito inicialmente, pero ya mostrándose tan hambrienta y vaciando solamente las cavidades ocultares… simplemente se trata de una señal clara.

¿Es una gaviota o un cuervo disfrazado de ella?

Al agitar su cabeza, parece que tiene algunas plumas negras. Pestañeas rápido, pero todas siguen blancas. Ahora incluso más brillantes, casi tanto como los ojos de Museo al saborear la carne asada.

Mi sorellina se chiama Melpomene…

Claro, faltaba más. Una de las musas del arte teatral, pero lo que te parte el corazón es el relato de que tenía una gemela que falleció en el parto.

¿Cómo lo hace Museo para mantenerse tan entero? El estoicismo que demuestra te recuerda a la musculatura pétrea de tu Orfeo cuando trabajaba forjando las llaves más grandes. Debían ser elegantes y seguras, al mismo tiempo que resistentes y flexibles. Tus propias cualidades, Médici eres… y es parte de la cultura familiar. Venecia debería ser toda tuya, salvo por esa choza.

Orfeo termina la historia y asiente a tu pregunta sobre su madre.

La mia mare ritornerà de la citate…

Te apunta a la plaza San Marcos y te explica que ha ido a rezar. Hoy es el segundo muertaño de Talia, su hermana gemela. Al volver a mirar al islote, vislumbras una pequeña cruz.

Se prepara para volver a lanzarse al agua, impaciente porque debe preparar la sopa para su hermana viva. Te hace saber que su madre lo castigará si incumpliere su tarea.

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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine

#10

Mensaje por Leohan » 18 Abr 2020, 22:25

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Orfeo es quien miró atrás, Anaís está invirtiendo los roles en su cabeza.

Melpomene... Musa de la tragedia.

Siento un dolor en el brazo izquierdo mientras Museo me habla acerca de su situación. Todo parecería resultarle tan... Natural. Tan normal.

Para algunas personas, es lo normal.

La madre se ha ido a rezar... ¿Otro muertaño? Cada vez es más difícil pensar en ésto como una secuencia de coincidencias.

Es lo que hacen las personas para conmemorar a los muertos ¿Verdad? En vez de infiltrarse en cementerios -

Despejo el pensamiento de mi mente. Si Orfeo nunca ha muerto en primer lugar no tengo motivo para sentirme culpable.

El dolor se vuelve más evidente... No, no es un dolor. Es más bien una molestia. Algo incorrecto. Es muy difícil de describir, pero se intensifica mientras Museo más habla. Caigo en la cuenta de que si hoy es el segundo muertaño de Talia...

Es el segundo cumpleaños de Melpomene. La sensación se intensifica ¿Qué es éso?

...Aspetta! exclamo... Tarde. Museo ya está nuevamente en el agua, nadando cual pez de vuelta a su hogar.

Acabo de entender lo que la molestia era realmente.

Desbalance.

Todo éste tiempo he estado sujetando la balanza que me dio el ángel ¿Cierto? ...Y está demasiado inclinada para mi comodidad.

Un niño de cuantos años ¿Seis? ¿Cinco? Teniendo que ser proveedor para su hermana infante, con una madre que no puede estar con ella en su segundo compleaños, por lo que el niño será castigado si "descumple". Ninguna señal de un padre en toda la historia.

En éste lugar, en esa choza que yo ni había notado al venir, no existe la justicia... No hasta que yo haga algo al respecto.


Apago mi antorcha y me dirijo al bote, sin un plan pero con una dirección: Piazza San Marco. Allí es donde me llevan las señales.

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