El que habla con los muertos (
Necroscope, 1986). Se trata de la primera novela de las
Crónicas Necrománticas (
Necroscope saga), una serie de novelas de terror y vampiros. El éxito de las primeras novelas ha dado lugar a varias sagas relacionadas, con más de 16 novelas y relatos cortos. También ha dado lugar a varias adaptaciones en cómic y un juego de rol.
El término necroscopio, acuñado para el protagonista de la saga, describe a alguien que puede comunicarse con los muertos. Al contrario que los nigromantesque intentan controlar a los muertos mediante rituales, hechizos, mutilación corporal y ocasionalmente la necrofilia, un necroscopio simplemente se comunica con ellos sin ningún tipo de interferencia física. En la novela las habilidades de un necroscopio están definidas como un tipo de percepción extrasensorial nata.
El término "necroscopio" significa (en griego) alguien que puede "ver" (scope) a los muertos (necro). Fue utilizado de forma legal y científica en las ciencias forenses hasta mediados del siglo XX. Desde la década de 1950 dejó de ser utilizado, aunque todavía aparece en algunos libros y enciclopedias de comienzos del siglo XX. Necroscopio, como término para forense, fue considerado desagradable, pues se asociada a las herramientas forenses de la época, cuchillos, sierras y escalpelos.
Harry Keogh es un niño británico, cuya juventud está llena de fenómenos extraños, como su creciente habilidad matemática y sus conocimientos aparentemente intuitivos, que realmente aprende mediante su capacidad para hablar con los muertos. Finalmente se casa con Brenda, el amor de su infancia, que lentamente descubre las extraordinaris capacidades de su marido.
Al principio los muertos sólo pueden hablar entre ellos a través de Harry, pero finalmente aprenden a hablar entre ellos, ayudando a su aliado a desarrollar sus habilidades cuando ingresa en una división de los servicios británicos, la rama-E, que utiliza agentes con habilidades paranormales.
Paralelamente, en Rumanía, Boris Dragosani recibe el contacto de un vampiro encadenado durante largo tiempo, Thibor Ferenczy. Bajo la tutela de Thibor, Boris aprende a convertirse en un nigromante, extrayendo secretos de los muertos profanando sus restos e incluso devorándolos. Boris es reclutado por los servicios secretos soviéticos.
Los principales antagonistas de la saga, los Wamphyri, son criaturas parásitas, malignas, viles y completamente corruptas, con gusto por el sabor de la carne y la sangre humanas. Aparentemente originarias de otro mundo, llegaron a la Tierra en ocasiones a través de brechas dimensionales, dando lugar en nuestro mundo a los mitos sobre los vampiros. Harry Keogh y los servicios secretos de la rama-E se dedican a combatirlos y destruirlos. Sus habilidades para moldear la carne y esculpir el hueso sirvieron de inspiración para el desarrollo del clan Tzimisce en Vampiro: la Mascarada.
Brian Lumley es un escritor británico nacido en Durham. Sirvió en el ejército hasta que se retiró en 1980 para dedicarse a trabajar como escritor a tiempo completo. Comenzó escribiendo relatos sobre los Mitos de Cthulhu, y su fama posterior llegó con la saga del Necroscopio. Fue presidente de la Asociación de Escritores de Terror entre 1996 y 1997 y en el año 2010 fue galardonado con el Premio a toda una carrera por esa asociación.