Pero a lo largo de la Historia hay infinitos casos documentados de rituales o sacrificios por ejemplo relacionados con la sangre bajo la creencia de que tenía poderes rejuvenecedores, sacrificios humanos para aplacar supuestamente la ira de los dioses o para pedir su favor o con el deseo de que algún tipo de entidad supuestamente favorable al que realiza el ritual se manifestara. Seguramente los que han llevado a cabo ese tipo de rituales a lo largo de la Historia no se considerarían a sí mismos la personificación del sadismo o del mal... pero a los ojos de nuestra época seguramente sí son una personificación de la maldad en cuanto consideramos maligno el hecho de quitarle la vida a otro ser humano.
Precisamente en el suplemento de Mago:
Dead Magic (hay dos) hay un capítulo dedicado a los pueblos precolombinos y a la importancia del sacrificio en sus culturas, del poder que se obtiene, y de la Resonancia que hay que pagar.
En otro nivel, hasta hace poco tiempo se creía que la grasa humana o la sangre tenían propiedades beneficiosas y de ahí surgieron no pocos sacamantecas y asesinos en serie motivados por el beneficio.
En un juego como Mago: la Ascensión hay que tener en cuenta que la creencia consensuada de una cultura y la voluntad de los Despertados alimentan esas creencias y permiten que la magia asociada surta efecto.
A eso hay que sumar que si bien la definición psicológica de la psicopatía es la que habéis comentado, no pocos asesinos en serie estudiados a lo largo de la Historia han vinculado sus crímenes a la sensación de poder y control (releyendo sobre esto por cierto me he encontrado con estos apuntes de la Universidad de Alicante bastante interesantes y en la diapositiva 17 se habla de esto).
O también puro disfrute. Hay asesinos en serie (no todos) que se excitan sexualmente con el acto de asesinar, y para algunos es la única forma que tienen de obtener placer sexual.
Puede rebatirse que en realidad al establecer un vínculo con la sensación de poder ya no hablamos del "mal por el mal" como motivación de la agresión, pero realmente siendo ese poder seguramente una sensación puramente subjetiva que genera bienestar en el agresor, pero no provoca realmente un cambio en su realidad (no se ha hecho más poderoso por matar a alguien), mi duda es si en definitiva no es un impulso que en sí mismo no "da resultados", sino que es puro mal sin más matices.
Por una parte la asunción de poder o "probar algo" desde una posición de autoridad puede llevar a cometer actos condenables en una sociedad. Casos como los de Gilles de Rais o Erszbeth Báthory son los más conocidos, pero la crueldad en otras épocas partía de la sensación de impunidad de las élites. Existen muchas historias de actos extremadamente crueles por parte de gobernantes especialmente severos (como Vlad Tepes), pero también otros casos menos conocidos como el rey Luis XI de Francia, que se entretenía con los verdugos torturando a los condenados.