[SOLO] Capítulo 1 - Llegada a la Tierra de los faraones

[Baudelaire]

Quito la atención a la falta de mi fusil con comentarios ingeniosos sobre estrategia militar y algún chiste al paso, mientras avanzo con paso firme al pie de la esfinge.

Observo el trozo de nariz faltante.

Rumores que ha sido Napoleón me han cruzado, ¿son ciertos o es solamente un mecanismo de distracción sobre el desgaste de la roca frente al embate de la arena.

Tras meditar un instante y observar a un costado el refugio, probablemente, beduino. Sigo mi camino directamente a la base, poniendo una rodilla en la arena y hundiendo mi mano en el pecho de piedra.

¿Cuánto más profundo estarán los pies?

Busco si algún erudito está cerca haciendo alguna excavación, mientras espero a mi contacto en el lugar indicado por el mensaje.

[Toxizer]

Disfrutas de la tranquilidad de la noche en el desierto. Al analizar ligeramente el antiguo monumento no parece que los sabios franceses estén estudiándolo en profundidad, aún. Una voz te saca de tu ensimismamiento.

- As salamu aláikum - saluda cordialmente un beduino anciano - me llamo Tarek, y fui yo el que le envío la invitación al bazar - sonríe - bonito uniforme francés, con su bicornio y todo - te estudia rápidamente - buen truco ese de cambiar de ropa, pero inútil ante gente avispada como nosotros - ríe afable - Has tenido suerte de llegar esta noche a la ciudad pues celebro una reunión con mis amigos "especiales" y nos encantaría que nos acompañaras al calor del fuego - piensa unos segundos - o dada tu condición, podemos apagar la hoguera. ¿ Qué me dices, nos honrarás con tu presencia?

[Baudelaire]

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Supongo que ha hablado en árabe…

Por supuesto, ¿cómo podría engañaros?

Respondo en árabe, pero con acento francés. Le extiendo la mano para hacer un saludo más acorde a un soldado, en caso que alguien más esté mirando.

Mon plaisir, bon Tarek. Il pourrait avoir plus des yeux dans la nuit que nous ne voulons pas sur nous.

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Podría haber más ojos en la noche que no queremos sobre nosotros...

Hago un gesto con la cabeza y me acerco temerario a la fogata.

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Tirada de coraje… [3, 8, 8, 9, 5, 7] ¿deberían ser 3 éxitos?

[Toxizer]

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Con tres éxitos puedes aguantar cerca de la pequeña hoguera. El tipo no habla francés, a ti te habló en árabe.

- No sé que has dicho - dice sonriente - pero me ha parecido que afirmabas, sígueme.

Tarek te guía hasta la gran jaima beduina, en un lateral se encuentra la fogata. Sentados sobre alfombras puedes ver a cuatro personas, otras dos llevan bebida y comida al grupo. Al acercarte más, Tarek te presenta a los asistentes a la reunión nocturna.

- Estos son mis amigos:

Fátima




Arat



Baraka



Psamutis



- ¿ Cómo te llamas extranjero? - te pregunta Tarek - ¿ Hablas árabe?

[Baudelaire]

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La primera frase fue en árabe, tal como está explicado justo abajo del primer diálogo del mensaje anterior. Con acento francés, pero en el idioma local de todos modos.

Al notar el gesto de ininteligibilidad, regreso al árabe y le traduzco la frase dicha en francés acerca de otros ojos que podrían observarnos. Igualmente, le aseguro que aunque puedo comprender bastante de lo que escucho… pero que hay ciertas expresiones que me han resultado incomprensibles.

Mi árabe es un poco torpe, necesitaré ayuda para mejorarlo, Tarek. Ya habrá oportunidad de comentaros mi nombre. Por el momento, preferiré que utilicéis Yashid para mantener mi cobertura.

Miro a cada persona que me presenta y le otorgo un saludo cordial. Siempre seguido de una breve reverencia y un gesto severo, pero amable.

[Toxizer]

- Tranquilo Yashid, estás entre amigos y tenemos un centinela vigilando el campamento - sonríe y te señala un sitio junto a Fátima.

Todos te saludan con la cabeza o la mano, excepto el joven de orejas puntiagudas que habla.

- Hola Yashid, me han dicho que eres un vástago de Caín - sonríe pícaramente - ¿ De que clan eres? ¿ Qué poderes tienes? Que uniforme tan bonito ¿ Has llegado con los franceses?

- Baraka, no incomodes a nuestro invitado - dice tranquilamente - estábamos hablando sobre ese tal Napoleón, Fátima asegura que ese hombre pasó una noche a solas en el interior de la gran pirámide. Que desconsiderado por mi parte, no le he ofrecido nada y sé que no puede comer lo mismo que nosotros - hace un gesto a uno de los hombres que estaban sirviendo las viandas para que se acerque - si lo desea puede alimentarse de mi sirviente.

[Baudelaire]

Me acomodo en el espacio que me ofrecen y rechazo cortésmente la oferta de sangre.

Non, je ne suis pas français…

Me giro para responder a Baraka, rápidamente vuelvo al árabe.

Bastará con que sepas que puedo ser lo que quiera, con un poco de tiempo y ayuda. Venía hacia acá vestido a la usanza local, pero preferí cambiar por el camino.

Le sonrío y miro a Tarek guiñándole un ojo, luego vuelvo sobre el chico.

Admiro tu curiosidad, pero me parece que mi conocimiento del mundo vampírico se reduce a la Tal'Mahe'Ra. Una profecía apuntaba a mi nacimiento, a la muerte de mi madre mientras ocurría el parto y cómo salí por cuenta propia. Mi segunda muerte en batalla, soy soldado después de todo. Mi tercera muerte al llegar acá por Alejandría en una cáscara de nuez agitada por el Mediterráneo… ¿te atrae la muerte, Baraka? Puedo ayudarte y asegurarte que es lo peor que podría pasarte.

Saco mi arco oculto y, antes que pueda reaccionar, tengo una flecha apuntando a su cuello. Espero unos segundos y luego, simplemente la guardo en mi carcaj. Le extiendo mi arma para que la examine.

[Toxizer]

Baraka escucha embobado tu historia. Cuando le apuntas con el arco, el chico cae de culo a la alfombra, ves como un polvillo dorado le cubre, se encoge hasta medir unos treinta centímetros y se esconde tras Psamutis. Éste ni se inmuta, mientras que el ríen ligeramente. Baraka vuelve a su tamaño normal cuando le ofreces el arco y lo examina fascinado.

- Como os decía antes, un espíritu me contó que Bonaparte, el líder de los invasores, pasó una noche solo en el interior de la gran pirámide - todos la escuchan atentamente - no sé que buscaba allí, pues hace siglos que la tumba de Khufu fue saqueada.

- Quizás intente emular a Julio César y a Alejandro - dice con cierta sorna Arat - espero que dé menos problemas que esos dos.

- Debemos andar con ojo, lo he visto acompañado varias veces por un Seguidor de Seth - advierte Tarek - seguro que esas cobras están planeando algo. Psamutis, ¿ Los tuyos saben algo de todo esto?

- Hace mucho que no me relaciono con mis antiguos camaradas - dice inexpresivo el hombre con las vendas y la capucha - regresé hace poco y solo estoy de paso.

- ¿ Y tú Yashid, nos puedes contar algo sobre ese Napoleón o sobre sus intenciones? - te pregunta Fátima.

[Baudelaire]

Le sonrío al chicuelo que cambia de tamaño y recupero mi arco para volver a esconderlo, tan rápido como lo había sacado. Sigo la conversación atentamente, hasta que se me otorga la palabra. Medito un momento, mirando al resto y al entorno. Regreso la mirada a la danza de las llamas y, entonces, respondo.

Sé bastante menos que ustedes sobre Bonaparte, pero tengo más detalles sobre sus devenires. Si ha bajado a la pirámide, probablemente haya algo de curiosidad. Quién sabe si con su séquito de gente erudita haya descubierto algún pasaje secreto que lleva a una nueva tumba. Lo que Alejandro y César pasaron por alto, él podría haberlo hallado.
Tengo más preguntas que respuestas, pero solamente las encontraré yendo al lugar correcto en el momento correcto. De momento necesitaré un Charleville para mejorar mi atuendo, de otro modo será imposible acercarme a los oficiales cercanos a Napoleón. Escabullirme entre las callejuelas sin él, ciertamente es más sencillo.

[Toxizer]

- Créeme muchacho, la pirámide del viejo faraón está totalmente vacía - dijo Arat - Hace un par de días vi a ese Bonaparte, ha ocupado el palacio de Bey. El tipo no parecía gran cosa.

- ¿ Os he contado ya lo que me sucedió con la bruja nubia? - soltó Baraka - Andaba yo visitando una pirámide, más pequeña que éstas, y de repente...

El chico sigue durante un buen rato contando su historia, algunos pasajes son claramente inventados. Cuando el chico está terminado, tus instintos de cazador te advierten de una presencia a tu espalda, al girarte ves a este hombre.



- Toma, oí antes que necesitabas uno de estos - el enorme beduino te lanza un charleville con bayoneta - no pude coger munición.

- Éste es nuestro amigo Wali, el centinela que te comenté antes - dice Tarek - es un vástago como tú.

- ¿ Eres nuevo en esta zona, verdad? - te pregunta Wali - ¿ Conoces a alguno de los nuestros en el Cairo? Seguro que Mukhtar Bey, el príncipe, ya se habrá enterado de tu llegada.