[Estirpe de Oriente] El Camino de la Grulla Resplandeciente

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El Camino de la Grulla Resplandeciente

El de la Grulla Resplandeciente parece el Camino de Vuelta más evidente. Habiendo sido expulsados del ciclo y convertidos en no muertos caníbales por sus pecados y los de sus predecesores, la respuesta más inmediata es tratar de volver enmendando tus pecados, buscando la rectitud y cumpliendo el papel que el Cielo dio a tus antepasados caídos.

La búsqueda de la redención siempre tiene un gran potencial interpretativo, pero desgraciadamente ls Grullas son pintadas, también en su propio libro, como criaturas autosuficientes y arrogantes, seguros de su rectitud, y lo que es peor, racistas y antipáticos. No es para la actitud que esperaría de un Dharma así, por lo que a continuación expondré mi propia visión sobre el Dharma del Hun.

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Lo primero que no puede ser una Grulla Resplandeciente es arrogante y autosuficiente. No en el aspecto moral, no pueden presumir de rectitud y justicia. Muy al contrario, la vergüenza y autoaberración es lo que comparten todos los miembros del Camino.

Los Kuei-jin son los herederos de los Wan Xian. Estos seres mitológicos debían proteger a la humanidad, pero el Cielo les maldijo porque ya no podía soportar el escándalo de sus actos impíos. Incluso si la Grulla no quiere pagar el pecado original de sus ancestros espirituales, tampoco cada vampiro está libre de pecado. No, cada Kuei-jin ha sido castigado por una vida impía o por alguna actuación nefasta. El sentido de la justicia de la Grulla, existiera antes o sea recientemente adquirido, hace que se condene a sí mismo.

Incluso aquéllos Kuei-jin que son más víctimas que culpables, que vieron incrementado su Pò como receptores de sufrimientos impuestos por otros, han de reconocer que están en ese estado porque aún siendo víctimas, esas vivencias les corrompieron. Esta revelación puede dar la determinación a erradicar la corrupción del mundo.

Ninguna Grulla podría redimirse sin admitir como primer paso la necesidad de esa redención. Si el primer loto es la esperanza, el punto de partida es la culpa y la vergüenza, y no abadnonará a la Grulla Resplandeciente del todo hasta que se convierta en un Boddhisattva. De otra forma, no tendría determinación para redimir su estado. La esperanza es la de algún día abandonar ese peso.

Por tanto, una Grulla rara vez habla desde la superioridad moral. Como no hay personas ni filosofías perfectas, hay un defecto que sí tienen las Grullas, y es que esa misma vergüenza y culpa la recuerdan a los demás siempre que pueden. A sus compañeros de Wu, a otros Kuei-jin, pero también si tuviera ocasión censuraría los errores de Hsien, los Hengeyokai y hasta a ciertos mortales. Algo que habitualmente la gente no suele apreciar.

[Alexander Weiss]

Hasta cierto punto me parece uno de los Dharmas más sencillos de seguir, aunque no exento de contradicciones. Creo que las sectas internas le proporcionan diversificación, pero aún lo veo como un dharma demasiado rígido.

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Me estaba quedando muy largo, y por eso he decidido hacerlo en entregas para hacerlo más potable.

La próxima cuestiona un poco esa simplicidad (aún así, probablemente sea más simple que otros Dharmas).

[Alexander Weiss]

Ups. Perdona. Creí que habías terminado.

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Ups. Perdona. Creí que habías terminado.

Perdonar nada. Lo he troceado para que sea más ligero de leer, pero también para que cada uno diga lo que quiera

EDICIÓN: cambio el estilo de texto para separar el "ensayo" de las discusiones.

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El segundo punto es sobre la certeza. Los libros oficiales muestran a los Hielos Resplandecientes no sólo como orgullosos de su propia rectitud, sino también como seguros de cuál es la acción adecuada a cada momento. El Libro de Dharma dice: "La Grulla aprende a vivir las leyes hasta el punto de convertirse en una con ellas. Las leyes se convierten en una parte natural de su existencia. La Grulla Resplandeciente iluminada nunca titubea cuando se encuentra ante una decisión moral. Nunca es atormentada por la duda. Nunca duda antes de tomar una acción, porque sabe, con absoluta certeza, que la acción que va a tomar es la correcta".

A través del subtexto, en este y otros suplementos, se va entreviendo que es una posición hipócrita, y que la ley que la Grulla acepta es la que más le conviene. O al menos esa es mi impresión cuando leo los libros.

Nada más lejos. Sólo un Boddhisattva conoce con certeza las leyes y sabe aplicarlas, respira con ellas. Si alguien tuviera ese conocimiento y autodominio, ya estaría en las Cien Nubes. Para el resto de los pobres viajeros del Camino, la ley no es fácil de entender y la certeza no existe.

La propia existencia del vampiro y la posición recta que ha decidido tomar presentan un montón de misterios y contradicciones. Afortunadamente, esos engimas son los ejercicios y desafíos que traen la iluminación cuando se consigue vislumbrar una verdad, una comprensión aunque sea parcial de esa verdad, tras ellos. Como en el resto de los Dharmas, las Grullas progresan cuando no su mente, sino su consciencia, aprende a resolver una aparente contradicción. Y no vale con razonar, no vale con que te lo expliquen, no se puede aprender estudiando. Sólo la experiencia directa, a veces incluso una vivencia aparantemente insignificante, pueden abrir la consciencia a un nuevo estado de iluminación.

La primera contradicción que debe afrontar el vampiro es su mera presencia en la Tierra. Como seguidor de la rectitud, cree habitualmente que las malas acciones han de tener castigo. Sin embargo, él mismo llegó al Infierno por su mal karma, y escapó del tormento que el Cosmos decide para los injustos.

¿Es la voluntad del Cielo la que quiere que algunos injustos escapen o es una osadía por parte de los mismos? ¿Son ellos los más apropiados para ejercer justicia? Si los Wan Xian fueron castigados por tomar el chi de los mortales, ¿por qué se les condenó a vivir sólo de esta energía? ¿No es más un castigo para los vivos, víctimas muchas veces de los propios vampiros? Y ya puestos, ¿por qué la Augusta Personalidad de Jade creó la muerte, el hambre, la enfermedad y otros padecimientos humanos, sin duda implacables leyes naturales? ¿Por qué creó a los Reyes Yama?

Las preguntas no se limitan a dudas existenciales. Las Grullas quieren seguir siempre el camino correcto, pero no hay nada más difícil que distinguirlo. ¿Cuándo está justificado matar a alguien? Cuando intentas eliminar la corrupción, ¿no la estás creando al mismo tiempo? ¿No crea la violencia resentimiento y venganza? ¿Salvar a muchos justifica matar a uno? ¿Salvar a un justo justifica la muerte de muchos malvados? ¿Y si tienes que salvar a alguien y dejar morir a otro, debes elegir al mejor o eso es fundamentalmente injusto? Nada es tan complejo como los asuntos de moralidad.

Determinados a llevar una existencia justa, pero atormentados por todas las duras morales, las Grullas se lanzan a las sectas en busca de respuestas. Pero raramente una secta contiene todas las respuestas que el vampiro necesita, e inevitablemente termina teniendo que buscar sus propias conclusiones... y fundando nuevas sectas cuando creen que han encontrado respuestas. Pero las respuestas quizás no se adecuen todos.

Cuando el Hielo Resplandeciente se va enfrentando a diversos dilemas morales, el éxito y fracaso de los momentos auspiciosos y de ceguera junto a las propias conclusiones del vampiro, le irán llevando a crear su propio camino, a creer sus propias leyes. La paradoja es que "la manera correcta" que busca el Dharma es distinta para cada persona y no hay un "Camino", sino diez mil.

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El tercer punto es una mezcla de los dos anteriores, el Pò. A través del Dharma el vampiro debe aprender a reconciliarse y convivir con una parte de sí mismo que representa todo lo opuesto de lo que aspira a ser.

El Demonio es rudo, es salvaje, es egoísta, es malvado, es hasta estúpido. Pero ningún Kuei-jin puede vivir completamente de espaldas a él y las Grullas no son una excepción. No sólo el Pò contiene los instintos de supervivencia y la fuerza de carácter que el vampiro, o toda persona, necesita, sino también proporciona la fuerza que la mayoría de las Grullas necesitan para empeños como proteger al débil o combatir la corrupción.

La contradicción entre su deber honroso y la vileza del Demonio, a quien necesita y no deja de ser parte de él, es otro de los interrogantes que la Grulla debe resolver.

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Y el último punto que quería rebatir sobre la postura del libro de las Grullas es el racismo extremo que muestran las distintas corrientes. Muchas de ellas suponen estar en una guerra cultural contra Occidente, pretender salvar sólo a los asiáticos o incluso destruir al resto de los humanos.

No me cabe en la cabeza que alguien que pasara cientos de años reflexionando sobre la justicia y la forma de salvar al mundo pudiera pensar que esto sólo atañe a una parte reducida de la población humana. No digo que no puedan estar anclados en pensamientos antiguos de las culturas de Asia. Aplicar al mundo entero la óptica china se llama perspectiva. Pretender salvar sólo a una parte de la población definida arbitrariamente, es sin embargo ceguera, y no se sostiene lógicamente.

Por tanto para mí las Grullas anclan sus pensamientos en Confucio, Buda, Mozi o cualquier otro filósofo oriental, pero tienen el empeño de salvar al mundo entero. Al fin y al cabo dichos filósofos no trazaron una línea entre los hombres de una cultura u otra.

[Alexander Weiss]

De hecho, una de las sectas herejes de las Grullas llega al extremo de considerar que la destrucción del mundo exterior al Reino Medio restaurará el equilibrio.

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En resumen, creo que el estereotipo de las Grullas del Libro de Dharma, y otros libros, cae por su propio peso. Las Grullas deberían ser criaturas atormentadas por la culpa de lo que han hecho y la vergüenza de lo que son, conscientes de transitar un camino muy difícil, plagados de dudas sobre lo correcto e incorrecto, y embarcados en un conflicto constante entre la depravación de su naturaleza y la necesidad de usarla para un bien mayor, sea cual sea éste.