Interdicta plena: Morte'nte caligine
Moderador: Baudelaire
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
Museo se ríe y apunta uno de los cedros que contornean la mansión, justo sobre su copa está el ave disfrutando los ojos que tanto le gustan. Definitivamente se trata de un chico muy listo, en realidad lo sientes más adulto que tú teniendo un poco más que un tercio de tu edad.
Caliope le pregunta si está interesado en tu oferta.
Me gusta pescar, me divierte… pero lo que realmente me gustaría es ser como el gran Hades. Cantar en la ópera frente a cientos de personas y deleitarles con mi voz.
Los protocolos, ya lanzados por el canal de inmundicia, tienen poca o nula relevancia cuando empieza a cantar. Su voz te hace erizar la piel de inmediato y tu padre simplemente comienza a llorar desconsoladamente. Incapaz de alejarse, solamente baja la cabeza escuchando en silencio entre sus lágrimas.
Al terminar, tu padre solamente atina a aplaudirlo a rabiar y levantarse para abrazarlo.
Todo el mundo quiere cantar como Hades, pero nadie ha sido capaz de lograrlo. De hecho, nadie tan pequeño como tú podría desafiarlo.
Se compone y saca un pañuelo para limpiarse el rostro y agradece el arte entregado.
Museo le corresponde y, cuándo tu padre ha regresado a su puesto, el niño te pregunta.
¿Conoces también a alguien en el gremio de los artistas? Seguro que sí, ¿cierto?
Vaya pregunta ingenua, conoces exactamente a la persona indicada.. pero está indispuesta. Y, aún recuperada, ¿cómo podrías convencer a tu madre de tener un aprendiz que además es hijo Apolo? ¿aquél medio-hermano descarriado del gran físico Alessandro Perugi?
Tus pensamientos resuenan con el énfasis, la voz y las palabras de tu madre. Lo que menos quieres es seguir pensando en ella así, tu padre ha cambiado… ¿cuándo habrías pensado que daría clínica gratis en la mansión? Tu madre también debería poder cambiar, aunque por ahora solamente tengas dudas y ganas de rezar para que se recupere.
Es él quién viene a salvarte de la inquietud del niño
Museo, el gremio de pescadores es enorme. Seguramente te aceptarán y con el dinero que hubieres ganado, podrás ahorrar para pagar las clases de canto. Por supuesto que podríamos conseguirte una audición, pero solamente cuándo habrás terminado los cursos y te hubieres preparado muy bien para ese momento. Son varios años de aprendizaje, el arte es más riguroso que la ciencia. Lo sé, porque salvar vidas lo hace cualquiera… pero transportarte al paraíso con la visión de un pintura o las notas de una melodía o la tinta fijada en el escrito de un pergamino, es una tarea titánica.
Hace una pausa para dirigirte hacia ti.
Te haré una lista de lo que necesitaré para seguir atendiendo, prefiero quedarme aquí y que tú te preocupes de los encargos. Sobre la seguridad, ¿para qué necesitamos mercenarios de regreso? Podrías tú misma reforzar los candados y las cerraduras. Eres la directora del gremio, la mejor de Venecia y quizás de toda la península… ¿quién desafiaría tu oficio?
Probablemente tenga razón, eres buena… pero nadie consideraría tu trabajo fuera de Venecia. Quizás en Padua con los Polo, pero en Florencia… ¡te echarían a patadas por ser mujer! Ni siquiera saber que eres la viuda de Orfeo cambiaría algo. Ni siquiera en la villa de los Médici te tomarían en serio, aún abierto todas sus cerraduras con un asa de jarro.
La cena contínua tranquilamente hasta que llega la hora ir a la cama. Estás tan exhausta que, igual que en casa de la vieja Perséfone, despiertas con las primeras luces del alba suponiendo que tu padre nuevamente te ha puesto la ropa de dormir.
Caliope le pregunta si está interesado en tu oferta.
Me gusta pescar, me divierte… pero lo que realmente me gustaría es ser como el gran Hades. Cantar en la ópera frente a cientos de personas y deleitarles con mi voz.
Los protocolos, ya lanzados por el canal de inmundicia, tienen poca o nula relevancia cuando empieza a cantar. Su voz te hace erizar la piel de inmediato y tu padre simplemente comienza a llorar desconsoladamente. Incapaz de alejarse, solamente baja la cabeza escuchando en silencio entre sus lágrimas.
Al terminar, tu padre solamente atina a aplaudirlo a rabiar y levantarse para abrazarlo.
Todo el mundo quiere cantar como Hades, pero nadie ha sido capaz de lograrlo. De hecho, nadie tan pequeño como tú podría desafiarlo.
Se compone y saca un pañuelo para limpiarse el rostro y agradece el arte entregado.
Museo le corresponde y, cuándo tu padre ha regresado a su puesto, el niño te pregunta.
¿Conoces también a alguien en el gremio de los artistas? Seguro que sí, ¿cierto?
Vaya pregunta ingenua, conoces exactamente a la persona indicada.. pero está indispuesta. Y, aún recuperada, ¿cómo podrías convencer a tu madre de tener un aprendiz que además es hijo Apolo? ¿aquél medio-hermano descarriado del gran físico Alessandro Perugi?
Tus pensamientos resuenan con el énfasis, la voz y las palabras de tu madre. Lo que menos quieres es seguir pensando en ella así, tu padre ha cambiado… ¿cuándo habrías pensado que daría clínica gratis en la mansión? Tu madre también debería poder cambiar, aunque por ahora solamente tengas dudas y ganas de rezar para que se recupere.
Es él quién viene a salvarte de la inquietud del niño
Museo, el gremio de pescadores es enorme. Seguramente te aceptarán y con el dinero que hubieres ganado, podrás ahorrar para pagar las clases de canto. Por supuesto que podríamos conseguirte una audición, pero solamente cuándo habrás terminado los cursos y te hubieres preparado muy bien para ese momento. Son varios años de aprendizaje, el arte es más riguroso que la ciencia. Lo sé, porque salvar vidas lo hace cualquiera… pero transportarte al paraíso con la visión de un pintura o las notas de una melodía o la tinta fijada en el escrito de un pergamino, es una tarea titánica.
Hace una pausa para dirigirte hacia ti.
Te haré una lista de lo que necesitaré para seguir atendiendo, prefiero quedarme aquí y que tú te preocupes de los encargos. Sobre la seguridad, ¿para qué necesitamos mercenarios de regreso? Podrías tú misma reforzar los candados y las cerraduras. Eres la directora del gremio, la mejor de Venecia y quizás de toda la península… ¿quién desafiaría tu oficio?
Probablemente tenga razón, eres buena… pero nadie consideraría tu trabajo fuera de Venecia. Quizás en Padua con los Polo, pero en Florencia… ¡te echarían a patadas por ser mujer! Ni siquiera saber que eres la viuda de Orfeo cambiaría algo. Ni siquiera en la villa de los Médici te tomarían en serio, aún abierto todas sus cerraduras con un asa de jarro.
La cena contínua tranquilamente hasta que llega la hora ir a la cama. Estás tan exhausta que, igual que en casa de la vieja Perséfone, despiertas con las primeras luces del alba suponiendo que tu padre nuevamente te ha puesto la ropa de dormir.
- Leohan
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
También yo lloro al escuchar a Museo. Lloro mientras río, no por felicidad, ésta vez; sino por la más pura ironía. Si las voces pueden separarse de los rostros y de los nombres ¿Qué pensaría mi madre de este joven de hermosa voz, que no desea otra cosa que ser como ella misma? Quizás lo descubriremos eventualmente, cuando ella mejore...
O no. Quizás deberemos aceptar el hecho de que el que todos compartan el mismo techo es algo que simplemente no es posible.
Le aplaudo al terminar, y a pesar de yo no saber qué responderle, mi padre se ocupa rápidamente de éso. Después de todo, él sabe mejor que muchos que la ópera requiere mucho más que una voz bella, y le da el consejo correcto: ahorrar para tomar clases de canto. También deberá aprender actuación y cultura del arte, si desea en serio superar a mi madre. Y mientras tanto, podrá practicar un oficio y ganar algo de dinero propio.
Me extraña Calíope, de todas formas ¿Realmente cree ella que Museo está en edad de decidir estas cosas por su cuenta?
Mañana compraré lo que necesites, pero la verdad es que no son las puertas lo que me preocupan, le digo a mi padre. La gente se enterará que estás usando esta casa como clínica y sin importar el paciente. Hay quienes podrían querer venir bajo falso pretexto para llevarse nuestras cosas o, mucho peor, lastimarte. No sé si te has dado cuenta, pero estamos rodeados de objetos valiosos, y más de una persona podría ver una forma fácil de arrebatarlos para sí.
El resto de la noche pasa rápido y, a la mañana, preparo un morral grande; guardando mis objetos habituales, así como el brazalete de ayer, el nudo que me han dejado y mi proyecto personal: el listón que ya tiene varias pruebas para reproducir dicho nudo. Debo aprender a hacerlo si pretendo acceder a mi siguiente destino.
Tras el puente del orfanato. Tercera puerta, cuarto piso a la izquierda. Marco Polo.
Tras prepararme y lavarme, salgo de la habitación tras la cocina para oler que mi padre nuevamente ya ha hecho el desayuno.
Buenos días, digo, buscando si el resto de los habitantes de la casa también se han levantado ¿Has dormido bien?
O no. Quizás deberemos aceptar el hecho de que el que todos compartan el mismo techo es algo que simplemente no es posible.
Le aplaudo al terminar, y a pesar de yo no saber qué responderle, mi padre se ocupa rápidamente de éso. Después de todo, él sabe mejor que muchos que la ópera requiere mucho más que una voz bella, y le da el consejo correcto: ahorrar para tomar clases de canto. También deberá aprender actuación y cultura del arte, si desea en serio superar a mi madre. Y mientras tanto, podrá practicar un oficio y ganar algo de dinero propio.
Me extraña Calíope, de todas formas ¿Realmente cree ella que Museo está en edad de decidir estas cosas por su cuenta?
Mañana compraré lo que necesites, pero la verdad es que no son las puertas lo que me preocupan, le digo a mi padre. La gente se enterará que estás usando esta casa como clínica y sin importar el paciente. Hay quienes podrían querer venir bajo falso pretexto para llevarse nuestras cosas o, mucho peor, lastimarte. No sé si te has dado cuenta, pero estamos rodeados de objetos valiosos, y más de una persona podría ver una forma fácil de arrebatarlos para sí.
El resto de la noche pasa rápido y, a la mañana, preparo un morral grande; guardando mis objetos habituales, así como el brazalete de ayer, el nudo que me han dejado y mi proyecto personal: el listón que ya tiene varias pruebas para reproducir dicho nudo. Debo aprender a hacerlo si pretendo acceder a mi siguiente destino.
Tras el puente del orfanato. Tercera puerta, cuarto piso a la izquierda. Marco Polo.
Tras prepararme y lavarme, salgo de la habitación tras la cocina para oler que mi padre nuevamente ya ha hecho el desayuno.
Buenos días, digo, buscando si el resto de los habitantes de la casa también se han levantado ¿Has dormido bien?
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
Antes de saludar y preguntar, te vienen pequeños destellos de tu sueño de anoche. El monasterio en llamas, tu madre la única sobreviviente. Nunca se encuentra su cadáver chamuscado, por lo que se presume que ha huído nadando. Al menos ésa es la noticia que te da un mensajero en la puerta de la mansión para que, poco después, la veas cubierta de podredumbre saliendo del canal… solamente para seguirte insultando.
Respiras hondo para eliminar aquél recuerdo e impregnarte del aroma de mantequilla recién preparada. Ahora resulta que padre es, también, un maestro alquimista… ¿a qué hora se ha levantado desde hace dos días para ir a conseguir leche y realizar todo el procedimiento de quitar el cuajo para batir?
Al sentarte, tu padre te besa y te entrega un pergamino con el listado de lo que necesitará. Al pie, te deja una pequeña nota para responder a tu preocupación de ayer: he ido a rezar y luego el sacerdote ha venido a bendecir la mansión antes del alba, estaremos protegidos de todo mal.
Notas que esa es la respuesta a tu pregunta. Museo y su hermana juegan en el jardín, mientras Caliope está organizado los ingredientes para el almuerzo.
Te has levantado muy tarde para el resto, así que simplemente has recibido la compañía gentil de tu padre. Se retira apenas terminas y se va a abrir la puerta para comenzar sus atenciones del día.
Así que, entendiendo que te has perdido la tertulia matutina, pasas junto a la rebosante maceta. Nadie ha tocado una sola moneda así, que en una pequeña bolsa tomas una buena cantidad para las compras y la guardas dentro de tu gran morral.
Sales de la mansión y subes a la góndola, con tu itinerario claro. Es hora de poner manos a la obra para llevar a cabo tu plan; por supuesto, después de tu trabajo y los encargos. Quizás deberías haber llevado algo para el camino… pero al verificar el contenido de lo que llevas, descubres que tu padre se ha adelantado. Pequeñas cajitas con nueces y rollitos de canela, un par de duraznos y un pañuelo para limpiarte.
Respiras hondo para eliminar aquél recuerdo e impregnarte del aroma de mantequilla recién preparada. Ahora resulta que padre es, también, un maestro alquimista… ¿a qué hora se ha levantado desde hace dos días para ir a conseguir leche y realizar todo el procedimiento de quitar el cuajo para batir?
Al sentarte, tu padre te besa y te entrega un pergamino con el listado de lo que necesitará. Al pie, te deja una pequeña nota para responder a tu preocupación de ayer: he ido a rezar y luego el sacerdote ha venido a bendecir la mansión antes del alba, estaremos protegidos de todo mal.
Notas que esa es la respuesta a tu pregunta. Museo y su hermana juegan en el jardín, mientras Caliope está organizado los ingredientes para el almuerzo.
Te has levantado muy tarde para el resto, así que simplemente has recibido la compañía gentil de tu padre. Se retira apenas terminas y se va a abrir la puerta para comenzar sus atenciones del día.
Así que, entendiendo que te has perdido la tertulia matutina, pasas junto a la rebosante maceta. Nadie ha tocado una sola moneda así, que en una pequeña bolsa tomas una buena cantidad para las compras y la guardas dentro de tu gran morral.
Sales de la mansión y subes a la góndola, con tu itinerario claro. Es hora de poner manos a la obra para llevar a cabo tu plan; por supuesto, después de tu trabajo y los encargos. Quizás deberías haber llevado algo para el camino… pero al verificar el contenido de lo que llevas, descubres que tu padre se ha adelantado. Pequeñas cajitas con nueces y rollitos de canela, un par de duraznos y un pañuelo para limpiarte.
- Leohan
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
A propósito, digo a mi padre, antes de partir. Tú has tratado a la elite de Venecia por años ¿cierto? ¿Se te ocurre algún jurisconsulto o magistrado a cuya vida hayas salvado en el pasado? Quiero decir alguien honesto, por supuesto. Puede que lo que necesitemos ahora mismo sea experiencia legal, si queremos embarcarnos en nuevos proyectos.
El horrible sueño sigue invadiendo mi mente durante el día, las llamas tan reales como las que había visto en la cocina el otro día y mi madre, como loca; no pensando en nada más que en su furia hacia mí y hacia mi padre. Me hace acordar, también, a aquellas pesadillas que había tenido poco después de la así llamada muerte de Orfeo; de su regreso de la tumba. Aquéllas que me dieron la intuición de que aún sigue con vida.
Espero que la vida monástica, sin la necesidad de preocupaciones, le haga algo de bien. Sólo puedo rezar por éso.
En el camino al taller como uno de los rollos de canela y, al detenerse la góndola, corro al taller. Me he levantado ya más tarde de lo que quería así que debería empezar lo antes posible. A la hora del almuerzo me compraré algo para traerme al trabajo y me ocuparé también de cumplir con el pedido de mi padre, y cada tres candados que complete haré un intento de entender el nudo. Si le aplico un poco de aceite a la cuerda seguramente se deslizará más fácil, y entendiendo cómo se desarma, podré comprender cómo armarlo. Igualmente no me arriesgaré a perder mi molde hasta que me sienta completamente lista para la reproducción. Luego haré el resto de mi trabajo.
Mi padre seguramente irá a misa, como siempre, pero acompañado por Calíope y los niños ésta vez. Tendré que ver de solucionar mis asuntos con el submundo a tiempo.
Igualmente, si todo sale como anticipo, no deberían haber problemas.
El horrible sueño sigue invadiendo mi mente durante el día, las llamas tan reales como las que había visto en la cocina el otro día y mi madre, como loca; no pensando en nada más que en su furia hacia mí y hacia mi padre. Me hace acordar, también, a aquellas pesadillas que había tenido poco después de la así llamada muerte de Orfeo; de su regreso de la tumba. Aquéllas que me dieron la intuición de que aún sigue con vida.
Espero que la vida monástica, sin la necesidad de preocupaciones, le haga algo de bien. Sólo puedo rezar por éso.
En el camino al taller como uno de los rollos de canela y, al detenerse la góndola, corro al taller. Me he levantado ya más tarde de lo que quería así que debería empezar lo antes posible. A la hora del almuerzo me compraré algo para traerme al trabajo y me ocuparé también de cumplir con el pedido de mi padre, y cada tres candados que complete haré un intento de entender el nudo. Si le aplico un poco de aceite a la cuerda seguramente se deslizará más fácil, y entendiendo cómo se desarma, podré comprender cómo armarlo. Igualmente no me arriesgaré a perder mi molde hasta que me sienta completamente lista para la reproducción. Luego haré el resto de mi trabajo.
Mi padre seguramente irá a misa, como siempre, pero acompañado por Calíope y los niños ésta vez. Tendré que ver de solucionar mis asuntos con el submundo a tiempo.
Igualmente, si todo sale como anticipo, no deberían haber problemas.
Última edición por Leohan el 02 May 2020, 16:18, editado 1 vez en total.
- HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)
Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
Intentas mantener tu rutina de 3 por 1, pero entre el dolor del tobillo y de la mano, te ralentizas un poco. Le echas una ojeada a la lista de tu padre y compruebas que, a continuación de la nota te ha dejado varios nombres de la gente que ha salvado en el mundo legal. Cuentas, a vuelo de pájaro, al menos 10 personas… repartidos entre los apellidos de los Patrizios Venetos casi homogéneamente: Contarini, Morosini, Valier, Dandolo y Barberan. Rápidamente te vienen a la mente sus stemmi, en lo alto del umbral de sus villas. Solamente gente de rango muy elevado… los Perugi carecen de tal honor, pues los ingresos todavía son insuficientes para pagar por tal honor.
Tu estómago empieza a rugir junto con las campanadas del mediodía, tocas tu estómago y sientes el vacío. Has comido bastante, sabroso y en el horario que corresponde… pero ya palpas tus costillas. Es horrible, ¿cuántas libras has perdido ya?
Te recriminas a ti misma. ¡Estás en los huesos, niña! ¡es lo único que faltaba, la gota que arruinaría todo! La hambruna llegando a los Perugi. Sí, muy importante el honor… aunque ciertamente, Caliope y su progenie deben haber compartido con la falta de alimentos por mucho tiempo.
Ordenas un poco, sales del taller y te fuerzas a ti misma a regresar a la mansión para el almuerzo. Lo necesitas, este asunto del nudo te está devorando las entrañas… literalmente. Demanda mucha más concentración que tus labores habituales.
Encuentras la mansión vacía, pero te han guardado algo para comer. Una canasta sobre tu mesa de trabajo que, obviamente, estaba ahí desde el desayuno. Tan enfocada estabas en lo que debías hacer, que la pasaste por alto. La levantas y te la llevas para un almuerzo en la góndola de regreso a tu taller, pasando a hacer las compras que te ha encargado tu padre.
Completas tus encargos poco después de regresar y te apresuras a entregarlos. Tu disciplina te ha permitido terminar todo antes del ocaso, así que tienes bastante tiempo para tu última misión. Al puente…
Miras en tu morral el nudo original que recibiste de alguien en la mansión Di Ponti, probablemente la sirvienta. Ya estás en el lugar correcto, la puerta frente a ti… ¿cuál era el santo y seña?
Tu estómago empieza a rugir junto con las campanadas del mediodía, tocas tu estómago y sientes el vacío. Has comido bastante, sabroso y en el horario que corresponde… pero ya palpas tus costillas. Es horrible, ¿cuántas libras has perdido ya?
Te recriminas a ti misma. ¡Estás en los huesos, niña! ¡es lo único que faltaba, la gota que arruinaría todo! La hambruna llegando a los Perugi. Sí, muy importante el honor… aunque ciertamente, Caliope y su progenie deben haber compartido con la falta de alimentos por mucho tiempo.
Ordenas un poco, sales del taller y te fuerzas a ti misma a regresar a la mansión para el almuerzo. Lo necesitas, este asunto del nudo te está devorando las entrañas… literalmente. Demanda mucha más concentración que tus labores habituales.
Encuentras la mansión vacía, pero te han guardado algo para comer. Una canasta sobre tu mesa de trabajo que, obviamente, estaba ahí desde el desayuno. Tan enfocada estabas en lo que debías hacer, que la pasaste por alto. La levantas y te la llevas para un almuerzo en la góndola de regreso a tu taller, pasando a hacer las compras que te ha encargado tu padre.
Completas tus encargos poco después de regresar y te apresuras a entregarlos. Tu disciplina te ha permitido terminar todo antes del ocaso, así que tienes bastante tiempo para tu última misión. Al puente…
Miras en tu morral el nudo original que recibiste de alguien en la mansión Di Ponti, probablemente la sirvienta. Ya estás en el lugar correcto, la puerta frente a ti… ¿cuál era el santo y seña?
- Leohan
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
Ciertamente, en las condiciones actuales, requerir de los servicios de abogados con apellidos de tal renombre no sería un lujo que nos podríamos dar. Y allí es donde viene útil la obligación moral que la historia de mi padre puede facilitar. En la próxima oportunidad que tengamos
Es verdad, he estado comiendo abundante, últimamente... después de ese primer día, claro. Pero entre la agitación y el trabajo incesante, he utilizado demasiada energía en general. Bueno, los días se deberían poner un poco más tranquilos pronto, si ésto sale bien.
Miro a ambos lados, para asegurarme de que nadie me haya seguido, y toco la puerta un par de veces. No espero respuesta, claro, sino llamar la atención de la persona encargada de la misma, sea quien sea.
La hora debería ser propicia. No sé mucho del submundo veneciano; pero si las bandas criminales actúan en las sombras, el razonamiento de que los hombres de Angelino se junten a planear a la sobretarde tiene su lógica. Y con mis ropas de trabajo, ropas de hombre, yo no debería llamar mucho la atención mientras tanto.
Marco Polo digo, en voz no demasiado alta.
A pesar de mis mejores esfuerzos, aún no he logrado aprender a reproducir el nudo para el tobillo, así que espero que la cuerda sea suficiente.
Es verdad, he estado comiendo abundante, últimamente... después de ese primer día, claro. Pero entre la agitación y el trabajo incesante, he utilizado demasiada energía en general. Bueno, los días se deberían poner un poco más tranquilos pronto, si ésto sale bien.
Miro a ambos lados, para asegurarme de que nadie me haya seguido, y toco la puerta un par de veces. No espero respuesta, claro, sino llamar la atención de la persona encargada de la misma, sea quien sea.
La hora debería ser propicia. No sé mucho del submundo veneciano; pero si las bandas criminales actúan en las sombras, el razonamiento de que los hombres de Angelino se junten a planear a la sobretarde tiene su lógica. Y con mis ropas de trabajo, ropas de hombre, yo no debería llamar mucho la atención mientras tanto.
Marco Polo digo, en voz no demasiado alta.
A pesar de mis mejores esfuerzos, aún no he logrado aprender a reproducir el nudo para el tobillo, así que espero que la cuerda sea suficiente.
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
Una pequeña mirilla se abre y un par de ojos te observan, muestras el nudo e indicas el santo y seña. Vuelve a cerrarse con un chasquido, seguido de un coro de murmullos y luego pasos contundentes se acercan a la puerta.
Al abrirse, notas una silueta conocida. Es el gigante de la prisión, que te sonríe.
La cerrajera ha llegado, cúbranse los cuellos… ¡alerta de degollamiento!
Suelta una leve carcajada y te invita a entrar. Es un largo pasillo penumbral, con pequeñas velas cada tanto que permiten evitar tropezarse con pequeños obstáculos que cubren el piso. Está lejos de ser recto, tiene varias cubras, subidas y bajadas. Después de varios minutos, algo mareada y definitivamente desorientada, bajan una escalera de caracol que lleva a un amplio salón del subterráneo.
Todo está más iluminado con hermosos candelabros y algunas pinturas. De hecho hay varias de Angelino Polo, lo que te hace preguntarte si se trata de este o del que vive en Padua. Hay un par de esculturas y ventanas con vitrales que dan justo sobre un canal detrás del cementerio. En un rincón yacen algunos laúdes y tamborinas, junto a flautas y pífanos, parece que se trata de un amante del arte.
Grandes sillones con cojines forman una herradura en torno a un nicho en el muro que en períodos más fríos debe funcionar como chimenea.
Bienvenida, señora. Gusto en recibir a tan notable dama del negocio.
Te guiña un ojo y aparece una bandeja sobre una mesita central. Un par de tazas de té ardiente con aroma a coco inundan la habitación, pequeños bocadillos complementan la humilde cena.
Al abrirse, notas una silueta conocida. Es el gigante de la prisión, que te sonríe.
La cerrajera ha llegado, cúbranse los cuellos… ¡alerta de degollamiento!
Suelta una leve carcajada y te invita a entrar. Es un largo pasillo penumbral, con pequeñas velas cada tanto que permiten evitar tropezarse con pequeños obstáculos que cubren el piso. Está lejos de ser recto, tiene varias cubras, subidas y bajadas. Después de varios minutos, algo mareada y definitivamente desorientada, bajan una escalera de caracol que lleva a un amplio salón del subterráneo.
Todo está más iluminado con hermosos candelabros y algunas pinturas. De hecho hay varias de Angelino Polo, lo que te hace preguntarte si se trata de este o del que vive en Padua. Hay un par de esculturas y ventanas con vitrales que dan justo sobre un canal detrás del cementerio. En un rincón yacen algunos laúdes y tamborinas, junto a flautas y pífanos, parece que se trata de un amante del arte.
Grandes sillones con cojines forman una herradura en torno a un nicho en el muro que en períodos más fríos debe funcionar como chimenea.
Bienvenida, señora. Gusto en recibir a tan notable dama del negocio.
Te guiña un ojo y aparece una bandeja sobre una mesita central. Un par de tazas de té ardiente con aroma a coco inundan la habitación, pequeños bocadillos complementan la humilde cena.
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
También yo me río, recién ahora recordando que la primera impresión de la banda de Angelino era que yo y mi padre éramos asesinos. En parte me pregunto si ya se ha dado cuenta de la farsa y sólo me sigue la corriente. Independientemente, no es que pretenda mantenerla por mucho más tiempo, por lo menos no ante Angelino en particular.
La guarida es mucho más grande de lo que esperaba, lo cual me hace desorientar ¿Cómo se construyó todo ésto en Venecia? Definitivamente, más allá del cuarto piso a la izquierda, una gran porción de éste edificio debe ser estando ocupada por la gente del submundo. Angelino parece perfectamente cómodo, por otra parte. Me alegra también que me esté dirigiendo a un lugar privado.
Tras finalmente llegar a lo que parecería ser el santuario secreto de Angelino, sonrío. Pues, no vive tan diferente a la elite después de todo ¿Verdad? Por lo menos en cuestión de los objetos con que se rodea. Observo las pinturas individualmente, y mi sonrisa se agranda al ver nuevamente la firma "Angelino Polo" en un par de ellas, también con firma del año pasado y con imágenes de Venecia por la noche. Me pregunto si en ellas, observando con cuidado, se podrían detectar detalles como el que daba a la pintura de los cementerios su poderoso mensaje.
Muchas gracias por recibirme, Angelino, digo, en el mismo acento florentino que usé en la prisión. Imagino que te alegrará saber que Museo está a salvo y no lo atraparon. Por otro lado ¿qué tal te han tratado los últimos días?
¿Sabes? agrego, tomando la taza que me correspondería. El día después de que nos conocimos conocí al autor de esas pinturas, cerca de Padua. Podría haber muerto de no ser por él, de hecho.
La guarida es mucho más grande de lo que esperaba, lo cual me hace desorientar ¿Cómo se construyó todo ésto en Venecia? Definitivamente, más allá del cuarto piso a la izquierda, una gran porción de éste edificio debe ser estando ocupada por la gente del submundo. Angelino parece perfectamente cómodo, por otra parte. Me alegra también que me esté dirigiendo a un lugar privado.
Tras finalmente llegar a lo que parecería ser el santuario secreto de Angelino, sonrío. Pues, no vive tan diferente a la elite después de todo ¿Verdad? Por lo menos en cuestión de los objetos con que se rodea. Observo las pinturas individualmente, y mi sonrisa se agranda al ver nuevamente la firma "Angelino Polo" en un par de ellas, también con firma del año pasado y con imágenes de Venecia por la noche. Me pregunto si en ellas, observando con cuidado, se podrían detectar detalles como el que daba a la pintura de los cementerios su poderoso mensaje.
Muchas gracias por recibirme, Angelino, digo, en el mismo acento florentino que usé en la prisión. Imagino que te alegrará saber que Museo está a salvo y no lo atraparon. Por otro lado ¿qué tal te han tratado los últimos días?
¿Sabes? agrego, tomando la taza que me correspondería. El día después de que nos conocimos conocí al autor de esas pinturas, cerca de Padua. Podría haber muerto de no ser por él, de hecho.
- HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)
Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
El mastodonte bebe ávidamente su té al escucharte.
¿Algún problema con el coco? Tengo canela, zarzaparrilla y anís si te incomoda, señora. Sobre la pintura, fue un regalo de Fiorella. Ella es una forajida, de tu mismo oficio, se refugia en una casa rural como sirvienta. Ha cortado algunos cuellos más al norte, pero ya sabes… los territorios, estos días, están muy bien delimitados.
Toma un par de bocadillos de provolone, los devora y continúa.
Ah, tu mano derecha, lindo apodo para el chico… ¿eh? Si supo escapar y llegar a buen recaudo, definitivamente está bien encaminado. Es importante salir del lugar en que has hecho el trabajo sin dejar alguna huella que podría delatarte con posterioridad.
Alguien entra a llenar la taza de este Angelino y desaparece muy rápido, imposible vislumbrarlo con tal agilidad.
Por cierto, ahora que lo pienso… ¿qué hacías en el territorio de Fiorella? ¿negociando algún intercambio interesante?
Vuelve a tomar su taza, pero esta saborea lentamente la infusión.
¿Algún problema con el coco? Tengo canela, zarzaparrilla y anís si te incomoda, señora. Sobre la pintura, fue un regalo de Fiorella. Ella es una forajida, de tu mismo oficio, se refugia en una casa rural como sirvienta. Ha cortado algunos cuellos más al norte, pero ya sabes… los territorios, estos días, están muy bien delimitados.
Toma un par de bocadillos de provolone, los devora y continúa.
Ah, tu mano derecha, lindo apodo para el chico… ¿eh? Si supo escapar y llegar a buen recaudo, definitivamente está bien encaminado. Es importante salir del lugar en que has hecho el trabajo sin dejar alguna huella que podría delatarte con posterioridad.
Alguien entra a llenar la taza de este Angelino y desaparece muy rápido, imposible vislumbrarlo con tal agilidad.
Por cierto, ahora que lo pienso… ¿qué hacías en el territorio de Fiorella? ¿negociando algún intercambio interesante?
Vuelve a tomar su taza, pero esta saborea lentamente la infusión.
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Re: Interdicta plena: Morte'nte caligine
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La provoleta es de hecho una variedad argentina del queso provolone, que suele asarse con especias. Imagino que no sería algo popular en Venecia del siglo XIII, aunque Angelino ciertamente tendría buen gusto.
El coco está bien, respondo, dándome cuenta que no he tomado aún. Estaba esperando a que se enfríe un poco la taza. Bebo un sorbo. Efectivamente está muy caliente. Dejo la taza sobre la mesa y sigo el ejemplo de Angelino, sirviéndome uno de los quesos.
El gigante no se hace a sí mismo fácil de leer, habiendo decidido prácticamente ignorar mi alusión a quien comparte su nombre en favor a algo con lo que claramente se siente más cómodo, sus conexiones del submundo.
Una reunión de negocios que no dio frutos, digo, intentando dejar el tema de lado lo antes posible. Nada importante.
Durante una conversación, sin embargo, hay varias formas de leer a las personas. Y si las palabras no ayudan, una persona puede ser evaluada por sus silencios ¿Por qué no querría inmediatamente hablar acerca del hombre con su mismo nombre y sea cual fuera la forma en que me salvó la vida? Me es evidente que yo no soy la única que esconde algo.
No creo haberte dicho que Museo era un chico, comento en tono indagatorio, antes de comer un pan acompañado con fontina.