Por Clayton S. Caddy
HISTORIA:
Durante el tiempo posterior a la era de la fantasía, en lo que la mayoría llamaría la era iluminada, un pequeño número de personas comenzó a manifestar poderes inexplicables. Si revelaban los poderes, eran perseguidos como brujas o demonios. Por lo tanto, ocultaron su poder, pero comenzaron a ayudar a otros como ellos a comprender sus dones.
A medida que estudiaban, encontraron que ciertas prácticas de relajación, meditación y concentración les permitían captar y controlar mejor su poder. Se basaron en esto y desarrollaron una comprensión intensa de la forma en que veían la magia. Desafortunadamente, nadie les dijo a estas personas que eran magos. Con el tiempo, y escuchando a los grandes pensadores de su época, empezaron a ver sus poderes como una extensión de la mente. Al enfocar sus pensamientos, podrían moldear la realidad solo con su voluntad. Estos huérfanos reunidos utilizaron un vocabulario tomado de varios libros de psicología y parapsicología, y nació una nueva tradición: una de la mente que afecta al mundo. Términos como psicokenesis, proyección telepática y otros psicocháculos se convirtieron en lo mejor del mundo.
Solo años después, una vez que la tradición estaba firmemente estructurada, las otras tradiciones se dieron cuenta de estos magos mentales, a quienes originalmente habían considerado psíquicos y dobladores de cucharas chiflados. Pero los Cerebus (originalmente el Cerebelo) eran muy reales. Tan reales, de hecho, y como estaban separados de las otras tradiciones, que la Tecnocracia libró una guerra a gran escala contra ellos, como un "ejemplo" para las otras tradiciones.
Los Cerebelos fueron diezmados y su arte casi se perdió. Solo unos pocos sobrevivieron a la guerra, pero los que lo hicieron obtuvieron 2 dones: un inmenso conocimiento de la Tecnocracia y un ardiente deseo de venganza. El nombre de Cerberus, el perro de tres cabezas que custodiaba el inframundo, corrompido a Cerebus, se convirtió en el emblema de la tradición, como una advertencia para quienes se oponían a ellos: nunca sorprendieron (como lo habían sido), y uno puede pelear también. como tres. El Cerebus, originalmente una de las tradiciones más pacifistas y filosóficas, se convirtió en un ejército sagrado contra la Tecnocracia.
En los años posteriores a la guerra original, el Cerebus permaneció en silencio, mirando desde el margen, hasta que llegó el momento de mayor debilidad: la separación de los Adeptos Virtuales del Cónclave. Entonces, comenzó la yihad y la Tecnocracia se tambaleó ante la ferocidad del ataque. Con la misma rapidez, los Cerebus se fueron, volviendo a las sombras, para mirar una vez más. Allí se sientan hoy, esperando la próxima oportunidad para atacar.
ORGANIZACIÓN:
Los Cerebus, debido a su condición de huérfanos, durante mucho tiempo fueron vagabundos, sin capilla, sin organización y sin liderazgo. Los miembros compartieron una Mente Común, y eso fue suficiente. Después del ataque, dicha Mente Común fue la clave que mantuvo unida la tradición. Ahora, todavía no hay una clase dominante ya que todos tienen voz en las decisiones. Sin embargo, hay divisiones en todo el mundo, que trabajan juntas contra la Tecnocracia. Se configuran como legiones militares, a excepción del número 3: todos los miembros tienen dos socios, formando equipos de tres. Tres equipos trabajan en grupo. Tres grupos funcionan como lanza. Tres lanzas hacen un escuadrón, y así sucesivamente.
Estas divisiones, y sus subgrupos, se enfocan en tres cosas: oponerse a la Tecnocracia en cada oportunidad posible, iniciar nuevos miembros y, como era su propósito original, aprender a comprender mejor su poder. Los Cerebus todavía buscan su propia Ascensión, a través de la comprensión completa de su poder y su propia mente, pero ahora ven a la Tecnocracia como un obstáculo ante ellos que debe ser destruido antes de que ocurra la Ascensión. Saben que cualquiera puede despertar, pero que el estrangulamiento de la tecnología lo impide. No se oponen a la tecnología en sí, solo a aquellos que impiden el pensamiento libre.
Con la aparente doble misión del Cerebus, podría parecer que la orden se fragmentaría rápidamente. Hay tres subgrupos en el orden: uno orientado al combate, otro orientado a la acumulación de conocimientos. y uno orientado hacia la auto-iluminación. Sin embargo, no chocan. El emblema de tres cabezas indica varias ideas que trabajan juntas para un objetivo común. Los Cerebus ven las subdivisiones como beneficiosas, ya que la Tecnocracia a veces no sabe "qué cabeza las muerde" en un momento dado. Comparten conocimientos entre ellos libremente, así como con aquellos que ven como aliados contra la Tecnocracia.
Aunque no hay liderazgo, hay dos tipos que se destacan entre los Cerebus y es más probable que se les escuche: aquellos que han luchado con valentía y con éxito contra la Tecnocracia, y aquellos que han adquirido una gran comprensión de sus poderes. La mayoría de las veces, una persona es admirada por ambas razones.
