Por Deirdre Brooks
"Quien viaja por las calles de la ciudad
Sonriendo a todos los que ve
Quien se acerca para capturar un momento
Todos saben que es Wendy"
Se despertó a última hora de la tarde, el velo de maia brillando ante sus ojos. Se levantó de la cama y se dirigió a la ducha, y el residuo de los placeres de la noche anterior se desvaneció. Arrancó una flor de loto del aire e inhaló su fragancia antes de colocarla en una maceta conveniente y ver cómo echaba raíces en la tierra y extraía el alimento, sus pétalos florecían rápidamente.
Se miró en el espejo y no se sorprendió un poco al ver a su Avatar mirando hacia afuera. El Avatar le sonrió y se desvaneció, dejando solo su reflejo. Esta no era una vista poco común: su Avatar aparecía con bastante frecuencia a medida que se acercaba a la Ascensión.
Después de una larga ducha caliente, se vistió y salió a la luz del sol de la tarde, viendo la Danza que se desarrollaba sobre ella. Todo era la Danza: vida, muerte, tiempo, espacio. Todo fue medido por la Danza. Su Magia era la Danza, más verdaderamente que las Tradiciones que solo tienen sus realidades para ver, y las Convenciones que la detendrían, la reducirían a un lento y derrotado barajar. Ambos estaban demasiado estrechamente vinculados a la realidad que crea la Danza más que a la Danza en sí.
Hubo una conmoción momentánea cuando sintió una perturbación en la Danza. Siguiendo los hilos de la probabilidad, encontró la causa probable.
Era el Progromo.
HISTORIA:
Los bailarines practican un estilo de magia que parece relacionarse con los Verbena, los Cuentasueños, el Coro Celestial, los Eutánatos y el Culto al Éxtasis. La palabra operativa es "parecer". Sienten que la realidad es la expresión de una Danza eterna, una Danza que cambia el mundo a medida que cambia. Cada individuo puede afectarlo simplemente actuando. Sin embargo, a través de la comprensión, pueden aprender a afectar directamente a cambiarlo. Pueden aprender a ver las posibles formas que puede tomar la Danza, e incluso reforzar uno de los caminos hasta que se concreta. Para ellos, todo es posible, algunas cosas son simplemente menos probables que otras.
Tienen un sistema de creencias complicado que parece basarse en varias Tradiciones a la vez. En la base de su sistema está la Diosa. Ella es la Madre de Todos, la Creadora del Universo, Coreógrafa y Bailarina. La realidad es una expresión de su Danza, y no es más que una ilusión, un truco de nuestros sentidos. La realidad es, de hecho, cómo percibimos la Danza. Todos los seres vivos tienen la capacidad de alterar la Danza, generalmente a nivel personal. Se considera mejor que uno se comprenda a sí mismo antes de intentar cambiar el mundo. Para que la Danza continúe correctamente, lo viejo debe ser barrido dejando espacio para lo nuevo. La destrucción de cualquier cosa no deja un vacío: la Danza llenará el espacio dejado por la muerte o destrucción de cualquier cosa en la Ilusión. Esto no siempre es bueno, por lo que es mejor considerar las consecuencias de una o más acciones antes de matar o destruir. Se considera que el disfrute del don de la vida es lo más importante. Tienes la oportunidad de experimentar la vida como un individuo discreto, ¡aprovéchala! Comprende lo que realmente significa estar vivo. No se limite a vivir, ¡actúa! ¡ama! Haz todo lo que puedas para apreciar la Danza.
El cambio se percibe como la constante del universo. Con cada nuevo paso aparecen una miríada de nuevas posibilidades.
Históricamente, los bailarines son una antigua tradición de Harappa y siguen una filosofía muy parecida a la religión de esa antigua cultura. Han tenido tratos con las Tradiciones a nivel personal, y muchos se han unido al Consejo para luchar contra la Tecnocracia. Otros, sin embargo, sienten que la guerra de la Ascensión puede librarse de muchas otras formas, en muchos otros frentes.
Los bailarines tienen relaciones hostiles con muchos grupos diferentes en el Mundo de las Tinieblas. No son amigables con la mayoría de los Garou debido al Impergium, que sí recuerdan (los recuerdos de vidas pasadas son comunes entre los Danzantes, y muchos miran la Danza para ver qué sucedió en tiempos pasados) y la Guerra de la Ira. Los bailarines se aliaron con los Bastet, en ese momento, y aún no han perdonado a los Garou por este ultraje. Algunas tribus, como los Hijos de Gaia y los Moradores de Cristal, son más fáciles de tratar que otras, como los Garras Rojas por su apoyo activo, los Colmillos Plateados por su liderazgo o los Caminantes Silencosos por su apatía. Los Ventrue son muy odiados por los Danzantes por sus antiguos rencores, específicamente por la invasión aria de su nación.
Entre las Tradiciones, los Danzantes sienten una fuerte aversión por los Eutánatos, a quienes sienten que han corrompido la religión de la Diosa en una secta asesina.
Se están preparando para poner fin a las piras de novia en la India. Con este fin, están intentando reorganizarse como nunca antes.
