[Recurso] Personajes Pregenerados de 5ª ed.

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INQUISIDOR BANU HAQIM

Hubo un tiempo en el que teníamos honor, seguíamos un código, la religión nos guiaba. Ese tiempo se ha acabado, la sociedad le ha dado la espalda a la Fé. Crecí en las calles de una ciudad al noroeste de la península ibérica, mi familia permanecía ausente la mayor parte del tiempo, matándose a trabajar y yo me dediqué al estudio de la Biblia y las sagradas escrituras. Cuando crecí entre en el seminario, pero descubrí la corrupción que anidaba en el alma de algunos sacerdotes y le di la espalda asqueado. Vagué por las calles de mi ciudad, atravesando una crisis de Fé, en un mundo al que Dios ya no le importaba. Y fue así como me descubrió mi sire y me dio el abrazo, me dijo que mi misión en la vida sería acabar con el cáncer que se han convertido los cultos apóstatas y me entrenaron para ello.

Como ángeles ígneos descendimos sobre el culto a la Herejía Cainita, alimañas surgidas del Sabbat, con furia justiciera los pasamos por la espada y purificamos la tierra. Pero no es suficiente, más cultos anidan en la ciudad, Bahari, Cainitas, el Ministerio, deben ser purgados. Somos la Espada de Dios, los templarios de la Camarilla, los guardianes de su alma, no podemos fallar. Como caballero cristiano, visto con el negro y blanco, el mío es un oficio solemne. Unos guantes de cuero y un traje de chaqueta completan mi atuendo, en mi corbata siempre reluce el símbolo de la cruz.

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BUSCADORA RAVNOS

Nacida en Senegal, emigraste a Europa buscando un futuro para tus hijos, huyendo de la guerra y buscando las oportunidades de trabajo que la sociedad islámica no te proporcionaba, por ser mujer. Fue devastador, para todos, en lugar de una tierra prometida, encontratéis pobreza, miseria y condiciones de trabajo que rayaban la esclavitud. Aun así, cada cierto tiempo todos se reunían a tu alrededor para que cantaras las leyendas de tu pueblo, les recordabas un pasado dorado y los días felices de su infancia. Con el tiempo, te convertiste en un referente de tu comunidad e, incluso, ayudaste a muchos otros a hacer el viaje, lo cual te puso en contacto con las mafias que se dedicaban a la trata de personas, pero todos vosotros estábais desesperados, no había otra opción.

Uno de aquellos tratantes, un criminal, vio algo en ti, quizás la oportunidad de ganar influencia o dinero entre los senegaleses, te concedió el abrazo, te convirtió en una Ravnos, desgarró tus raíces y te obligó a vagar por la Tierra por el resto de tus días, sin un lugar al que llamar hogar. Todo cambió durante La semana de las pesadillas, tu sire y muchos otros de tu linaje acabaron destruídos en un frenesí caníbal, pero tú sobreviviste.

Al igual que mantuviste viva una cultura en extinción en una comunidad oprimida, te has propuesto evitar a toda costa que el legado de tu segunda familia muera. Recorres Europa de dominio en dominio, buscando a otros Ravnos y anotándolos en tu cuaderno, reestableciendo el contacto. No es fácil, pocos sobrevivieron y la mayoría se esconden, pero tienes la eternidad por delante.

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NAGLOPER TZIMISCE

Eras el amo, el señor de la guerra, la bestia de la noche, el oscuro hechicero del bosque que nadie se atrevía a hollar. Entonces llegaron los europeos y arrasaron tu dominio, masacraron a los Khoekhoe y trajeron consigo sus propios vástagos y creencias. Tu pueblo dejó de temblar ante ti, Namibia dejó de creer en ti y cada vez un numero mayor de ellos emigró al norte, emprendiendo un éxodo lleno de dolor y penurias. Perdiste tu poder, el miedo de tus vasallos ya no te alimentaba, debías encontrar un nuevo reino, seguiste a tus súbditos. Los clanes civilizados te veían como una bestia, despreciaban tu etnia mortal, tu linaje vampírico y tu mentalidad decimonónica. Pero eras un aristócrata, aunque tu piel fuera negra, tu legado es mucho más antiguo y honorable que el de los pretenciosos vástagos de la Camarilla o los insumisos y despreciables anarquistas. Aprenderán a temerte, aprenderán a respetarte, te rendirán pleitesía.

El Nagloper es una criatura que infunde terror, que se comporta como un conde de La larga noche y que encuentra placer en subyugar y aplastar a los inferiores, que son casi todos. Sin embargo, es un tradicionalista, respeta las normas y guarda siempre la etiqueta. Su aspecto es bestial, como el de un asambosam, sus rasgos son quirópteros y sus colmillos de un gran tamaño. Te resulta difícil pasar desapercibido, pero no es lo que buscas.

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REVOLUCIONARIA SALUBRI

Nacida en los peores suburbios de Méjico, descubriste que la violencia contra la mujer era atroz, luego que la violencia sobre los mejicanos era terrible en la frontera y, finalmente, que los terratenientes corruptos y narcotraficantes cometían todo tipo de fechorías con los más pobres como víctima. Pero te negaste a ser una víctima, tú no. Te afiliaste a un partido político, ibas a cambiar las cosas, incluso ganaste un asiento como concejala en uno de los peores distritos de la ciudad. Pero alguien no iba a dejar que las cosas cambiaran tan fácilmente, una bala en la cabeza te esperaba en el camino de regreso a casa, ese fue tu final.

Hasta que te abrazaron. Alguien vio en ti el espíritu de lucha que buscaba, te dió una nueva vida, resucitaste, como un mesías entre los más oprimidos. Rápidamente galvanizaste a los anarquistas de tu dominio, sin un líder fuerte, confluyeron entorno a ti y comenzásteis a causarle problemas a la Camarilla, que había metido sus manos en el sucio negocio del narcotráfico. Los Tremere pusieron precio a tu cabeza, te diste a la fuga, pero no sin antes prenderle fuego a la capilla del clan. Ahora buscas un nuevo dominio en el que establecerte y huir de la fama que te has creado, tu reputación te precede, para bien y para mal, tarde o temprano te costará la no-vida.

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INCEPTOR CAITIFF

No eras nadie, sigues sin serlo. Creciste en Nápoles, rodeado de miseria y criminalidad. Los comunistas, la camorra y las tensiones sindicales convertían la ciudad en un polvorín. No eras especialmente atractivo, ni importante, un bibliotecario más del ayuntamiento, un don nadie, sin familia, sin esposa, sin nadie que te echara de menos. Vivías perfectamente deprimido, hundido en la autocompasión y esperando que llegara la siguiente dosis de serotoninérgicos y, entonces, fuiste asesinado. No notificaron tu muerte, no saliste en los periódicos, ni en las noticias, fue fácil desaparecer.

Cuando resucitaste con la sangre de tu sire en la boca no viste a nadie a tu alrededor y sólo sentía el ansia y una omnipresente sensación de sentirte vigilado. Huíste, te escondiste y, por algún milagro, sobreviviste. Desde entonces has estado explorando tu nueva condición, tus poderes, los dones de la sangre. Has encontrado un sentido a tu existencia en la muerte y el recuerdo de tu humanidad, poco a poco se desvanece.

Eres un adicto a la sangre de otros vampiros, haces lo que sea por probarla, todo tipo de favores e, incluso, cometes algunos delitos. Estás dispuesto a rebajarte, extorsionar o vincularte con tal de conseguir tu proximo chute de vitae y has comenzado a mostrar disciplinas de muy distinta naturaleza.

Nota: La idea de este personaje es reflejar a los Inceptors de El tiempo de la sangre débil, que "descubrían" extrañas disciplinas desaparecidas como Temporis, Mythercería, Sanguinus o Spiritus. Eso se podía llevar a cabo con alguna amalgama propia aprobada por el narrador.

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Actualizado, ya he hecho un personaje pregenerado de cada uno de los 15 clanes. Al final, al inceptor le he metido Mytherceria.

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TREMERE DRIVER


Como mecánico en un taller, tuvo una vida gris e insignificante, a excepción de su hijo, el único faro de luz y esperanza en un mundo que te resultaba ajeno, vacío e insípido. Habría hecho lo que fuera por él, aceptando los peores trabajos y a pagadores de dudosa reputación, tu único objetivo se convirtió en proveerle al joven Caleb un futuro. Y así fue como caíste en las redes del Clan Tremere, como un vulgar matón que debía conseguir la sangre y los artefactos necesarios para sus rituales, más tarde como un ghoul. Nicolai Antonescu se fijó en ti, en como tratabas a tu joven hijo y sintió envidia, necesitaba un padre que le protegiera y cubriera sus necesidades afectivas y, al mismo tiempo, quería a su lado a alguien influenciable, duro y prescindible. Así que el niño vampiro le abrazó y pasó los siguientes años a su lado, aprendiendo lentamente la hechicería de sangre.

Tras la guerra de Chicago y el asalto lupino, la ciudad quedó diezmada, fue enviado a entablar contacto regularmente con Milwaukee y así comenzó a recorrer las carreteras goblin y sus traicioneros engaños, se convirtió en un enlace con las ciudades del norte, un mensajero, un emisario y, de paso, aquello lo alejaba de los conflictos internos de la capilla. Tras la deserción de Carna fue enviado a investigar y, cuando Montreal fue arrasada por la Inquisición y Nicolai desapareció de Chicago, encontraron el pretexto perfecto para deshacerse de él, mandándole a ese matadero como enlace. Ahora vive con lo puesto, su hijo ha crecido en Chicago y ni siquiera puede verle, reza por que le ocurra nada, por ser llamado a la ciudad del viento y ver al joven Caleb una vez más. Claro que, hace tiempo que su hijo dejó de hablarle y que la Inquisición le pisa los talones...

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@Guardiana , aquí tengo posteados 15 personajes pregenerados, te pueden ayudar a crear tu propio personajes o puedes coger y jugar uno de estos si te vas apurada, haciendo los cambios que creas necesarios en las fichas.