
Empiezo a pensar que los daneses no hacen casi ninguna serie/película mala. Esta miniserie de 8 capítulos nos mete en una tensión constante después de que una adolescente acuse a su padrastro de malos tratos. Nos vamos metiendo en un entorno asfixiante con no demasiados personajes (la familia, los asistentes sociales y algunos secundarios más) en el que vamos poniendo en duda a casi cada personaje. Cuando creíamos a uno, en el siguiente episodio empezamos a tener dudas. Cada personaje está desarrollado con una serie de matices y con una profundidad en las emociones y temores que tenemos las personas que creo que es recomendable para todo aquel que quiera dedicarse por ejemplo a dirigir partidas de rol (más allá de la temática en sí misma).
No vamos a encontrar grandísimas sorpresas, pero la tensión permanente está muy bien ejecutada.