La península Ibérica, que un día se convertirá en España y Portugal, es el punto focal de los conflictos cristiano-musulmanes a principios del siglo decimotercero. De hecho, mientras las Cruzadas en Tierra Santa se luchan outremer (literalmente, “allende el mar”), la batalla en Iberia es en Europa en sí. Los cristianos han empujado a los musulmanes gradualmente hacia el sur durante siglos, pero la batalla está ahora en su fase más caótica y decisiva.
CONTEXTO SOCIOPOLÍTICO:
La Reconquista Cristiana:
El norte cristiano está unido bajo el concepto de una Reconquista de la península de manos de los musulmanes que la invadieron en el siglo octavo. Esta unidad filosófica está poco afianzada, no obstante, ya que varios reyes ambiciosos rivalizan por la influencia en el norte cristiano. Una vez el Reino de Navarra fue el supremo, ahora León y Castilla están surgiendo. Aun así, la Corona de Aragón y el Reino de Portugal también se están extendiendo. Estos reyes y sus caballeros están sólo un poco por encima de luchar entre sí.
(Ver los Reinos Cristianos)
Las Taifas Moriscas:
La situación es casi la misma en el sur musulmán, conocido como al-Andalus. Muchas de estas tierras han sido islámicas durante siglos, pero varias dinastías han ido y venido. Una vez el Califato de Córdoba estaba al frente de la España mora, pero ahora también es un desastre. Los almohades, una dinastía beréber que gobierna el Norte de África, sostiene el gobierno de al-Andalus desde su capital en Sevilla. La verdad es que la mayoría del territorio está dividido en decenas de pequeños reinos llamados taifas. Enfrentados con una amenaza cristiana dinámica, escogen luchar entre sí y sellar por ello su destino.
(Ver Al Andalus)
Grupos Minoritarios:
La división entre los cristianos del norte y los musulmanes del sur es una fácil de hacer pero que esconde gran parte de la riqueza de España. De hecho, cuando la Reconquista se acerca a su desenlace, es fácil olvidarse de que hay más de dos bandos en esta guerra. Hay mucho más en España que eso.
Es más, los cristianos ibéricos no piensan en ellos como “Españoles”, sino como aragoneses, navarros, castellanos o cualquier otra afiliación local. Las divisiones entre las taifas musulmanes son aún mayores, llevando a similares identificaciones locales. Incluso más allá de esto, hay muchos grupos minoritarios cuyas culturas únicas tienden a ser desplazadas a los andenes de la historia.
Algunas de las minorías más importantes son:
-Vascos: Los vascos (o “euskaldun” en su lengua nativa) hablan euskera, uno de los idiomas más viejos de Europa y muy diferente de cualquier otro de la península. En su mayor parte, viven en Navarra y son étnicamente distintos de las gentes que los rodean dentro del reino y en Francia y en España, habiendo conservado su identidad entre las olas de invasores que han atravesado la región desde tiempos prehistóricos. Los vascos tienen muchas tradiciones únicas, incluido el juego de jai alai, que representa un papel importante en muchas de sus fiestas y celebraciones. Al final del siglo decimotercero, los vascos todavía conservan mucho de su identidad y cultura, aunque conforme la posición de Navarra se vuelve más débil con relación a otros estados ibéricos, su cultura también empieza a estar amenazada.
-Judíos: Ha habido una presencia judía en España desde tiempos de los visigodos. A pesar de notables episodios de persecución, ha seguido siendo considerable. En gran parte de la España musulmana, los judíos disfrutan del estatus de dhimmi, o personas protegidas, y pueden continuar rindiendo culto de forma más o menos libre (aunque deben pagar un impuesto por este derecho). En algunas ciudades cristianas, los judíos disfrutan de un estado similar, pero en otras han sido obligados a convertirse a la Cristiandad (o mediante amenazas reales o por incentivos socio-económicos). Estos convertidos se llaman conversos. Los conversos que en secreto mantienenel culto judío son conocidos como marranos.
-Mozárabes: Los mozárabes son cristianos de la España musulmana. Forman una comunidad separada y conservan un cierto grado de independencia como dhimmis bajo gobierno musulmán. Los mozárabes tienen sus propios gobernantes, llamados condes, que son directamente responsables ante el califa musulmán. Agentes especiales, que aseguran que se mantengan alejados de los musulmanes, recaudan sus impuestos para los gobernantes musulmanes. Les permiten mantener su jerarquía religiosa, y usan la ley del canon visigoda. Su liturgia, llamada Rito Mozárabe, es similar a la de los antiguos galos y muestra influencias de del Imperio Bizantino. Aunque bastante bien protegidos, los mozárabes han sufrido persecuciones en tierras musulmanas en varios momentos de su historia. Los principales centros de mozárabes son Toledo, Sevilla y Córdoba. Estos cristianos hablan árabe y mozárabe, y conservan muchas tradiciones culturales de la era visigoda. Conforme la Reconquista toma fuerza, cada vez más mozárabes caen bajo el gobierno cristiano, donde sus costumbres exóticas les hacen a menudo ser objeto de sospecha y desconfianza.
-Muwallads: Aunque muchos judíos y mozárabes continúan sus prácticas religiosas bajo el gobierno musulmán, muchos otros se han convertido al Islam con el transcurso de los siglos. Como en tierras cristianas, las razones para hacerlo van desde la amenaza de masacre a simples incentivos económicos (los musulmanes no necesitan pagar el impuesto del dhimmi). Los muwallads y sus descendientes mantienen una identidad étnica separada de la aristocracia árabe y beréber que los gobierna en las dinastías Cordobesa, almorávide y almohade. Han llegado a posiciones de mando en varios reinos e incluso estuvieron en disputa abierta contra el estado de Córdoba al final del siglo noveno.
