[Trasfondo] Sabbat

[Alexander Weiss]

Las cosas ya no son lo que eran. Aunque en el pasado el Sabbat realiza un uso extendido de monstruosidades grotescas, el tiempo ha vuelto prácticamente obsoletas estas "máquinas de asedio." Mientras hace siglos un coloso de tres metros de alto, con tantos brazos como una araña tenía sentido para atacar la mansión de un noble, la tecnología moderna se ha vuelto muy eficaz para convertirlos en basura. Además, pueden ser vistos literalmente a kilómetros de distancia, y no son nada discretos.
Para solucionar este problema, los Necronomistas del Sabbat han estado esforzándose. Utilizando métodos derivados de la manipulación de la carne Tzimisce y los restos de una línea de sangre de vampiros actualmente difunta, han creado los ghouls de fusión de carne. Cada grupo, o monada, consiste en varios ghouls muy condicionados, capaces de fusionar sus cuerpos en una monstruosidad única que se parece a los vozhd medievales.

¿Adiós Hermanos de Sangre?

[Voivoda]

Otro párrafo de "por favor, no uséis algo tan grotesco y poco relacionado con un trasfondo cuidado como los Vozhd" unido a "pero os dejamos una trampilla para que los uséis".

Habrá que esperar a leer bien el manual, pero de momento va pareciendo un "esto es lo que creemos que debe ser el Sabbat" seguido de un "pero sabemos cómo lo usáis y en el fondo sois compradores y no queremos una cascada de críticas".

[Pagliacci]

Leído, buenas sensaciones. Es un buen libro para narradores, muy, muy enfocado a ponerlos como antagonistas. Los relatos nunca están contados desde su punto de vista, las sendas han sido simplificadas y algunas fusionadas y lo que hay son docenas de perfiles de enemigos. Cada ejemplo, cada apartado trata sobre introducir al Sabbat en una crónica Anarquistas o Camarilla.

Sí, trae poderes nuevos y algunos son muy espectaculares, no me extrañaría que hubiera gente que quisiera jugarlos y tampoco cuesta un gran esfuerzo en adaptarlos. Pero se nota que los Sabbat están desinvidualizados, como fanáticos religiosos pasados de vueltas. Todas las manadas comparten la misma senda, el mismo estilo de caza, el mismo refugio... A mí no me hubiera importado que hubieran hecho un Sabbat más jugable, con los Tzimisce como extra del libro. Pero no es el caso.

[Alexander Weiss]

Pues leído ya también. Me hubiera gustado más trasfondo de la ambientación, pero como ha mencionado Justycar es un libro donde priman los antagonistas y ganchos de historia para insertar a los Cainitas como enemigos. De todas maneras ofrecen ideas interesantes, y su reformulación de las Sendas de Iluminación las hace más terroríficas.

Claro está, como ya se ha insistido, el hecho de que los conviertan en antagonistas puros y duros no implica que no puedas utilizar el trasfondo para crear personajes jugadores, y darles el protagonismo de una Crónica no es realmente complicado. Se ha insistido más en la estructura en torno a las Sendas, minimizando el poder de los clanes, como en otras ediciones.

[Pagliacci]

Sobre las sendas, a mí me da la sensación de que han juntado las del acuerdo honorable con el poder interior y la del pecado con la de la bestia. Para hacer antagonistas, no necesitas entrar en tanto detalle como antes. La senda del pecado ya no son sólo hedonistas, son aquellos que se dejan llevar por la bestia, por todos sus impulsos más básicos. Y la senda del poder interior tiene ejemplos de caballeros y paladines. La nueva senda del sol es interesante y cómo los dos poderes de alquimia son muy, muy buenos (los mejores del libro), sospecho que vamos a ver manadas de sangres débiles por doquier.

[Alexander Weiss]

BRASIL, GUERRA CIVIL

Sí, formaba parte del Sabbat. Bueno, no exactamente. Saqué mi culo de los Ritos de Creación y me ensucié poco después. Cuando desperté, todo era diferente. Me encontraba mal y al límite. Tenía que tener cuidado. Sin embargo, las cosas están cambiando deprisa, y el clavo que sobresale es golpeado. ¿En qué año estamos? Creo que he estado no muerto quizás unos cincuenta años, más o menos.
Todo el país solía ser un campo de batalla entre el Sabbat y la Camarilla. Río de Janeiro, Sao Paulo, Brasilia, ya sabes. Desde que el Sabbat renunció a esa guerra en la sombra, tratando de ganar a la Torre de Marfil en sus propios términos, la Camarilla ha actuado para vengarse.
Pero no creas que esto es un dominio perdido. Toda esa mierda forma parte de un juego de perdedores. Así te vuelves estático, pensando sin parar en cómo aumentar la frontera más allá, o quién está intentando hacerte retroceder.
Piensa en lo que importa: Ésta es una de las primeras cunas de la civilización. Cagarías sangre toda una semana si supieras cuántos antiguos han mordido el polvo aquí. Cómo todas esas cortes de la Camarilla que han ocupado el vacío y que sólo son peones en la Lucha Eterna. Y para eso está el Sabbat, para joderlos a todos, y hacerlos arder a todos. No intentes defender el castillo, renuncia al castillo, y cuando el enemigo plante su bandera, haz que salte la trampa.
Suena sencillo, ¿verdad? El viejo truco de muerde y golpea. El ratón muerde el queso y lo fríes con la electricidad. Pero resulta que aquí no es tan fácil. Mientras los Sacerdotes y Obispos preparaban la trampa, nadie prestó atención a -mira, nadie se ocupó de las operaciones fallidas, o de las bombas que la Mano Negra dejaba en sus retiradas.
Déjame ser cincero: tenemos problemas con los Sangre Débiles. Normalmente estos mamones se quedan dormidos en sus tumbas o terminan destrozados por despistarse con lo que ocurre ante sus narices, pero ahora es diferente. Se están uniendo para formar un Culto del Sol algún sinsentido y están poniendo el acento en “Hermanos y Hermanas” para trabajar juntos y joder a la Camarilla y mantener a los Anarquistas a raya.
No todos forman parte de eso, y no quiero formar parte. Pero si los oyes, te dirán que están cansados de que los jodan. Están cansados de que los abandones o de ser los canarios de la mina de carbón, sólo saben que quieren sangre y no les importa de dónde la tomen.
Muy mal, tío. Se han trazado las líneas. Se han arrojado los guanteletes de desafío. Hay vampiros con magia de muerte increíble, y mientras intentas acabar con ellos, de repente aparecen cincuenta adoradores del Sol hambrientos que te quitan tu presa o que se lanzan a los territorios de caza, jodiendo todos los planes.
No tiene sentido. Quieren lo mismo que cualquier Chupón, de la misma manera que nosotros. Algunos Sabbat intentan trabajar con ellos, o por lo menos con los que descubren que también son Hermanos y Hermanas. Pero parece haber muchos de ellos -demasiados- que no quieren otra cosa que salirse con la suya, y no se lo piensan dos veces si te metes en su camino. Eres una presa que puede pagar, quienquiera que seas, Sabbat o cualquier otra cosa.
Hormigas, tío. La marabunta pueden acabar con un perro. Una hormiga no tiene importancia, pero si hay bastantes, se acabó el perro. No importan las ciudades -cuando sales del mapa, al espacio entre las ciudades, está lleno de Sangre Débiles. En algunos lugares son más numerosos que el ganado, te lo juro por Dios. Han convertido pueblos enteros en granjas. Llenos de proles. Familias.
Pero los Obispos no quieren tocarlos. No quieren lanzar una cruzada contra los suyos. Me figuro que por ahí hay algunos putos Obispos acomodados que renunciaron a mucho en las pasadas décadas y no quieren perder lo que han construido ahora, eso es lo que digo.
Y eso es lo que pasa por aquí. No hay “Sabbat.” No hay “Espada de Caín.” En un extremo están los tipos grandes que no quieren arriesgar su apuesta. En el otro se encuentra millón y medio de esas marabuntas del Culto del Sol. Y también hay soldados de a pie, los gloriosos “¡Auténticos Sabbat!”, que se supone que están haciendo todo el trabajo sucio, plantando incendios y derribando torres, pero la verdad es que están siendo sacudidos entre la marabunta y el púlpito.
No me importa una mierda lo que diga la marabunta que dice ser, sólo bajo la cabeza y me voy. Me muevo por la costa desde hace semanas. Matar o morir, eso es el Sabbat. Matar a los suyos, ya sea por el Padre Oscuro o Aquí viene el Sol. Hace que para un Chupón como yo sea realmente difícil seguir adelante.

[Voivoda]

[Alexander Weiss]

No puedo informar perfectamente de lo que han visto los rafiqs, como me has ordenado, pero por extraño que pueda parecer a algunos: Alamut está perdido.
Se encuentra en las garras de un Anciano que ya era antiguo cuando los hijos de Caín eran jóvenes, un asesino de asesinos.
Está en las garras de una bruja con tres ojos cuya vitae encadena a quienes la prueba con un solo trago.
Está en las garras de un culto que reverencia pero teme el ascenso de los que han sido juzgados.
Yo mismo he pasado toda una noche a los pies de la montaña que duró cuarenta noches, tan grande es la brujería que da fuerza a las alturas.
Nuestros rafiqs no pueden acercarse; algo se lo prohíben. Pero me encontraba entre ellos cuando la cumbre de la montaña desapareció en la oscuridad y la risa de voces muertas y sin alientos sacudió las colinas.
A la mañana siguiente, la aldea estaba vacía, un despojo muerto a la sombra de la montaña de los diablos.
Busqué rastros de sangre, maravillándome de que incluso cuando los cosechadores de Ur-Shulgi se alimentan, no son tan precisos como para no derramar ni una gota. Pero ni una gota de sangre pude encontrar. La aldea estaba abandonada. Temblé al ver el techo de la casa del muecín, porque el techo estaba manchado de pisadas negras, como si alguien hubiera bailado una danza blasfema allí.
Lo confieso, aquellas cosas horribles me asustaron. No las comprendo. No sé lo que significan o cómo las hicieron. Son cosas que asustaban a la gente en tiempos más supersticiosos, pero ahora las teníamos allí.
La forma en que luchan desafía el término. ¿Cómo puede uno defenderse de un enemigo que te devora invisible desde dentro, hasta que sólo deja una cáscara seca y consumida? Esperaba encontrar fuego, pero lo que encontré fue un lugar donde el propio pensamiento se había vuelto extraño.
No sólo Alamut tiene esa marca de peligro. Nuestros ghuls se extienden muy lejos, incluso en lugares donde nosotros no podemos llegar. En la jerga de otros de la Sangre, son las noches de la Segunda Inquisición, el regreso de los Tiempos de la Hoguera.
Han visto el brillo de las armas de los cazadores, porque son una fuerza poderosa en Israel y en los territorios ocupados de Palestina, y los Vástagos caminan con cuidado por miedo a atraer la atención de los cazadores. No es una sorpresa que el mismo dinero y la tecnología que sostienen el apartheid y la ocupación, hayan financiado a estos cazadores para perseguir y destruir a sus enemigos no muertos. Drones, reconocimiento facial, imágenes IR e información manejada por inteligencias artificiales hacen que la no vida sea difícil para que los de la Sangre actúen en la zona en la época de la Segunda Inquisición. Ni siquiera Fátima se aventura allí. Debo asumir que lo mismo cuenta para la Mano Negra, porque los fuegos de la Segunda Inquisición queman a los Cainitas igual que a nosotros.
La respetable prole de los Ashirra con los que me comunico insisten en que Egipto no apoya al dios de la sangre de Alamut. Y extrañamente, veo en los rituales del Sabbat un aterrador paralelismo con los que celebra la Iglesia de Caín, que ahora tiene un asidero en El Cairo. Hace veinte años no se escuchaban esos sermones. ¿Se han sometido los Ashirra a los sacerdotes de la Mano Negra?
Una sola gota de sangre se extiende por un pergamino, encontrando su camino en la superficie, y trazando surcos donde no encuentra resistencia. Sabemos que Alamut se ha perdido -es la gota de sangre que se extiende. Y dondequiera que miremos, vemos cómo se extiende. No sólo es una guerra de sangre y fuego, sino que en ella también mueren las mentes.

[Voivoda]

[патриарх]

La verdad es que me ha gustado bastante. Creo que el libro es corto y no le sobraría un poquito más de chicha con las Sendas, igual que alguna que otra loresheet al final o una pequeña aventura o mininocturno, pero creo que lo fundamental, que es el enfoque, está bien. Me gusta que vuelva a ser el Sabbat de la primera edición y que ahora sea uno más de tantos cultos (si acaso el más peligroso). Lo de los antitribu y los Sangre Débiles me ha encantado, también.

A ver ahora qué hacen con el suplemento de la Segunda Inquisición y con Forbidden Religions, el tercer PDF "bonus" de Cults of the Blood Gods.