Episodio 6. Cazadores... cazando

Moderadores: Nyxe, Corso, Victor_Krugger

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 6. Cazadores... cazando

#41

Mensaje por Corso » 23 Jun 2022, 12:09

Karen sintió un pinchazo en las entrañas. Traicionar a Los Verdaderos Daneses era algo que nunca había tenido cabida ni en el rincón más oscuro de su mente; entre otras cosas porque jamás había tenido motivos para hacerlo. La causa había sido uno de los pilares sobre los que había erigido su no-vida, entregándose a ella de forma obcecada, casi ciegamente, desde que había cruzado el velo de la muerte. Greta, Lars, Annelise...su familia en la inmortalidad, todo lo que conocía - o creía conocer - estaba ligado a los dictados de la causa. Y sabía que así permanecería para ellos tomase ella la decisión que tomase...que ya había tomado. Era lo que más miedo le daba a la ventrue, más que la incertidumbre de su propio destino el de aquellos que le habían acompañado hasta cruzar la puerta de Anne esa noche.

La ventrue sentía en el fondo de su sobrecogido corazón que podría sobrevivir a la culpabilidad. Era cierto que se granjearía el desprecio - si no odio - de la facción que Greta representaba dentro de los Ventrue, seguramente con Lars como punta de lanza, pero el brazo de Anne, y sobretodo del resto del clan, serían un escollo demasiado grande que saltar incluso para su sire, o el mismo Haupptman.

Por otro lado, había algo que le seguía sorprendiendo sobremanera, y que era uno de los principales motivos por los que el centro de gravedad de la tierra se había desplazado bajo sus pies. Ella, después de cuanto había pasado en los últimos tiempos había emprendido un viaje de fuerte transformación personal. Una metamorfosis interna que pensaba que debía haber sido inevitable para todos. ¿Por qué no había sido así? Incluso aunque ella fuese una tradicionalista manifiesta y le resultase más natural pensar como lo hacía en ese momento, y estar más cerca de la postura de Anne que de Greta tras el descubrimiento de los routers. Aunque su voluntad de llegar a lo más alto de la escalera de poder y escalar posiciones dentro del clan siempre hubiese sido más férrea que la de ellos... Aún con todo eso, ¿Cómo era posible que no hubiese sido así?

Entre todos aquellos pensamientos fue la llamada de Annelise lo que inrodujo un pequeño destello de luz entre tanta oscuridad. Quizá, aquella idea, fuese un pequeño primer paso.

- ¿Los Toreador? ¿Qué te ha llevado a ellos, Annie? ¿Está todo bien, dónde está Lars? - fue tan sorprendente, extraña e inesperada la coincidencia que Karen estaba realmente preocupada. Mientras hablaba con su sobrina de sangre sus ojos cayeron sobre Anne fijamente, obviamente haciéndole participe de la conversación sin que tuviese que mediar palabra alguna - Me sorprende que «los farsantes» tengan a bien ayudarnos, sin pretender ganar nada a cambio...- dudó seriamente, pregúntándole de forma indirecta a su sobrina - Aunque llegados a este punto, extender el contra-rumor de que en realidad estábamos espiando a los nazis, aunque nos distanciaría de los Verdaderos Daneses...mmm... podría funcionar sí, podría alejarnos del foco. O, al menos, de ese foco, porque sin duda eso llamará la atención de otros muchos vástagos, entre ellos la de los camaradas de la causa, los nuestros... - una palabra, aquella última, que con el paso de los minutos se iba diluyendo más y más entre sus labios.

Podría ser una oportunidad única, distanciarse en apariencia de la facción como velo de un distanciamiento real. Uno que le ayudase a cortar los lazos con ellos y a empezar junto a Anne una no-vida nueva. Había peligro, pérdida y dolor en todo aquello, y mucha renuncia; pero también deseo, esperanza y futuro.

- ¿He de suponer que te han ofrecido protección ante lo que pueda pasar? Porque no me es difícil imaginar que Lars no te acompaña en estos momentos. Él nunca se postraría ante algo así, ni por un fin mayor. Annie, si necesitas ayuda o crees correr peligro con todo esto creo poder ayudarte - le sugirió sin dejar de mirar a Anne, buscando en ella algún gesto significativo ante lo que se desprencía de sus palabras, pues aunque la ventrue de más edad no pudiese escuchar a la más jóven sabía que estaría entendiendo el contexto de la llamada.

Y por supuesto, dándole a Knudsen una respuesta inequívoca, del todo definitiva, de que iría hasta el final. Hasta ese futuro del que habían estado hablando.

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 6. Cazadores... cazando

#42

Mensaje por Nyxe » 24 Jun 2022, 15:18

-Sí, Lars está bien, creo que está viniendo -le dijo a Karen, para no revelar delante de Benedict que Lars estaba esperandola en la puerta.

Annelise bajó el sonido de la llamada tanto como puedo lientras aún pudiera escucharlo. No estaba segura de cómo de agudo tendría Benedict el oído, ni que podía decir Karen.

-Bueno, en realidad, es mas un favor de Benedict. Dubois igual te suena más -dijo mientras se giraba hacia el Toreador y se llevó una mano al centro del pecho, diciendole "gracias" con un gesto. -Estoy ahora con él- avisó a su tía de sangre.

Efectivamente, eso iba a hacer que se ganasen otros enemigos, y no tenía tan claro como de leales serían sus nuevos aliados. No se trataba solamente del miedo a las represalias, el laboratorio de Annelise dependía indirectamente de los Verdaderos Daneses. Tal vez pudiera separarlo de ahi, y no podían quitarle su Rebaño. Pero montar su propio laboratorio iba a ser complicado, sobretodo en tan poco tiempo. Iba a necesitar la ayuda de un abogado (o de Karen) para todos los trasiegos legales. Pero al fin y al cabo... era verdad que no tragaba los ideales de los Verdaderos Daneses. Annelise creía en la superioridad individual, pero no de ese modo. Eran la representacion de lo que ella consideraba los peores defectos de su Clan. Y le daba rabia que Lars creyera tanto en ellos. Cuando Karen preguntó por la oferta de protección, Annelise se volvió hacia el Toreador sin colgar el telefono

-Benedict -dijo- yo te había pedido esto como favor personal pero has dicho antes que ganariais aliados. ¿He de entender -dijo imitando a proposito el tono pomposo que a menudo utilizaban los Antiguos- que esto es una propuesta formal de alianza, con la venia de tu sire y que podemos contar con vuestra ayuda contra los Verdaderos Daneses?

Lars las iba a odiar por esto, pero Annelise sabía que no iba a recapacitar sin un pequeño empujón. Aún con todo, Annelise consideraba que no estaban traicionando -todavía- a los Verdaderos Daneses. Era solo de cara a la opinion publica. Los mayores sabían que en realidad no eran tan viejos, así que no le costaría convencerlos de que solo era una fachada y de la utilidad de ganar cierto renombre entre los Christianos. Si evitaban hacer ninguna declaracion publica, podían jugar perfectamente a dos bandas durante bastante tiempo.

O eso pensaba hasta que le llegó el mensaje de Lars diciendole que Goldstein estaba de camino. Si su corazón siguiera latiendo se le hubiera detenido en aquel momento. Annelise tuvo que recorrir a todo su esfuerzo para mantener la compostura y rezar por que Bennedict no hubiese notado su reacción al leerlo. No tenía ni idea de cómo encajaba aquello en su plan, necesitaba salir de ahí cuanto antes y hablar con Lars.

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Re: Episodio 6. Cazadores... cazando

#43

Mensaje por Voivoda » 01 Jul 2022, 22:01

Un cúmulo de sensaciones se arremolinaban en el interior de Annelise. Y todas ellas eran fruto de no terminar de controlar del todo la situación. Del todo... o apenas nada. Y aún así, se había abierto un camino que, quizá, con ayuda de Lars y Karen, la protección de Benedict y cierta dosis de suerte, podría hacerle salir airosa y en cierto modo alejada del tradicionalismo más extremista de su propio Clan. Annelise se avergonzó durante un instante por sentirse así, por ser egoísta. ¿Pensaba en el bien de su Coterie o realmente sólo en el de sí misma?.

Sentía además la incómoda sensación de que Benedict podía leer sus sensaciones. Bajo su apariencia aparentemente inofensiva, Dubois había sobrevivido durante muchos años en la encarnizada política nocturna de Copenhague, al lado de Logstrom, pero también bien situado bajo el Principado Malkavian. Y eso no se lograba sólo siendo el chico de los recados.

- Vaya, no estáis todos convencidos, me temo -dice con una voz demasiado suave. Annelise comprende que Benedict tiene un oído especialmente fino y no esconde que no sólo la ha escuchado a ella, sino todo cuanto Karen le ha dicho. Los nervios de Annelise siguen creciendo y la Bestia se revuelve inquieta- Pero sí, puedes considerarlo una oferta formal de mi Clan. Pero necesitamos una respuesta rápida- concluye sin elevar el tono.

---------------------- La sonrisa de Anne es cálida, sincera... casi humana. Y eso reconforta a Karen aun cuando sus propias incertidumbres crecen a cada paso que da. Echa de menos fumar, beber, respirar. Esos estúpidos gestos humanos con los que poder soltar tensión. Ahora sólo siente cómo esa angustia se retuerce en su interior como una serpiente que se hiciera una con su propia Bestia.

No obstante, cada vez estaba más convencida de lo que su corazón muerto le inspiraba de cara al futuro. No se esperaba que el último empujón le llegara de la joven Annelise, a quien todavía veía como una joven aprendiz, no como una consumada política. Pero la muchacha era pragmática, directa. Adaptada a los nuevos tiempos. Karen era consciente de que Lars nunca daría en cambio ese paso. Y no podía negar que eso le dolía y que la serpiente interior daba otra vuelta de rosca más. ¿Podría seguir adelante sin él?. No, lo cierto es que no podía ni imaginarlo siquiera. Romper ese lazo era abandonarse del todo al vacío de una eternidad hueca. Pero conocía bien su determinación, su compromiso, su lealtad. ¿Se estaba equivocando?.

Las preguntas la corroían. Por una vez se sentía... débil. Aliarse con los Artistas tampoco le hacía sentir más fuerte. En el momento de la verdad siempre desaparecían detrás de sus ropas de lujo, sus marionetas de pasarela y sus vanidosos caprichos.

Anne sonreía con calma.

- Va salir bien -dijo convencida.

Karen no estaba segura.

Pero era todo cuanto necesitaba escuchar.


---------------------- A Lars la situación le gustaba cada vez menos. Cuando era mortal ya tenía una capacidad notable para detectar a los mentirosos, los manipuladores, los que te halagan por interés, los que están dispuestos a acuchillarte por la espalda. Y los Toreador reunían todas esas capacidades. Ahora como Vampiro, Lars era aún más desconfiado. No le gustaba nada el silencio de Karen. No le gustaba nada que Annelise estuviera en esa lujosa torre que, a pesar de su envoltorio, podía ser más peligrosa que una cárcel medieval.

Se estaba... impacientando. El taxista notaba de modo inconsciente cada vez más esa inquietud y Lars era consciente de que poco podía decir para calmarlo. Tampoco le importaba demasiado. Si tenía que estar asustado, que lo estuviera. No era ni mínimamente consciente de lo que se movía a su alrededor.

Releyó el mensaje de Annelise y a duras penas contuvo los colmillos en su lugar. Eso era alta traición. No podía siquiera creer que su chiquilla se lo planteara. Acabar estacados mirando al amanecer era lo mínimo que les podía deparar una decisión de ese estilo. Y lo peor es que encima sería un castigo justo.

El sonido de un par de toques en el cristal del conductor sobresalta al Ventrue y aún más al taxista. Jurarías que no había nadie en la calle hace apenas dos segundos. Y, sin embargo, ahora observas junto al coche a un tipo vestido con un traje blanco de aspecto anticuado, corbata oscura, sombrero de estilo años 20... y una pistola que apunta directamente al taxista, al que indica por gestos que se vaya bajando del vehículo...
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Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 6. Cazadores... cazando

#44

Mensaje por Nyxe » 07 Jul 2022, 22:13

Annelise apretó los labios cuando Benedict señaló que no estaban todos convencidos. Era verdad que Lars no lo estaba, y tal vez no lo hiciera nunca... si ella no le forzaba a ello. Lars creía en una causa en la que ella no, y podía decirse a sí misma que odiaba esa faceta de él. Pero si durante un momento se pudo preguntar como había dejado que Lars hiciera tantos comentarios delante de ella sin decirle nada, la respuesta le llegó rápido.

Realmente no le importaba.

Annelise no pretendía ir de defensora de las minorías, al menos no si no le reportaba un beneficio. Puede que consideraba que reducirlo a cuestiones raciales fuera un enfoque erróneo, pero eso no significaba que le fuese a afectar lo más mínimo. Siempre iba a ser blanca, siempre iba a ser danesa, y siempre iba a ser Ventrue. Ella creía en la superioridad individual y en la de su linaje. Y aunque el color de la piel no le importaba -Halil era la prueba de ello-, ella tampoco quería ver la cultura europea de Dinamarca aplastada por la inmigración y la globalización. Ella quería defender SU sociedad, y quería ver a SU clan al frente de la ciudad. Porque eran suyos. ¿Que mas daban las posturas de cada lado de la familia respecto a cuestiones menores? Seguían siendo la misma sangre. Todo se reducía a eso.

Admitirselo a sí misma le dio un momento de tranquilidad y le permitió poner en perspectiva las cosas. ¿Realmente podía hablarse de traicion? Todos los Ventrue querían a los Malkavian lejos del poder. ¿Se quejarían mucho los Verdaderos Daneses si una Ventrue ascendiera al Principado, aunque no fuera de los suyos? ¿Aunque fuera con el apoyo de los Toreador? ¿Se enfadaría mucho Greta por tener una nieta de sangre entre los Christianos? Si seguramente ya supiera por donde salía de fiesta. No, eso ni siquiera sería jugar a dos bandas. Simplemente era no posicionarse en la disputa familiar. Puede que la próxima reunion del clan fuera un poco más incómoda, ¿pero en que familia no pasaban esas cosas?

Esperaba que Lars pudiera entenderlo.

-Dame sólo un cuarto de hora, tengo que hablar con Lars en persona
-le dijo-. Pero cuenta con ello -aseguró con una sonrisa algo forzada.

Annelise le escribió a Lars "Bajo" mientras se dirigía a la puerta.

-Siento no poder despedirme del resto pero tenemos mucho que hacer esta noche
-le dijo a Benedict-. Dales las gracias por su hospitalidad de mi parte, por favor.

Si aquella propuesta de alianza era en serio, Annelise confiaba en que no pretendieran retenerla.

-Y mucha suerte esta noche -dijo con sinceridad antes de salir de la habitación.

LARS OLSEN (Victor_Krugger)
Policía Neonazi

Re: Episodio 6. Cazadores... cazando

#45

Mensaje por Victor_Krugger » 20 Jul 2022, 13:16

El sonido de un par de toques en el cristal del conductor sobresalta al Ventrue y aún más al taxista. Jurarías que no había nadie en la calle hace apenas dos segundos. Y, sin embargo, ahora observas junto al coche a un tipo vestido con un traje blanco de aspecto anticuado, corbata oscura, sombrero de estilo años 20... y una pistola que apunta directamente al taxista, al que indica por gestos que se vaya bajando del vehículo...

La noche se complicaba por momentos para el Ventrue. No entendía que era lo que retenía a su chiquilla en aquel nido de arañas degeneradas. Se estaba impacientando y sentía como su Bestia se revolvía en sus entrañas, y por lo que parecía, el humano percibía su estado de ánimo. No obstante, tenía cosas más importantes en la cabeza como para preocuparse por un humano.
Más latente fue su estado de ánimo cuando Lars volvió a leer la oferta que los meapilas Toreador habían sugerido a Annelise. El policía quería creer que su ingenua chiquilla no era consciente de las repercusiones que implicaban aceptar una oferta como esa. Por un lado, los Verdaderos Daneses no era un club de lectura del cual te puedes desapuntar cuando te venga en gana. Y por otro lado, en el mundo de la noche nadie ofrecía el favor de sus servicios gratuitamente. Nadie. Era una proposición envenenada.

“Clap, Clap”

Aquella noche llena de maravillosas sorpresas se complicaba por momentos para el Ventrue. Un individuo sacado de otra época vestido de blanco apuntaba con cañón de su pistola al conductor del taxi.

-Scheisse! - Espetó el policía.

Sin pararse a ver cómo se resolvía el conflicto entre el conductor y el hombre de blanco, abrió la puerta del coche y sacó su pistola.

===========
OffRol: Si la puerta del hotel no está muy lejos, Lars sale corriendo en esa dirección.

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 6. Cazadores... cazando

#46

Mensaje por Corso » 23 Jul 2022, 21:07

- Confío en que así sea - contestó Karen, también con una leve sonrisa, desgraciadamente mucho más rica en matices para un observador experimentado. Anne lo era, las dos lo sabían, como también que ninguno de aquellos matices era del agrado de la más joven. Dudas, un grado de congoja superior al que solía permitirse, el sentimiento de interceder ante un aparente enemigo...al fin y al cabo: debilidad. Hasta ese momento, Karen, apenas había tenido trato con aquella palabra, le era ajena e insultante, pero ¡ah! esa noche notaba como acechaba su orgullo peligrosamente, de una manera casi física, como una mancha de sucio aceite vertido sobre su suave e inmaculada piel. La piel de la vampira que quería llegar a ser: uno de los futuros dirigentes de la Camarilla de Copenhague.

No, no lo permitiría. Jamás. No se dejaría avergonzar ni ante sus antepasados mortales, ni ante sus mayores, ni ante el clan. Tampoco ante su querida Anne. Ni, por supuesto, lo más importante, ante ella misma. La debilidad nunca había tenido cabida dentro del vocabulario de los Klausen, así que, pese a sentir esa serpiente enroscándose en su vientre la ventrue cerró los ojos durante un instante y apretó los puños para retomar el control, poniendo fin a la llamada de Annelise de manera inconsciente.

Fue solo un momento, pero lo suficientemente intenso como para sentir como la bestia protestaba en rebeldía ante aquel acto de autocontrol y fuerza de voluntad. Aquella voz salvaje en su interior le acusaba y advertía del peligro inherente a sus acciones, sin dejar de clamar porque volviese al redil y se cobrase la venganza que se le había ordenado. Y, ciertamente, era una voz poderosa.

- Ya no hay vuelta atrás. Esto es una prueba de gran fortaleza. De la que necesitarás para ejercer como una líder fuerte y sin fisuras - pensaba, al tiempo que una de las uñas se le clavaba en la carne de la palma de la mano, abriendo una pequeña herida carmesí - No podrás dominar a ninguno de los vástagos de esta ciudad si no eres capaz de dominarte a ti misma. Enfréntate al futuro, hazte dueña de tu destino. Y también de ella.

Karen volvió entonces a la realidad de la suite y a observar el rostro, casi humano, de Anne. Algún día, preveía, quizá ella misma estuviese allí sentada, preparando a algún joven ventrue que desatacase dentro del clan, quién sabía si a la propia Annelise, para que abriese el camino hacia una era venidera, tal y como sucedía esa misma noche. A esas alturas, quizá su propia piel solo fuese el disfraz de persona de un depredador letal, como el de la no-muerta a la que admiraba y amaba, de la forma en la que los inmortales pueden amar lo narcótico que les resulta el alma impía y la sangre de ciertos vástagos.

Y ese pensamiento llevó a Karen hasta su hermano de sangre, porque quizá algún día podría soportar su oposición, su odio e incluso su muerte; pero nunca el vacío de no haberlo intentado, de haberlo abandonado a su suerte.

- Necesito convencer a Lars. Si no por mi, por su propia supervivencia. He de hacerlo de alguna manera y espero que Annelise pueda jugar un factor desequilibrante en ello. Quizá el lazo que le ata a su progenie le haga entrar en razón - se acercó hasta Anne mientras sacaba un blanco pañuelo y se limpiaba el corte - Te pediría que me acompañases, que me esperases en el coche por si las cosas no salen como esperamos, pero sé que no puedo obligarte a resolver mis problemas familiares. Así que, esa decisión es tuya. Entenderás que es el único e irremediable primer paso que puedo y debo dar en este momento...Ven conmigo, o si lo prefieres, espera a que volvamos a vernos, quizá aquí, para caminar juntas y regir el nuevo orden que se acerca.

Sin prisa, pero con firmeza, se dirigió hasta su abrigo y se atavío con él, dejando sobre el reposa brazos del sillón el delicado pañuelo, del que se desprendía un embriagador olor a exquisito perfume y vitae; un gesto cargado de significado. Luego marcó dos nombres en su teléfono y mandó el mismo mensaje de texto a ambos.

" Estoy de camino al refugio de los Toreador, no hagáis nada que sea irremediable hasta que llegué junto a vosotros".

Solo entonces, y sin saber si Anne la seguiría, salió del cuarto sin mirar atrás.

Cerrado

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