Por este motivo no puedo más que asentir con la cabeza "Estimado Paige cuente con mi apoyo para esta su empresa, la cual sentiré como mía. Tome este regalo para ratificar dicha promesa. Yo velaré por vos como seguramente usted vele por mí durante esta nuestra aventura Me quito del cuello, una moneda ,anudada con un cordón escarlata, de tiempos antiguos y ya olvidados, un regalo de Jean por mi primer aniversario como vástago. Es algo importante para mí, pero sé que él reza por mí en la allá lejana Francia, pero espero poder inspirar con ello fuerzas a mi gentil interlocutor.
Ante las palabras de Fedor no puedo más que soltar una sincera e inocente risa, fruto de la felicidad que me hace observar tan maravillosa escena, la carcajada retumba en los muros de la capilla como el eco de un cristalino arroyo. "¡Ojala esto sea signo de la cercanía de un tiempo nuevo... la ascensión de la Civitate Dei, un tiempo lejos del sufrimiento y la crueldad, en definitiva, el sueño más dulce¡"