SECCIÓN ESCENAS

[Dava]

Ricardo, haciendo caso de las recomendaciones de Aurora uso su posicion de Sherrif para incautar un vehiculo efectivo y poco llamativo. Necesitaban un vehículo del modelo más común posible para que fuera difícil de identificar en una persecución.

—Tu conduces, la última que yo llevé algo, era un carro y acabamos despeñados

Una vez llegaron al coche en cuestión, Ricardo le abrió la puerta del conductora a Aurora entregandola las llaves y él tomó asiento en la parte de atrás , ;nde más bien se recostó para que no identificasen a primera vista.

[Soiberg]

Los túneles estaban completamente a oscuras y debido a la humedad del terreno la arcilla propia del subsuelo de esa zona había producido que se transformara en lodos, lo cual hacía la zona sumamente resbaladiza. Medio kilómetro más adelante y tras muchas vueltas, los túneles daban salida a una pequeña cala, donde había una gran lancha tipo gran Zodiac, tapada con un material esférico anti sol de titanio que tapaba la cubierta, y con un barquero esperándolo, quien lo tomó por el pasajero que estaba esperando. Era un vampiro de su mismo clan. Se dirigió a él en Valenciano.

-El senyor Fuster, supose (El señor Fuster, supongo), -lo saludó de forma muy educada viendo tras su capa de sombras. L'estava esperant (Lo estaba esperando). Acomode's sota coberta, serà un llarg viatge (Acomódese bajo cubierta, será un largo viaje).




Por supuesto, Sheriff- Tóme las llaves, -dijo el vampiro al que Ricardo requisó el coche, entregándoselas. Era un viejo Fiat Lancia de color negro, muy discreto.

-Jajaja tienes razón, ese carromato nos duró poco, lo que nos costó salir de aquel barranco hermano.

Tras hora y media, acabaron en unos callejones de Valderredible, a cierta distancia del objetivo, para que no los viera. Habían pasado por terrenos pedregosos y carreteras secundarias. El Setita se bajó del coche tras aparcarlo en una zona aislada en el callejón. Parecía mirar de lejos a una joven pelirroja, humana sin duda alguna. Comenzó a seguirla lentamente como un cazador a su presa. Era tarde de noche y la chica parecía haber salido de fiesta, iba tambaleándose de lado a lado como borracha.

-Ahora irá a alimentarse, le comentó Aurora a Ricardo. ¿Intervenimos ya? --le preguntó.

[Baudelaire]

Sorprendido por el saludo del barquero en valenciano, tras haber visto más allá de la capa de sombras, termino por sonreírle. Siendo que ha sido muy educado para tratarse del legendario Caronte, en lugar de dos óbolos... le entrego 400 euros.

[Dava]

Ricardo observó el modo en el que el Setita “cazaba” si es que se le podía llamar de esa manera. Su Bestia no paraba de ver errores en su modus operandi mientras el simplemente sonreía y asentía.

-Estaría genial que pudiera llevarnos ante su contacto -miro al cielo un instante para cerciorarse de cuantas horas de oscuridad le quedaban-, pero dudo que lo haga hoy… ¿Tu qué opinas, hermana? Nos arriesgamos a que se alimente o nos arriesgamos a perder el rastro.

Tras esto, Ricardo continuo el hostigamiento al sethita, hicieran lo que hicieran, no podía dejarlo sin supervisión.

[Soiberg]

El Barquero devolvió la sonrisa a su tripulante y procedió a encender el motor. Unas cuantas horas después se encontraban en un río. Parecía que tenía algún tipo de control automático la barca para el día ya que se acababa de despertar también recientemente el conductor, pues acababa de anochecer.

-Ho deixe prop de Madrid. Li esperen en la reunió en Carrer Gran Via número 32, és un *chale en plena ciutat, alguna cosa estranya. Bona sort. (Lo dejo cerca de Madrid. Le esperan en la reunión en Calle Gran Vía número 32, es un chalet en plena ciudad, algo raro. Buena suerte)---le dijo despidiéndose de él en Valenciano el conductor.

¿Cómo rayos había podido la zodiac meterse del mar a un río? Un enigma para otro día, o más bien, otra noche.




Aurora preocupada, pensó rápido mientras veia por un lado el cielo, quedaba poco para amanecer y por el otro, al Setita acechar torpemente a su víctima. Ráìdamente de su bolsa sacó una ballesta ligera de largo alcance.

--En el tiempo que llevamos separados, hermanito, tuve que aprender y adoptar nuevos gadgets, como dirían los humanos. Sacó unas flechas y a una de ellas le adjuntó un rastreador magnético adhesivo.


Apuntando desde donde se encontraban en línea recta tras él.... a cierta distancia pero era un tiro recto. Calculó la fuerza del viento, que era muy ligero a esas horas... shhhhhish... blanco.

[Baudelaire]

Habiendo viajado por toda España y sus alrededores por tantos años durante mi vida, tampoco es tan complicado saber que hay ríos subterráneos que desembocan directamente al Mediterráneo. En cualquier caso; tras seguir los cursos del Júcar, Tajo y Jarama es que nos hallamos en Madrid. Al menos eso funciona igual aquí en el inframundo.

Tras escuchar atentamente a Caronte y su particular valenciano con acento manchego, me despido y desciendo. Tras ocultarme bajo la capa de sombras, avanzo con ligereza hacia la dirección indicada esperando encontrar el edificio mencionado.

[Dava]

Ricardo dedico un levantamiento de cejas a Aurora sorprendido por su versatilidad mientras se crujía los hombros para desentumecerse. Despues de todo hacia mucho que no disfrutaba de una buena caza, y el banquete que iba a ser su recompensa hacia que la bestia interior gruñiera impaciente. Después de esto le dedico una sonrisa maliciosa.

-Sigámosle hasta que decida irse a descansar, y ya nos buscaremos las habas nosotros. No seria la primera vez que dormimos al raso, hermanita, ¿verdad?

Tras esto continuaron con la cacería.

[Soiberg]

Media hora después, el chalet mencionado se presentaba ante él. Parecía un edificio con alta seguridad, sin duda alguna Ghouls al servicio de su maestro, fuera el que fuese. Había dado con algo gordo. La dirección concordaba con el edificio también, con lo que no había duda alguna.

Un vampiro que custodiaba y supervisaba a los Ghouls guardas de seguridad, tras registrarlo lo condujo a una sala donde habían varios vampiros más. Todos ellos ataviados extrañamente con máscaras de chacal. Le dieron una sonriéndole a Amant.

De forma educada, el que presidía la reunión, ataviado con una túnica ceremonial se seda y de aspecto antiguo lo llevó a una silla.La sala parecía que en ocasiones se utilizaba para juicios, y había una balanza ocupando parte de la zona donde normalmente solía situarse el estrado. Uno de los lados ponía claramente: MAAT (THEMIS), y tenía una pluma de ganso colocada sobre ella y en el otro se leía: TOT (y habia una réplica de un corazón no real sobre ella).

-Preséntese cuando llegue su turno y exponga su caso. Se tomará en consideración, por si esta junta puede ayudarle.

Varios de los que iban antes que él hablaron de sus problemas y algunos de ellos fueron atendidos, unos solucionados y otros pospuestos. Finalmente le llegó el turno a Amant (Williams). La sala se quedó en silencio observándolo para escucharle. Era la primera vez en muchas décadas o siglos, que volvía a tener una audiencia.






Ante la propuesta de su hermano, Aurora, quien ya le había fijado el rastreador a su futura presa, miró de nuevo al cielo pensándoselo. Luego sonrió.

-Tienes razón. Era hora de que tuviéramos de nuevo una partida de caza. Sigamos a nuestra presa, ya se cansará tras alimentarse. Luego improvisaremos donde descansar. Podemos prepararnos una tienda improvisada de campaña con alguna lona del maletero del coche. El vampiro al que hemos requisado el coche parece disfrutar del alpinismo nocturno, dijo señalando unas lonas del maletero.

Por una vez y para seguir limando asperezas del pasado, te dejo liderar a ti, hermanito, dijo poniéndose tras él. -Que no se diga.

[Baudelaire]

Me levanto con el rostro erguido respondiendo a la extraña sonrisa bajo la máscara de chacal. Salto sobre la silla y comienzo mi presentación en valenciano, sin que me importe demasiado si alguien llega a interrumpirme por incomprensión o molestia.

Mis nombres son Amant y Williams. He pagado doble al enigmático Caronte que, seguramente, aprendió una de mis lenguas maternas por orden del señor del inframundo. Sí, el mismísimo Hades que nos gobierna en estas desoladas llanuras plagadas de nuestras ilusiones traídas desde antes de nuestras muertes y perpetuadas por nuestro egoísmo.

Si bien se manifesta, a modo de leyenda, que la Golconda es el camino para dejar estas moradas y trascender... o regresar al reino viviente; para mí es necesario buscarla. Sea cual fuere la opción, sin duda me lanzaré hacia ella a la primera oportunidad. Atravesar los mares del tiempo y del espacio, de muchos mundos y pieles, incluso para mí como artista teatral resulta una carga abrumadora.

Ahora bien, sé que hay una tercera vía. Entregarles mi sangre. Dadme el sagrado Amaranto y quedaos con mis recuerdos y mis talentos. Mi agradecimiento será eterno.


Bajo de la silla, acomodo mi espalda en el asiento y dejo caer mis piernas en el respaldo simulando la carta del colgado en el tarot. Solamente atenderé cuando alguien me habrá hablado en valenciano o forzado a cambiar de postura.

[Dava]

Ricardo esperó pacientemente con la misma paciencia de la que hace gala un cazador experimentado. No tenia menos prisa que su presa por ponerse a salvo antes del amanecer, salvo que a el le sobraban recursos llegado el momento.

Cuando la miembro el ministerio salió de su escondrijo, posiblemente convencido de haberlos dado esquinazo, Ricardo se limito a seguirlo en la distancia junto con Aurora. Si decidía usar el vehículo para alejarse del lugar le daría algo más de distancia, aprovechando el dispositivo de rastreo que le había colocado su hermana. Si no era así, seguiría a su presa mas de cerca para asegurarse de que no llegaban a perderla.

La emoción de la caza latía en sus venas devolviéndole por unos momento una sensaciones y sentimientos que había olvidado desde hacia cientos de años.