SECCIÓN ESCENAS

[Dava]

Ricardo asiente a las sabias palabras de su hermana y llama sendos animales para que le sirvan de mensajeros, con el mismo mensaje, uno de ellos en busca del conde y el otro en busca de Amant. En el mismo se pueden ver las indicaciones de como llegar a su destino y de lo averiguado hasta el momento.

- Ya han sido informados, ahora sigamos adelante con nuestro trabajo.

Tras esto camina detrás de Aurora con paso tranquilo y decidido preparándose para cubrirla la espalda llegado el momento.

[Soiberg]

-Recuerda Williams (Amant), comienza a hablar el Conde para centrar temporalmente a Amant (Williams), MK Ultra, 1963, la década de los 60.... tu amigo Ricardo. Sin duda alguna te envíe él instrucciones pronto para contactarte, igual con algunos de sus pajarracos....

El Barón le entrega un gran mapa de la región a Williams (Amant).



-Mientras yo entro, hermano, tú escóndete fuera y vigila por si viene nuestro amigo Amant (Williams). Una vez reciba tu mensaje, vendrá para aquí.

Ambos se posicionan cerca de la entrada a la taberna. Aurora se prepara para hacer su entrada.

[Baudelaire]

Con algo más de claridad luego de la referencia y, tras recibir el mapa, parto raudo hacia el punto de encuentro con Ricardo... despidiéndome cordialmente en cántabro.

Ya en el exterior, me oculto bajo mi capa de sombras y tomo la ruta menos transitada, siempre atento a cualquier novedad.

[Dava]

Ricard busco un sitio en el que ocultarse hasta la llegada de su compañero de armas y, en la media de lo posible, poder vigilar lo que ocurría dentro de la Reunión.
Aunque estaba encantado con la vuelta de su Hermana, en su interior algo le hacia desconfiar de ella, algo instintivo y primordial, pero la sangre es la sangre y no podía evitar resistirse a ella. La voluntad de su Sire anhelaba con todas sus fuerzas, ser una de nuevo, pero eso era algo que no podia permitir que pasara.

[Soiberg]

Pocas personas, la mayoría de ellas de fiesta, se cruzaron con Williams durante el trayecto, sin poder verlo claramente. Unos enormes muerciélagos revoloteaban por la zona como buscando algo, eran una gran colonia; tras unos minutos parecieron fijarse en Amant, o, por ser más precisos, lo localizaron. Uno de los murciélagos gigantes se posó durante unos segundos en su hombro antes de alejarse rápidamente volando y tras dejarle una carta donde se indicaba la situación de Ricardo y Aurora y más o menos su ubicación en un radio de 300 metros alrededor de la taberna.
Asímismo se describía con ligeros detalles la misión de la que estaban tomando parte, en referencia a las instrucciones que habían recibido el Conde y el Barón del propio Ricardo.

Aurora se alejó y dejó a solas a Ricardo, para que esperase la llegada de Amant (Williams). Aurora miró a lo lejos la zona del escondite de su hermano mientras embaucaba al portero con su atuendo y las instrucciones y palabras clave para poder entrar. Cuando finalmente la dejaron a entrar, le guiñó un ojo desde lo lejos a su hermano para desearle suerte y que se desempeñase bien con su amigo Amant (Williams), quien pronto llegaría tras llegarle las instrucciones que su hermano había enviado.

[Dava]

Ricardo permanecía en el mas completo silencio lejos e las miradas inquisidoras de vigilantes y transeúntes la espera de su compañero, a quien hacia mucho que no veía, aunque se mantenían en contacto.

Los reencuentros siempre le ponían nerviosos y ala defensiva. Si algo le había enseñado su longeva no vida era que la gente puede cambiar muy rápido, tanto para bien como para mal, y su viejo amigo cargaba con su pequeña cruz en forma de dicotomía. Se podía decir que era como si fueran dos personas, teniendo siempre que fijarse en los pequeños detalles para saber con quien de ambos trataba, si era Williams o era Armand.

Suspiro de forma pesada mientras se recolocaba contra la esquina bajo una de las farolas que estaba fundidas. La espera le estaba matando.

[Baudelaire]

Observo al hombre en la esquina. En el más completo sigilo, subo a un techo cercano y me acerco a la farola. De un pequeño impulso me poso sobre ella. Extiendo un pie y saludo a Ricardo con un toquecito en el hombro.

Espero su reacción y luego que se gire me dejo caer suavemente frente a él.

Salut, ça va! Le roi Richard, j'imagine.

Sonrío dejando que las estrellas iluminen mi rostro inmaculado.

J'ai un message pour toi...

Extiendo la mano con las notas entregadas por la manada de murciélagos.

[Soiberg]

Aurora habló con varios vampiros del interior, quienes parecian vendedores del cártel, camellos, fingió colocarse haciendo que bebía sangre de una mujer humana drogada en un reservado. Al salir fingió estar bajo los síntomas de la cocaína.

-Bu...weno chicos, ¿hay hic...algún pez..gordo aquí que sepa hacerlo pasar bien a... hic, hic una loba decente? Preguntó sonriendo y flirteando descaradamnente muy coqueta.

Un hombre trajeado se acercó a ella y la agarró gentilmente por los hombros y la llevó arriba a la sala vip.

-Déjame eso a mí, pequeña, dijo el vampiro presumiendo de hombría.

Afuera, los guardias vigilaban la puerta del local mas sin divisar ni a Williams (Amant) ni a Ricardo cuidadosamente escondidos y con mucho tiempo ara poder hablar entre sí y ponerse al día tras las últimas décadas.

La colonia de murciélagos ya volaba muy distante tras haberle entregado Williams (Amant) la carta a Ricardo, quien ya tenía frente a él a su viejo amigo el Nosferatu.

[Dava]

Ricardo asintió al recen llegado sin esconder su gesto de confusión. Siempre había tenido en cuenta su condición “especial” pero le era complicado tener que tratarle completamente de nuevas cada vez que se reencontraban, incluso debiéndole tanto como le debía.

-Saludos, amigo mío… -Ricardo tendió la mano recogiendo la misma misiva que él mismo le había enviado hacía unos minutos negando para si con su mejor sonrisa y guardándola en un bolsillo de su abrigo-. Muchas gracias.

Volvió a mirar hacia el lugar de encuentro en el que se había infiltrado su compañera antes de volver a dirigirse a Armand.

-Aurora se encuentra dentro infiltrada en una reunión del culto de Mithras, parece ser que buscan la legendaria espada, Excalibur. En cuanto nos de la señal, pasaremos a la acción -Ricardo mira a Arman no sin pesar-. ¿Puedo contar contigo?

Cuando la Gangrel desapareció del ángulo de visión de Ricardo, este se preparó para pasar a la acción. Echaba de menos una buena caza…

[Baudelaire]

En castellano será entonces, amigo mío.

Le sonrío ampliamente.

Por supuesto que voy a unirme a la cruzada, rey Ricardo corazón de león. La legendaria Excalibur debe, sin duda, regresar a tus manos.

Mis ojos parpadean rápido y vuelvo a observarle.

Soy un soldado dispuesto a la acción. Ya sabes que el combate nunca me ha sido ajeno.

Elevo la cabeza y chasqueo la lengua.

Soy un actor legendario, así que es cosa de salir al escenario y dejarme llevar. El guión ya lo tengo aprendido desde el primer momento.

Sigo hablando sin perderle de vista, listo para seguirle y cubriéndonos con mi capa de sombras.

Guíame, Quijote. Yo, tu leal Sancho, viajará contigo a confrontar los molinos de viento.