
El sabor de la melancolía aún recorría en suaves oleadas las venas muertas de Montecristo. Se sentía en comunión con Amanda Adams y su soledad. Un duro desamor la había hecho refugiarse aún más en los podcasts de misterio y crímenes que tanto le gustaban, pero al mismo tiempo que le habían ayudado a sobrellevar su dolor, la habían sumergido en el de otros. Esa amargura suave, pero constante, estaba aprisionada en el sabor de su Sangre que aún podía notar el Tremere en su cuerpo vampírico.
Montecristo observó a Pagliacci y a Nyx, cada uno sumido en sus propios pensamientos mientras se desperezaban con la llegada de la noche. El Tremere jugueteaba con las monedas que había traído la Caitiff la noche anterior. Algo en ellas le resultaba irresistiblemente atractivo. Algo que escondía algún tipo de esencia rodeada de misterio que, ante la sospecha de involucrar a su propio Clan, había centrado totalmente su atención. Sin decir palabra llevaba cerca de media hora cavilando qué utilidad tendrían aquellas monedas para poder ser un posible pago para su propio hermano. La curiosidad le corroía por dentro.
En ese momento Pagliacci le indicó que mirara la pantalla de la televisión antigua que había en aquel almacén y que había logrado encender.

El FBI había tomado la Universidad de Columbia. Los primeros dirigentes internacionales habían llegado ya a Nueva York para la inminente cumbre de la OTAN, y parecía que los agentes especiales tenían algún tipo de pista especialmente relevante sobre el reciente atentado, por lo que directamente habían entrado en los edificios de la universidad en lo que la cadena de noticias describía como un "refuerzo especial de las medidas antiterroristas de cara a la Cumbre".
Un par de tertulianos citaban a fuentes propias que les habían contado que al parecer el FBI tenía pistas sólidas sobre los autores del atentado. Todos sentís una punzada de cierta euforia, si bien sois conscientes de que esa irrupción en el sanctasanctórum del Clan Tremere podría tener consecuencias imprevisibles. También para Melinda.
A Nyx, algo más alejado personalmente de las implicaciones de la noticia (que había sido impulsada por la influencia de Pagliacci y tocaba de lleno al Clan de Montecristo), no pasó por alto que este tipo de movimiento habría hecho el mundo exterior mucho más peligroso. Iba a ser tremendamente complicado dar un solo paso por Nueva York justo ahora que era cuando más lo necesitaban. El Brujah se entretuvo en paralelo leyendo las noticias que iban pasando por la parte inferior de la pantalla. Los planes de crecimiento urbanístico de la ciudad se habían enfangado en una tremenda discusión entre Demócratas y Republicanos en base a un informe arquitectónico firmado por Christopher Reynolds que desaconsejaba el proyecto estrella del alcalde neoyorquino. Nyx ató cabos y supo que los Shelby estaban avanzando en sus objetivos a base de presionar a uno de sus pocos enlaces que aún le quedaban con su vida pasada. Y eso les quitaba opciones a la Coterie. El Brujah se sentía, no obstante, de nuevo centrado en la supervivencia del grupo. Las humillaciones de la pasada noche debían quedar de nuevo escondidas en un cajón de su memoria, y sabía que tenía que tirar la llave de dicho cajón a las profundidades del mar de su mente.
Pagliacci, que estaba todavía algo ausente con las imágenes de la pasada noche pasando como una película por sus pensamientos, dio un pequeño respingo al ver un rostro conocido en la televisión.

Adam Rand argumentaba que era el momento de cambiar al gobierno de la ciudad de Nueva York y de impulsar la política de seguridad avalada por la Casa Blanca. Según explicaba el empresario de Nueva Jersey, los actos de violencia se habían multiplicado en la Gran Manzana y en la cercana Nueva Jersey por la presencia de "inmigrantes indocumentados, ciudadanos afroamericanos relacionados con bandas criminales y adolescentes demasiado expuestos a las ideas de odio a los principios esenciales norteamericanos propias de la política woke". Rand contaba que incluso uno de sus asesores "había sido recientemente asesinado a tiros" y se postulaba como una solución con el apoyo de "los verdaderos patriotas, las fuerzas de seguridad y los americanos de bien". Proponía que la militarización de Manhattan se extendiera en el tiempo más allá de la cumbre y citaba además la aparición de bandas de moteros, narcotraficantes y aficionados a las armas, que estaban surgiendo en el corazón de la principal ciudad del país "dejando de actuar en sus entornos rurales y marginales habituales".
Montecristo dejó de prestar atención por un momento a la pantalla. Había escuchado algo. Hizo una seña a sus compañeros para que bajaran el volumen de la televisión, que ya era apenas un susurro. El sonido procedía del exterior del edificio. El Tremere sabía por boca de Pagliacci que la Caitiff esperaba a uno de sus contactos esta noche. Quizá por eso desde que se había levantado, y dejando a un lado sus bucles de pensamiento relacionados con las monedas, se mantenía incómodamente alerta.
El Tremere escuchó pasos en el exterior del edificio. Y no eran solo de una persona.
OFF: Ansia Pagliacci 1, Montecristo 1, Nyx 1. Haced la tirada de Enardecimiento diaria...
Nyx recupera la FV.
Pagliacci tiene aún 1 daño superficial a la FV