
Miniserie que camina entre la típica investigación de un asesinato a lo Agatha Christie y un guion humorístico. Es todo un homenaje a un género que en sí mismo es un estereotipo: "¿Quién es el asesino?". En este caso, una investigadora de esas que se fija en todos los detalles debe resolver quién ha matado al ujier jefe de la Casa Blanca mientras se celebra una cena de Estado. A partir de ahí vamos siguiendo todos los interrogatorios con personajes bastante peculiares, histriónicos a veces, pero las piezas van encajando con maestría.
¿Nuevo? No, pero realmente muy entretenida, bien dirigida y no deja cabos sueltos.