La fundación de Seattle
Tradicionalmente, la fecha de la fundación de Seattle se sitúa en torno al 25 de septiembre de 1851, con la llegada de la familia Denny, procedente de Cherry Grove, Illinois. Sin embargo, otras familias comenzaron a construir granjas y otros edificios en los alrededores apenas unos días después. El asentamiento de la familia Denny consistía en una cabaña sin tejado y un campamento, situado actualmente en Alki Point, al oeste de la ciudad. Estas primeras granjas comenzaron a intercambiar y vender carne y otros productos. En 1852 Arthur A. Denny abandonó su asentamiento y se trasladó a un lugar más protegido en la Elliott Bay, que ahora forma parte del centro de Seattle. Este mismo año se creó el condado de King, y Arthur Denny y Luther Collins se convirtieron en los primeros comisionados.
Durante los primeros años los asentamientos utilizaron diversos nombres, basados en los nombres nativos, como Duwamps, pero finalmente desde 1853 comenzó a utilizarse el nombre de Seattle, en homenaje al jefe nativo que había ayudado a los colonos a construir sus asentamientos.
En cuestión de años los asentamientos de Seattle comenzaron a prosperar con la exportación de madera y los aserraderos asociados, enviando madera a San Francisco de árboles milenarios de más de cien metros. Con el tiempo también se introduciría tecnología de vapor en los aserraderos, y también comenzaron a construirse astilleros para la fabricación de barcos de madera.
En las décadas siguientes los asentamientos madereros comenzaron a convertirse en una pequeña ciudad. Aunque los primeros colonos eran cristianos metodistas, pronto Seattle adquirió una reputación de ciudad abierta...y un santuario para la prostitución, el alcohol, y el juego. Algunos atribuyen este desarrollo a doctor David Maynard, uno de los pioneros, que se dio cuenta de que la ciudad necesitaba algo que atrajera a leñadores y marineros, que constituían la mayor parte de la población.
Las relaciones entre colonos y nativos no siempre fueron buenas, especialmente debido al incumplimiento de los tratados y la intransigencia del gobernador Isaac Stevens, y finalmente estallaron en una breve guerra, y la Batalla de Seattle, el 25 de enero de 1856, una escaramuza tras la que los nativos fueron derrotados. La desconfianza llevó a los colonos a prohibir a los nativos residir en Seattle en 1865, cuando formalmente se convirtió en una ciudad el 14 de enero, aunque hubo protestas por las actividades cuestionables de los líderes electos de la ciudad. En estos años la ciudad pronto superó los 1.000 habitantes.
El 14 de julio de 1873 la Northern Pacific Railway anunció que había elegido la ciudad de Tacoma en lugar de Seattle como estación terminal de su ferrocarril que atravesaba los Estados Unidos de este a oeste. Los barones del ferrocarril veían una ventaja en las tierras baratas de la pequeña Tacoma en lugar del puerto asentado de Seattle. Los habitantes de Seattle hicieron varios intentos por construir su propio ferrocarril o atraer las inversiones de otra compañía. La Great Northen Railway finalmente llegó a Seattle en 1884, aunque la estación de pasajeros no se construiría hasta el siglo XX.
Numerosos emigrantes chinos comenzaron a llegar desde 1860 para trabajar en el ferrocarril, la minería, o la industria de la madera. Cuando el ferrocarril fue completado, muchos se quedaron sin empleo. Los habitantes de Seattle se quejaban de que los chinos trabajaban por menos, y los roces degeneraron en disturbios contra la población china en 1886. Muchos chinos huyeron, y pocos permanecieron a la ciudad. El barrio chino no sería restablecido hasta el siglo XX.
Seattle y Tacoma comenzaron una rivalidad mientras ambas ciudades experimentaban un rápido crecimiento, basado en el poder de la industria de la madera. Sin embargo, Seattle comenzó a diversificar sus exportaciones y servicios, pasando a vender productos manufacturados, mientras el crecimiento de Tacoma se reducía, debido en gran parte a los problemas de ser una ciudad en gran parte en manos de la compañía Northern Pacific Railway. Sin embargo, cuando el Territorio de Washington se incorporó como estado a los Estados Unidos el 11 de noviembre de 1889, la capital y la sede del gobierno estatal se instalaron en Olimpia. Tacoma se convirtió en la principal ciudad ferroviaria, y la universidad estatal fue cedida a Seattle.
Aunque Seattle prosperaba con la aparición de periódicos y teléfonos, era una ciudad en gran parte sin ley. Los linchamientos eran frecuentes, las escuelas apenas funcionaban, y la fontanería era un lujo. Los desechos eran empujados sin control por las mareas.
Los Pioneros
Durante el siglo XIX, a medida que los Estados Unidos comenzaban a adquirir y conquistar territorios, extendiéndose hacia el oeste, los Vástagos de la Camarilla siguieron sus pasos. Había muchos territorios prometedores y la construcción de nuevas ciudades permitía que muchos vampiros comenzaran de cero, una opción no exenta de riesgos. Quienes habían sido expulsados de sus dominios o que no tenían posibilidades bajo el gobierno de poderosos antiguos férreamente atrincherados en sus tronos, veían las posibilidades que ofrecía el Nuevo Mundo.
Desde el Directorio del clan Ventrue, varios antiguos del clan financiaron proyectos para establecer dominios de la Camarilla en el oeste de los Estados Unidos. Ghouls al servicio del clan adquirían los terrenos y preparaban la llegada de sus amos, en ocasiones años o incluso décadas después. En otras ocasiones la Camarilla recurrió al soborno y al reclutamiento entre sus filas de los Vástagos locales, que en muchas ocasiones actuaban de manera independiente al margen de las sectas, pero veían en la Camarilla una oportunidad para ser reconocidos y evitar la competencia de recién llegados ávidos de poder.
En el caso de Seattle, tres Vástagos conocidos como los Pioneros, comenzaron los esfuerzos para construir un dominio de la Camarilla en la costa noroeste del Pacífico. Enviaron a varios ghouls con los primeros colonos, para que adquirieran terrenos y propiedades, y cuando comenzaron a brotar los primeros asentamientos, emprendieron el viaje hacia el estado de Washington.
El líder de los Pioneros era Johannes Vorfelder, del clan Ventrue. En vida había sido un oficial veterano de las guerras napoleónicas y había sido Abrazado en su ciudad natal de Heidelberg en el linaje del prestigioso Hardestadt. Su sire lo había educado y preparado en las tradiciones de su clan, y cuando llegó el momento le había ordenado crear un dominio en los Estados Unidos para ayudar a la expansión de la Camarilla. Johannes era un hombre ambicioso, y con él viajaba parte de su familia.
Carlos Bustamante, del clan Toreador, había sido en vida un capitán de marina al servicio del ejército español, procedente de un pueblo cántabro. Tras el regreso del rey Fernando VII de España y los absolutistas al poder, había tenido que exiliarse en París, donde atrajo la atención de una vampira descendiente del antiguo Príncipe François Villon. Carlos organizó el viaje de los Pioneros hasta la costa del Pacífico por mar.
Edward Morgan, del clan Gangrel, había sido un pionero real en vida, viajando a lo largo de las fronteras de Estados Unidos, comerciando con pieles y guiando colonos hacia el oeste. Tras recibir el Abrazo había tenido complicaciones para sobrevivir, y tras una ruptura de la Mascarada en Boston, había estado a punto de ser destruido de no haber sido por la intervención de Johannes Vorfelder. Debido a los conocimientos de Edward Morgan sobre las tierras salvajes, su guía resultó muy útil para los tres Pioneros.
Los Pioneros llegaron a Seattle en la primavera de 1856, poco después del enfrentamiento entre los colonos y los nativos. En una ceremonia formal, Johannes Vorfelder se proclamó Príncipe y reclamó la ciudad de Seattle como su dominio, pues era donde sus servidores habían adquirido terrenos y propiedades. Carlos Bustamante y Edward Morgan fueron enviados a otros asentamientos, Bustamante a Olimpia y Morgan a Tacoma, con el propósito de situar ambas ciudades bajo la influencia de la Camarilla.
Los primeros años fueron prometedores, y el Príncipe de Seattle comenzó a extender su influencia, creando varios ghouls y preparando a varios candidatos para el Abrazo. Sin embargo, en 1869, la paz terminó, cuando las cabezas decapitadas y putrefactas de Carlos Bustamante y Edward Morgan fueron arrojadas a las puertas del refugio del Príncipe.
El Sabbat había llegado a Seattle.