Re: [AD] Escena: 05.c - La casa del Señor
Publicado: 04 Ene 2020, 20:21
https://www.youtube.com/watch?v=PVjiKRfKpPI
Solo había sido un momento o eso creía, había cerrado los ojos un brevísimo instante, estaba cansado, las largas horas en el interior de la Colmena habían sido una tortura inefable. En la casa de Zagreo se encontraba cómodo, confortable, el ritual se estaba alargando indefinidamente y el hermético había cerrado los ojos al cabo de unas pocas horas, solo un momento. Entonces su móvil vibró, como un estímulo aversivo ante una respuesta inadecuada. Lang abrió los ojos por puro reflejo pavloviano y reptó hasta el exterior para descolgar la llamada, recordando las horas interminables de meditación y los rituales mnemónicos en enochiano. Las palabras del corista le parecieron atropelladas, como si solicitara su aprobación paterna. A veces, el alemán se preguntaba a sí mismo por qué se esforzaba tanto en proteger al resto de miembros de su cábala, eran adultos, sabían que apostaban sus vidas cada vez que se enfrentaban a la Unión. Pero el hermético, desde la muerte de su esposa, se había convertido en un mártir, en un padre para todos ellos. Y siendo, probablemente el más veterano y, además, un hermético, suyos eran el deber y la gloria. Como dijera una vez un irlandés, rey de Camelot, crucificado en Dallas. El deber y la gloria.
-Tómate un descanso, pon tus asuntos en orden y reza por nosotros, pater. Necesitaremos toda la ayuda que Yawhé pueda proporcionarnos- Lang se tomó un respiro antes de añadir- Deja testamento, Rick. Nos vemos al ocaso en las torres Watts.
Solo había sido un momento o eso creía, había cerrado los ojos un brevísimo instante, estaba cansado, las largas horas en el interior de la Colmena habían sido una tortura inefable. En la casa de Zagreo se encontraba cómodo, confortable, el ritual se estaba alargando indefinidamente y el hermético había cerrado los ojos al cabo de unas pocas horas, solo un momento. Entonces su móvil vibró, como un estímulo aversivo ante una respuesta inadecuada. Lang abrió los ojos por puro reflejo pavloviano y reptó hasta el exterior para descolgar la llamada, recordando las horas interminables de meditación y los rituales mnemónicos en enochiano. Las palabras del corista le parecieron atropelladas, como si solicitara su aprobación paterna. A veces, el alemán se preguntaba a sí mismo por qué se esforzaba tanto en proteger al resto de miembros de su cábala, eran adultos, sabían que apostaban sus vidas cada vez que se enfrentaban a la Unión. Pero el hermético, desde la muerte de su esposa, se había convertido en un mártir, en un padre para todos ellos. Y siendo, probablemente el más veterano y, además, un hermético, suyos eran el deber y la gloria. Como dijera una vez un irlandés, rey de Camelot, crucificado en Dallas. El deber y la gloria.
-Tómate un descanso, pon tus asuntos en orden y reza por nosotros, pater. Necesitaremos toda la ayuda que Yawhé pueda proporcionarnos- Lang se tomó un respiro antes de añadir- Deja testamento, Rick. Nos vemos al ocaso en las torres Watts.