(C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
Moderador: Variable
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- ¿Hay alguien que vaya hablando de mí por ahí? - preguntó, y lo que estaba era simplemente decidiéndose a ir a por él. ¿Se habría reforzado el operativo? ¿Estarían pendientes de los señuelos de Daniel? Pero, ¿cómo iba a arrancarlo de su vida cotidiana? ¿Dónde le iba a dejar? No podía verla... No. Se iba a dar cuenta pero no podía dejar que le matasen a otro padre. ¿Y si se aburrían? Porque lo mismo iban por ella y si no les veían relación lo mismo... Estaba teniendo ideas de auténtica mierda porque al tipo de la pantalla se la había sudado que Sam hubiese despanzurrado a varios de los suyos - ¿Qué me pediste? ¿Por qué me has llamado?
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- No, que yo sepa no -respondió-. ¿Te apetece pizza? ¿Nos vemos esta noche?
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
Lo mismo estaba siendo muy quisquillosa. Lo mismo también es que este era un trance por el que no se sentía con fuerzas de pasar. No quería que se diera cuenta. Bueno, si hacía latir el corazón, fingía respirar y calentaba su piel no tenía por qué sospechar. Tampoco quería malgastar vitae porque, ¿y si le entraba hambre? ¿y si no podía controlarse y le hacía daño? Joder, era su tito.
- Yo.. -dijo, y se tomó unos instantes en silencio antes de hablar, cuando lo hizo en su voz había tristeza -. No te he dejado de llamar porque ya no te quiera. Te quiero mucho, tito. Mi existencia es complicada ahora.
Todo esto era una mala idea pero tampoco podía abandonarlo. Si iba tenía que sacarlo de allí pero, ¿querría? ¿Y si su presencia le ponía más en peligro? ¿Y si evitaba ya todo contacto con él? Lo mismo era mejor, lo mismo los Otros se cansarían al ver que no tenía relación y... Joder, ¿qué coño iba a hacer?
- Ve a la Bella Italia. Pilla buena tela que creo que te tocaba invitar, ¿no? . Están las calles últimamente poco seguras a ciertas horas. Permanece con gente. No te quedes solo.
Sostuvo el móvil con el hombro mientras trasteaba en los cables del puente hasta el Ibiza se puso en marcha. Iba a ir a Puerta Toledo, esperaba que la cobertura hiciera que el sitio estuviera más tranquilo. De todas maneras, esperaba comprobar la zona antes de acercarse a su tío. A ver cómo estaba el puto tráfico.
- Sal ya que no pillas sitio. No me cuelgues que quiero saber que va todo bien por el camino.
- Yo.. -dijo, y se tomó unos instantes en silencio antes de hablar, cuando lo hizo en su voz había tristeza -. No te he dejado de llamar porque ya no te quiera. Te quiero mucho, tito. Mi existencia es complicada ahora.
Todo esto era una mala idea pero tampoco podía abandonarlo. Si iba tenía que sacarlo de allí pero, ¿querría? ¿Y si su presencia le ponía más en peligro? ¿Y si evitaba ya todo contacto con él? Lo mismo era mejor, lo mismo los Otros se cansarían al ver que no tenía relación y... Joder, ¿qué coño iba a hacer?
- Ve a la Bella Italia. Pilla buena tela que creo que te tocaba invitar, ¿no? . Están las calles últimamente poco seguras a ciertas horas. Permanece con gente. No te quedes solo.
Sostuvo el móvil con el hombro mientras trasteaba en los cables del puente hasta el Ibiza se puso en marcha. Iba a ir a Puerta Toledo, esperaba que la cobertura hiciera que el sitio estuviera más tranquilo. De todas maneras, esperaba comprobar la zona antes de acercarse a su tío. A ver cómo estaba el puto tráfico.
- Sal ya que no pillas sitio. No me cuelgues que quiero saber que va todo bien por el camino.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- Yo no he notado las calles más inseguras, Úrsula -dijo Raúl, tras unos segundos de silencio-. Si te parece, termino de ver una película y te llamo. Luego podemos ir a la pizzería.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
¿Cómo que Úrsula? En ese momento supo que todo iba mal y apretó el acelerador aún más. Decidió saltarse un semáforo en rojo y adelantar por la derecha sin importarle meter el morro de esa forma tan poco considerada y tan característica del apresurado conductor medio de gran ciudad.
- No... No...No cuelgues -dijo, con preocupación e intentó disimular un poco el tono-. Espera. Pero, ¿Iguarán o Amaranta?
No se le ocurría qué hacer para alargar la conversación. No tenía sentido todo aquello. El operativo le había encontrado. ¿Habría sido por su llamada? Frunció el ceño, y dio un frenazo apretando los dientes e intentando no parecer desesperada al otro lado de la línea. Pero lo estaba.
- Oye si estás con un compadre viendo algo, pásamelo. Lo mismo -dijo, armándose de valor-, puedo convencerle de que se apunte a la pizzería y... luego ya...
Su tito podía fingir todo lo que quisiera pero estaba segura que todo eso era por ella, el premio gordo para esos hijos de puta. ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo iba a arrebatarle a su tío a esa gente? ¡Joder! ¡Puta mierda!
- Si no pues... te envío una pizza y si quieres hablamos mañana que estés más libre.
- No... No...No cuelgues -dijo, con preocupación e intentó disimular un poco el tono-. Espera. Pero, ¿Iguarán o Amaranta?
No se le ocurría qué hacer para alargar la conversación. No tenía sentido todo aquello. El operativo le había encontrado. ¿Habría sido por su llamada? Frunció el ceño, y dio un frenazo apretando los dientes e intentando no parecer desesperada al otro lado de la línea. Pero lo estaba.
- Oye si estás con un compadre viendo algo, pásamelo. Lo mismo -dijo, armándose de valor-, puedo convencerle de que se apunte a la pizzería y... luego ya...
Su tito podía fingir todo lo que quisiera pero estaba segura que todo eso era por ella, el premio gordo para esos hijos de puta. ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo iba a arrebatarle a su tío a esa gente? ¡Joder! ¡Puta mierda!
- Si no pues... te envío una pizza y si quieres hablamos mañana que estés más libre.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- Sí, sí -dijo-. Tu hija, Úrsula.
Hizo una pausa.
- Creo que lo mejor es que vengas y que vayamos después a la pizzería. Me encanta la pizza americana que hacen, sobre todo esa de albóndigas. Deberías invitar también a Rebeca y a Pietro, seguro que también tienen ganas de pizza. Con ellos podemos quedar allí, más tarde, en la calle del Coronel Gerineldo Márquez.
Hizo otra pausa.
- Oye, te tengo que dejar, cielo. Un abrazo.
Colgó.
Hizo una pausa.
- Creo que lo mejor es que vengas y que vayamos después a la pizzería. Me encanta la pizza americana que hacen, sobre todo esa de albóndigas. Deberías invitar también a Rebeca y a Pietro, seguro que también tienen ganas de pizza. Con ellos podemos quedar allí, más tarde, en la calle del Coronel Gerineldo Márquez.
Hizo otra pausa.
- Oye, te tengo que dejar, cielo. Un abrazo.
Colgó.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- No. No. No. Espera... - dijo, en un intento de que no colgara, pero ya era demasiado tarde.
Redujo la velocidad, aparcó en doble fila y dejó los intermitentes puestos. Apoyó la frente sobre el volante, se cubrió la cabeza con los brazos. Se quedó allí unos instantes, recogida e intentando tranquilizarse. La tristeza se encontró con el dolor, y este le dio paso al miedo, que se entremezcló con una rabia que le hizo sacar los colmillos y apretar los dientes con tanta fuerza como si tuviera entre ellos el gaznate de esos hijos de puta. El pobre e inocente volante recibió dos buenos puñetazos mientras descargaba su frustración e intentaba controlarse, porque lo único en lo que pensaba era en ir y matarlos.
Piensa, Eva, piensa.
¿Cuánto tiempo mantendrían al señuelo con vida? ¿Cuánto considerarían que era suficiente antes de dejarle otro padre muerto? ¿Cuántos habría? ¿Por qué tantas molestias por ella? ¿Por qué no habían funcionado los señuelos de Daniel? ¿Estaban monitorizando el móvil? ¿Qué coño estaba pasando?
Cogió su nuevo móvil otra vez. Al pobre cacharro lo había arrojado sin la menor consideración en el asiento del copiloto, como si tuviese la culpa. Se quedó mirándolo unos instantes antes de marcar el número de Daniel. ¡Había estado tan contenta de poder estrenar ese pedazo de móvil nuevo! Y ahora es que tenía ganas de destrozarlo, de verlo arder de nuevo. Aunque eso no le iba a solucionar nada.
- Le tienen. Están en su casa. Me están esperando -dijo, en cuanto descolgó sin más preámbulo-. ¿Crees que algunas de las chicas podría venir a distraerlos un poco?
Redujo la velocidad, aparcó en doble fila y dejó los intermitentes puestos. Apoyó la frente sobre el volante, se cubrió la cabeza con los brazos. Se quedó allí unos instantes, recogida e intentando tranquilizarse. La tristeza se encontró con el dolor, y este le dio paso al miedo, que se entremezcló con una rabia que le hizo sacar los colmillos y apretar los dientes con tanta fuerza como si tuviera entre ellos el gaznate de esos hijos de puta. El pobre e inocente volante recibió dos buenos puñetazos mientras descargaba su frustración e intentaba controlarse, porque lo único en lo que pensaba era en ir y matarlos.
Piensa, Eva, piensa.
¿Cuánto tiempo mantendrían al señuelo con vida? ¿Cuánto considerarían que era suficiente antes de dejarle otro padre muerto? ¿Cuántos habría? ¿Por qué tantas molestias por ella? ¿Por qué no habían funcionado los señuelos de Daniel? ¿Estaban monitorizando el móvil? ¿Qué coño estaba pasando?
Cogió su nuevo móvil otra vez. Al pobre cacharro lo había arrojado sin la menor consideración en el asiento del copiloto, como si tuviese la culpa. Se quedó mirándolo unos instantes antes de marcar el número de Daniel. ¡Había estado tan contenta de poder estrenar ese pedazo de móvil nuevo! Y ahora es que tenía ganas de destrozarlo, de verlo arder de nuevo. Aunque eso no le iba a solucionar nada.
- Le tienen. Están en su casa. Me están esperando -dijo, en cuanto descolgó sin más preámbulo-. ¿Crees que algunas de las chicas podría venir a distraerlos un poco?
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
Al otro lado, la voz de Daniel sonó tranquila y fría, como siempre.
- ¿De quién hablas? ¿De Raúl? -preguntó-. Tengo gente por el centro, puedo hacer que una se desvíe hacia allí. Eso te dará algo de tiempo.
- ¿De quién hablas? ¿De Raúl? -preguntó-. Tengo gente por el centro, puedo hacer que una se desvíe hacia allí. Eso te dará algo de tiempo.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
La tranquila forma en la que se expresaba la calmó de inmediato. Era cierto que su paisaje interior estaba más apagado pero, en ese momento, tuvo que tomarse unos instantes. Se mordió el labio, mientras se dedicaba a contemplar la oleada de luces claras y rojas en cada sentido de la carretera. Al ver sus ojos reflejados en el retrovisor se sintió realmente estúpida. ¿Acaso era una cría para ir llorándole a papá porque unos chicos malos le habían tirado de las coletas? Todo le resultaba tan extraño, tan confuso tanto dentro como fuera.
- Gracias. Me será de gran ayuda. ¿Cuánto tardará en llegar? respondió e intentó parecer más segura-. Sí, mi tito. Le envié también el número nuevo y me llamó. La conversación cambió cuando han debido aparecer. Han sido rápidos.
La verdad esperaba tener al menos un par de días para programar algo, crear sus propios señuelos virtuales aunque ya creía que de poco iba a valer.
- No he podido hacer nada de lo que tenía previsto. Tendré que improvisar. Ellos, ¿crees que pueden verme aunque se lo niegue?
- Gracias. Me será de gran ayuda. ¿Cuánto tardará en llegar? respondió e intentó parecer más segura-. Sí, mi tito. Le envié también el número nuevo y me llamó. La conversación cambió cuando han debido aparecer. Han sido rápidos.
La verdad esperaba tener al menos un par de días para programar algo, crear sus propios señuelos virtuales aunque ya creía que de poco iba a valer.
- No he podido hacer nada de lo que tenía previsto. Tendré que improvisar. Ellos, ¿crees que pueden verme aunque se lo niegue?
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- Pues tardará 15-20 minutos desde el momento en el que me digas -dijo-. Con suficiente previsión, puedes darme una hora y estará allí en con un margen de error de 5 minutos.
Un par de noches era un lujo que no se podía permitir.
- Supongo que puede que alguno sea capaz de negar los dones de la sangre, pero no creo que sea algo habitual. Ni siquiera es habitual entre los de nuestra Estirpe. Solo los vástagos de nuestro linaje suelen tener la capacidad de ver bajo el velo de las sombras.
Concluyó.
- Te enfrentas a algo desconocido. A veces simplemente hacen falta cautela, ensayo y error.
Un par de noches era un lujo que no se podía permitir.
- Supongo que puede que alguno sea capaz de negar los dones de la sangre, pero no creo que sea algo habitual. Ni siquiera es habitual entre los de nuestra Estirpe. Solo los vástagos de nuestro linaje suelen tener la capacidad de ver bajo el velo de las sombras.
Concluyó.
- Te enfrentas a algo desconocido. A veces simplemente hacen falta cautela, ensayo y error.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.