También hay que tener en cuenta que cada Verbena nace y crece en una cultura y que las diversas facciones Verbena proceden de culturas de distintos lugares y épocas, por lo que todos esos factores influirán en el personaje a la hora de definir su perspectiva sobre la sexualidad. El sexo suele ser un foco habitual entre los Verbena (principios esotéricos de fusión de elementos, creación de energía, etc.), pero cada mago también aporta su visión personal a la hora de utilizarlo en su magia (o en su vida cotidiana).
Ander Sanders escribió:“La pasión, la sangre. El latido de dos corazones y el enfriamiento del sudor. Todo esto te hará libre.”
Dependiendo de la facción, el sexismo existe incluso en la más antigua de las Tradiciones. Sin embargo, al contrario que las demás, el sexismo a menudo es feminista. Aunque no todas las magas Verbena consideran inferiores a los hombres, hay muchas que los tratan con una ligera condescendencia que puede llegar al completo desprecio. Sin embargo, aunque el sexismo femenino es habitual entre los Verbena, no es la actitud de la mayoría de la Tradición.
Los Verbena acogen a miembros de todas las orientaciones sexuales, incluso las orientaciones que otros encuentran confusas, enfermizas, o “contra natura”. Sin embargo, para los Verbena, la pasión y la energía de dos cuerpos es el elemento esencial, no el sexo de los participantes. Esta aceptación del amor y el sexo en todas sus formas es lo que atrae a muchos homosexuales y bisexuales procedentes de otras Tradiciones más estrictas.
Aunque los Verbena y los Cultistas del Éxtasis comparten muchas creencias similares con respecto a la magia sexual, también mantienen muchas diferencias. Ambas Tradiciones consideran el placer sexual una sensación valiosa y única en el mundo. Sin embargo, los Verbena también valoran el deseo y la pasión, en lugar de concentrarse en la sensación. Para los Verbena, el sexo (en cualquier forma) es una expresión natural de los impulsos y deseos del cuerpo. Los fluidos simbolizan la vida, las pasiones representan el deseo de vivir, y el orgasmo simboliza la felicidad por estar vivo.