
Las estrellas ocultan muchos secretos -secretos que Kui-Xing el Theurge quería descubrir. Era joven, pero su disposición a conocer lo convirtió en un poderoso erudito de la tribu de los Contemplaestrellas. Era brillante en los asuntos de la tierra y los otros mundos, y podía adivinar las respuestas de casi cualquier acertijo, como si bebiera el veneno de una herida. Para él, los cielos no sólo eran un tapiz de terciopelo negro con luces blancas, sino un mapa de verdad y serenidad.
Pero Kui-Xing era abominable y feo. Había nacido Metis, y su piel no era más que una serie de rollos de grasa que le daban un aspecto repulsivo. Kui-Xing parecía una mezcla extraña de Garou y anfibio, y a pesar de su inteligencia, su orgullo sufría por ello. Recibía respeto del clan de Contemplaestrellas al que pertenecía, y vivía una vida tranquila en contemplación, ayudando a otros Garou en sus búsquedas.
En aquel tiempo existía un cuerpo gobernante de Hengeyokai que gobernaba gran parte del Reino Medio. Este consejo de ancianos era llamado el Ministerio del Trueno, y había sido desafiado por Fu Lan, la Mujer Estranguladora, un espíritu embaucador. Fu Lan les había ofrecido un acertijo y dijo que si el Ministerio no podía resolverlo, entonces su autoridad no valía nada. Incapaces de resolverlo, los ancianos buscaron por todo el Reino Medio a quien pudiera resolver el misterio, lo que sin duda le proporcionaría gran respeto y sabiduría. A petición de su clan, Kui-Xing respondió a la llamada del Ministerio del Trueno y acudió envuelto en un manto con capucha que ocultaba su horrible aspecto.
El acertijo era sencillo: “¿Quién se queda embarazado sin concebir, quien engorda sin comer?”, y Kui-Xing ni siquiera tuvo que consultar a los cielos, porque en el cielo ya se encontraba la respuesta -las nubes. Cuando pronunció la respuesta, Fu Lan apareció, siseando y escupiendo rencor, porque era correcta.
El Ministerio aplaudió el ingenio de Kui-Xing, pero los ancianos exigieron que se quitara la capucha para ver quién era. Así lo hizo, y recibió aullidos y gritos de disgusto y risa. Los Ministros se burlaron de él y le ordenaron que se marchara sin recompensa. Sintiéndose indigno, y al borde del Harano, Kui-Xing se dirigió a un acantilado elevado, y se arrojó al océano cubierto de espuma blanca.
Sin embargo, su tiempo no había terminado, y Kui-Xing fue salvado. Cuando cayó en el agua, una enorme forma oscura surgió debajo de él, rescatándolo y llevándolo a la superficie. Estaba sorprendido al descubrir que se encontraba subido en la espalda de una enorme tortuga negra llamada Genbu. Genbu le habló con la autoridad del Emperador de Jade y sus Ministros -Kui-Xing había sido elegido por el más elevado de los monarcas para formar parte del primer Sentai de Jade. Al no tener ningún otro lugar al que ir (y no deseando rechazar la autoridad de la Burocracia del Cielo), aceptó, y viajó a la Montaña Songgao para reunirse con sus compañeros.
Desde entonces, Kui-Xing fue una parte importante del primer Sentai de Jade, ayudando a los demás a encontrar el equilibrio en un mundo cada vez más desordenado. Cerca del fin de su vida, a Kui-Xing se le dio la posibilidad de dejar de tener un aspecto horrible y reparar su carne desfigurada, pero Kui-Xing se negó, creyendo que su yo interior no debía cambiar, pues su aspecto formaba parte de él. El Emperador de Jade quedó complacido, y como recompensa, permitió a Kui-Xing colocar constelaciones en el cielo.