[EO:M.P] Roleo grupal

[Alcazar]

Gracias Oleksi.

Pese a que todos seamos hijos del mismo Dios, no soy hebreo sino Mahometano, pero no se disculpe son solo visiones de lo mismo, solo que vistas desde distinto Ángulo.

Parece Que nuestro compañero de aventura es un poco tímido y no suelta prenda. (Lo comento mientras lo miro y señalo con la barbilla)

Tengo ganas de saber lo que nos depara el anfitrión. ¿Y vos?

[Toxizer]

De repente, la puerta de Don Diego se abre de golpe y tres tipos de aspecto salvaje, visten pieles y cuero, salen con gesto huraño, discutiendo en gallego.

Oleksyi logra entender algo de la discusión:
- Ese .... es un ... hijo de puta, pero tiene razón sobre ....
- Que le ... , no .... unirnos a un ... del Wyrm.

Los tres hombres se dirigen hacia las escaleras.

Antes de que la puerta se vuelva a cerrar, aparece un monje franciscano con la capucha tapándole parte del rostro.

- Señores, el señor Portocarreño les recibirá en breve - dice ligeramente antes de desaparecer de nuevo en la habitación.

[Alcazar]

Miro a mis compañeros y comento.

- Es hablar del wyrm y se me ponen los pelos como escarpias.

Lo digo como si brotara de mi, pero en realidad quiero ver la cara de mis compañeros y su reacción.

[Avengium]

Cuándo llego al salón busco un sitio apartado y me quedo ahí. No me siento agusto habiendo sido invitado sin conocer de nada a mi anfitrión. Me quedo en mi sitio pensando y echando de vez en cuando vistazos a la estancia.

Veo a Amir y a Oleksyi entablando conversación. Me desagrada que Amir me haya juzgado poco educado ya sin conocerme pero después pienso que igualmente le he juzgado yo a él. Así que estamos en paz.

La salida repentina de los tres señores me llama la atención. No logro entender bien lo que dicen. Pero el castellano es uno de los idiomas que hablo y en algo se le parece. Wyrm es una palabra que no suena ni a castellano ni a la lengua regional que estén hablando. Me llama la atención. Pienso donde la abre oído antes.

[Toxizer]

Tras unos minutos reaparece el franciscano encapuchado y sin alejarse de la puerta habla a Ahmed en castellano:

- Señor Ibn Ziaten, el señor Portocarreño quiere hablar a solas con los jóvenes. Usted puede esperar aquí y degustar nuestras viandas, la ternera ha sido sacrificada por uno de los suyos siguiendo sus ritos.

Ahmed asiente respetuosamente y se sienta a la mesa.

- Por favor señores acompáñenme - dice el monje en perfecto latín.

[Baudelaire]

Le sonrío al monje y le respondo amablemente en latín.

Hoc est ultimum voluptatem sequi. Tibi gratias ago pro invitatio.

Espero que salga y luego marcho tras él.

[Alcazar]

Me levanto y aguanto la puerta para que pueda pasar Avengium, con ligera inclinación de cuerpo, mostrando humildad.

Cuando el pase, entró el último y observó todo con la mayor atención. (¿Hago alguna tirada de percepción?)

Al pasar saludo a los presente. “Buenos días nos de Dios”

[Toxizer]

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No hace falta tirada, os cuento lo que hay dentro

Al atravesar la puerta se encuentran con un despacho suntuoso: arcones, tapices, una mesa enorme, un par de sillas y estantes con manuscritos y pergaminos. A un lado se encuentra el extraño monje y frente a ellos, de pie tras la mesa, un tipo de porte noble, media melena y barba castañas, vestido con ricos ropajes. Podéis suponer que es el señor Portocarreño.

- Bienvenidos seáis jóvenes señores - dice con gesto amable - me temo, señor Ben Al-Cazar, que no tienen nada de buenos - responde a Amín con cara de preocupación - No hay tiempo para formalidades, todos corremos peligro y espero poder salir de Santiago esta misma noche. Mis espías me informaron de que tres jóvenes magos se estaban moviendo por los reinos de Castilla y de León estos últimos días. Y ahora que los tres habéis llegado a mi dominio os tengo que advertir de un peligro inminente - su rostro se contorsiona de pesar.

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Doy tiempo por si alguien quiere interrumpir al anfitrión o hacer tirada

[Baudelaire]

Doy una rápida mirada a la súbita fastuosidad de la habitación.

Ni en toda la vida, mi padre, ha conseguido tanto. Y habiendo viajado por el mundo entero. Parece ser que la magia puede ayudar en los negocios.

Permanezco sumido en mis pensamientos hasta que el hombre nos recibe con las malas noticias.

Si es un peligro, ¿qué espera para contarnos?

Mantengo el silencio y también muy atento a la información que va a darnos.

[Alcazar]

Sus palabras me llenan de temor. Pese a la preparación paterna en magia mis conocimientos son muy limitados y mi experiencia con lo paranormal prácticamente inexistente y en poquísimos minutos mi vida ha dado un vuelco.

¿Me estaré volviendo loco? Pues solo creo ver criaturas paranormales y ahora me avisan de un peligro.

Me veo abrumado, si esa criatura poderosa huye ¿que puedo hacer yo que soy poco más que un adolescente?.

Escucho atentamente pero noto como el valor me abandona el cuerpo.

Mi sentido común me grita que me haga amigo de los otros dos, si quiero tener alguna oportunidad de volver a mi amada Murcia.

-inspeccionó la agitación visualmente para ver qué intuyó (¿tengo que hacer alguna tirada?).

- tras esto le comento al gran señor: ¿Que puede temer alguien con su poder?