#14
Mensaje
por Occam » 04 May 2020, 13:59
Una felicidad desbordante se hace dueña de mí cuando logro sacar a la cría de la cava. Escucho como madre y cría se van de allí mientras mi nariz vuelve a captar todos aquellos olores exquisitos que habían sido bloqueados por culpa de la emoción y la incertidumbre del momento. Y por primera vez ya lo veo, una debilidad, mi nariz no servirá de mucho en situaciones donde esté complicado en demasía, tengo que encontrar la forma de relajarme para evitar perder una habilidad tan importante en una situación que lo amerite.
Mis ojos se abren como platos al escuchar la reacción de Julien. Completamente aliviado, me acerco a él y le ayudo a levantarse haciendo acopio de mis fuerzas. Descubro que mis piernas (y mi pequeño cuerpo en general) han dejado de temblar.
—Oh, maître Julien, he pensado que pasaría lo peor… Es un completo alivio ver que está bien, señor. —digo mientras le echo un rápido vistazo al improvisado vendaje que hice, buscando algún desperfecto.
Cojo la botella de vino y salgo de la cava siguiendo los pasos de Julien. Una vez afuera, tomo el queso que él me entrega y me acerco hacia el otro, aquel que sirvió para deshacerme de la cría. Dejo la botella de vino en el suelo, pongo uno de los quesos entre mi brazo y antebrazo izquierdo (justo en la unión del codo), agarro la botella y la pongo en mi mano izquierda y, finalmente, me inclino para agarrar el último queso. Me vuelvo hacia el abad después.
—Todo listo, señor.