Pero vamos, que hambre no tenéis

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Brutal, colega. Este parrafo es la releche.El Toreador miró con intensidad al Caitiff, su determinación no provenía de la preocupación por su vida, sino de la tensión despertada por un desafío y de la Bestia relamiéndose en el interior de su alma. Malalt pensó en la casulla dorada del Santo Padre ante la aparición celestial de la Santa Virgen, Laurent vestiría el mejor cuero y las cadenas una vez más, pues irían de peregrinación a los palacios de cemento y cristal, ante la Santa Madre de la revolución.