Publicado: 23 Ago 2018, 13:37
- Sí, sí... ya se nuestro jodido método para comunicarnos. - Y ahora se había manifestado su Sire para engorronarlo todo. Cinco o seis días para arreglar todo aquel entuerto o las collejas que le iban a caer eran pocas. Y colleja era una forma muy suavizada de hablar.
Cesc visualizó en su mente el último aviso a su sire. Un anuncio de pocas palabras encajado, entre uno de una sexagenaria viuda buscando un señor con sus mismas aficiones, y uno de la venta de un apartamento en Cambrils. Se lo había mandado para poder verle trás su espantada de la fiesta del Conde de Bonnafont, ya que Creus le pagó con el ostracismo durante una temporada.
Y ahora de repente aparecía para recordarle que tenía otra empalizada que cruzar. El mantener el nombre de su casa. El de ser ese Ventrue brillante, nieto de Gispert en el que tanta confianza había depósitada. Y la casa, tan engalanada por fuera, tan ornamentada para las visitas, por dentro presentaba grandes fallos estructurales. Grietas en las bases que amenazaban con derrumbarlo todo, y dejar a Cesc como un solar lleno de escombros.
Descartó la idea de avisarlo. El daño ya estaba hecho, y solo quedaba una vía de escape, y era que todo saliera bien. La reprimenda iba a llegar igual, pero era muy diferente si llegaba con una Espada retirándose a sus agujeros tras un fracasado y frustrado intento de ataque, con un doble agente toreador siendo juzgado, con el ahora sí exitoso Francesc Fornals, presentando las pruebas irreflutables, una tras otra que lo condenaran de por vida; a confesar con las manos llenas de sangre y el ruido de las explosiones a su espalda. Llegados a este punto, eran tantas cosas que controlar, que era del todo inabarcable. Y si no era Creus, sería Gispert... al que recordó con su comentario: "- Tampoco necesito que te sientas valorado o querido, tus sentimientos no son de mi incumbencia o interés. Lo que sí necesito, chiquillo, es que entiendas que lo que espero si te tiro una pelota en llamas, es que tú te la folles. ¿Me has entendido? Te. La. Fo. Lles -" Aquellas palabras habían quedado marcadas para siempre en sus recuerdos... - ¿Te parece esto una pelota en llamas lo suficientemente grande, fill de puta?.
Cesc minimizó la pestaña donde había escuchado el texto sobre Velasco, mientras tomaba concienzudas notas sobre ello. Y sin duda, que serían de valor, pues el mensaje, como advertía la nosferatu, desapareció de su vista, ipso facto acabó la reproducción. Tenía que conseguir una invitación para entrar a los dominios del primogénito Malkavian, y el nombre de Elisa Tabloada se le venía a la cabeza. A ver si tenía suerte y le devolvía la llamada, aunque ya quedaba poca noche por delante.
Pero aprovechó el mensaje de Gabo para devolverle otro, y de paso ver si podía contactar con Paula:
Luego minimizó la pestaña del correo y se encontró con una web de noticias de un periódico local, en el que Cesc le gustaba ponerse al día. Vio en los titulares las noticias sobre pequeñas revueltas sociales de colectivos, manifestaciones, y demás. Algo que ya había visto al inicio de la noche en su apartamento, en la televisión. - Vaya Du Fleuve... parece que tus nuevos amigos ya están agitando el avispero... - pensó a la vez que se levantaba y volvía a la mesa central, a enfrentarse de nuevo a aquellos documentos. Esperaba que ahora, con haberse quitado el peso, de al menos haber avisado a la sheriff, la cosa fuera por otros derroteros, y al menos averiguara algo, para poder tirar del hilo.
Apoyó las manos sobre la mesa, crujiendo los nudillos, y visualizando los documentos desde arriba, dijo en voz baja... - A ver, Loco de la Colina, muestrame tu código... dejame ver como querías transcribirlo.*1
[ La cámara sale desde la nuca de Cesc y sale por una ventana a la madrugada barcelonesa. Cómo un pájaro vuela entre las azoteas, bajando y subiendo, de Barcelona para llegar a otro bufete de abogados, no muy lejos de allí... ]
*1: ► Mostrar Spoiler
-0-
Marc era joven, y ardiente. Y apenas había recibido la orden de aquella bomba que había resultado ser Úrsula de ponerse a mirar papeles, que una nueva erección le avisó de su fogosidad y efervescencia juvenil. - ¿Que coño hago a las cuatro de la mañana buscando papeles para mi jefe?... ¡Anda y que te den! - En un arrebato de pasión cinematográfica, arrojó todos los elementos de la mesa de Úrsula al suelo (salvo el monitor de culo que parecía anclado por su propio peso) y la apoyó sobre la mesa, para dar inicio al pasional segundo asalto.
Dando lo mejor de así, entre gemidos y besos, una cosa entre el montón de cosas que habían quedado derramadas por el suelo, aparecía, justo entre la línea de luz que la luna alumbraba por las persianas de la ventana (Úrsula aún siendo una tigresa, era más clásica que el pan amb tomaquet, y se había encargado de apagar la luz, para fornicar a oscuras). Entre toda la negrura, un hilillo de plata desde la ventana, que alumbraba un documento. Una especie de ficha... donde en el nombre se podía ver...
Bueno, era dificil verlo, entre los movimientos de cadera con los que extasiaba a la colega, ¿pero podía ser una M la de su primer nombre?... ¿Era un nombre compuesto?... ¿Podía ser María Luisa Hombrados?... Otra vez el deber le estaba cortando el rollo al bueno de Marc... - Maldita sea...