La puerta en alto del local se abrió para dejar paso a un figura familiar. Jean Luc os reconoció en seguida (el efusivo saludo de Gabo contribuyó a lograrlo) y arrastró sus pasos hasta vuestra mesa. Se dejó caer con pesadez en el asiento. Parecía cansado, con los ojos algo más hundidos en sus cuencas, y un color de piel menos vital y más cadavérico de lo normal.
- ¿Una noche dura, eh, café au lait?- le picó Gabo en seguida - tenías que haberte venido con nosotros, que la hemos tenido muy tranquila - ante la mirada de incomprensión de Jean Luc, Gabo reprimió una risita - venga, tú primero, cuenta cómo te ha ido.
- Lo primero, recuerdos de Bruno. Siente su ausencia estas noches, pero dice que en breve debería estar más libre, no se que me ha dicho de una deuda y de problemas de clan - ante vuestras mirada inquisitivas, el mulato se limitó a encogerse de hombros- me lo he encontrado en... - Jean Luc dudó unos segundos - la reunión a la que tenía que acudir. Pero supongo que será mejor que empiece por ahí - el caitiff se pasó las manos por su cara, en un nuevo gesto de cansancio, como para darse ánimos a el mismo - a ver, he ido a territorio anarquista, a pedir ayuda con lo de Sahil. Yo sólo no puedo enfrentarme a toda la Administración, y ellos eran mi mejor opción: han prometido investigar por su cuenta. Y además, depués de hablar con ellos, cada vez tengo más claro que lo que ha pasado en el Templo tiene que ver con Paula y con sus tejemanjes, o al menos con alguien de la Torre - Jean Luc dejó unos segundo en silencio mientras miraba a algún punto del techo - yo... bueno, me explico. Sahil no sólo era un buen amigo del Estat Lluire ese. Al parecer trabajaba con ellos, como un enlace al exterior de la ciudad. Aun no tengo claro con quien enlazaba, pero encaja con nuestros hallazgos en el templo - si Gabo hubiera tenido unas orejas de lebrel, estas se habrían desplegado en este momento hacia Jean Luc; aun así, permaneció callada - por lo tanto, eso le convertiría en un objetivo político de buena parte de la Camarilla en Barcelona. Y nuestras sospechas, mis sospechas, quedarían confirmadas...
-... además de esto, he averiguado que no somos los únicos que saben del incidente del explosivo - continuó Jean Luc - Gabriel... bueno, uno de los brujah me ha dicho que sospechan que la Administración está comprando explosivo para pararles los pies a los anarquistas en las próximas noches. No se hasta que punto es una fábula o no, y aun no es vox populi entre el Estat; sólo lo saben, o más bien lo sospechan, un puñado de anarcas, pero están detrás del asunto. Me han preguntado sobre el tema y... tranquilos, les he dicho que no sabía nada. No le debo nada a Paula, pero a vosotros, sí. Y creía que deberíais saberlo- concluyó por el momento Jean Luc.