Publicado: 07 May 2018, 20:45
Doña Julia hizo un gesto de dificil interpretación a una de las chicas que servían por las mesas, y que sin cruzar palabra se llevó los menús que aún reposaban en la vuestra.
- ¿Entonces ya has hablado con alguno de los chavales, o qué? - reanudó la charla en cuanto la joven, pequeña y menuda, se hubo alejado lo suficiente - No pareces un colgado que se crea esos cuentos de viejas, porque son eso, cuentos de vieja, habladurías de prostitutos sin dientes y yonkis que deliran en los portales - la mujer se recostó en la silla, valorando que esta parte de la conversación merecía menor grado de confidencialidad; en cualquier caso el grupo de ingleses, que era más cercano, no había girado su mirada hacia vosotros ni una sola vez - en esta empresa tenemos una política muy estricta respecto a la hora de no consumir nuestro propio producto. Todo el mundo sabe que es malo para el negocio. Pero yo no puedo controlar que hacen los chicos en sus casas. Y no todos son más listos. Antón, como te digo, es un ejemplo excelente de una mente roma y hueca crecida en un entorno crédulo y rural."Meigas, haberlas hailas, señorita", decía el bobo. Cuzão. Total, que los últimos días empezó a decir que alguien le seguía. Y yo, joder, Antón, claro que te siguen, es la poli, o los rusos. O los amarillos. Pero el seguía con sus cuentos de vieja, y decía que no, que era otra persona. Que alguien le seguía, pero que cuando se giraba no había nadie. Y que había empezado a notarlo a raiz de hacer preguntas sobre ese jodido explosivo - la camarera de antes volvió discreta y le susurró algo al oído a doña Julia, que simplemente asintió y se levantó para dirigirse a la salida del local, invitándote a acompañarla - Y al día siguiente, Antón no viene a trabajar. Y nadie sabe nada de él. Y la gente que tenemos en los mossos dicen que ellos no han sido. Y parece que ni los chinos ni los rusos ni los pakis tienen nada que ver. Y así, además de tener que preocuparme por las redadas, y los chivatazos de las ratas, y un Ricart cada vez más paranoico, tengo que luchar contra cuentos de viejas. A mi edad. Cuentos de portales y malos viajes. Y el miedo y los cuentos son malos para el negocio, Cesc.
Bajando por las escaleras la mujer siguió la conversación, contestando con sonrisas los piropos de algunos de los asistentes al espectáculo, que tras la actuación de la gitana del puerto se habían quedado sin blanco para sus flores dialecticas.
- Antón trabajaba parte del Raval, aquí al lado, y había alquilado un piso en el barrio. Es una zona relativamente sencilla para empezar en el negocio, la tenemos muy controlada desde hace años, y viene bien para que los nuevos se fogueen. Además, Antón era un caramelito para los y las turistas. No trabajaba mal, el chaval. Me jode perderlo - cabía la duda de hasta que punto el aprecio de Julia era personal o su lamento por la posibilidad de perderle respondía a un cálculo profesional- Es un paseo de apenas media hora hasta allí, a medianoche te libero - el calor de la noche de agosto en Barcelona os recibió con los brazos abiertos al salir del local- O si prefieres tengo coche, si quieres te llevo y acabamos aún antes.