Publicado: 15 Abr 2018, 18:01
Francesc repasó el canto que había recitado Marc hacía unos minutos con la intención de no quedarse fuera de la conversación, y no pudo evitar pensar en aquellas palabras. Cuando la Arpía afinó la cita declarando que estaba en el canto del Purgatorio, en su memoria apareció, como una bombilla en la noche más oscura, parte del texto, que como casi todos los jovenes intelectualmente curiosos, había leído. Y casi accidentalmente, de un susurro al que fue dando intensidad cuando se fijó que Elaine le miraba a los labios, pronunció:
- Gloria a Dios en los Cielos... - miró a todos como algo sorprendido de su propias palabras - Perdónenme... ¿es así como continúa, no?.
Cesc resistía la sonrisa más falsa que pudiera mantener, mientras en su cabeza soñaba despierto con apalizar a Socías. Aquel bastardo de mirada contempladora, pecho inflado y un bolsillo lleno de ego y fanfarronería, no era más que un fantoche, empeñado en trepar un árbol a costa de agarrarse a las cabezas de los demás. Repasó los versos, y le parecía que Socías jugaba con el descaro y la osadía. Al menos eso le pareció a Fornals, empeñado en personalizar todo lo que su alrededor pasaba. -"El Maestro se acercó a mí diciendo: - No vaciles mientras yo te guio" - recordó... y no pudo evitar pensar de nuevo en ella; en Verónica, y como bajo su punto de vista, Socías no tuvo todo el cuidado con su chiquilla para que no tonteara con miembros de la Espada. Y así le fue. Cuando tienes un potro desbocado con el carácter de Verónica Soldevilla o lo atas en corto o es una bomba de relojería en tu propio armario. Y así fue. Ella, le había confesado al propio Cesc, como Socías no era todo lo cariñoso o cuidadoso con ella, que cualquier chiquillo quisiera. Envidiaba la relación paternal de Creus con el propio Fornals, aunque luego para chinchar al propio Cesc no dejara de hablarle del "-marica de tu Sire".
Así era ella... la única mujer capaz de dejar sin argumentos a Francesc. Capaz de desbaratarte en unas semanas. Capaz de desolar el alma del abogado, como si sus sentimientos fueran los papeles de una habitación, y ella un huracán desbocado. Ella, que tanto le había marcado, que incluso le hizo dudar durante un instante, cuando aquellos cabezas de pala que la acompañaban emboscaron al pobre de Cesc en aquel cementerio, si tenía que aceptar el pasar al otro bando para poder seguir con ella. Que tuvo que decidir en un segundo, mientras observaba el agujero que habían excavado para él...
Francesc se descubrió con el puño apretado y lo abrió soltando tensión, esperando que aquello no se hubiese reflejado en su rostro. Luego quiso defender a Paula y su gestión, pero entendió que aquello no le ponía sino en una situación más sospechosa. Así que mantuvo silencio y simplemente asentió tan levemente que apenas fue perceptible. Cuando Madison habló de los tres representantes internacionales, Fornals se preguntó en que grado, porque tenía claro que lo sabía, conocía Marc, y en realidad todos, que Francesc había participado en la elaboración de un documento legal anexo al equipo legistativo de la torre, que resultó ser de grandísima utilidad para evitar la extradición de aquel tal Mikhail Dablas, causante de la muerte de dos de aquellos representantes. La identidad del restante, y la defensa del piel de piedra, ya era conocida por todos, así que como resultado, Fornals tenía que de una manera en mayor o menor grado estaba inmiscuido en el asunto de los representantes internacionales. Ésto hizo pensar, que tipo de reputación, si es que la tenía, se estaba labrando fuera de los muros del Principado de Barcelona.
Poco a poco y en su plan de escapar, fue dejando de participar en la conversación, al menos de una manera tan activa o protagonista, así que se mantuvo en un segundo plano, antes de su futura excusa y posterior marcha. Aún creía poder averiguar algo sobre lo que estaba trabajando Socías y su gente, y que esperaba con tanta ansía la Arconte foránea.