Webvampiro

Publicado: **01 Jul 2025, 16:26**

Las palabras sobre una llave resuenan en la mente de Ricardo mientras observa parpadear las luces, cuando cae en la cuenta de un pequeño detalle determinante. Antaño, durante la guerra en la que aun era mortal, se les adiestraba para identificar a los enemigos durante la noche gracias a los reflejos de la luna sobre las partes metálicas de su equitación. Y por la cerradura de aquella cabina azul la llave debía ser de metal.

Ricardo haciendo uso de su disciplina del clan, Protean Prestaba especial atención a cada momento en que la luz volvía, con la esperanza de ver un destello fruto de un reflejo metálico fuera de lugar.

-Si no encontramos esa llave pronto tendremos que pasar al plan B -Dice golpeando la estatua mas cercana usando sus garras cuando vuelve la luz-. A no ser que se os ocurra algo mejor...

Publicado: **03 Jul 2025, 20:10**

Aurora vio extrañada cómo su amigo Amant salía del garage y mencionaba algo de un puerto mientras subía las escaleras, se dirigía hacia fuera y salía.

Justo tras cerrar éste la puerta y salir al exterior, Aurora lo llamó a gritos

-¿No es al puerto, ¿has escuchado?-- tenemos que introducir las coordenadas en la cabina, ¡hay que encontrar esa llave!

Aurora, desesperada mientras las estatuas se les acercaban cada vez más, pulsó la palanca, ahí se reveló repentinamente un gran arcón oculto con montones de frascos de drogas, ¡por fin, el alijo del cartel!-se dijo para sí misma, aunque a estas alturas ya no era importante por la premura de la situación-probablemente deberían de encontrar a Amant ya en el golfo de León -se dijo Aurora para sí misma, pensativa-. Y a un lado...brillaba algo, ¡la llave!, se la dió a su hermano para que abriera la misteriosa cabina azul, mientras miraba las escaleras por si su amigo Amant volvía.

Publicado: **18 Jul 2025, 11:22**

Observo con atención los barcos y me escabullo en la capitanía para revisar los próximos embarques. Una mirada rápida y ya he descubierto en cual deberé abordar.

Un barco, como el de Caronte, paro para dejar el inframundo de una buena vez. Allá voy, amada mía.

Con el mismo sigilo de siempre, me deslizo a la cala entre las mercancías. En menos de 10 horas habré llegado por allá, mi arte es la escena. Dulcinea y Quijote jugarán con el cincel.

Publicado: **31 Jul 2025, 11:17**

Ricardo entra en la cabina con la mayor premura detrás de Aurora, dispuesto para la peor de las conclusiones. Esas cosas parecen ser inmortales y no perder enfasis pese a sus esfuerzos. Es como si los malditos Bali se hubieran aliado con los tremere... Malditas gargolas.

-Si ya estamos todos... sera mejor partir cuanto antes lo mas lejos de aqui posible

Aurora miró atónita alrededor y del susto se le cayeron las llaves en el interior de la cabina.

-¡Es....! las palabras no le salían, mientras miraba a su hermano, perpleja de asombro. ¡Es más grande por dentro que por fuera! ¿Cómo es esto posible?

Lentamente se agachó a recoger las llaves y se las dio a su hermano para que él introdujera las coordenadas en el panel de control del centro de la enorme sala que tenían ante ellos.

Dada la gran experiencia de Amant (Williams) en infiltrarse en barcos, nadie se dió cuenta de su escondite, pero la tormenta que se desató durante la noche hizo que entrara bastante agua durante la noche en el mismo. El barco llegó a su destino sin más incidentes.

Siempre bajo mi capa de sombras y en medio de la oscuridad, me deslizo sigilosamente hacia el muelle. Con la misma precaución habitual, tomo las callejuelas menos transitadas, trepando a los muros y utilizando los techos para tomar rumbo hacia alguna colina.

Desde ese punto elevado, contemplo el valle hasta dar con el lugar que se acerca más a las coordenadas espaciales indicadas y que he memorizado. Una vez que lo habré divisado me dirigiré hacia allí con toda tranquilidad.

Ricardo toma las llaves y contempla atónito el interior del receptáculo. Además de su inconmensurable tamaño (era como si alguien hubiera metido una casa de varias plantas dentro de un armario) estaba el tema de el dispositivo que presidia la sala. Tomo a su hermana por la mano y la trajo hasta su lado mientras buscaba algo parecido a una cerradura entre aquel galimatías de dispositivo digno de la "Ahnenerbe" de la Alemania Nazi.

- Aurora, he perdido de vista a Amant, ¿Sabes si esta dentro? -mira a todos lados-. Armand, ¿Estas aqui?

Tras decir esto se dirigió junto a la puerta para cerrarla con llave una vez pudiera asegurarse que su amigo no se iba a quedar atrás.

-No, no ha entrado-respondió Aurora. Creo que deberemos de encontrarlo en el punto de las coordenadas. Salió corriendo sin escuchar bien las instrucciones creo.

Aurora echó a correr hacia la puerta, en un instinto protector, adelantándose a su hermano.

-Creo que debemos de tener cuidado antes de tomar riesgos innecesarios, dijo interponiéndose entre la puerta y él. Sí, cierra y luego introduce las coordenadas, luego veremos qué hace este....no supo durante unos segundos cómo continuar la frase mientras volvía a mirar maravillada a su alrededor...este artilugio gigantesco.--Seamos prudentes.

En tierra firme, unos vampiros Nosferatu, caracterizados de marineros, se acercaron al ver a Amant (Williams) pese a su apariencia encubierta gracias al uso hábil sus disciplinas, pidiéndole direcciones en catalán, preguntándole por Barcelona.

En el lugar y a apenas pocos pasos de ellos, se encontraban la mujer negra del vídeo, Martha, junto al Doctor, que llevaba un artilugio raro similar a un destornillador en su mano derecha.

Me encojo de hombros y, en un valenciano profundamente cerrado, les envío a consultar al puerto. Escogidas las palabras con elegancia y encubriendo un sutil insulto, levanto un dedo hacia la bahía.

Chiquets destarifats... ¡Vixca el regne de Valéncia!

Pasado el incidente absurdo, me acerco en el más completo sigilo a la mujer. Toco sutilmente su hombro y, mientras se gira hacia mí, me ubico nuevamente tras ella. Le susurro al oído un simple bu, apenas audible, y me hago con el dispositivo. Acto seguido, la aturdo con el lado más romo, con un golpe seco sin provocarle mayor daño y manteniendo siempre el silencio absoluto.

Rápidamente utilizo mi máscara de mil caras, tomo su rostro y me visto con sus ropas. Ya caracterizado, me acerco al doctor sonriéndole.

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SECCIÓN ESCENAS

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