Re: (C) [Pan Bendito] Que me lo quitan de las manos (Eva Espinosa y Jessica García)
Publicado: 11 Ago 2020, 16:21
Soltó una especie de risilla o resoplido al tiempo que se le dibujaba media sonrisa en los labios. Todo había sido un farol para sacarle más dinero pero la verdad, ¿qué importaban esos papelitos? Lo que importaba de verdad es que fuera lo suficientemente inteligente para saber cerrar la boca. Era una buena noticia que no hubiera estado aireando el libro por ahí, para que llegara a manos de alguien que tuviera el suficiente conocimiento como para darse cuenta que dentro de esas páginas había temas extraños. Sí, es cierto que podían tomarlo como fantasías ocultistas de un pasado oscuro e ignorante no iluminado por las luces del conocimiento actual pero, ¿y si despertaba alguna curiosidad?
- En lo que confío es en que sabrás que conmigo hay negocio, para lo que es necesario mantener la oportuna discreción de la naturaleza y objeto de nuestros acuerdos - dijo, llevándose la mano enguantada frente a la boca para escupir, o más bien hacer un sonido con la boca y que saltara a la palma algunos goterones, lo más parecido a un escupitajo. Su producción de saliva ya no era como la de antes. En ese momento, estrechó la mano- .Tú confiarás en que seguiré ofreciéndote una buena tasación y un buen precio por mi parte.
Le dio un apretón firme. Esperaba que la frialdad de sus manos estuviera atenuada por los guantes de aterciopelada gamuza. Sabía bien cómo era el tacto de un inmortal que no calienta su piel. Era como tocar un metal en pleno invierno o el mármol de una tumba, no se volvía más cálida jamás, más bien parecía arrancar ese calor, extinguirlo con el propio contacto.
- Cuida los libros con el respeto que merecen, ahora ya sabes lo valiosos que son. También podrás acudir a mí si te surge algún problema con estos, o con otros.
Después de aquellas palabras, soltó la mano. Sacó dos de sus viejas tarjetas de la tienda del bolsillo. Le dio la vuelta para garabatear con un bolígrafo de tinta líquida roja, y escribió su actual número de teléfono junto al usuario de Telegram donde podrían localizarla.
- Es mejor que uses el usuario de Telegram . Cambio bastante de número de teléfono. No te pases por la tienda. Está cerrada por reformas - se detuvo un momento, para deslizar la tarjeta sobre la mesa-. Voy a intentar sacar tiempo para analizar bien este libro pero, a priori, creo que me interesa el resto de la colección.Te agradecería que me hicieras un pequeño inventario: número de ejemplares, estado... Todo lo que me pueda ser de utilidad para despertar hype en potenciales compradores.
Con un esbozo de sonrisa, dio por finalizado el acuerdo por su parte. Como no esperaba que se negara a nada de lo que había pedido, tomó el libro. Sacó de la mochila un pequeño spray cuyo contenido pulverizó por encima de las cubiertas del libro, antes de aplicar los aceites de un bote a las partes de cuero y algo parecido a una pomada en las zonas más deterioradas. Después de aquello, volvió a echarle más de ese flus de olor fuerte y lo envolvió para meterlo en una caja protectora de plástico cuyo interior parecía acolchado. Tras cerrarlo e incrustar todo de nuevo en su mochila, se puso en pie.
- Ha sido un placer hacer negocios contigo, Salvador -dijo a modo de despedida y después de aquello, se dirigió hacia Jessica. Le tendió la otra tarjeta-. Me llamo Eva. Me interesan los servicios que comentaste antes, ¿me acompañas al coche y charlamos sobre ellos? Si quieres puedo acercarte a algun sitio o parar en el lugar que más te apetezca para conversar tranquilamente.
- En lo que confío es en que sabrás que conmigo hay negocio, para lo que es necesario mantener la oportuna discreción de la naturaleza y objeto de nuestros acuerdos - dijo, llevándose la mano enguantada frente a la boca para escupir, o más bien hacer un sonido con la boca y que saltara a la palma algunos goterones, lo más parecido a un escupitajo. Su producción de saliva ya no era como la de antes. En ese momento, estrechó la mano- .Tú confiarás en que seguiré ofreciéndote una buena tasación y un buen precio por mi parte.
Le dio un apretón firme. Esperaba que la frialdad de sus manos estuviera atenuada por los guantes de aterciopelada gamuza. Sabía bien cómo era el tacto de un inmortal que no calienta su piel. Era como tocar un metal en pleno invierno o el mármol de una tumba, no se volvía más cálida jamás, más bien parecía arrancar ese calor, extinguirlo con el propio contacto.
- Cuida los libros con el respeto que merecen, ahora ya sabes lo valiosos que son. También podrás acudir a mí si te surge algún problema con estos, o con otros.
Después de aquellas palabras, soltó la mano. Sacó dos de sus viejas tarjetas de la tienda del bolsillo. Le dio la vuelta para garabatear con un bolígrafo de tinta líquida roja, y escribió su actual número de teléfono junto al usuario de Telegram donde podrían localizarla.
- Es mejor que uses el usuario de Telegram . Cambio bastante de número de teléfono. No te pases por la tienda. Está cerrada por reformas - se detuvo un momento, para deslizar la tarjeta sobre la mesa-. Voy a intentar sacar tiempo para analizar bien este libro pero, a priori, creo que me interesa el resto de la colección.Te agradecería que me hicieras un pequeño inventario: número de ejemplares, estado... Todo lo que me pueda ser de utilidad para despertar hype en potenciales compradores.
Con un esbozo de sonrisa, dio por finalizado el acuerdo por su parte. Como no esperaba que se negara a nada de lo que había pedido, tomó el libro. Sacó de la mochila un pequeño spray cuyo contenido pulverizó por encima de las cubiertas del libro, antes de aplicar los aceites de un bote a las partes de cuero y algo parecido a una pomada en las zonas más deterioradas. Después de aquello, volvió a echarle más de ese flus de olor fuerte y lo envolvió para meterlo en una caja protectora de plástico cuyo interior parecía acolchado. Tras cerrarlo e incrustar todo de nuevo en su mochila, se puso en pie.
- Ha sido un placer hacer negocios contigo, Salvador -dijo a modo de despedida y después de aquello, se dirigió hacia Jessica. Le tendió la otra tarjeta-. Me llamo Eva. Me interesan los servicios que comentaste antes, ¿me acompañas al coche y charlamos sobre ellos? Si quieres puedo acercarte a algun sitio o parar en el lugar que más te apetezca para conversar tranquilamente.