
¡Ah! Perdonadme señora, pues no os había reconocido. Naturalmente que os aconsejaré. No, no tenéis que pagar nada; todo lo que os pido es que me recordéis cuando llegue vuestra hora, porque tiempos terribles están por llegar.

El Fatalismo es peligroso; los que manosean los tejidos del Destino pueden hallarse horriblemente atrapados en sus redes. Los miembros de la Legión del Destino consideran que debería haber penas severas por abusar de este poder; A fin de cuentas, el Destino no se suele tomar bien que se entrometan con su trabajo.
La sabiduría popular de Estigia sostiene que los Oráculos no eligen su fortuna, sino que la fortuna los elige a ellos. Los oráculos pueden clamar junto a los Artesanos ser uno de los gremios más antiguos del Inframundo. Lógicamente, desde los más tempranos días la pregunta que se hace todo el Gremio es ¿Debemos observar pasivamente, compartir nuestro conocimiento, o actuar agresivamente como agentes del destino? A lo largo de los siglos el Gremio ha virado de una posición a otra, y se ha ganado la fama de ser inescrutable.
El Gremio de los Oráculos gozaba de un negocio estable en su época de auge. Algunos dicen que eran servidores directos de la misma Dama del Destino, otros dicen que poderes aún más superiores disponían de su lealtad. Rumores aparte, los Oráculos eran consejeros apreciados en la mayoría de asuntos, y estaban muy solicitados por los señores de Estigia para ocupar el cargo de asesores, además su voz tenía la capacidad de elevar en poder un noble de Estigia o hundirlo en la desgracia. Su buena fortuna duró hasta que Selena, la Suma Oráculo, dijo a Caronte que su destino era perderse en la Tempestad. Encolerizado, éste le impuso enormes castigos que llevaron a su expulsión de la Isla de los Lamentos, provocando que se abstuviera de contar el final de la profecía y enfureciendo a su Gremio. Fue en esta época cuando los Oráculos se unieron al insensato plan de los Artesanos y de los Usureros de rebelarse contra Caronte.
A pesar de saber el inevitable precio que debían pagar, los Oráculos abandonaron a los demás Gremios poco tiempo después de que los Usureros y las Máscaras se retiraran de la Revolución. En esa época, los Oráculos tendían a asociarse con los Juglares, los Soñadores y hasta con las Furias. Muchos creyeron adecuado no anunciar su profesión, aconsejando sólo a aquellos lo suficientemente hábiles como para encontrarlos. Existe una acérrima lealtad tácita entre los Oráculos, pero evitan tener relaciones prolongadas entre ellos.
Hoy, los Oráculos son una fuerza visible y proactiva en el Inframundo. Una que busca interceder en el destino de los Wraiths. El Gremio ofrece una red que a mundo tiene éxito allí donde un sólo Oráculo puede fallar. Pero sólo en las más conservadoras de las Necrópolis son Oráculos son todavía un culto casi místico de la Fortuna que mantiene los antiguos rituales.
En cuanto a la forma de ser típica del Gremio: los Oráculos prefieren los atavíos llamativos, y muchos tienen marcas arcanas o símbolos del Destino inscritos en sus frentes y brazos. Estos sellos aparecen solos y no pueden borrarse, y muchos parece que bailan o se mueven por voluntad propia. La relación con el Destino puede ser tan clara como el cristal, y de precisión matemática, o puede ser algo más nebuloso. En cualquier caso la Fortuna, o el Destino como le llaman algunos, puede hacer que las respuestas simples sean vagas y evasivas, a fin de cuentas la profecía nunca ha sido una ciencia exacta.
Dentro de las facciones de los Oráculos se encuentran:
-Las Manos: los rostros modernos del Gremio, wraiths que resuelven los problemas que el Fatalismo les muestra, cada uno con sus propios métodos y prioridades.
-Los Apostadores: aventureros para quienes Fatalismo es una forma de probarse contra el azar y poner las probabilidades de su parte.
-Los Clarividentes: nacidos de prácticas ocultistas de la Era Victoriana mezclados con el misticismo de la Nueva Era, los Clarividentes son hedonistas cuya serie de prácticas los deja al margen de las tareas más importantes del Gremio, pero quienes generalmente se ocupan de reclutar nuevos miembros a través de su faceta social.
-Los Délficos: se relacionan con lo ritual, desde el trance meditativo a todo tipo de sutilezas. Generalmente pocos wraiths tienen suficiente paciencia para el tipo de exactitud que demandan sus ritos y profecías.
-Los Augurios: dependen de sacrificios para alimentar sus adivinaciones, lo que hace que sus visiones tiendan a estar manchadas por el Olvido y los hace objetivo de las Legiones de la Jerarquía.
-El Templo Panteónico: centran su actividad en la estructura epónima. Alguna vez fue el corazón del Gremio, pero ahora es visto como una biblioteca polvorienta y un museo. Selena, todavía la cabeza del Gremio, dirige el Templo en elaboradas adivinaciones, mientras un círculo de archivistas cataloga reportes y visiones que provienen de todos lados del Inframundo.
