Edad Victoriana: Madrid

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#21

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:13

Imagen Listado de precios (en torno a 1875)
Hasta mediados del siglo XIX, el real español era la moneda de referencia de España, descendiente de una moneda castellana de plata, y que se acuñó durante siglos no sólo en España sino también en América, e incluso en otros lugares ajenos a la corona hispánica. En el siglo XIX comienzan a acuñarse piezas con el nombre de pesetas.
El 19 de octubre de 1868, el ministro Laureano Figuerola del gobierno provisional del general Serrano, firma el decreto por el que se implanta la peseta como unidad monetaria nacional de España, para borrar los vestigios de la monarquía borbónica derrocada. También entra en vigor el sistema métrico decimal en el contexto de la Unión Monetaria Latina.

Alimentación
-Pan (1 kg): 0.30-0.40 pesetas. El pan es un alimento básico y su precio está regulado. En años de buenas cosechas podía ser más barato (0.25 pesetas).
-Trigo (1 kg): 0.20-0.30 pesetas. El trigo es la base del pan, y su precio fluctúa según la cosecha.
-Carne de vaca (1 kg): 1.50-2 pesetas. La carne es cara y consumida principalmente por las clases medias y altas.
-Carne de cordero (1 kg): 1.20-1.80 pesetas. Más común que la vaca, pero aún un bien de cierto lujo.
-Aceite de oliva (1 litro): 0.80-1.20 pesetas. Esencial en la dieta madrileña, su precio depende de la producción anual.
-Vino (1 litro): 0.15-0.30 pesetas. El vino de mesa es barato y ampliamente consumido.
-Huevos (docena): 0.40-0.60 pesetas. Los huevos son asequibles, y su precio varía en temporada.
-Frutas y hortalizas (1 kg, por ejemplo manzanas o patatas): 0.10-0.25 pesetas. Las frutas y verduras locales son económicas, pero las importadas o fuera de temporada pueden ser más caras.
-Pescado (1 kg, por ejemplo, bacalao): 1-1.5 pesetas. El pescado fresco es más caro que el salado y su precio depende de la distancia al mercado.
-Leche (1 litro): 0.20-0.30 pesetas. La leche fresca es menos común y suele consumirse en áreas urbanas.

Vestido y calzado
-Zapatos (par, calidad media): 5-8 pesetas. El calzado es un gasto significativo para las familias trabajadoras.
-Camisa de algodón: 2-3.5 pesetas. La ropa fabricada en Madrid es más barata que la importada.

Combustibles e iluminación
-Carbón (1 kg): 0.05-0.10 pesetas. Usado para calefacción y cocina, su precio es bajo pero depende del suministro.
-Velas de sebo (1 kg): 0.50-0.80 pesetas. Las velas son el principal medio de iluminación de los hogares humildes.
-Leña (1 kg): 0.03-0.06 pesetas. Más barata que el carbón, pero menos eficiente.

Vivienda
-Alquiler de una vivienda modesta (mensual): 10-20 pesetas. Una familia trabajadora de Madrid puede gastar una parte importante de sus ingresos en el alquiler.

Otros bienes
-Jabón (1 kg): 0.40-0.60 pesetas. Producto esencial de higiene, a menudo subvencionado para mantenerlo accesible.
-Azúcar (1 kg): 1-1.5 pesetas. El azúcar es un bien de lujo relativo, consumido en pequeñas cantidades por las clases populares.
-Tabaco (un paquete): 0.20-0.40 pesetas. El tabaco es popular pero su precio varía en función de la calidad.
-Cerveza (1 litro): 0.30-0.50 pesetas. Menos común que el vino, pero disponible en tabernas.

Subvenciones y regulación: En Madrid, productos como el pan, la carne, el aceite, y el jabón estaban parcialmente subvencionados o regulados por el ayuntamiento y la monarquía, lo que moderaba las fluctuaciones de precio. Por ejemplo, en años de carestía, el pan podía abaratarse hasta un 25 % gracias a los subsidios.
Variaciones estacionales: Los precios de los alimentos frescos (frutas, verduras, pescados) varían según la temporada y las cosechas. Los años de malas cosechas pueden duplicar el precio del trigo o del pan.
Poder adquisitivo: Un trabajador no cualificado de Madrid puede ganar entre 2 y 4 pesetas diarias, mientras que un artesano o profesional puede ganar entre 5 y 10 pesetas.

Transporte
El transporte en Madrid en 1875 está dominado por vehículos de tracción animal y el desplazamiento a pie, ya que los ferrocarriles son más relevantes para viajes interurbanos. El transporte público se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo.

Coche de caballos
-Trayecto corto en la ciudad: 0.50-1 pesetas. Los coches de alquiler son comunes para trayectos entre barrios como Chamberí o Salamanca. El precio depende de la distancia y la duración.
-Alquiler por hora: 2-3 pesetas. Usado por clases medias y altas para desplazamientos más largos o eventos sociales.

Tranvía de mulas (billete sencillo)
-Precio por trayecto: 0.10-0.20 pesetas. Los tranvías de tracción animal, que comienzan a operar en Madrid en 1871, conectan el centro (Puerta del Sol), con los barrios periféricos. Son una opción económica para la clase trabajadora.
-Billete de ida y vuelta: 0.25-0.40 pesetas. Algunas líneas ofrecen descuentos para viajes redondos.

Ferrocarril (viajes cortos desde Madrid)
-Billete de tercera clase (Madrid-Alcalá de Henares): 1.50-2.50 pesetas. Los trenes se utilizan para viajar a localidades cercanas, como Aranjuez o Toledo. La tercera clase es la más barata, con asientos básicos.
-Billete de segunda clase: 3-4.50 pesetas. Más cómodo, utilizado por las clases medias.
-Billete de primera clase: 4.50-6.50. Billete para vagones de lujo.

Otros medios:
-Alquiler de mula o caballo (por día): 3-5 pesetas. Usado principalmente para viajes fuera de la ciudad o comerciantes.
-Peaje de caminos (si aplica): 0.05-0.20 pesetas por carro o personas. Algunos caminos de las afueras de Madrid cobran peajes, aunque son más comunes en rutas rurales.

Espectáculos de Madrid
Los espectáculos de Madrid en 1875 son una parte importante de la vida cultural, especialmente para las clases medias y altas, aunque también hay opciones populares para el pueblo. Los teatros, las corridas de toros, y los cafés con música son los principales entretenimientos. Los precios varían en función del espectáculo y la ubicación del asiento.

Teatro
-Entrada a un teatro de categoría media (Teatro de la Zarzuela, patio o grada): 0.5-1.5 pesetas. La zarzuela es muy popular y los teatros ofrecen funciones regulares.
-Palco o asiento preferente: 3-10 pesetas. Los palcos eran reservados para la élite y podían costar significativamente más.
-Teatro popular (entrada general en corrales o teatros menores): 0.20-0.50 pesetas. Obras cómicas o melodramas en los teatros pequeños accesibles para la clase trabajadora.

Corridas de toros
-Entrada en tendido de sombra (Plaza de Toros de Madrid): 1-2.5 pesetas. Los asientos a la sombra son más caros y demandados por su comodidad.
-Tendido de sol: 0.50-1 pesetas. Más baratos, pero expuestos al calor, aunque siguen siendo populares para el público general.
-Palco privado (para familias o grupos): 10-20 pesetas. Reservado para la aristocracia o clases altas.

Cafés concierto y espectáculos musicales
-Entrada a un café concierto (con consumición básica): 0.30-0.75 pesetas. Los cafés concierto, como los de la calle de Alcalá, ofrecen música, flamenco, y variedades. El precio incluye a menudo una bebida (café o vino).
-Espectáculos en salones de variedades: 0.50-1.50 pesetas. Estos locales combinan música, baile, y comedia, atrayendo a un público mxito.

Fiestas populares y verbenas:
-Entrada gratuita y consumiciones: 0.10-0.50 pesetas por bebida o comida. Las verbenas, como la de San Isidro, son gratuitas, pero el gasto se realiza en la comida, la bebida, o la participación en juegos.
-Atracciones (tiovivo o juegos): 0.05-0.20 pesetas por uso. Las ferias populares ofrecen entretenimientos mecánicos o puestos de juegos de bajo costo.

Conciertos y ópera:
-Entrada a un concierto en el Teatro Real (grada o galería): 2-5 pesetas. La ópera y los conciertos clásicos son eventos de élite, con precios elevados para las clases trabajadoras.
-Asiento en platea o palco: 10-25 pesetas. Sólo accesibles para la aristocracia y la alta burguesía.

Regulación de precios: Los precios del transporte público, como los tranvías, son regulados por el ayuntamiento de Madrid para garantizar accesibilidad. Sin embargo, los espectáculos tienen precios más libres, con grandes diferencias entre ofertas populares y de élite.
Poder adquisitivo: Los espectáculos como la ópera y los palcos de teatro son prohibitivos para la mayoría de trabajadores no cualificados.
Variaciones: Los precios de los espectáculos pueden aumentar en eventos especiales (estrenos, corridas de toreros famosos) o reducirse en funciones matinales o populares. En el transporte, los trayectos nocturnos en coches de caballos podían ser hasta un 50 % más caros.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#22

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:21

Reyes y reinas de España Imagen María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (1796-1878)

María Cristina me quiere gobernar,
y yo le sigo, le sigo la corriente,
porque no quiero que diga la gente (¿qué?)
que María Cristina me quiere gobernar.

Nacida en Palermo, fue reina consorte de España por su matrimonio con el rey Fernando VII de 1829 a 1833. A su muerte, se convirtió en regente del reino de 1833 a 1840. Era hija del rey Francisco I de las Dos Sicilias y de la infanta María Isabel de Borbón.
Durante sus primeros años recibió una educación elevada, estudiando geografía, historia, literatura, gramática, e idiomas, y destacando además por su entusiasmo por la pintura, la escultura, y la música, tocando el arpa y el piano y cantaba como una auténtica profesional.
Poco después de enviudar se casó en secreto con Fernando Muñoz, un joven guarda de corps al que nombró duque de Riánsares, y con el que realizó todo tipo de negocios con productos como la sal y el ferrocarril, incluyendo la trata de esclavos africanos y la explotación de ingenios azucareros en Cuba con mano de obra esclava. El matrimonio tuvo ocho hijos, a los que concedió títulos nobiliarios entre 1847 y 1849.
Tras enfrentarse a los carlistas y varios intentos frustrados de mediar entre progresistas y moderados, los escándalos de corrupción terminarían llevando a su caída y exilio de España en 1840. Terminó instalándose en París, desde donde intrigó contra el gobierno del general Espartero hasta su derrocamiento y la mayoría de edad de su hija Isabel II en 1843.
Regresó a Madrid en 1844, y trató de influir en el gobierno de su hija, pero tras la Revolución de 1854 se vio obligada a exiliarse nuevamente en París. Regresaría en 1875 tras la llegada de su nieto Alfonso XII al trono. Ni su hija ni su nieto tuvieron buenas relaciones con ella, debido a su segundo matrimonio.
Imagen Isabel II de España, “La Reina Castiza”, “La Reina de los Tristes Destinos” (1830-1904)

¿Dónde vas, Isabelona,
con cara de jabalí?
Me han quitado la corona,
voy camino de París.

Hija del rey Fernando VII de España y la reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, su nombramiento como heredera, mediante la derogación de la Pragmática Sanción de Felipe V, provocó la rebelión de su tío Carlos María Isidro de Borbón y sus partidarios, dando comienzo a la primera de las guerras carlistas.
Durante sus primeros años la regencia fue asumida por su madre, y a partir de 1840 por el general Espartero, hasta que fue declarada mayor de edad por las cortes en 1843. Con dieciséis años se concertó un matrimonio con su primo Francisco Asís de Borbón, duque de Cádiz. El matrimonio no sería feliz. Fueron padres en doce ocasiones, aunque la reina sufrió varios abortos o los recién nacidos fallecieron al poco tiempo.
Durante el reinado de Isabel II, la monarquía fue cediendo cada vez más poder al parlamento, pero la reina puso numerosas trabas, a menudo interfiriendo en los sucesivos gobiernos. Ningún partido que organizara las elecciones las perdía, y el cambio político se producía mediante golpes de estado o pronunciamientos de ambos signos.
La reina era fácilmente manipulada por sus ministros y la corte, y sus interferencias la distanciaron de los políticos, que criticaban su descarada corrupción y comercio de favores, aunque también era conocida por su generosidad hacia los necesitados, especialmente en momentos de crisis económica. Finalmente su reinado terminó con la Revolución de 1868, que la llevó al exilio en Francia, bajo la protección del emperador Napoleón III, estableciéndose en París. Allí también formalizó su separación con su esposo Francisco.
En 1870 Isabel II abdicó de la corona en su hijo Alfonso, pero cuando la monarquía española fue restaurada, EN 1874, no regresó a España hasta el 1876, debido al rechazo que todavía suscitaba su figura. Residió brevemente en Sevilla, pero tras la boda de su hijo en contra de su voluntad, regresó a París en 1878, donde vivió hasta su muerte.
Imagen Francisco de Asís de Borbón (1822-1902)

Paco Natillas
es de pasta flora
y se mea en cuclillas
como una señora.

Nació en Aranjuez, y era el tercer hijo del infante Francisco de Paula de Borbón, hijo de Carlos IV, y de la princesa Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias. Un historiador lo describió como “pequeño, delgado, de gesto amanerado, de voz atiplada y andares de muñeca mecánica. Le gustaban los baños, los perfumes, las joyas, y las telas finas.”
Debido a criterios políticos y dinásticos, en 1846 fue obligado a casarse con su prima Isabel II. Su elección se produjo tras desecharse otros candidatos, pues se consideraba que el consorte de la reina no debía tener opciones a heredar otro trono europeo. A pesar de los rumores y burlas sobre homosexualidad, el rey consorte también tuvo varias amantes conocidas e hijos ilegítimos.
El matrimonio real estuvo desavenido, pero resistió a las intrigas cortesanas por separarles. Durante el reinado de Isabel II se hicieron varias coplas y burlas a costa de la homosexualidad del rey, que tuvo como amante estable a su acompañante Antonio Ramos Meneses.
El rey Francisco aprovechó su posición para actuar como mecenas de las artes, restaurando monumentos madrileños, entre ellos varias iglesias. Además, desde 1864 actuó como presidente del Consejo del Reino.
Tras el exilio de los reyes después de la Revolución de 1868, se separaron amistosamente, y con el tiempo incluso trabaron una amistad frente a la relación tensa de su matrimonio. En 1881 Francisco terminaría instalándose en un castillo en Épinay-sur-Seine, y nunca regresaría a España.
Imagen Amadeo I de Saboya, “El Rey Caballero,” “El Rey Electo” (1845-1890)

“Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces sería el primero en combatirlos, pero todos los que agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles.”

Nacido en Turín, era el tercer hijo de Victor Manuel II de Saboya, último rey de Cerdeña y primer rey de Italia, y de la Archiduquesa María Adelaida de Habsburgo-Lorena. Al nacer fue nombrado Duque de Aosta.
Ingresó en el ejército sardo con el título de capitán en 1859 y participó en la guerra de independencia italiana como general de división, liderando una brigada hasta Monte Croce, donde resultó herido y obtuvo la medalla de oro al valor.
Se casó en 1867 con la princesa María Victoria del Pozzo della Cisterna, aunque su padre consideraba que la consorte era de una posición demasiado baja para emparentar con los Saboya. Sin embargo, Amadeo era un amante infiel, lo que provocó celos, dolor, y vergüenza en su esposa.
La Revolución de 1868 derrocó a Isabel II y dejó vacante el trono de España. El nuevo gobierno provisional lo ofreció a Amadeo, que aceptó, y fue proclamado rey de España en 1871.
Su reinado comenzó con buenas intenciones, pero pronto se encontró con la inestabilidad política y la oposición no sólo de carlistas y republicanos, sino también de varios miembros del gobierno que lo habían elegido. Muchos aristócratas españoles lo consideraban un extranjero advenedizo, la Iglesia lo rechazaba por las desamortizaciones, y el propio pueblo comenzó a burlarse de los reyes “italianos.”
Tras un intento de asesinato en 1872, en el que resultó herido protegiendo a su esposa, Amadeo I comenzó a mostrar cansancio ante las complicaciones de la política española: “No entiendo nada, esto es una jaula de locos,” y finalmente el 11 de febrero de 1873 renunció al trono, aunque hubo intentos de hacerle desistir. Totalmente disgustado, se desplazó a Lisboa con su esposa, que moría de tuberculosis en 1876.
En 1888 volvía a contraer matrimonio con la princesa María Leticia Bonaparte, su sobrina, con la que tuvo un hijo. En 1890, Amadeo moría de una neumonía.
Imagen María Victoria dal Pozzo “La Virtuosa”, “La Rosa de Turín”, duquesa de Aosta (1847-1876)

“En prueba de respetuoso cariño a la memoria de doña María Victoria, las lavanderas de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Tarragona, a tan virtuosa Señora.”

Nacida en París en 1847, era la hija primogénita de Carlos Emanuele dal Pozzo, príncipe de La Cisterna, y Luisa Carolina Ghislaine de Mérode, condesa de Mérode-Westerloo. Su familia paterna era un linaje aristocrático del reino de Cerdeña y su familia materna estaba emparentada con los Grimaldi de Mónaco.
Tras la muerte de su padre en 1848, su madre enloqueció, encerrándose en su palacio de Turín, rodeando a su hija de luto y silencio, que sólo rompió cuando María Victoria conoció a Amadeo, Duque de Aosta.
Contrajo matrimonio con Amadeo en 1867 y a través de él fue reina consorte de España entre 1870 y 1873. Al llegar a España, hispanizó su nombre y el de sus tres hijos: Manuel Filiberto, Víctor Manuel, y Luis Amadeo, que fueron nombrados príncipe de Asturias e infantes de España, respectivamente.
Fue despreciada por las damas de la aristocracia española, que la consideraban una usurpadora, y a menudo salían a pasear ataviadas con mantillas bordadas con la flor de lis, el símbolo de los Borbones. La reina no entendía el motivo de ese desprecio ni que su vida humilde y sencilla fuera objeto de escarnio. El hecho de que amamantara personalmente a su hijo recién nacido también fue objeto de burla en la prensa.
La reina María Victoria causó mejor impresión entre los españoles que su esposo, debido a su comportamiento ejemplar y discreción. Centró sus esfuerzos en Madrid en diversas obras de caridad y nunca se interesó por la política. Impulsó la creación del Asilo de Lavanderas, la primera guardería infantil de España, dedicada a los hijos de las lavanderas. Se inauguró con el nombre de “Casa del Príncipe”, bajo el patronazgo del príncipe de Asturias. También realizó numerosas obras benéficas, a menudo mediante intermediarios.
Tras la renuncia de su esposo al trono de España, la reina lo acompañó al exilio en Lisboa, falleciendo unos años después en San Remo, víctima de la tuberculosis.
Imagen Alfonso XII de España, “El Pacificador” (1857-1885)

¿Dónde vas, Alfonso XII?
¿Dónde vas, triste de ti?
Voy en busca de Mercedes,
que ayer tarde no la vi.

Nació en el Palacio Real de Madrid, hijo de la reina Isabel II de España y de su esposo el rey Francisco de Asís de Borbón, aunque se rumoreó que su verdadero padre era Enrique Puigmoltó y Mayáns, amante de la reina, y en algunos medios populares se lo llegó a llamar “El Puigmoltejo,” recibiendo el título de Príncipe de Asturias.
Con sólo diez años tuvo que acompañar a su madre Isabel II al exilio, al estallar la Revolución Gloriosa, estableciéndose en París. El príncipe fue matriculado en el colegio Stanislas y su preceptor personal fue Guillermo Morphy.
Se convirtió en el aspirante de la dinastía de los Borbones al trono vacante de España, después de que en 1870 la reina abdicase de la corona en su hijo. Recibió una formación humanista de su preceptor, además de estudios en derecho constitucional. En 1873 comenzó su formación militar en la Real Academia Militar de Sandhurst.
El político Antonio Cánovas estuvo muy atento a la formación del príncipe Alfoso, supervisada por un partidario suyo, el duque de Sesto. Durante su formación, Alfonso adquirió dominio de varias lenguas europeas y de historia, siendo educado sin pompa ni etiqueta.
El 1 de diciembre de 1874 se publicaba el Manifiesto de Sandhurst, donde el príncipe se ofrecía para la restauración de la monarquía española en su persona, y tras el pronunciamiento del general Martínez-Campos en 1875 llegó a España y fue proclamado rey por las cortes. Nombró a su preceptor Morphy secretario particular, y se convirtió en un importante mecenas de los artistas de la época. Se casó con su prima María de las Mercedes de Orleáns en 1878, pero la reina murió unos meses después, víctima del tifus. El rey quedó conmocionado, ya que había contraído matrimonio por amor. Resignado por su obligación dinástica, dejó la elección de su nueva esposa en manos del gobierno. La elegida fue María Cristina de Habsburgo-Lorena y contrajeron matrimonio en 1879, pero ese mismo año el monarca comenzó una relación con la cantante de ópera Elena Sanz, con la que tuvo dos hijos ilegítimos.
Trató de dotar a su monarquía de estabilidad institucional, reparando los daños de las luchas internas, y acudiendo al campo de batalla para luchar contra los carlistas. En 1878 y 1879 fue víctima de dos atentados anarquistas de los que resultó ileso. En 1883 hizo un viaje oficial por Bélgica, Austria, Alemania, y Francia.
A partir de 1885 contrajo la tuberculosis, y su salud se fue resintiendo progresivamente hasta morir el 25 de noviembre. Su muerte provocó una honda conmoción en el país, habiéndose ganado el cariño del pueblo por su carácter benévolo y compasivo, estableciendo la paz en España tanto en el interior como en el extranjero.
Imagen María de las Mercedes de Orleáns (1860-1878)

Merceditas está muerta.
Muerta está, que yo la vi.
Cuatro duques la llevaban
por las calles de Madrid.

Nació en Madrid, hija de Antonio de Orleáns, duque de Montpensier, y María Luisa Fernanda de Borbón, infanta de España. La familia de María de las Mercedes estaba emparentada con la familia real española, pero su padre intrigaba para derrocar a su cuñada, la reina Isabel II, y ocupar el trono. En 1868 el gobierno actuó, y el duque y su familia tuvieron que abandonar España. Sin embargo, ese mismo año, la reina Isabel II era derrocada por la Revolución Gloriosa.
En el exilio Isabel II y el duque de Montpensier llegaron a un acuerdo para que el príncipe Alfonso y su prima María de las Mercedes contrajeran matrimonio salvo que se opusieran los interesados. Las negociaciones entre Isabel y Antonio se mantendrían en los años siguientes, atentos a la situación política española.
Tras la restauración de la monarquía y la proclamación de Alfonso XII como rey de España, el duque de Montpensier y su familia regresaron a España, y en 1878 se produjo la petición de mano y el matrimonio entre el rey Alfonso XII y María de las Mercedes. Unos meses después sufría un aborto y debilitada, moría de tifus poco después.
Su muerte y duelo popularizaron coplas y canciones, y el romance del rey se convirtió en leyenda.
Imagen María Cristina de Habsburgo-Lorena (1858-1929)

“Juro por Dios y por los santos evangelios ser fiel al heredero de la corona en la menor edad, y guardar la constitución y las leyes. Así Dios me ayude y sea en mi defensa, y si no, me lo demande.”

Nacida en Zidlochovice, era hija del archiduque Carlos Fernando de Austria y de la archiduquesa Isabel Francisca de Austria, siendo prima segunda del emperador de Austria-Hungría. Durante su infancia se la consideró estudiosa y discreta. Con dieciocho años, el emperador Francisco José I la nombró abadesa de la Institución de Damas Nobles del Castillo de Praga.
Con la mediación del gobierno de España, se casó con el rey Alfonso XII en 1879, convirtiéndose en su segunda esposa. No congenió bien con su extrovertido esposo a causa de su carácter tímido y tranquilo, manteniéndose alejada de la política en vida del monarca.
Durante sus primeros años en la corte, soportó las continuas infidelidades de Alfonso XII. Cuando la situación se hizo insoportable le recriminó su infidelidad en varias ocasiones, aunque terminó callando y dominando sus celos. Sólo en los últimos años de vida de su esposo la pareja real vivió sus momentos de mayor acercamiento.
La muerte de Alfonso XII en 1885 por tuberculosis dejó el gobierno de España en incertidumbre. La reina María Cristina se encontraba embarazada de tres meses, por lo que el presidente Antonio Cánovas decidió esperar al nacimiento antes de proclamar a María Cristina reina de España.
Inexperta en temas políticos, se dejó aconsejar por Cánovas y Sagasta, los políticos de la restauración, manteniendo el sistema de turnos entre conservadores y liberales, apoyándose en la Iglesia y el ejército, y manteniendo una posición como moderadora entre facciones. Afianzó la corona española proyectando una imagen de proximidad al pueblo.
En sus últimos años de regencia se agravaron los problemas con Marruecos y se agudizó la conflictividad social, además de los inicios de los nacionalismos políticos. Además, la pérdida de Cuba, Puerto Rico, y las islas Filipinas en 1898 sumieron a España en una crisis a finales de siglo
En 1902 traspasó la corona a su hijo Alfonso XIII, cuando cumplió la mayoría de edad. Desde ese momento se dedicó a la vida familiar y las obras de caridad.
Imagen Alfonso XIII de España (1886-1941)
“Juro por Dios, sobre los santos evangelios, guardar la constitución y las leyes. Si así lo hiciere, Dios me lo premie, y si no, me lo demande.”

La inesperada muerte de su padre Alfonso XII en 1885 provocó una crisis política en España. Cuando su madre María Cristina de Habsburgo Lorena dio a luz al año siguiente fue reconocido de inmediato como rey, un caso único en la historia, aunque no asumiría sus poderes hasta haber alcanzado la mayoría de edad en 1902.
La personalidad del monarca estuvo influenciada por una corte de mujeres, en un ambiente de adulación donde nadie se atrevía a contradecirle, lo que lo convirtió en un niño egoísta y con cierto complejo de superioridad. Para contrarrestar la influencia femenina sobre Alfonso se destacó la formación militar en su educación.
Alfonso XIII nunca llega a comprender su función simbólica como rey constitucional, lo que le llevará a interferir de forma decisiva en cuestiones políticas durante su reinado, especialmente a medida que el sistema creado durante la Restauración borbónica entra en crisis.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#23

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:23

Imagen Políticos destacados
Rosario de Acuña (1850-1923): Fue una escritora, dramaturga y activista, defensora del librepensamiento, el republicanismo y los derechos de las mujeres, con artículos anticlericales en los periódicos, promoviendo el laicismo. Fue una de las primeras voces sufragistas, exigiendo igualdad política. Participó en círculos republicanos, masones, y círculos literarios.
Concepción Arenal (1820-1893): Fue una escritora, jurista, y activista feminista. Aunque no ocupó cargos políticos, sus escritos sobre los derechos de las mujeres, la reformas penitenciarias y la defensa de la justicia social influyeron en el pensamiento liberal y progresista, sentando las bases del sufragismo español. Participó en el Ateneo de Madrid, donde debatía con políticos progresistas.
Víctor Balaguer (1824-1901): Fue ministro de Ultramar y Fomento durante los gobiernos liberales y progresistas, impulsando reformas en las colonias y la cultura, vinculado al Ateneo de Madrid y participando en varias tertulias.
Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897): Fue el principal artífice de la Restauración Borbónica en 1874, estableciendo un sistema de gobierno por turnos con Sagasta, líder de los liberales. Consolidó el sistema, pero su asesinato en 1897 comenzaría una crisis y el declive del sistema.
Emilio Castelar (1832-1899): Fue un político republicano y uno de los presidentes de la efímera Primera República (1873). Un orador brillante, defendió el republicanismo y las libertades. También era catedrático en la Universidad Central.
Baldomero Espartero (1793-1879): Un general que lideró a los partidarios de Isabel II contra los carlistas, fue regente de España entre 1840 y 1843 y presidente del Consejo de Ministros. Político progresista y héroe de guerra, su regencia fue un período de tensión con los moderados. Tras la caída de la reina Isabel II en 1868 fue uno de los candidatos propuestos a sucederla en el trono.
Luis González Bravo (1811-1871): Fue presidente del Consejo de Ministros entre 1843 y 1844 y 1864 y 1865. Fue un gobernante moderado que reprimió a los progresistas y consolidó el poder de Isabel II. Sin embargo, su segundo mandato preparó el terreno de la Revolución Gloriosa de 1868.
Práxedes Mateo Sagasta (1825-1903): Fue presidente del Consejo de Ministros en varios mandatos a partir de 1870. Fue líder del Partido Liberal y uno de los partidarios de la Restauración, alternándose en el poder con Antonio Cánovas mediante un sistema de turnos. Promovió reformas como el sufragio universal masculino, y tuvo que hacer frente a las consecuencias de la Guerra de Cuba.
Francisco Martínez de la Rosa (1787-1862): Fue un político moderado, que lideró la transición hacia el liberalismo durante la regencia de María Cristina. Presidió el Consejo de Ministros en 1834 y 1835, tratando de elaborar una constitución. Su gobierno marcó el inicio de la lucha entre absolutistas y liberales.
Juan Álvarez Mendizábal (1790-1853): Fue presidente del Consejo de Ministros entre 1835 y 1836. Un político progresista, es conocido por su ley de desamortización de bienes eclesiásticos (1836), que transformó la economía y la sociedad. Su política causó tensiones en Madrid, al ser el epicentro de las reformas.
Segismundo Moret (1833-1913): Fue ministro en varios cargos desde 1870 durante los gobiernos liberales. En 1870 la ley Moret abolió la esclavitud en Puerto Rico y decretó la autonomía de Cuba y Puerto Rico. También fue una destacada política intelectual como catedrático de la Universidad Central y presidente del Ateneo de Madrid.
Ramón María Narváez (1800-1868): Fue presidente del Consejo de Ministros en varias ocasiones desde 1844. Fue un líder moderado, conocido como el “Espadón de Loja”, que consolidó el gobierno de la reina Isabel II con mano dura. Su control político en Madrid fue clave para mantener el orden durante períodos convulsos.
Salustiano de Olázaga (1805-1873): Fue presidente del Consejo de Ministros en 1840 y 1843 y fue líder de los progresistas. Defendió la soberanía nacional y los derechos individuales, enfrentándose a Narváez, mostrándose muy activo en el Congreso de los Diputados y otros círculos políticos.
Manuel de la Pezuela, Marqués de Viluma (1834-1902): Fue un diputado y senador moderado, que defendió el catolicismo y el centralismo durante la Restauración, con gran influencia en el senado y en círculos conservadores.
José Posada Herrera (1814-1885): Fue presidente del Consejo de Ministros y ministro en varios cargos durante los gobiernos moderados de la Restauración. Actuó como mediador y diplomático entre facciones, estabilizando el gobierno de Cánovas.
Juan Prim (1814-1870): Fue un general progresista y el líder de la Revolución Gloriosa de 1868 que derrocó a Isabel II y buscó un rey liberal, siendo elegido Amadeo I. Fue presidente del Consejo de Ministros entre 1868 y 1870. Su asesinato en la calle del Turco, cerca del Congreso, conmocionó a Madrid y privó al rey Amadeo I de su principal partidario.
Francisco Serrano (1810-1885): El general Serrano fue regente y presidente del Consejo de Ministros en varias ocasiones entre 1868 y 1874. Fue el líder de la Unión Liberal y el principal rival de Juan Prim en el gobierno provisional. Fue sospechoso de haber instigado el asesinato de Prim.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#24

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:24

Imagen Artistas e intelectuales destacados
Francisca Aguilera Domínguez (1867-1913): Cantante. Conocida como Paca Aguilera, fue una de las figuras destacadas del flamenco en los cafés cantantes de Madrid. Actuó en el Teatro Pavón y el Monumental Cinema. Contribuyó a la difusión del flamenco en la ciudad y su popularidad entre la burguesía y el público general.
Isaac Albéniz (1860-1909): Compositor y pianista. Fue el creador de obras como Suite española (1886), que capturaban el espíritu nacional. Su música elevó el prestigio cultural de España. Estudió en el Conservatorio de Madrid, y estreno obras en la ciudad antes de su carrera internacional.
Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894): Compositor y musicólogo. Fue un destacado compositor de zarzuelas, con obras como El barberillo de Lavapiés (1874), que reflejaban la vida madrileña. Sus obras se estrenaron en el Teatro de la Zarzuela y fundó la Sociedad de Conciertos de Madrid.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870): Poeta y narrador romántico. Vivió en Madrid, trabajando como periodista y frecuentando las tertulias del Café Suizo. Autor de Rimas y Leyendas (publicadas póstumamente en 1871), que definieron el romanticismo español y su tono lírico y místico.
Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero) (1796-1877): Novelista y folklorista. Pionera del realismo español con obras como La gaviota (1849) que retrataban la vida cotidiana, su trabajo preservó muchas tradiciones populares. Aunque viajó con frecuencia, publicó y pasó largas temporadas en Madrid, conectada con círculos literarios.
Tomás Bretón y Hernández (1850-1923): Músico y compositor. Fue violinista y director de orquesta, siendo muy relevante en la música española de finales del siglo XIX, con el sainete lírico de La verbena de la Paloma (1894) y óperas como La Dolores (1895) y Los amantes de Teruel (1889).
Rosalía de Castro (1837-1885): Poeta y novelista. Aunque gallega, escribió en gallego y castellano. Su obra, entre la que se cuenta Cantares gallegos (1863) y Follas novas (1880) influyeron en el romanticismo y la lírica española. Vivió en Madrid en la década de 1850, conectando con varios círculos literarios.
Carolina Coronado (1820-1911): Poeta y novelista romántica. Conocida por poemas como Poesías (1843), que abordaban temas de amor y patriotismo. Residió en Madrid, donde participó en tertulias literarias y publicó en periódicos como el Heraldo.
José Echegaray (1832-1916): Dramaturgo y matemático. En sus obras, como el Gran Galeoto, mezclaba romanticismo y realismo. Sus obras se estrenaron en el Teatro Español, y fue profesor en la Universidad Central de Madrid. En 1904 ganaría el Premio Nobel de Literatura.
Patricio de la Escosura (1807-1878): Pintor e lustrador. Conocido por sus grabados históricos y retratos, que documentaron la vida madrileña del siglo XIX. Trabajó en Madrid, colaborando con publicaciones como el Semanario Pintoresco Español.
Mariano Fortuny (1838-1874): Pintor. Maestro de estilo costumbrista y orientalista, es conocido por obras como La vicaría (1870). Su estilo fue muy influyente en su época. Expuso en la Real Academia de Bellas Artes y trabajó en Madrid antes de comenzar una carrera internacional.
Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880): Dramaturgo y crítico literario. Es el autor de Los amantes de Teruel (1837), un drama romántico que marcó el teatro español. También destacó como editor y estudioso literario.
Adelardo López de Ayala (1828-1879): Dramaturgo y poeta. Fue autor de obras teatrales como Consuelo (1878), que combinaban romanticismo y crítica social. Fue una figura clave del teatro madrileño durante el reinado de Isabel II. Sus obras se estrenaron en teatros como el Teatro Español y fue presidente del Ateneo de Madrid.
Federico Madrazo (1815-1894): Pintor. Fue un retratista destacado del romanticismo y el realismo, conocido por sus retratos de la aristocracia y obras como El conde de Ribagorza (1844). Fue Director del incipiente Museo Real de Pinturas (Museo del Prado) y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882): Escritor y periodista. Es conocido por sus Escenas matritenses, crónicas costumbristas que retratan la vida cotidiana de Madrid, observando la transformación urbana y social de la ciudad.
Francisco Montes (1805-1851): Torero. Conocido artísticamente como “Paquiro”, fue educado en la escuela de tauromaquia sevillana, siendo un gran innovador en la lidia. Durante años fue el torero mejor pagado de España. Es el autor del libro “Tauromaquia completa” (1836) donde fija las bases del toreo moderno.
Emilia Pardo Bazán (1851-1921): Novelista, ensayista, y crítica literaria. Es la principal representante del naturalismo con obras como Los pazos de Ulloa (1886). Sus ensayos feministas, como La mujer española (1890), desafiaron las normas sociales. Residió en Madrid desde 1868, participando en el Ateneo y fundando el Nuevo Teatro Crítico. Fue una figura central en la vida intelectual madrileña.
Benito Pérez Galdós (1843-1920): Novelista, dramaturgo y cronista español, considerado uno de los mayores representantes del realismo en España, con novelas como La fontana de oro (1868) y Fortunata y Jacinta (1887). En 1873 comienza los Episodios nacionales, una magna obra de la memoria histórica española del siglo XIX. Se trasladó a Madrid en 1862, donde desarrolló la mayor parte de su carrera.
Cayetano Sanz (1821-1891): Torero. Es el principal representante de la escuela madrileña de toreo, conocido por su valentía y estilo sobrio. Su carrera se extendió durante varias décadas y fue una figura respetada en la tauromaquia de la época, compitiendo con otros grandes como Francisco Montes “Paquiro.” Es el principal representante de la escuela madrileña de toreo.
Juan Valera (1824-1905): Novelista y crítico. Autor de Pepita Jiménez (1874) marcó la literatura realista española con un estilo elegante y psicológico. Residió en Madrid, participando en el Ateneo y publicando en revistas de la época.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936): Dramaturgo, poeta, y novelista. Destacó en todos los géneros literarios, criticando la sociedad española de la época. Viaja a Madrid a finales de 1890, donde frecuenta los cafés y tertulias de la época, colaborando en varios periódicos. Tras dos años en la ciudad, viaja a México, y regresará en 1895.
José Zorrilla (1817-1893): Poeta y dramaturgo romántico. Es el autor de Don Juan Tenorio (1844), un clásico del teatro español. Vivió en Madrid, donde sus obras se estrenaron en el Teatro de la Cruz y participó en tertulias literarias.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#25

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:27

Imagen Madrid místico Las Tradiciones

Ahl-i-Batin
Aunque muchos afirman que los Ahl-i-Batin abandonaron la península ibérica con el fin de los reinos musulmanes a finales del siglo XV, todavía permanecen, entre las sombras, utilizando la influencia histórica de Al-Ándalus en su provecho. Aunque su presencia terminó siglos atrás, la herencia árabe y musulmana todavía siguen presentes en la arquitectura, el folklore, y ciertos círculos intelectuales que estudian el “arabismo”. Algunos magos de la Tradición pueden incluso remontar sus raíces a familias moriscas y mudéjares de hace siglos, y tejen redes de contactos e información entre nobles, artistas, y marginados. Los Batini aprovechan para actuar con su característica sutileza desde las sombras, y cuando se hacen ver entre sus aliados de las Tradiciones, suelen presentarse como embajadores o diplomáticos, sin revelar el alcance de su verdadera influencia. Su presencia se concentra en el sur de España, pero ven Madrid como un crisol de ideas donde moldear el futuro del país, y por extensión, del mundo.

María Cuevas
María nació a mediados del siglo XIX en un pequeño pueblo de Granada, en el seno de una familia morisca que consiguió evitar la expulsión del siglo XVII. Sus antepasados utilizaron la magia sutil de los Ahl-i-Batin para borrar su rastro y adoptar identidades cristianas mientras preservaban en secreto sus tradiciones.
En su juventud, María creció entre susurros de poesía mística, diagramas geométricos y rituales alquímicos. Su Despertar se produjo durante una ceremonia de meditación en la Alhambra, cuando vislumbró un patrón geométrico que parecía conectar las estrellas con la Tierra.
Se traslada a Madrid en 1870, atraída por rumores de los Ahl-í-Batin sobre un Nodo antiguo oculto en la ciudad, estableciéndose como traductora de textos árabes y persas para los académicos de la Universidad Central, una fachada para justificar su interés en los manuscritos esotéricos y su presencia en círculos intelectuales. Entre los magos de las Tradiciones, actúa como embajadora de los Ahl-i-Batin, aunque ocultando la presencia de su familia y su Tradición en España, presentándose como Miriam, originaria de Marruecos.

Coro Celestial
Son una de las Tradiciones más poderosas de Madrid, aunque su influencia comienza a reducirse en el siglo XIX debido a la expansión de ideas racionalistas y las desamortizaciones, que despojan muchas de sus sedes de poder. La disolución y persecución de la Cábala del Pensamiento Puro lleva a muchos miembros de la Cábala a buscar refugio entre los Coristas, que ven fortalecidas sus ramas más militantes.
Aunque el Coro Celestial, y muy especialmente los antiguos miembros de la Cábala del Pensamiento Puro, a menudo apoyan el movimiento carlista y reclutan entre sus partidarios, lo cierto es que durante el siglo XIX, tras la disolución de muchos conventos y monasterios, la Tradición se vuelve más “laica”, aunque puede decirse que existe una división entre “sacerdotes” y “caballeros.” Los sacerdotes surgen de las instituciones eclesiásticas, donde encuentran una base sólida, pero también los vinculan a un sistema que reprime misticismos heterodoxos, creando dilemas internos. Los caballeros suelen ser reclutados entre aristócratas o militares, muchos de ellos alineados con el absolutismo católico y el carlismo. En cualquier caso, para la Tradición hay tanto oportunidades como desafíos: la fe es el principal canal para su magia, pero la creciente influencia de la Tecnocracia amenaza con erosionarla.
En conjunto, Madrid es un centro espiritual clave para el Coro Celestial, debido a su importancia religiosa y estratégica. La Almudena, el Monasterio de las Descalzas Reales y varias iglesias forman una telaraña de Nodos místicos.

Ciríaco González
Ciríaco nació en 1838 en el seno de una familia humilde de artesanos. Hijo de un zapatero, su infancia estuvo marcada por la pobreza, pero también por la profunda fe católica inculcada por su madre, que lo llevaba a misa a la Iglesia de San Lorenzo. Desde que era joven destacó como un joven carismático y elocuente, ingresando en el seminario con 16 años. Ordenado sacerdote, ganó popularidad en Madrid por sus sermones apasionados, que atraían tanto a los humildes como a burgueses curiosos.
En 1865 Ciríaco experimentó una visión de la Virgen de la Almudena mientras rezaba en la iglesia. La Virgen le habló de un coro de voces que unían todas las cosas bajo la voluntad de Dios, y al oír la voz divina Despertó. Poco después se unió al Coro Celestial, y desde entonces ha equilibrado su vida como sacerdote adjunto de San Lorenzo con su posición como mago, utilizando su magia para proteger a los desfavorecidos y combatir las influencias “impías,” especialmente a la Tecnocracia.
Desde su púlpito en Lavapiés, Ciríaco predica un mensaje de esperanza y caridad, pero también de resistencia frente a la modernización atea y sin alma. Su labor caritativa en los barrios pobres de Madrid lo ha convertido en una figura querida, pero también en un objetivo para quienes ven su popularidad como una amenaza.

Manuel Imaz
Manuel Imaz nació en 1852 en Bilbao, hijo de un estibador y una costurera, en un ambiente humilde con una educación católica básica pero sin una conexión profunda con la fe. Con el estallido de la Revolución Gloriosa en 1868 fue reclutado por una milicia carlista, que quería aprovechar los tumultos para llevar a cabo un levantamiento contra el gobierno. Sin ideales firmes ni comprensión real de su causa, Manuel fue arrojado a la batalla con un fusil en las manos. En su primera y única batalla en un enfrentamiento menor, resultó herido de gravedad por un disparo en el pecho y cayó inconsciente, convencido de que iba a morir.
Al borde de la muerte, tuvo una visión: una figura luminosa como un ángel lo envolvió en una luz cálida y lo sanó milagrosamente. Cuando despertó, se encontraba en un monasterio, atendido con un grupo que monjes del Coro Celestial. Los monjes reconocieron su Despertar y lo acogieron como aprendiz. Desde entonces, aunque agradecido a sus salvadores, la fe de Manuel y su creencia en los ideales del Coro Celestial no son tan firmes como le gustaría.
Ahora se encuentra en Madrid, enviado para apoyar las actividades del Coro Celestial en la capital, un hervidero de intrigas. Todavía con las cicatrices físicas y emocionales de la guerra, se siente fuera de lugar en la Guerra de la Ascensión, pero su obediencia y gratitud lo mantienen unido al Coro. A menudo colabora con Ciríaco Gonzáles, que lo considera un aliado pero también alguien que necesita guía espiritual.

Cuentasueños
A primera vista parece que la Tradición de los Cuentasueños ha evitado Madrid, pero en los registros de los místicos se recuerdan varios individuos con especial habilidad para tratar con los espíritus y fenómenos extraños de la ciudad. Alguno terminó encontrando cobijo en las Tradiciones, pero con más frecuencia terminaron desaparecieron o cayendo víctimas de la Guerra de la Ascensión.
El siglo XIX trae a un nuevo tipo de Cuentasueños a Madrid. A mediados del siglo XIX existe un salón que experimenta con la comunicación espiritual, de la que derivará la Sociedad Espiritista Española. Estos espiritistas son considerados un fraude por parte de la Tecnocracia, que no obstante los mantiene vigilados. En 1861 se traduce al castellano “El libro de los espíritus”, obra fundamental del espiritismo. En 1873 Don Joaquín Bassols, Ministro de la Guerra, crea la sociedad “Progreso espiritista.” Lugares como El Prado, los teatros, y las tertulias de los cafés son el principal escenario de los espiritistas.
Otros Cuentasueños o magos de Espíritu se mezclan con los artistas de la época, utilizando su arte como vehículo para su magia. Poemas, cuadros, y obras teatrales pueden servir como focos para hechizos que abren portales a la Umbra o inspiran visiones místicas.
En este escenario surgen algunos individuos que consiguen contactar con los espíritus, y que son debidamente “neutralizados” por la Tecnocracia, o consiguen unirse de forma individual a las Tradiciones, recibiendo maestría en las artes de Espíritu. Entre ellos se encuentran artistas de vida bohemia y marginados debido a su “don.”

Alejandro Aguirre
Alejandro Aguirre nació en 1818 nació en el seno de una familia aristocrática, cuya fortuna procedía de tierras en Extremadura y conexiones con la corte del rey Fernando VII. Desde que era niño, demostró una considerable sensibilidad: veía sombras danzando en los tapices de su mansión y escuchaba susurros en los jardines. Sus padres, devotos católicos, atribuyeron sus fantasías a una imaginación desbordada. Su talento para la pintura y la poesía lo convirtió en una figura destacada en los círculos románticos de Madrid.
Su Despertar se produjo en 1837, durante un viaje a Italia, visitando las ruinas romanas en busca de inspiración. Se perdió en un trance contemplando un mosaico antiguo en una catacumba, y su alma fue arrastrada a la Umbra. El encuentro lo dejó al borde de la muerte, postrado durante semanas en una posada. Una curandera romaní, una Cuentasueños errante, reconoció los signos del Despertar y lo ayudó a regresar al mundo físico, enseñándole los rudimentos de la magia de espíritu.
Desde entonces Alejandro ve el mundo como un tapiz de espíritus, y su arte es tanto un refugio como un medio para canalizar su magia. Es un aristócrata que alterna entre los salones de la nobleza y los cafés bohemios de Lavapiés, buscando inspiración en las historias de los marginados. Sus cuadros, alabados por su intensidad onírica esconden secretos esotéricos, imbuidos con el poder espiritual de rituales y su propia sangre.
Su obra maestra, “El sueño de Madrid” es un lienzo que retrata una ciudad de torres góticas y un cielo cuajado de estrellas imposibles. En realidad es un portal a un reino umbral, “La ciudad de los ecos”, que visitó en su Despertar, un lugar donde los espíritus susurran secretos y profecías, y donde también acecha un Umbrole peligroso, “El pintor de cenizas”, que intenta impulsarlo a crear nuevos portales al más allá.

Culto de Baco (Sahajiya)
Madrid siempre ha atraído a algunos magos de esta Tradición, si bien no han conseguido una presencia fuerte y organizada hasta el siglo XIX. Vinculados al “espíritu madrileño”, el surgimiento de cafés y tertulias de naturaleza política y artística llevan a la formalización de la Tradición, especialmente durante el período romántico posterior a la Guerra de la Independencia.
Madrid es una ciudad de contrastes entre la rigidez tradicionalista y el auge del romanticismo, que exalta la pasión, la individualidad, y lo sobrenatural. Las tertulias literarias, los teatros, los cafés y tabernas, son espacios donde poetas, artistas, y vividores desafían las convenciones sociales. Al mismo tiempo la represión política (como la censura de prensa) dificulta sus prácticas más abiertas, obligándolos a actuar con cuidado.
Los Cultistas prosperan entre las clases populares, aprovechando el espíritu de artes y festejos en su provecho, pero a medida que avanza el siglo, el Culto de Baco va adquiriendo una connotación política cada vez más comprometida, sobre todo con los avances y la modernización social. No sólo se trata de las ideas liberales y progresistas, sino sus aplicaciones sociales, como los avances en los derechos de la mujer y el laicismo. Muchos pronunciamientos y revueltas populares a menudo cuentan con el apoyo de los Cultistas de Baco, cuando no de su participación directa.
Aunque los Cultistas prefieren los espacios vivos y efímeros, en Madrid han creado una tertulia en torno a varias tertulias y tabernas populares, y la Sonata de Primavera, una capilla donde celebran sus reuniones y ceremonias. La ubicación de este espacio es...peculiar, encontrándose en un reino umbral al que se accede en lugares concretos en el momento adecuado, como la trastienda de una librería los martes, los reservados de un café los viernes, etc.

Carmen “La gitana”
Carmen Jiménez nació en 1830 en el barrio de Triana, en Sevilla, en el seno de una familia romaní dedicada al flamenco y las tradiciones orales. Desde niña, su voz y baile resultaban fascinantes, y a los quince años, durante una noche de fiesta bajo las estrellas, Carmen danzó junto a una hoguera hasta caer en un trance profundo. El tiempo se detuvo a su alrededor, las llamas se congelaron, las estrellas cantaron y un espíritu antiguo que ella describe como “La voz del viento,” le habló de su destino como maga y marcando su Despertar.
“La vieja Rosario”, su bisabuela y una anciana del Culto de de Baco, la inició en los secretos de la Tradición. Rosario le enseñó a utilizar el flamenco y los cantes en su magia. Aprendió a “bailar el tiempo”para manipular momentos fugaces y alterar la realidad, y a “cantar el alma” para tocar las emociones.
Carmen y su maestra viajaron a Madrid en 1840, donde fue presentada a otros magos del Culto de Baco, y se convirtió en una figura carismática que brilla en los tablaos de la ciudad. Su cante jondo y su baile hechicero atraen a poetas, revolucionarios y soñadores, muchos de los cuales se han convertido en acólitos informales.

María del Pilar Amades “Celeste”
María del Pilar Amades nació en 1805 en una mansión del barrio de Salamanca, hija de una familia noble y criada para ser la esposa perfecta. Aprendió a tocar el piano, bordar, y comportarse con la gracia de una dama de su posición. Sin embargo, su mente inquieta se rebelaba contra las cadenas de su destino. En la biblioteca de su padre, un volumen polvoriento de poesía mística se convirtió en su refugio. Enseñándose a sí misma a copiar las letras de ese libro, María del Pilar Despertó una noche, cuando las palabras de la página parecieron bailar y revelar verdades ocultas. En ese instante, su mente se abrió al cosmos y supo que podía reescribir su vida.
Esa noche, María del Pilar desapareció y buscó a otros magos de Madrid, conectando primero con los Huérfanos que vivían en los márgenes de la sociedad, pero pronto se unió al Culto de Baco, que reconocieron en ella un alma poderosa. Bajo la tutela del Culto, María del Pilar perfeccionó su magia, utilizando la música, la poesía, y las palabras como sus herramientas. Pronto abrió un salón en el barrio de las Letras “Sonata de Primavera”, que se convirtió en un refugio de vividores bohemios.
Décadas después, María del Pilar es una Maestra por derecho propio, reconocida no sólo en Madrid, sino también en toda España. Ha formado una cábala de artistas, anarquistas y magos que ven en ella su guía espiritual. Su habilidad para mediar entre facciones la han convertido en una figura clave para mediar entre las Tradiciones. También tiene un lugar especial para los Huérfanos, a los que acoge y enseña, ayudándolos a encontrar su camino en un mundo hostil hacia la magia.

Euthanatoi (Chakravanti)
Los magos de la muerte siempre han dispuesto de una presencia más antigua de lo que se cree en Madrid, asociados a ritos de origen grecorromano. Durante el siglo XIX, varios magos de esta Tradición son reclutados entre soldados, guerrilleros, y víctimas de la guerra y la violencia. Dirigidos el anciano Senex, los Euthanatoi madrileños se organizan, y no dudan en golpear a sus enemigos, aunque su responsabilidad en diversos atentados y asesinatos se ve exagerada, incrementando su ya siniestra reputación. Aún así, los Tecnócratas madrileños desarrollan un temor justificado hacia los agentes Euthanatoi.
En el siglo XIX Madrid es una ciudad de extremos: la opulencia de la corte real contrasta con la miseria de algunos barrios, mientras las guerras carlistas y las revoluciones liberales dividen a la sociedad. Sin embargo, la pobreza, la enfermedad, y la violencia proporcionan a los Euthanatoi un entorno donde su papel como “cirujanos del destino” es tan necesario como peligroso. Nobles corruptos caen en accidentes o duelos, pero algunos individuos también son sanados para que sigan luchando por el cambio social.
Los Euthanatoi ven Madrid como un cruce de caminos, donde las decisiones políticas y sociales afectan al conjunto de España. La ciudad con sus nodos místicos y su efervescencia cultural, es un lugar desde donde pueden intervenir para corregir desequilibrios, pero también lleno de amenazas debido a la vigilancia de la Tecnocracia.
La Tradición no tiene muchas bases permanentes, prefiriendo lugares transitorios como hospitales, cementerios como el de San Isidro, o las tabernas de Lavapiés.

María de las Mercedes Gonzaga
Mercedes nació en 1785 en un pueblo de la Sierra de Guadarrama. Se casó y acompañó a su marido a Madrid en busca de un futuro mejor, y allí tuvieron una familia que fue bendecida con un hijo. Sin embargo, su vida cambió drásticamente durante la invasión napoleónica y la guerra contra los franceses. Los soldados arrasaron su hogar, y asesinaron brutalmente a su hijo, apenas un adolescente.
Mercedes Despertó tras enterrar a su hijo, que había muerto a manos de los franceses. Bajo un cielo de tormenta, el dolor y la rabia la conectaron con la Rueda del Destino. Fue entonces cuando un anciano llamado Senex, que recorría los campos de batalla, la ayudó. Se convirtió en una aprendiz prodigio, y adoptó los cuchillos como su arma preferida.
Desde entonces Mercedes ha viajado mucho, pero a menudo regresa a Madrid cumpliendo las órdenes de su maestro y eliminando a los corruptos, ya sean mundanos o Despertados, pero también para ayudar e instruir a los jóvenes Euthanatoi que viven en la ciudad, entre los que se encuentran veteranos de la Guerra de la Independencia que han sido amigos suyos durante décadas, y en algunos casos acólitos y aprendices a los que ella misma ha entrenado.
Mercedes inspira respeto, pero lo cierto es que sus viajes a Madrid se deben a menudo a una búsqueda de descanso entre sus viajes, así que se muestra extrovertida y desenfadada, dejando de lado los entresijos de la política y la buena muerte. Sin embargo, siempre está dispuesta para entrar en acción si se produce algún problema.

Jorge Benigno “Gito”
Jorge Benigno, conocido como “Gito” en las calles de Lavapiés, nació en los arrabales de Madrid. Su infancia quedó marcada por la tragedia cuando un incendio arrasó la modesta vivienda de su familia, dejándolo huérfano con siete años. Sin hogar ni recursos, sobrevivió como pudo en las callejuelas de Madrid, robando comida y viviendo de la caridad de los vecinos que lo veían como un pilluelo de buen corazón.
Con quince años, durante una redada en Lavapiés, un guardia lo acorraló y golpeó brutalmente, acusándolo de un robo que no había cometido. En un momento de desesperación, el instinto de Gito tomó el control, y con una navaja que llevaba consigo mató al guardia. En ese tiempo, mientras contemplaba la agonía de su víctima, Despertó, comprendiendo el flujo entre la vida y la muerte.
Asustado y perdido, Gito huyó a los suburbios, donde se encontró con el Zurdo, un mago veterano de la Guerra de Independencia y un Euthanatoi, que lo ayudó a asumir la culpa de su acto y le presentó a otros magos de la muerte. Bajo su guía colectiva, Gito terminó atravesando los rigurosos ritos de iniciación y a ver la muerte no como un fin, sino como una herramienta de equilibrio. Su navaja, ahora grabada con símbolos mágicos, se convirtió en su principal foco.
Gito es un joven serio y reservado que trabaja como jornalero en los mercados y obras de Madrid, mezclándose con las multitudes para observar y juzgar. Su vida en las calles le ha dado una habilidad innata para pasar desapercibido, pero sus ojos siempre están alerta. Al mismo tiempo ha encontrado una familia adoptiva, entre una viuda llamada María López y sus dos hijos pequeños, a los que protege y sostiene con su trabajo y su magia. Esta familia es su escudo contra el Jhor y evitar perderse en el abrazo entrópico de la muerte.

Orden de Hermes
Desde su fortaleza en Toledo, la Orden de Hermes ha visto con frustración cómo el crecimiento y poder de Madrid como capital de España se les escapaba de las manos, y desde hace siglos han competido con la Orden de la Razón y el Coro Celestial por extender su influencia en la ciudad. Algunas cábalas lo han intentado, fracasando en el empeño.
Durante el siglo XIX, la Orden de Hermes aprovecha los cambios para llevar a cabo un nuevo plan. Un grupo de Herméticos idealistas utiliza el traslado de la Universidad de Alcalá de Henares en su beneficio, infiltrándose en el entorno universitario, mientras que otros buscan su poder entre la masonería, muy perseguida durante los períodos de dominio conservador. En conjunto, entre victorias y derrotas, los Herméticos prosperan en Madrid durante este período, especialmente a partir de la Restauración. Las bibliotecas, museos, y logias secretas de Madrid son un tesoro de conocimiento arcano, pero también campos de batalla donde un mago puede demostrar su valía.
Instituciones como el Museo Real de Pintura, la Biblioteca Real, y las Universidades son repositorios de poder místico. Al mismo tiempo, los Herméticos han conseguido canalizar varios Nodos, especialmente en Alcalá de Henares, pero también en varios túneles y catacumbas antiguos, que fortalecen sus rituales y ceremonias.
Los Herméticos madrileños proceden en su mayoría de las Casas Ex-Miscelánea, Flambeau y Quaesitor.

Doña Clara Montalbán (Casa Jerbiton)
Clara nació en 1770 en un pequeño pueblo manchego, hija de campesinos que apenas conseguían lo suficiente para sobrevivir. Desde niña mostró una mente prodigiosa, aprendiendo a leer con los libros de un cura local y demostrando la sensibilidad para ver conexiones entre las estrellas y los caminos. Esta chispa atrajo la atención de Minerva, una maga de Casa Jerbiton que detectó el don latente en la niña. Convencida de su potencial, negoció con sus padres para educarla como dama de compañía para evitar sospechas, y se la llevó a Toledo a la capilla de la Sociedad de la Luz Exterior. Clara brilló con luz propia, dominando las artes Herméticas con una pasión que rivalizaba con los magos más experimentados.
Sin embargo, la capilla de Toledo, un bastión de intrigas y rivalidades entre los Herméticos, no era lugar para Clara. Su desinterés por la política de la Orden de Hermes y su rechazo a los compañeros más aristocráticos que denigraban su origen campesino, le impidieron ascender en la jerarquía. En lugar de luchar por el poder, Clara prefierió sumergirse en la investigación y los estudios.
Cuando en 1836 se anunció el cierre de la Universidad de Alcalá de Henares y su traslado a Madrid, Clara vio una oportunidad. Mientras otros Herméticos minusvaloraban sus planes, ella abandonó Toledo para trasladarse a lo que se consideraba un terreno peligroso, demasiado cerca de la influencia de la Tecnocracia.
Con astucia y paciencia, Clara adquirió los edificios universitarios abandonados en Alcalá de Henares, y comenzó a construir la Universidad Invisible, una capilla disfrazada bajo las fachadas de los edificios mundanos. Con la ayuda de un pequeño grupo de Herméticos que compartían sus ideales, transformó el conjunto de edificios en un refugio para el estudio, protegido con rituales de ocultación. En las cercanías descubrió un pequeño Nodo que alimenta la capilla y sus investigaciones.
Actualmente Clara es una maga anciana pero vigorosa, respetada como líder que controla la cábala de la Universidad Invisible. Aunque prefiere dedicar su tiempo a la investigación y la escritura de tratados mágicos, sigue siendo una mentora dedicada, acogiendo aprendices con potencial y guiándolos con una mezcla de rigor y calidez.

Juan Antonio Rubio (Casa Quaesitor)
Juan Antonio Rubio nació en el siglo XVIII en Lugo, en una familia de clase media con fuertes lazos con la Iglesia. A los 16 años ingresó como novicio en la Compañía de Jesús, pero su mundo se derrumbó de improviso cuando la disolución de los jesuitas en España lo dejó sin hogar ni propósito. La frustración y sentimiento de traición provocaron su Despertar mientras hacía las maletas para marcharse de su seminario.
Este Despertar atrajo la atención de la Orden de Hermes, y Juan Antonio terminó uniéndose a la Casa Quaesitor, bajo la tutela de un mago llamado Veritas. Perfeccionó su magia combinando su formación teológica con los principios Herméticos.
En Madrid, Juan Antonio es el rostro más visible de los Herméticos, representando a su tradición en negociaciones con otras cábalas, y en raras ocasiones, con la Tecnocracia. Aunque está afiliado a la Universidad Invisible de Alcalá, prefiere vivir en Madrid, frecuentando círculos masónicos y tertulias de abogados en el Café de Lisboa. En estos lugares se mantiene en las sombras, escuchando con atención y hablando solo cuando es necesario, pero sus intervenciones siempre son decisivas y precisas. Su reputación como mediador le ha convertido en un árbitro respetado de las Tradiciones, resolviendo disputas entre magos y asegurando que las leyes místicas se cumplan.

Rueda de Oro (Akashayana)
El desarrollo de la esgrima española atrajo a un grupo de místicos que lo utilizaron como arte para desempeñar su magia, y que formaban parte de la facción conocida como la Rueda de Oro, una rama de los Akashayana. Estos místicos compitieron con el Gremio de la Rosa, afiliado a la Orden de la Razón, y durante siglos reclutarían adeptos entre soldados y maestros de esgrima, o adiestrarían discípulos.
En el siglo XIX la Rueda de Oro se encuentra en decadencia, y muchos de sus miembros han emigrado al Nuevo Mundo. No obstante, un viejo maestro permanece afincado en Madrid, tomando ocasionalmente discípulos a los que transmitir su arte. Es bien conocido entre las Tradiciones, especialmente entre los magos veteranos, aunque muchos creen que su momento ha pasado y se avecina su Crepúsculo final.

Millán Guijarro
Millán Guijarro nació en 1666 en Logroño, hijo de un vinatero y una tejedora. A los 17 años, decidió unirse a los tercios españoles, sirviendo en las guerras de la Corona. Su vida como soldado estaba marcada por la disciplina y el honor, pero también por la brutalidad de los campos de batalla. Durante una de las batallas de la Guerra de Sucesión, Millán experimentó su Despertar, herido y rodeado de cadáveres, donde vio su vida y la de sus compañeros como hilos de un tapiz infinito. Ese momento lo transformó, despertando en él un anhelo de paz y equilibrio que chocaba con su realidad como soldado.
Tras la guerra, Millán intentó dejar las armas, pero el destino lo arrastró a las batallas de la Guerra de la Ascensión. Su talento con la espada lo llevó hasta la Rueda de Oro, una facción de la Hermandad Akáshica, combinando el combate físico con una filosofía de equilibrio.
En Madrid participó en duelos clandestinos contra el Gremio de la Rosa, defendiendo los intereses de las Tradiciones. Estos enfrentamientos dejaron cicatrices en su cuerpo y alma, pero también le permitieron forjar amistades con otros magos que aún lo llenan de nostalgia.
La tragedia lo golpeó de nuevo cuando su esposa Inés y su hijo murieron en un parto especialmente difícil en 1730. Devastado, Millán se retiró progresivamente del mundo mágico, especialmente tras la muerte progresiva de varios de sus compañeros, viviendo como un ermitaño en un modesto apartamento del barrio de Malasaña. Durante décadas ayudó a sus vecinos con pequeños actos de bondad, usando su magia con discreción para sanar y proteger.
Sin embargo, en los últimos años su vida ha cambiado de nuevo al conocer a Daniel Rosado y Julia Travesa, dos jóvenes de espíritu inquieto y talento innato para la esgrima, y reconociendo en ellos un eco de su pasado, los ha tomado como aprendices, encontrando un nuevo propósito en la enseñanza.
Millán es uno de los magos más ancianos de España. Ha fundado una escuela de esgrima en un patio escondido de Madrid, donde adiestra tanto a aprendices místicos como mundanos. Su escuela es un refugio para los magos que buscan aprender el arte de la espada como un camino hacia el equilibrio. Millán prepara a Daniel para que herede su legado, consciente de que su tiempo se agota. Aunque su cuerpo es frágil, su mente y su espada siguen siendo letales, y un consejero valioso para los magos de las Tradiciones.

Verbena
En los barrios populares de Madrid y en los pueblos cercanos, se preservan tradiciones que descienden de las prácticas paganas y del curanderismo. Los Verbena se mueven entre tabernas y mercados, romerías y fiestas populares, a menudo enmascarando sus prácticas con la religiosidad. De hecho, algunas procesiones se convierten en momentos de reunión de estos magos y brujas campesinos, y se dice que en esos momentos son capaces de manifestar “milagros” y eventos de gran poder.
Existe cierta rivalidad entre el Coro Celestial y los Verbena por el control de la religiosidad popular en Madrid. No obstante, los Coristas a menudo pecan de elitismo, y prefieren dejar que los Verbena recojan las migajas de poder de los barrios campesinos y obreros, negándose a “bajar al barro.”
Los Verbena ven Madrid como un campo de batalla donde la magia ancestral está siendo sofocada por la razón y la modernización. Lugares como el Retiro, los campos y huertos de la periferia y los mercados populares son sus dominios, y también controlan algunos Nodos, aunque prefieren mantenerlos ocultos.

Maríana Rodríguez, “La bruja de Vallecas”
Mariana Rodríguez nació en 1780 en un pueblo de la comarca de Verín, en una familia de mujeres que durante generaciones habían practicado la brujería: curaciones con hierbas, augurios en las cenizas, y rituales bajo la luna. Desde niña, Mariana aprendió los secretos de su linaje, mezclando sabiduría popular con la sensibilidad hacia la magia. Su Despertar se produjo una Noche de Difuntos, mientras honraba a sus muertos. Los espíritus de sus antepasadas le hablaron, guiándola hacia las Verbena.
Tras casarse con un carpintero, Mariana emigró a Madrid en 1805, buscando una nueva vida. Se establecieron en Vallecas, entonces un barrio rural en las afueras de la ciudad, donde construyeron una modesta casa. Allí Mariana crió a sus tres hijos mientras atendía discretamente a las mujeres del barrio, ofreciendo remedios para enfermedades, partos y mal de ojo, envolviendo su magia en el saber popular.
Décadas después Mariana se ha convertido en líder de un aquelarre de brujas Verbena que opera en los barrios populares de Madrid (Vallecas, Carabanchel, Lavapiés), y también en algunos lugares del centro, atendiendo a mujeres de clase media e incluso de la alta sociedad en busca de soluciones mágicas a sus problemas.
El aquelarre de Mariana es una red de mujeres (y algunos hombres) que combinan magia estática y Despertada, trabajando en las sombras para proteger a sus comunidades. Sus acólitos, desde curanderas a criadas de casas nobles, le proporcionan información y muchas puertas abiertas.
Mariana se comporta de forma maternal pero implacable: protegiendo la vida con su magia, pero que no duda en utilizar su hoz para castigar a quienes amenazan a los suyos. Aunque prefiere evitar los conflictos abiertos, su ira y sus maldiciones son muy temidas.

Algunas cábalas madrileñas
Las Cigarreras: Esta cábala se reúne en torno a la antigua Fábrica de Tabacos de Madrid, y está formada por varias magas de la Tradición Verbena. Dirigidas por la Bruja de Vallecas, son un aquelarre que comparte hechizos y pociones tradicionales, además de tomar medidas contra sus enemigos.
Entre las Cigarreras no sólo hay magas Despertadas, también hay varias hechiceras que se benefician de la enseñanza mística de la cábala. Desde finales del siglo XVIII también han tejido una extensa telaraña de acólitos y seguidores en los arrabales y barrios más humildes de Madrid, y se muestran muy sensibles hacia sus necesidades. De hecho, las Cigarreras han provocado y apoyado varias huelgas y levantamientos populares pidiendo mejores precios y sueldos para sus protegidos.
Los Discordantes: Los Discordantes son una cábala militante y heredera de una partida de místicos guerrilleros conocidos como los Empecinados. Hacia 1840, tras un encarnizado enfrentamiento contra la Orden de la Razón, varios Empecinados resultaron muertos. Los supervivientes encontraron refugio en “Sonata de Primavera”, un café y salón místico dirigido por Pilar Amades, del Culto de Baco.
Actualmente la cábala está formada por una alianza entre el Culto de Baco y los Euthanatoi de Madrid, con Pilar Amades como su líder, aunque también aceptan Huérfanos entre sus filas. La cábala ofrece refugio y ayuda a quienes se encuentran perseguidos por la Tecnocracia, pero no son tan beligerantes como en el pasado. Aún así, se dedican a desarrollar y extender ideas radicales y consideradas subversivas, además de educar y proteger discretamente a varios políticos progresistas.
La Hermandad del Divino Silencio: La Hermandad del Divino Silencio surge a raíz de las purgas del Edicto de Judas en 1837, cuando la Cábala del Pensamiento Puro es disuelta. Varios magos de la Cábala consiguieron huir y buscaron refugio en el Coro Celestial. Con el tiempo, restablecieron contacto con sus compañeros y terminaron formando una cábala secreta.
Aunque nominalmente parte del Coro, los Hermanos del Divino Silencio no están conformes con la política de su Tradición, especialmente en lo que se refiere a sus relaciones con otros magos y hechiceros. Los Hermanos colaboran con otros Coristas en asuntos de fe, pero prefieren no codearse con “herejes y paganos.” Por otra parte, también se dedican a planificar su venganza contra los traidores de la Orden de la Razón, realizando sabotajes o vigilando a futuros objetivos.
Las Musas Silenciadas: Se trata de una cábala en gran parte secreta y exclusivamente femenina, formada por varias magas de las Tradiciones que se consideran minusvaloradas por sus compañeros, y que creen que fomentando una mayor participación social de las mujeres Durmientes y cambios sociales que permitan que sus voces se escuchen, también contribuirán a mejorar su propia situación. Las Musas se reúnen en varios lugares distintos en cada ocasión, analizando la situación de las mujeres en Madrid, y presentando proposiciones de futuros planes. Durante el siglo XIX se muestran especialmente interesadas por la igualdad de las mujeres ante la ley y el apoyo al sufragismo político.
La cábala está abierta a todas las Tradiciones, y está formada principalmente por magas Herméticas, del Culto de Baco, y también del Coro Celestial. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, lo cierto es que la mayor parte del tiempo las Musas se quedan en el plano teórico, dedicándose a charlar y compartir ideas, pero en pocas ocasiones toman acciones decisivas. Algunas magas han abandonado las reuniones de la cábala decepcionadas, mientras que otras creen que deberían hacer algo para romper su actitud pasiva.
La Universidad Invisible de Alcalá: La Universidad Invisible es la principal cábala de la Orden de Hermes en Madrid. Cuando la universidad fue trasladada de Alcalá de Henares a Madrid, Doña Clara bani Jerbiton adquirió varios edificios de la universidad, y reclutó a varios magos Herméticos para que la ayudaran a construir una capilla.
Tras varias décadas de trabajo sutil, y desviando varios Nodos cercanos, los Herméticos han construido su propia universidad, utilizando los edificios universitarios mundanos como fachada de un reino dedicado a la búsqueda de conocimiento, pero también como fortaleza Hermética en la ciudad. Doña Clara es la líder de la cábala, pero otros magos de las Casas Flambeau y Quaesitor se encargan de la seguridad de los magos que estudian en la capilla. La cábala también dispone de varios acólitos y agentes entre universitarios que reciben una enseñanza “especial.”

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#26

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:28

Imagen Independientes

Hijos del Conocimiento -Solificati
El siglo XIX es un período de resurgimiento para los Hijos del Conocimiento. Sus antiquísimos estudios alquímicos se adaptan a los avances en la química moderna. Aunque no alcanza el desarrollo de otros países europeos, en Madrid existen instituciones como la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas, y Naturales, donde se muestra un creciente interés por la química y la ciencia.
La presencia de los Hijos del Conocimiento es discreta, pero significativa, con pequeños laboratorios dispersos por la ciudad, pero concentrados en el Barrio de las Letras, donde se mezclan con los círculos científicos y literarios, trabajando en boticas y talleres. La llamada “Orden del Crisol” se reúne en un palacete de Chamberí, y es el principal punto de contacto de los Hijos del Conocimiento de toda España. Algunos se han unido a la Orden de Hermes, lo que ha generado ciertas tensiones, pero normalmente los contactos entre Herméticos e Hijos del Conocimiento suelen ser corteses y correctos, y se han producido colaboraciones e intercambio de conocimientos.

Josefina Valverde
José, el abuelo de Josefina, hizo su fortuna en el siglo XVIII en la minería de León. Para incrementar su riqueza terminó dedicándose a la alquimia, y terminó uniéndose a los Hijos del Conocimiento. Durante el siglo XIX los Valverde se trasladaron de León a Madrid, donde nació Josefina. Allí José fundó la Orden del Crisol en compañía de otros alquimistas españoles.
Josefina demostró una gran inteligencia desde que era pequeña, y pronto mostró interés por los estudios alquímicos de su abuelo, que la llevaron progresivamente hacia el Despertar. En 1868 terminó heredando la posición de su abuelo como líder de la Orden del Crisol.
Aunque con una considerable riqueza, Josefina investiga los secretos de la alquimia buscando no tanto una fortuna material, sino mas bien dones espirituales y esotéricos. Su objetivo es alcanzar la Piedra Filosofal, que ella ve como una alegoría de la Esfera de la Unidad. Concentrada en sus estudios, prefiere delegar los entresijos políticos de la Orden del Crisol en sus subalternos.

Huérfanos
La presencia de los magos Huérfanos en Madrid es fragmentada pero vibrante, por lo general actuando de manera individual o formando pequeñas cábalas informales para protegerse de otras facciones. La mayoría Despiertan entre las clases bajas debido a experiencias traumáticas o revelaciones místicas en el contexto de la pobreza y la opresión.
Estos magos suelen terminar siendo reclutados por una otra facción, tanto entre las Tradiciones como en la Tecnocracia, y sólo los más endurecidos mantienen su independencia, a menudo por motivos personales. En el contexto de la vida bohemia y artística hacia finales del siglo XIX surge algún mago que termina proclamándose Hueco, pero la mayoría de los magos Huérfanos viven y mueren desconociendo las facciones de la Guerra de la Ascensión si tienen suerte.
Entre los magos Huérfanos de Madrid también hay un número considerable de Hechiceros, magos que practican magia estática, a menudo creando hechizos a partir del contexto de superstición y folklore que los rodea. Estos hechiceros también encuentran su lugar, especialmente en las Tradiciones.

Juan Ramírez “Sombra”
Juan Ramírez era un novicio franciscano que consiguió sobrevivir a un linchamiento durante los disturbios de 1834, cuando varios conventos de Madrid fueron quemados durante una epidemia de cólera, acusándose a los monjes de haber envenenado las fuentes.
Juan Despertó inesperadamente, y utilizó su magia instintivamente para esconderse entre las sombras. Vivió asustado durante un tiempo, creyendo que estaba poseído por los demonios, pero poco a poco comenzó a controlar su poder.
Desde su Despertar Juan ha aprendido a pasar desapercibido, un don que practica de forma casi natural. Utiliza las sombras y espejos como caminos y portales para moverse sin ser visto por Madrid, realizando robos para sobrevivir, aunque también trabaja como espía y solucionador de problemas. Después de varias décadas vive en una taberna del barrio de Malasaña, donde ha creado un pequeño sanctasantorum al que se accede a través de un espejo.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#27

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:31

Imagen La Unión Tecnocrática
Aunque la Orden de la Razón tiene gran influencia en España, los Racionalistas españoles van quedando poco a poco en segundo plano dentro de la Unión Tecnocrática a lo largo del siglo XIX. Aunque se moderniza progresivamente, la mayoría de avances y reformas dentro de la Unión suelen llegar con cierto retraso.
La amalgama de la Hermandad de la Razón es la principal responsable de la modernización de la Orden española. Tras asistir a la convocatoria de 1851, regresan con técnicos y contactos que traen nuevas innovaciones y reforman las antiguas cábalas. Existe cierta resistencia interna, pero pronto queda atrás, por las buenas o por las malas. De todas maneras, ante los beneficios de la industrialización, son pocos los Racionalistas que quieren arriesgarse a perder el tren de la modernidad y quedar obsoletos.

Los Buscadores del Vacío
En el pasado los exploradores al servicio de la Corona de España revelaron la presencia de nuevas tierras y dieron la vuelta al mundo. La Convención de los Buscadores del Vacío acompañó a muchos de ellos, pero esa edad dorada de las exploraciones terminó hace mucho...al menos para España. En el siglo XIX son otros países quienes llevan ventaja en la exploración del mundo, y los Buscadores del Vacío se van progresivamente de España sin mirar atrás.
En Madrid la Convención está representada por un puñado de viejas glorias que se duermen en los laureles del pasado, repasando las crónicas de sus antepasados y añorando tiempos mejores. Los más aventureros simplemente se preparan y se marchan, buscando su fortuna en otros lugares.
En una sala privada del Museo de Ciencias Naturales, los Buscadores del Vacío tienen su sede, una antigua biblioteca y escuela de enseñanza para los nuevos reclutas, entre quienes se encuentran algunos que pretenden continuar las hazañas del pasado.

Joaquín Guerra y Salazar
Nacido en en Cádiz, Joaquín Guerra fue un joven oficial de la Armada Española que se unió a la Expedición Malaspina, una ambiciosa misión científica del reinado de Carlos IV para cartografiar las posesiones españolas y estudiar flora, fauna y fenómenos naturales.
Durante la expedición, Joaquín Despertó al contemplar un fenómeno en las costas de Filipinas: un torbellino que conectaba el mundo físico con la Umbra. Este evento le llevó a ser reclutado por los Buscadores del Vacío. Desde entonces Joaquín emprendió otros viajes científicos para recolectar especies exóticas e investigar Nodos en lugares remotos, enfrentándose a Umbrole y atravesando tormentas mágicas. Sin embargo, un encuentro con una criatura legendaria de los mares del Pacífico, lo dejó herido y le obligó a retirarse.
Retirado de las expediciones, desde hace décadas Joaquín es un viejo profesor en el Museo de Ciencias Naturales, donde enseña astronomía y navegación a los jóvenes reclutas de los Buscadores del Vacío. Las historias de sus aventuras, aunque exageradas, ofrecen lecciones sobre el enfrentamiento con amenazas místicas, aunque su visión romántica choca con los métodos fríos y pragmáticos de los nuevos Tecnócratas, que lo consideran una reliquia sentimental.

El Círculo Hipocrático
El Círculo Hipocrático centra sus estudios en los avances de la medicina y la biología. El descubrimiento de las vacunas en el siglo XVIII fue uno de sus mayores logros para los Durmientes. Varios miembros del Círculo colaboraron en la preparación de la Expedición Balmís, dirigida a erradicar la viruela de las colonias españolas.
En el siglo XIX el Círculo Hipocrático continúa esforzándose por mejorar la salud pública. Su principal laboratorio se encuentra en unos sótanos discretos y debidamente acondicionados para poder trabajar sin interferencias en la Facultad de Medicina de la Universidad Central. Allí trazan sus proyectos como el desarrollo de vacunas y medicinas, así como diseños urbanos y sanitarios para mejorar la higiene de la ciudad.

Javier Miralles
Originario de una familia de médicos de Valencia, quedaron arruinados tras la guerra de los franceses, por lo que se instalaron en Madrid. Javier completó sus estudios médicos, pero su carrera dio un giro traumático durante la epidemia de cólera de 1834. Mientras trataba a pacientes moribundos, descubrió un manuscrito sobre alquimia árabe que describía la preservación de órganos mediante frío extremo y que provocó su Despertar.
Fue reclutado por el Círculo Hipocrático poco después, aunque durante un tiempo investigó por su cuenta como Huérfano. Desde sus inicios, ha instalado un laboratorio secreto en los sótanos de un hospital, donde experimenta con máquinas de refrigeración rudimentaria (con sistemas de compresión a vapor). Sus dispositivos, mejorados por la ciencia tecnocrática, mantienen órganos y tejidos en un estado de suspensión vital, aunque sus métodos son perturbadores, preservando cerebros en soluciones refrigeradas o tratando de reanimar tejidos muertos. Sus máquinas emiten un frío sobrenatural que afecta al ambiente. Al margen de los resultados, su obsesión es salvar vidas y ayudar a sus pacientes, aunque sus métodos lo acercan al borde de la locura.
Javier ha descubierto que sus métodos son capaces de preservar su vitalidad y juventud, pero después de un experimento fallido se ha vuelto completamente dependiente de su sistema de refrigeración, permaneciendo cada vez menos tiempo lejos de su laboratorio. Su piel está fría al tacto y cuando se pone nervioso, sus ojos brillan con un fulgor azulado.

Los Guardianes de la Luz
Los Guardianes de la Luz surgieron de las cenizas de la Cábala del Pensamiento Puro tras el Edicto de Judas de 1837, que separó definitivamente la fe de la Orden de la Razón. Surgidos entre los militares y políticos de la Guerra de la Independencia y de las guerras carlistas, asumieron sobre sus hombros la misión de vigilar y dirigir una ciudad llena de inestabilidad política. Invitaron a otras Convenciones y las introdujeron en sus planes, conduciendo con mano firme Madrid hacia la modernidad, o al menos ése es su objetivo visible.
Mientras sus compañeros de otras Convenciones crean y construyen el futuro, los Guardianes deciden la forma que ha de tomar, y para ello cuentan con la poderosa herramienta de la información, espiando a Durmientes y magos, y moldeando la opinión pública. A veces simplemente basta con elevar a las personas adecuadas, pero en otras es necesario derribar obstáculos mediante el soborno y el chantaje...o convenientes eliminaciones.
Muchos Guardianes han fomentado la expansión de la prensa madrileña, con periódicos como El Imparcial o la Época, difundiendo artículos que promueven el racionalismo y desacreditan las “supersticiones” e ideas peligrosas, atacando los paradigmas místicos y aberrantes de las Tradiciones.
La telaraña de vigilancia de los Guardianes se extiende a través de la policía y las tertulias, mientras en las entrañas del Congreso de los Diputados y otras instituciones públicas surgen burócratas y departamentos que les permiten ejercer control sobre la política.

José Castellanos
José Castellanos nació en una familia campesina en un pueblo de la Sierra de Gredos, aprendiendo a leer y escribir de su tío Miguel, un sacerdote. Se unió a los guerrilleros contra los franceses en emboscadas y batallas, convirtiéndose en un líder respetado. Su Despertar se produjo tras su encuentro con un mago que acompañaba a los ejércitos napoleónicos.
Contempló cómo el caos de la guerra dejaba miseria a su paso, por lo que se unió a la Cábala del Pensamiento Puro con la intención de expulsar a los invasores. Sin embargo, cuando terminó la guerra, la Cábala llevó a cabo una purga sistemática de los elementos “aberrantes”, entre los que se encontraba el tío Miguel. Todo el pueblo y la familia de José fueron purgados, y él no pudo salvarlos.
Tuvo su venganza unos años después, cuando la Orden de la Razón decidió disolver la Cábala del Pensamiento Puro. Realizó una purga implacable sobre sus antiguos compañeros, y eliminó personalmente a su antiguo maestro, Julián Rozas, asumiendo el liderazgo de la nueva Hermandad de la Razón, y ocupando un lugar en la Convención de los Guardianes de la Luz. Durante este período José también perfeccionó su educación y reforzó sus creencias en la construcción de una república basada en la razón y el progreso, aunque era consciente de que su plan debía desarrollarse poco a poco.
Desde el final de la Primera Guerra Carlista y tras su regreso de Londres, José se ha convertido en el líder indiscutible de la Orden de la Razón en Madrid y en gran parte de España, dirigiendo el trabajo de las Convenciones y manteniendo un equilibrio en sus planes desde su despacho privado en el Ateneo, aunque de vez en cuando surgen tensiones entre quienes cuestionan su liderazgo o quienes quieren ocupar su lugar. Tras el fracaso de la Primera República, José repasa sus planes, pero no tiene prisa. Aunque valora la estabilidad de la Restauración, en sus planes a largo plazo se encuentra el derrocamiento de la monarquía.

El Gremio de Calculadores Analíticos
Tras la Reforma Albertina de 1851 el Gremio de los Ingenieros Diferenciales se convierte en el Gremio de los Calculadores Analíticos, inspirados por la máquina calculadora de Charles Babbage. Su enfoque se encuentra en las matemáticas y el procesamiento de información.
Los primeros Calculadores Analíticos llegan a Madrid a mediados del siglo XIX, infiltrándose en varias tertulias y círculos intelectuales, especialmente en el Ateneo, presentándose como matemáticos y filósofos que promueven el positivismo y la lógica. Estos Calculadores instalan un taller secreto cerca de la calle de Alcalá, donde experimentan con prototipos de máquinas analíticas rudimentarias, diseñadas para procesar datos y predecir patrones sociales, colaborando estrechamente con los Guardianes de la Luz, creando “perfiles psicológicos” de figuras importantes de la política y la sociedad.

Elisabeth von Rundstedt
Procedente de una familia aristocrática de Königsberg, en Prusia, Elisabeth nació en una familia de ingenieros e intelectuales prusianos. Su mente prodigiosa le permitió Despertar cuando era niña resolviendo un problema matemático que le presentó su profesor privado Gerd Carls, un Calculador Analítico. Tras completar sus estudios, en 1851 fue enviada a Madrid para fortalecer la presencia de la Orden de la Razón en España, colaborando con la Hermandad de la Razón.
Elisabeth dispone de un estudio privado en la calle de Alcalá, en el piso superior de una librería especializada en tratados científicos. Como líder de los Calculadores Analíticos, su misión es recopilar y analizar datos sociales para predecir los movimientos políticos y sociales de Madrid. Su máquina analítica, oculta en el sótano, es capaz de procesar información a velocidad sobrenatural, canalizando energía a través de algoritmos complejos.
Es una mujer metódica, con un encantador acento prusiano en un español impecable y una erudición que fascina en los círculos intelectuales madrileños, aunque su origen extranjero provoca cierta desconfianza. Considera que Madrid es un sistema caótico que debe ordenar, como una biblioteca en desorden.

El Gremio Dorado
El Gremio Dorado desciende del Alto Gremio, continuando su tradición de manipular la riqueza para moldear la sociedad, a través de la agricultura, la industria, y el comercio.
En Madrid, muchos miembros del Gremio Dorado murieron o huyeron durante la Guerra de la Independencia, y cuando terminó el conflicto la Convención se encontraba en ruinas. Su reconstrucción comenzó con la independencia de los virreinatos americanos, cuando varios miembros del Gremio llegaron y repatriaron sus riquezas y redes comerciales, colaborando con los Guardianes de la Luz y otros agentes de la Tecnocracia. Después de la dura experiencia de la Guerra de Independencia también reclutaron a varios militares, formando el Gremio de la Rosa para protegerse.
Actualmente el Gremio Dorado colabora estrechamente con los Tesoreros Invisibles. Mientras los Tesoreros se dedican a la financiación interna, el Gremio Dorado extiende sus redes comerciales en el exterior, especialmente con América, introduciendo productos coloniales como el azúcar y el café, y también sosteniendo a las grandes fortunas de la aristocracia madrileña.

Tomasso Gippini, El Rey del Café
De origen genovés, Tomasso proviene de una rama de la familia Gippini de comerciantes, que abrieron el primer café en la Plaza Mayor en el siglo XVIII. Tomasso llegó a Madrid en 1835, huyendo de las tensiones políticas en Italia y buscando extender el negocio familiar.
Su carisma y talento para los negocios le llevaron a especializarse en el comercio de café, importando grano de Cuba, Colombia, y Brasil a través de Cádiz y distribuyéndolo en España y Francia. Su Despertar se produjo durante un viaje por mar, cuando un contrato comercial se selló con magia accidental que aseguró su fortuna. Aunque continuó trabajando por su cuenta, terminó atrayendo la atención del Gremio Dorado, que lo reclutaron en sus filas.
Tomasso opera en Madrid desde un lujoso almacén en la calle de Postas, cerca de la Puerta del Sol, donde almacena su café y negocia con comerciantes y propietarios al por mayor y también al por menor, en una tienda más modesta. Es un invitado habitual en los salones del barrio de Salamanca, donde encanta a la burguesía con historias de sus viajes y regalos exóticos, como cafés especiales, y también celebra banquetes ostentosos para reforzar su influencia. Es un hombre encantador con un acento italiano que enfatiza para cautivar a sus interlocutores, que oculta una mente calculadora que evalúa cada transacción.

El Gremio de Ingenieros Electrodinámicos
Los Filósofos Naturales o Ingenieros Electrodinámicos siempre han estado fascinados por las nuevas tecnologías, el desarrollo de la maquinaria y las ciencias, pero siempre han sido muy individualistas. En Madrid hubo un gremio de relojeros asociado a las colecciones del rey Carlos IV, pero se disgregó durante la Guerra de la Independencia.
Bajo la guía de la Hermandad de la Razón, varios Ingenieros Electrodinámicos acuden a Madrid a mediados del siglo XIX, creando inventos y herramientas que les permitan desarrollar su genio. Experimentan con prototipos de máquinas y otros inventos diversos en laboratorios ocultos y presumen de sus logros con sus colegas en los reservados de los cafés. Varios de ellos residen en el barrio de Salamanca.
Sin embargo, otros Tecnócratas los consideran balas perdidas. Algunos ponen sus creaciones al servicio de sus compañeros, pero otros simplemente buscan desafiar los límites de la ciencia y satisfacer su vanidad personal. Este carácter imprevisible y en parte rebelde provoca desacuerdos con otras Convenciones, quizás presagiando su futura deserción a las Tradiciones.

Sindulfo García
Nacido en Zaragoza en una familia de comerciantes acomodados a finales del siglo XVIII, su pasión por la ciencia le llevó a estudiar física y matemáticas. Inspirado por las ideas de Alessandro Volta y sus experimentos con la electricidad, Despertó tras un accidente en 1825, cuando un generador improvisado de su taller estalló, abriendo una brecha umbral.
El accidente atrajo a los Ingenieros Electrodinámicos, que le ayudaron y lo llevaron a Madrid para que les ayudara en diversos proyectos. Sin embargo, Sindulfo no trabajaba bien en equipo. Se mostraba demasiado arrogante y prefería realizar sus investigaciones y proyectos en soledad, considerando que así obtenía mejores resultados.
La principal obsesión de Sindulfo es el control de las corrientes del tiempo y el espacio. Está trabajando en una máquina llamada Anacronópete, un dispositivo que combina bobinas eléctricas, engranajes y cristales para alterar el flujo temporal. Aunque todavía no ha perfeccionado el viaje en el tiempo, su máquina puede ralentizar o acelerar el tiempo en un área limitada, causando efectos como envejecimiento o rejuvenecimiento acelerados o visiones fugaces del pasado.
El taller de Sindulfo se encuentra cerca del Real Observatorio Astronómico, donde experimenta con generadores eléctricos y cristales. Su taller, lleno de cables chispeantes y máquinas, está protegido por guardias y otras medidas de seguridad. Oficialmente se presenta como un inventor excéntrico que colabora con el Museo de Ciencias Naturales, aunque sus inventos están al servicio de la Tecnocracia.
Sin embargo, los Tecnócratas están descontentos con Sindulfo. Creen que su conducta obsesionada y arrogante es demasiado radical, ignorando los consensos y la necesidad de guiar a la humanidad progresivamente.

La Hermandad de Mecánicos
En Madrid la Hermandad de Mecánicos se centra en la modernización urbana de Madrid, y no tanto en la creación de nuevas máquinas y tecnologías. La mayoría de los Mecanicistas de Madrid son una sociedad de ingenieros y arquitectos, imbuyendo sus construcciones con geometrías y cálculos que estabilizan la realidad y dificultan la magia catastrófica de las Tradiciones. Una amalgama de la Hermandad se forma a mediados del siglo XIX en torno a la construcción del canal de Isabel II, mejorando el suministro de aguas para la ciudad y al mismo tiempo canalizando las energías de varios Nodos en beneficio de la Unión Tecnocrática. También participan en la introducción del alumbrado de gas y los primeros tranvías madrileños.
La Hermandad de Mecánicos se organiza en torno a un taller secreto cerca del Parque del Retiro, disimulado bajo la fachada de un bufete de ingenieros, donde se debaten planes a corto y largo plazo, y se diseñan planos concretos en torno a la construcción o mejora de determinados edificios.

Isidro Velázquez de Tolosa
Isidro nació en 1812 en una familia madrileña, hijo de un funcionario del gobierno borbónico con conexiones con la corte. Desde que era joven mostró un talento innato para las matemáticas y la geometría, lo que llevó a estudiar ingeniería en la Escuela de Caminos, Canales, y Puertos de Madrid. Su Despertar se produjo durante un proyecto de diseño de un puente en 1835, cuando bajo la presión para completar un diseño imposible con escasos recursos, obtuvo inspiración más allá de las leyes físicas comunes.
Fue reclutado por una amalgama de la Orden de la Razón, que lo reclutaron tras observar su capacidad para “mejorar” estructuras de manera casi milagrosa, y terminó ingresando en la Hermandad de Mecánicos, participando en la modernización de Madrid, en una ciudad caótica, llena de tensiones entre tradición y modernidad.
Desde su despacho privado en el barrio de Chamberí, donde también trabajan arquitectos e ingenieros mundanos, Isidro participa discretamente “revisando” diseños arquitectónicos y urbanísticos del gobierno y del ayuntamiento, participando en proyectos como la construcción del canal de Isabel II o el ensanche de Madrid. Para la Tecnocracia, estas obras no sólo mejoran la vida de los Durmientes, sino que refuerzan su control de la realidad.
Sin embargo, a pesar de su carácter conciliador y leal, Isidro no es un seguidor ciego del progreso tecnocrático. Su educación católica y su tradicionalismo le hacen cuestionarse si los avances de la Orden de la Razón no estarán destruyendo el “alma” de la ciudad, sintiéndose dividido entre sus lealtades y sus dudas personales.

La Sociedad de Maestros Celestiales
Los Maestros Celestiales se encuentran interesados en la astronomía y la exploración de los mundos que rodean el consenso racional, tratando de comprender las leyes del universo para consolidar el control de la Orden de la Razón sobre la realidad.
La presencia de la Convención en Madrid es discreta, aunque no se encuentra ausente del todo. Una Maestra Celestial colabora con la Real Academia de las Ciencias financiando estudios astronómicos, y utilizando telescopios especiales de factura tecnocrática para cartografiar no sólo las estrellas, sino también las líneas de poder místico que conectan los Nodos de Madrid. Esta información resulta muy útil a la hora de aprovechar la energía mística de la ciudad, que es canalizada a través de las obras del canal de Isabel II.
Cerca de la Casa de Campo, varios Maestros Celestiales han improvisado un observatorio para realizar sus experimentos lejos de miradas indiscretas. También se encuentran en negociaciones con el Gremio Dorado y los Tesoreros Invisibles para financiar las mejoras del observatorio astronómico de Madrid, junto al parque del Buen Retiro.

Dorothée Tolle
Dorothée nació en París en una familia de académicos ilustrados en el siglo XVIII. Desde que era niña mostró fascinación por los cielos, pasando noches enteras observando las estrellas con un pequeño telescopio que le regaló su padre. Estudió matemáticas y astronomía en un entorno dominado por hombres, realizando cálculos orbitales complejos con facilidad. Su Despertar se produjo a mediados del siglo XIX observando un cometa desde el Observatoire de París, al percibir patrones en el cielo que desafiaban las leyes conocidas de la física.
Compartió sus observaciones con uno de sus maestros, quien las puso en conocimiento de los Maestros Celestiales, que la reclutaron en sus filas y la enviaron a Madrid para que colaborara con la Hermandad de la Razón.
Dorothée dirige a un grupo de Maestros Celestiales que utilizan el Real Observatorio de Madrid como base de operaciones, colaborando con científicos mundanos en el estudio de los cielos. En secreto también monitoriza anomalías en los reinos Umbrales de Madrid y protege los intereses de la Tecnocracia. Aunque cree en el progreso científico, su curiosidad también la lleva a explorar ideas radicales, como la posibilidad de que los cielos contengan verdades que trascienden la razón pura.

Los Tesoreros Invisibles
La modernización necesita dinero e inversiones, las herramientas preferidas de los Tesoreros Invisibles, que se han dedicado al control de las finanzas de Madrid, principalmente a través del flujo de intercambios que producen las colonias y la creciente industrialización. Además de buscar estabilidad social, los Tesoreros también financian los proyectos de sus compañeros Tecnócratas o refuerzan el paradigma racionalista.
Es en torno al Banco de España que los Tesoreros Invisibles tejen sus planes, financiando el ferrocarril y las fábricas que convienen a sus intereses, y haciendo fracasar a los emprendedores peligrosos. Frente a los obstáculos de tributaciones diversas del Antiguo Régimen, distintos pesos y medidas, y monedas inestables, los Tesoreros Invisibles ayudan a introducir a Madrid y por extensión a España en una economía moderna y cada vez más global, donde las fronteras son cada vez más débiles. La moneda ya ni siquiera tiene que ser física: unos cálculos e intercambios en la Bolsa de valores son suficiente para la creación de comercios y establecimientos, o para hacer desaparecer capitales cuando conviene.

Amador Diallo
Nació en una aldea cerca de Gorée, Senegal, fue capturado con diez años por unos traficantes de esclavos y llevado a Cuba, donde trabajó en una plantación de azúcar en Matanzas. Su inteligencia llamó la atención de un sacerdote español, que le enseñó a leer y contar, lo que le permitió llevar los registros de la plantación. Durante un levantamiento consiguió escapar, y también se produjo su Despertar, cuando calculó con precisión el naufragio de una balsa en la que huía con varios compañeros, y que le permitió salvar su vida.
Volvió a ser capturado, pero en esta ocasión alguien se fijó en su don, y fue reclutado por la Tecnocracia, que aprovecharon su prodigiosa capacidad para manejar números y predecir resultados, y tras recibir una formación económica, lo llevaron a España como asesor financiero.
Amador comenzó a trabajar en una discreta oficina de la Calle Mayor, donde se presentó como un español liberto. Gracias a su consejo y sus conocimientos matemáticos sus superiores pueden manipular el mercado de valores, préstamos e inversiones, desviando fondos hacia proyectos e intereses de la Tecnocracia. Sin embargo, aunque frecuenta los salones financieros del barrio de Salamanca, donde es una figura fascinante, le molesta que sean sus superiores en los Tesoreros Invisibles quienes asumen sus méritos, por no hablar de los sutiles prejuicios raciales que llevan a que otros Tesoreros menos eficientes asciendan en la jerarquía de la Convención.
Amador está planteándose cambiar de oficio, y quizás encontrar un lugar en el Gremio Dorado o los Calculadores Analíticos, donde espera que su talento sea mejor valorado.

Los bloques de la Tecnocracia
En 1885 la Tecnocracia sufre una nueva remodelación avanzando en sus planes para crear un gobierno mundial, y dentro de la Unión Tecnocrática las Convenciones comienzan a fusionarse en varios bloques que combinan intereses y objetivos de varias de ellas. La mayoría de estas nuevas Convenciones fusionan elementos de varios gremios y sociedades Tecnocráticas. En España estos cambios no se producen de inmediato, y la nueva organización no se manifestará hasta finales del siglo XIX. Sin embargo, estos cambios también provocan cierta división dentro de las Convenciones, especialmente entre los Calculadores Analísticos y los Ingenieros Electrodinámicos.
La Gran Facultad: El Círculo Hipocrático, al que se unen las ramas teóricas de los Calculadores Analíticos y los Ingenieros Electrodinámicos, creen en elevar el poder del conocimiento, esforzándose por mejorar a Durmientes y Despertados en una nueva era.
La Liga de Constructores: La Hermandad de Mecánicos, junto con Calculadores Analíticos e Ingenieros Electrodinámicos generan nuevos inventos y creaciones para mejorar el mundo que los rodea, consiguiendo el apoyo de la humanidad.
El Sindicato: El Gremio Dorado y los Tesoreros Invisibles manipulan las fuerzas de las finanzas y la economía, trayendo orden al caos de los mercados mundiales.
La Sociedad de Exploradores: Formada principalmente por los Buscadores del Vacío y los Maestros Celestiales, los exploradores tratan de cartografiar la Tierra y los mundos del más allá, además de colonizarlos.
La Torre de Marfil: Formada por los Guardianes de la Luz y también varias amalgamas militares de la Orden de la Razón, la Torre trata de crear y mantener un sistema de gobierno secular, libre de la interferencia de la religión y la superstición.

Algunas amalgamas de la Tecnocracia
El Café de los Genios: Pensado como un lugar de intercambio de conocimientos, el Café de los Genios se ha convertido en un lugar donde varios científicos especialmente vanidosos hablan de sus avances y critican a sus compañeros “mediocres.” La amalgama fue fundada por Don Sindulfo García de los Ingenieros Electrodinámicos y Don Javier Miralles del Círculo Hipocrático, aunque Don Javier acude cada vez con menos frecuencia.
Lo cierto es que la amalgama, que se reúne en un café privado construido para evitar miradas indiscretas, se ha convertido en un foro de socialización y crítica, dominado por los sicofantes de los fundadores, y donde termina hablándose de todo menos de auténtica ciencia. Otros Tecnócratas consideran que el Café de los Genios es un lugar de reunión de científicos chiflados con pseudoteorías sin salida, y que a menudo se convierte en el escenario de anécdotas y fanfarronerías exageradas, que en alguna ocasión han terminado en peleas.
Aunque hay quienes consideran que el Café de los Genios debería ser disuelto, también hay quienes afirman que por lo menos sirve para que Don Sindulfo y sus seguidores encuentren un lugar donde desahogarse sin molestar a los demás, y que por lo menos constituye un escenario divertido...del que es mejor reírse en privado.
Los Clavos de Oro: La amalgama de los Clavos de Oro es un proyecto conjunto de las Convenciones del Gremio Dorado y los Tesoreros Invisibles, con el propósito de construir tramos de ferrocarril en España, pero también descubrir y construir varias líneas místicas y Nodos. Aunque cuenta con el apoyo de Tomasso Gippini, es su aprendiz Lucas Urigüen quien dirige los proyectos de la amalgama.
Además de financiar la construcción del ferrocarril, los Clavos de Oro también cuentan entre sus filas con Hermanos Mecánicos, que diseñan los mejores trazados y estudian la dirección de las corrientes de energía, además de buscar Nodos. En los últimos tiempos los planes de la amalgama se han visto amenazados, por lo que están reclutando acólitos militares para proteger sus inversiones.
El Gremio de la Rosa: Una rama del Gremio Dorado, el Gremio de la Rosa es el brazo armado de la Convención. Formado originalmente por maestros de esgrima, en los últimos tiempos han reclutado soldados y militares con conocimientos avanzados en el uso de armas, y que además utilizan armas mejoradas por cortesía de la Hermandad de los Mecánicos.
El Gremio de la Rosa ofrece sus servicios a todas las Convenciones, aunque siempre muestran un trato especial hacia el Gremio Dorado. El líder actual es un veterano maestro de esgrima llamado Johann Krische, originario de la ciudad alemana de Leipzig.
La Hermandad de la Razón: Es la más antigua de las amalgama madrileñas, herederos de la Fraternitas Vera Lucis y de la Cábala del Pensamiento Puro. Fue creada por Don José Castellanos tras el Edicto de Judas y la purga de la Cábala, y se ha convertido en el grupo que lidera a la Orden de la Razón y posteriormente a la Tecnocracia en España. Se encuentran en contacto continuado con el liderazgo de la Orden de la Razón y transmiten sus planes y actualizaciones.
Aunque su sede se encuentra en el Ateneo de Madrid, en realidad se trata de una fachada. La Hermandad custodia uno de los Nodos más poderosos de Madrid, construido en torno a una fuente subterránea, y fortalecido mediante la construcción de las ramificaciones místicas del canal de Isabel II. Su constructo es un reino tecnocrático en cuyos salones y oficinas se discuten los planes para modernizar Madrid y España en los próximos años y el siglo siguiente.
Aunque en su mayor parte formada por Guardianes de la Luz, dentro de la amalgama también se encuentran algunos especialistas de otras Convenciones, especialmente Calculadores Analíticos y Hermanos Mecánicos.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#28

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:32

Imagen Merodeadores
Los Locos son raros en Madrid, y normalmente actúan solos, siendo una amenaza tanto para las Tradiciones como para la Tecnocracia. Sin embargo, las tensiones políticas y revueltas, los cambios bruscos en la sociedad, y las convulsiones en los reinos del más allá pueden terminar provocando la quiebra de alguno de los Despertados como para que termine abrazando el caos.

Lucía Valdés
Nacida en un pueblo de Cáceres, Lucía fue una joven devota que soñaba con ser monja, y que terminó Despertando mientras rezaba. Su sensibilidad espiritual la llevó a unirse al Coro Celestial, donde aprendió a canalizar su fe mediante cantos y visiones. Sin embargo, durante la desamortización de Mendizábal de 1836, su convento fue confiscado y la pérdida de su comunidad la sumió en una crisis.
En una noche de desesperación, mientras rezaba en una iglesia abandonada y despojada de sus ornamentos sagrados, Lucía experimentó una visión que la llevó a la locura: vio una ciudad donde el tiempo fluía al revés, con santos caminando entre los vivos, y un cielo que cantaba profecías incomprensibles. Con su mente resquebrajada, se convirtió en una profetisa decidida a “arreglar” el tiempo roto de la ciudad.
No es una Merodeadora de poder abrumador, pero la locura de Lucía es peligrosa por su capacidad para agitar la percepción del tiempo y las emociones. De vez en cuando aparece caminando por las calles de Madrid, vestida con harapos y retazos de hábitos religiosos, y de improviso comienza a predicar en una plaza o un mercado, atrayendo pequeños grupos de seguidores.
Sin embargo, a medida que predica, su presencia crea paradojas temporales (personas que envejecen repentinamente, eventos que se repiten, o el tiempo se detiene, lo que atrae la atención de otros magos. Sin embargo, cuando su prédica termina o es silenciada, desaparece en la Umbra, cayendo dormida en un pequeño reino creado por su locura, una iglesia en ruinas rodeada de velas que parpadean de forma intermitente, fundiéndose rápidamente o creciendo, y donde se escuchan extraños cánticos incomprensibles.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#29

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:33

Imagen Nefandos
A primera vista, puede parecer que los Nefandos evitan Madrid ante el poder de las Tradiciones y la Orden de la Razón, pero en realidad se encuentran ahí, evitando enfrentamientos directos, aguardando en las sombras como animales carroñeros. Son una amenaza constante pero oculta, como una enfermedad sombría que aguarda su oportunidad para extenderse. El avance de la modernización deja deshechos y corrupción a su paso, generando un caldo de cultivo espiritual adecuado, el ansia de poder lleva a los más atrevidos a pactar de manera irresponsable con poderes prohibidos, y la pobreza y la desesperación empujan a los marginados a vender hasta sus propias almas para acabar con el sufrimiento.

El que susurra en las sombras
Hubo una vez un poeta y músico que aprendió a usar su arte para visitar los mundos del más allá. Sin embargo su ambición y el deseo de experiencias más intensas lo hicieron vulnerable. Cuando los franceses ocuparon Madrid, siguió con su diversión, ajeno a los estragos de la guerra, confiado en su posición y embriagado en sus placeres a puerta cerrada. Durante una noche de excesos en su santuario umbral, hizo acudir a un séquito de espíritus que bailaron a su alrededor y le ofrecieron un éxtasis más allá de los límites humanos.
Aceptó.
Y el músico fue Devorado, y se convirtió en un receptáculo espiritual que utiliza su poder para corromper a otros y sembrar el caos en Madrid.
No es un Nefando poderoso en términos de fuerza bruta, sino un manipulador sutil. Se mueve por igual entre los bajos fondos y los salones de la aristocracia madrileña, recitando versos oscuros y organizando fiestas decadentes. Su magia le permite manipular emociones, inducir visiones perturbadoras e invocar espíritus corruptos.
Su santuario, al que se accede por una buhardilla en el Barrio de las Letras, es un espacio arruinado, lleno de espejos rotos y lienzos manchados de sangre que utiliza en sus rituales. Su objetivo es atraer a magos vulnerables y convertirlos en otros recipientes de corrupción como él.
Su principal debilidad es su verdadero nombre. Si se le recordara rompería el vínculo que lo une al espíritu que susurra en las sombras y le despojaría de su poder.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19789
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: Edad Victoriana: Madrid

#30

Mensaje por Alexander Weiss » 22 May 2025, 21:35

Imagen Los que moran en las tinieblas
Vampiros: Las sombras de Madrid ocultan muerte, y los magos de Madrid prefieren evitar a los no muertos especialmente cuando cae la noche. Quienes más se interesan entre los Despertados, saben que bajo Madrid hay una catedral de oscuridad, gobernada por un antiguo bebedor de sangre conocido como el Arzobispo, que gobierna una iglesia de adoradores sin alma y que están llenos de la esencia de las sombras. Es mejor evitarlos, especialmente cuando cae la noche.
Desde las noches medievales, Madrid ha sido un bastión del clan de vampiros Lasombra. Su líder, el infame Arzobispo Moncada, dirige a los demás vampiros, organizados en una parodia siniestra de la iglesia católica. Los Lasombra carecen de reflejo y son capaces de dominar la oscuridad y las tinieblas, pero por lo general prefieren mantenerse alejados de los magos, enzarzados en sus propios conflictos y guerras.
Hombres Lobo: Los cambiaformas evitan la ciudad, especialmente a medida que crece y se industrializa, pero a veces su crecimiento se extiende hacia los lugares sagrados de los hombres lobo, que los vigilan celosamente, y se enfurecen si los magos intentan utilizar su poder. En esos casos, el conflicto es inevitable. Sin embargo, por lo general los hombres lobo no suelen ser muy numerosos en la ciudad.
Desde hace tiempo, la ciudad de Madrid ha sido territorio de una manada de Garou de la tribu de los Roehuesos. Su principal Túmulo se encuentra en un antiguo monasterio abandonado tras la desamortización, en cuyas catacumbas se encuentra el Monasterio de las Trece Penas, un monumento levantado para recordar los errores cometidos por los hombres lobo en el pasado, y para ofrecer esperanza para el futuro.
Fantasmas: La miseria y el sufrimiento acompañan a las almas en pena en el más allá, un lugar que es un reflejo oscuro envuelto en la tempestad. En ocasiones estas almas en pena consiguen regresar, tratando de solucionar los asuntos que dejaron pendientes, a veces deseando ayudar a sus seres queridos, y en otras deseosas de venganza.
La Necrópolis de Madrid se encuentra construida junto a un enorme foso en el que revolotean enjambres de Espectros. Los reyes del pasado compiten entre sí por los escasos espacios seguros, levantando murallas para protegerse de la oscuridad que acecha.
Hadas y duendes: Los sueños pueden adoptar forma en ocasiones, especialmente cuando las emociones son demasiado intensas, manifestándose en el mundo real, o apoderándose de los cuerpos de hombres y mujeres. Son criaturas fantásticas y mágicas, a menudo inofensivas, y cada vez más débiles, a medida que la creencia en ellas se debilita.
Madrid es una especie de lugar de encuentro para diversos linajes de hadas y duendes, Luminosos y Oscuros. Los sueños de los artistas románticos y de los vividores bohemios son su alimento, y el frío de la razón los repele, aunque algunos duendes se sienten fascinados por los inventos y máquinas de esta época de revolución industrial.

Editor completo

Volver a “Mago”