Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

Desde la pureza del alma hacia la consagración inquisitorial

Moderador: Baudelaire

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#21

Mensaje por Baudelaire » 01 Jun 2020, 17:29

El tercer monje asiente y se dirige a la entrada del hospital. Esperas un momento y ves aparecer a tus dos estudiantes. Uno es Miguel, de gran memoria y capacidad de síntesis, un poco retrasado en análisis complejos. El otro es Gabriel, de pensamiento creativo y una agudeza notable para hallar detalles ocultos, algo torpe e inquieto.

Profesor, Miguel Fernández presente para vuestra clase. He traído un pequeño compendio acerca de los humores, como me lo habíais solicitado en la clase anterior.

El joven, casi un niño, incluso a sus 12 años ha recordado lo que le habías encomendado. Algo que tu mismo habías olvidado. Te extiende el texto y adjunta sus notas de resumen, las cuáles recibes primero. Descubres apenas 3 frases, pero ya sabes que contiene el libro.

Profesor, Gabriel Benítez presente para vuestra clase. Puedo percibir un claro aroma acre y la emanaciones de orina mezclada con sangre… ¿habéis realizado alguna intervención? Me parece que alguien ha sido intoxicado con belladona.

Un poco mayor, rondando los 14, demuestra que ha puesto mucha atención en su entorno. Y, sin entrar todavía a la sala, ha formulado un par de hipótesis. Ambas son correctas y es imposible evitar sorprenderte. Salvo, por el detalle que mientras se explica, agita los brazos con mucha pasión. Golpea el libro que carga su compañero y, al salir este por los aires, intenta atraparlo… pero es incapaz de conseguirlo y al chocar con el piso, algunas hojas se desprenden.

Lo detienes antes que se agache a recogerlo, lo haces tú mismo con cuidado y lo levantas. Es hora de darles las indicaciones exactas para que al entrar sean de ayuda y puedan cooperar el uno con el otro.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#22

Mensaje por Charles_Castle » 05 Jun 2020, 05:46

Miguel y Gabriel. Había pasado por alto las características de mis estudiantess ante la presión por salvar a Don Domingo y casi hacen que me arrepienta de haberlos aceptado, pero después de tranquilizarme al levantar el trabajo de los humores y escuchar el análisis que Gabriel ha hecho tan solo al llegar me arrepiento de mi falta de caridad: son los enviados de Dios para socorrer al enfermo o éso es lo que quiero pensar y no una prueba para mí. Sus habilidades tendrán muy buen uso a pesar de su exceso de energía… o torpeza.

-Bien. Miguel… Gabriel. - Digo mirándolos cuando los nombro y sujetando el libro de los humores -Como ya se han percatado tenemos a un enfermo, lamentablemente creo que se ha obrado magia en él, pero pasemos para que lo vean mejor y les dé los pormenores - así paso con ellos a la habitación - Él es Domingo, sufrió una inflamación en la lengua provocando que el aire no pasara, lo que lo pudo matar por asfixia. Como pueden ver le practiqué una incisión en la garganta para que fuera capaz de respirar. A su vez un líquido amarillento escurrió por el oído. Cuando por fin lo pude traer aquí empezó con fiebre y al realizarle una sangría, la sangre salió contaminada con orina. Además tiene una especie de sarpullido en el cuello. - digo mostrando las zonas siendo lo más pedagógico posible y sin incomodar a Don Domingo más de lo que ya podría estar.

-¿Cuáles serían sus análisis? - les pregunto para saber sus primeras impresiones mientras dejó el trabajo en una pequeña mesa.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#23

Mensaje por Baudelaire » 05 Jun 2020, 15:17

Tu estudiantes mantienen riguroso silencio para escuchar tus indicaciones y luego te siguen al interior.

Miguel es el primero en acercarse a la cama para cambiar el paño frío y húmedo, que ya se encuentra tibio y casi seco.

Profesor Eyzaguirre, la fiebre sigue igual de intensa. Me parece extraño que, de acuerdo a la hipótesis de Gabriel respecto a la belladona, sea producto del envenamiento. Además la mezcla de humores solamente podría darse si los conectores urinales han sido dañados y están volcándose dentro de las venas. Lo cuál significaría una lesión interna.

Gabriel se encarga de descartar el primer paño en el cesto para tales efectos, para observar los orificios auriculares.

Profesor Eyzaguirre, al menos el fluído ha dejado de correr. Concuerdo con Miguel y, espero, que las habas de Calabar estén en camino. La respiración se está haciendo más lenta y, de haber intervención mágica, habría trazas de azufre u otras sustancias místicas. Las cuales me parecen ausentes. Necesitaríamos una revisión profunda de los humores mezclados.

Ambos hacen análisis muy contundentes y se han coordinado para apoyarse mutuamente. Lo estás haciendo bien, si era una prueba de tus habilidades pedagógicas, la has superado. Por supuesto, tienen razón, sin los resultados que están haciendo los monjes… solamente hay que esperar a que la fiebre ceda y se verifique la cantidad de belladona que ha ingerido.

Las otras dos hipótesis: lesión interna y la falta de azufre son intrigantes. La primera significaría que hubo daño por la caída o el transporte. La segunda, que de haber intervención mágica… ha sido definitivamente muy sutil para ocular.

Ninguno se refiere al sarpullido, porque aparentemente ha desparecido.

Se escuchan golpecitos en la puerta, te acercas para abrir y un cuarto monje te entrega las notas con los resultados. Le das una mirada rápida y descubres que al menos 3 cápsulas de belladona han causado el envenenamiento. El amarillamiento de la sangre, efectivamente es orina, pero es demasiado poco para teñirla… hay puntitos de azufre muy dispersos, imperceptibles al olfato.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#24

Mensaje por Charles_Castle » 08 Jun 2020, 05:03

Miro a mis alumnos hacer su trabajo, los observo y veo que había sido una buena decisión aceptarlos. Agradezco a Dios haberme dado la humildad para aceptar su ayuda, ya que parecían sus enviados.

Mientras ellos hacen sus deberes, hojeo el estudio de los humores. Por un momento los veo hacer sus análisis; por otro, el trabajo hasta que ya vienen a mí con sus resultados.

-Sí, lo de los urinales ya lo había visto y que yo sepa no ha tenido una lesión que amerite eso - digo recordando que cuando vi por primera vez a Don Domingo éste había caído al piso y no desde una altura mayor, tendré que preguntarle a sus sirvientes en cuanto habrán regresado.

También asiento a lo dicho por Gabriel, el olor a azufre no estaba presente - La mala noticia es que las habas se han terminado en la Universidad, la buena es que quizá se puedan conseguir en el mercado con ciertos contactos. Así que sólo hay que mantenerlo para ver si Dios ayuda - les digo para que sigan en sus cuidados.

Me acerco un poco a Don Domingo para ver si está consciente - Don Domingo, ¿me escucha? Sus criados han ido a buscar una posible cura y pronto llegará un sacerdote. Si me escucha y entiende hágame una señal si comió algo antes de sentirse mal -le digo esperando que en su enfermedad pueda dar alguna pista.

Después escucho que tocan a la puerta y voy a abrir. Es el monje con los resultados. Le agradezco y leo el pergamino. "Dios misericordioso"

Entro. Y, rápidamente, reúno a Gabriel y Miguel en una esquina lejos de Don Domingo -Bien, me han traído los resultados: hay poca orina en la sangre, pero no mucha. Podría ser por una lesión menor pero ésto es más preocupante, hay pequeños puntos de azufre, imperceptibles… pero ahí están- digo esperando su reacción.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#25

Mensaje por Baudelaire » 08 Jun 2020, 06:30

El buen filántropo aprieta suavemente tu mano cuando le preguntas y, al intentar hablar, el aire se escapa por la incisión efectuada. Suena como un balbuceo de bebé, pero más gutural.

Solamente tomaba el té.

Miguel y Gabriel mantienen la distancia hasta que les invitas a ir hasta un rincón, cuando sueltas la mano del pobre hombre. Una vez allí, te responden con mucha rapidez. Lo que te parece muy curioso, es que lo hagan a coro.

El azufre puede dañar los riñones, profesor. Con pequeñas fisuras que permitirían pasar algo de orina a la sangre como lo indica la muestra. SIn embargo, es difícil saber desde dónde podría haber venido. Sin embargo, al ser una cantidad tan escasa, probablemente ya ha sido filtrado completamente. La hipótesis de la brujería parece razonable, pero quizás había algo más en el té aparte del polvo de belladona concentrado.

Si ya ha llegado el resultado del examen, pronto estará aquí un sacerdote que podrá esclarecer el asunto de la brujería. De momento, te queda solamente verificar si hay todavía azufre dentro del cuerpo de Domingo.

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Charles_Castle
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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#26

Mensaje por Charles_Castle » 11 Jun 2020, 03:39

Escucho la respuesta de Don Domingo y trato de tranquilizarlo

-Estamos haciendo todo lo posible -le digo teniendo en mente al sacerdote que estaba por llegar, por lo menos podría recibir los sacramentos

Después ya con mis estudiantes asiento con la mano en la barbilla mientras los escucho al pensar en lo que me han indicado. "¿Qué se nos está escapando?"

-El azufre podría haber sido de otros días, quizá lo haya tomado de poco a poco. Tendremos que visitar la casa después - digo más para mi que otra cosa - Por lo pronto debemos ver si podemos purgar todo el azufre y bajarle la fiebre -indico a Miguel y Gabriel dirigiéndome de nuevo con Don Domingo y retomando la idea que había dicho: es imprescindible recuperar ese té. Pero si lo habían envenenado con él, significaría que alguien en la casa era el responsable de eso. Debe mantenerse la cautela.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#27

Mensaje por Baudelaire » 11 Jun 2020, 16:51

Si vos hacéis lo posible, pues yo también podré de mi parte.

Es lo que Domingo responde, a través de su garganta, antes de volver a desmayarse. Miguel se encarga rápidamente de cambiar el paño húmedo por otro, mientras Rafael le acomoda mejor los almohadones para permitir que siga respirando. Se ha fatigado innecesariamente al seguir hablando. Le tomas el pulso, el cuál está demasiado bajo.

Necesitamos algo más que agua fría, profesor. Su temperatura sigue aumentando. Mucho hielo sería lo óptimo… ¿pero dónde lo conseguiríamos?

Comenta Miguel mientras decide quedarse de punto fijo con los paños, acercando el gran jarrón a la fuente para ir cambiando el agua.

Sus labios también tienen un tenue olor azufre. Quizás el té lo ha recibido recientemente, un regalo o un cargamento nuevo.

Añade Rafael acercando su nariz a la boca de Domingo, cuándo escuchas golpes en la puerta. Vas a abrirla y allí está el sacerdote.

Gusto en saludarle, señor Eyzaguirre. Soy el padre Benito Santiago, el párroco de la capilla del barrio contiguo. Un monje me ha indicado que un hombre necesita la extrema unción.

¡Vaya! Ya lo da por muerto o el recado ha sido mal entregado. A propósito o por una mala escucha.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#28

Mensaje por Charles_Castle » 12 Jun 2020, 19:28

Escucho al enfermo y asiento mientras pienso en un "Si Dios quiere". Miro con preocupación su decaimiento y que la fiebre no baja

-No hay hielo ni tiempo quizá si lo metemos en una tina de agua
- digo pensando si hay alguna de manera de la cual echar mano

Escuchó a Miguel sobre el azufre en el té - Pero debería haber una cantidad importante para que hiciera ese daño tan solo de tomarlo - otra vez los cabos sueltos nos llevan a la casa de Don Domingo

En eso alguien toca la puerta. Atiendo y veo a un sacerdote. Mi rostro no puede ocultar la frustración de que no llegue lo que he pedido, mala señal.

-Pase Padre, pase. Es cierto, serviría el sacramento, pero en realidad lo que he pedido era alguien versado en exorcismos - digo mientras lo llevo ante Don Domingo -Este hombre esta muy enfermo y con varios males. Posiblemente envenenado, pero también con muestras de azufre en su cuerpo y necesito a un Padre en conocimiento del diablo para saber si su mal es causado por malas artes- le explico.

Aunque si no baja la fiebre y su condición no mejora, la extrema unción será un alivio para su alma.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#29

Mensaje por Baudelaire » 12 Jun 2020, 19:56

El sacerdote saca su biblia y le indica a Miguel que le dé un poco de agua para bendecirla, al tiempo que le pide a Gabriel encender algo de incienso.

Padre, la mayor parte está tibia… ¿os serviría de todos modos?

Responde el primero.

Padre, este es un hospital… ¿acaso pensáis que hay incienso en alguna gaveta?

Increpa el segundo.

Señor Eyzaguirre, ¿tiene herejes en vuestras clases? Espero que no, así que sabrán rezar conmigo.

Comienza con el padrenuestro y el avemaría, que Domingo repite las plegarias en murmullos guturales. Miguel y Rafael se unen, igual que tú. Lo importante, sin embargo, es que la evidencia es suficiente para asegurarte que ninguna mala arte ha sido utilizada en él. De otro modo, ya estaría retorciéndose presa del miedo al todopoderoso.

La puerta suena otra vez, pero en esta ocasión la voz del otro lado es conocida.

Señor Eyzaguirre, el cochero trae las habas. En mi hombro cargo un buen bloque de hielo, quizás os sea útil.

Muadjit está aquí.

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Re: Una brutal epifanía: la gente se muere en la calle

#30

Mensaje por Charles_Castle » 15 Jun 2020, 05:42

Al escuchar a sus estudiantes les indica. sin que lo note el padre. que hagan lo que dice.

-Pregúntale al monje por el incienso - le digo a Gabriel

-Por supuesto que no, padre, son jóvenes devotos - le aseguro para calmar un poco la cosa, no es el momento de perder el foco de aquéllo.

Al escuchar las oraciones y no ver reacción alguna, pienso "Gracias, Dios" Ahora sólo busco alguna señal divina.

En éso alguien toca la puerta. Me acerco para abrirla. Para mi alegría es Muadjit, con algo de hielo y la noticia de las habas.

-Dios misericordioso- digo mientras le indico que entre con el hielo y hago que lo ponga en una cubeta al pie de la cama. Si veo algún monje cerca le solicito que empiece a partir el hielo en pequeños pedazos para ponerlos dentro de un pañuelo, sino dejo que Miguel se encargue.

-Es mejor que esperes afuera, Muadjit -le anuncio al sirviente mientras llamo la atención del que esté desocupado para que prepare lo necesario para obtener el antídoto a partir las habas.

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