[CA] 11:30 pm, baño segundo piso

[Victoria_Rain]

Blanca está tan asustada ahora mismo después de ver el espectáculo sanguinolento recreado en el cuerpo de Luis que por un momento no sabe qué hacer. Ha visto cómo Gonçal le ha clavado la pata de madera de la mesa en el pecho del monstruo y éste ha berreado de ira. Su primer impulso es el que tenía, huir a la puerta, pero algo le hace darse cuenta de que aunque corra esa cosa en nada de tiempo, después de merendarse a Trías irá a por ella.

Solo le resta una salida al problema cartesiano que tiene delante. Y es, al menos intentar acabar con él.

Y esto no es una bravuconada peliculera de un juego de esos de una scape room. Es la vida en juego, si esto no sale, se acabó.

En Bellas Artes la obligaban a entender la anatomía humana para poder dibujarla. Cada cm² de cada músculo, tendón, arruga, vello, articulaciones, dedos, ojos...todo...y sabe, que está en línea justo para lanzarse a las corvas del ser y obligarle con el impacto a doblas las rodillas y caer, si su esquelético cuerpo es lo suficientemente contundente para ello. Descalza, nota la sangre fría del charco que se ha montado manando por debajo de la puerta y que de a poco, va uniendose con el que sale de Luis, caído frente a la bestia y la adrenalina que le produce todo aquel horror le produce la electricidad necesaria para impulsar sus gemelos, sus muslos y todos los músculos responsables de un salto para lanzarse como un ariete a ambas corvas.

Ya sólo le quedaba confiar en la pericia de un extraño con el que había tenido una discusión ridícula y del cual ni siquiera sabía su nombre. El horóscopo negro de Libra de hoy no se lo había mencionado.

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Pues eso, si hace falta tirada....tiro....

Tirada:

[1, 4, 5] = 10
3d10: [ 1 4 5 ] = 10

[Wadabadah]

El sonido ensordecedor pronto da paso a un continuo, una alarma desafinada que pita estridente propia de una resaca de neurotransmisores. Las imágenes se confunden en un color ocre que tiñe todo mi campo de visión. Miro hacia mi mano derecha y ahí siguen lo guijarros del espejo que rompí para no recuerdo muy bien qué. El golpe ha sido demoledor, aunque al menos puedo, de momento, seguir respirando. No es bueno, no es terrible. La tentadora idea de obedecer a ese sonido que instaba a atacar a sus piernas cobra fuerza. Todo lo que alcanzo a ver está bañado en una mezcla de sudor y carne destrozada, la mía, que enturbia mi comprensión de la escena. Soy cirujano, soy capaz de trazar una imagen mental acertada entre todo este caos de un mapa aproximado de las terminaciones nerviosas en una criatura bípeda. Un corte deslizante en vertical que tajara el nervio poplíteo en la parte interior posterior de la rodilla y descendiera hasta el talón sería suficiente para inmovilizar a un humano. Pero si no me aplico un torniquete y pronto, ni eso bastará. En cualquier caso, ya estoy jugando al ajedrez con la muerte y me ha advertido del jaque mate en la próxima jugada. Toca intentar mi buena acción. Solo tengo una jugada y decido reptar para acercarme y hacer ese corte vertical. [roll=68]3d10[/roll]

[Magda Dalmau]

La bestia se de ve atacada desde tres puntos diferentes: un mortal que le intenta insertar la estaca, una mujer que se lanza a sus piernas y el herido que trata de cortarle las piernas.

Por desgracia para estos dos últimos, la criatura a la que se enfrentan no es un simple mortal. Un humano hubiese cedido ante los empujones y los tajos, pero el Sabbat adopta una postura firme y la mujer choca con fuerza contra su cuerpo como si de una estatua de mármol se tratase. Sin perder un segundo, el monstruo le da una patada a la mujer en el pecho que la manda a la otra punta de la habitación resbalando por el suelo.

Blanca nota el sabor metálico de la sangre en su boca y un dolor terrible y punzante en su abdomen. Si se lleva la mano a donde le ha dado la patada, notará la zona adormecida por el impacto...pero conocer la gravedad de de las lesiones por ahora es imposible.

A Luis la criatura no le da un golpe, pero le pone el pie encima del pecho y empieza a apretar. El buen doctor siente como una mole hace presión sobre su maltratado cuerpo....

Y entonces Gonçal consigue reunir lo que le queda de fuerzas. Quizás sea el miedo a la muerte, quizás la adrenalina del instinto o puede que en ese gesto esté soltando toda la rabia acumulada durante una vida de insatisfacciones y fama malograda. No importa.
Lo único que tiene relevancia en este instante es la mano que empuja y termina de hundir esa estaca improvisada en el corazón del atacante.

El monstruo se queda congelado durante unos instantes, mirando a Gonçal con la rabia de la derrota, de la promesa de venganza eterna.
Y entonces, cae de espaldas, inmóvil.

[Jebediah_Gogorah]

A Gonçal no le dio tiempo de disfrutar de aquella victoria. Ni siquiera sabía si le quedaría aquella imagen en su retina. Habían ganado una batalla pero quedaba toda una guerra: Escapar de la Marfá, en un lugar, creía, infestado por aquel tipo de monstruos.

Aún tembloroso, la cabeza cercenada le devolvió a la realidad, y no pudo evitar vomitar. Pero no había tiempo para remilgos. Se levantó del ensangrentado suelo y se dirigió a sus compañeros, con una pregunta de fácil retórica:

- ¿Estáis bien? Tenemos que salir de aquí... - susurró.

[Victoria_Rain]

La mujer instintivamente intenta adoptar una posición fetal en lo que su cuerpo le permite doblarse del dolor, aunque apenas puede porque la patada le ha dejado sin respiración. Durante unos primeros 10 segundos el trauma no se siente porque la sorpresa del golpe dado con aquella celeridad hace que la adrenalina cubra por muy poco tiempo la magnitud de la consecuencia. Abre la boca y escapa un bajísimo alarido de dolor porque el aire que alcanza no le da para más. La mitad de su cara, la que aprisiona contra el suelo toca la mancha de sangre esparcida, aunque en ese breve momento ella se pregunta si es la suya propia.

Gonçal puede ver en los ojos de la mujer lágrimas. Y miedo, mucho miedo.

- No puedo levantarme aún- consigue decir después de unos pocos segundos más.

[Wadabadah]

Una mole oprime mi pecho durante unos segundos. El tiempo parece congelarse, pero la abominación también. Cae al suelo y yo con ella hacia otro lado. Mi perspectiva de la situación es tan confusa como los sueños, una escena desoladora de dos cadáveres -uno atravesado y yo con los dos pies puestos en la tumba a la espera de recostarme en mi propio nicho- amotinados sobre un suelo empapado en agua, cristales y sangre. Eso es todo lo que imagino, porque ante semejante paliza no llego a distinguir realidad de ficción, pero en ambas estoy moribundo y a duras penas intento, como en esos sueños lúcidos, tomar el control de la situación para saber si lo que percibo es real. El cerebro tiene muchas formas de falsear los estímulos, pero esta no sería una de ellas.

"Tengo que frenar el sangrado"

Trato de extender mi brazo derecho, no responde. Lo vuelvo a intentar y noto una sensación nada agradable en los dedos de mi mano. Se retuercen. Noto que vuelvo a tener una leve autonomía en el ritmo de mi respiración y comienzo a reptar por el suelo. Ahora mismo no hay mucha diferencia entre el destino que me aguarda y el de la primera criatura con branquias que emergió de los mares para morir en tierra firme. Me muevo tratando de apoyarme en la pared, como si fuera a cambiar algo, pero ni un parche de morfina mitigaría el dolor que siento ahora. No obstante, consigo encontrar unas palabras de alivio.

-Prométeme... prométeme que averiguarás lo que le pasó a mi hija- digo con dolor procurando no toser, pues eso haría brotar aún más sangre, recordando unas palabras que me impactaron al ser susurradas a mi oído. -Aunque ya es tarde para convertir esto en una amistad... la oscuridad se hace más densa... mis expectativas de éxito se hacen más fúnebres. Sonrío tímidamente mientras trato de alcanzar con torpeza una toalla.

[Magda Dalmau]

Hay sonidos fuera en el pasillo, como si alguien se acercase. No obstante, no son las mismas pisadas grotescas y amenazadoras, sino sigilosas y tranquilas...¿quizás alguien que huye? ¿O bien un Sabbat que no tiene prisa...?

Lo cierto es que el baño ya no ofrece mucha protección. La puerta está rota y pronto el olor de la sangre atraerá más criaturas. Quedarse no sería muy prudente, ¿pero dónde ir?

Y en verdad, sólo Gonçal está en condiciones de andar. Blanca siente como el dolor poco a poco va apoderándose de sus nervios, ahora que la adrenalina va desapareciendo de su sangre. Y Luis hace lo que puede para detener la hemorragia, pero no aguantará mucho con vida si no recibe atención médica...pronto.

Si el escritor desea irse, puede hacerlo. Dejar el lastre, ser astuto y buscarse la vida. Pero ello implica dejar atrás a dos personas, a su suerte, sabiendo que lo más seguro es que les encuentren y les maten.
Pero cada segundo cuenta. ¿Merece la pena arriesgarse por dos desconocidos?

Off: [mention]Wadabadah[/mention] tira para ver si puedes evitar desangrarte. Al ser médico tiras con 4 dados, no 3

[Jebediah_Gogorah]

Gonçal lo tenía claro. ¿Que tipo de héroe de novela sería si abandonaba a su suerte al resto de protagonistas? ¿De que le valdría matar a la bestia, si dejar a aquellas personas allí sería su final, convirtiéndolo a él mismo en otro monstruo?.

Tras una breve valoración, vió que el médico estaba claramente peor, pero sin dejar de dirigirse a la muchacha. - Vamos, chica... haz un esfuerzo... saca fuerzas de donde no tienes... intenta levantarme... tenemos que marcharnos de aquí.

Hincó la rodilla junto al sangrante hombre, pero no quiso intervenir, sin la valoración consciente del propio doctor. - Oiga... ¿puedo hacer algo?... ¿presiono o tapono la herida?... ¿Puede levantarse?... Hay que salir cagando leches... sino moriremos todos aquí.

Aun con todo, Trías prefería ser un antihéroe a un muerto con honores. Esperaría a la propia valoración del moribundo doctor, para tomar una decisión final.

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Off: Me quedan dudas de a quien se dirige el doctor... cuando habla. He posteado claramente pensando que no habla conmigo.

[Victoria_Rain]

Ella deslizó la palma de su mano por el suelo hasta apoyarla, mientras el hombre de las gafas se dirigía hacia Luis. El dolor era bastante intenso, pero el olor de la sangre que emanaba la estancia la asustaba todavía más. Estaban en un callejón sin salida y si dejaba pasar más tiempo las ganas de levantarse irían disminuyendo al tiempo que el dolor se haría más presente.

Miró al desvencijado Luis desde su posición. Ya sin las presiones del Abrazo y con la muerte pisándoles el cuello prácticamente sintió verdadera lástima por aquel hombre que le suplicaba que averiguara lo de su hija y se sintió turbada por las palabras que había usado, que eran las suyas propias. Rozó su mano con la del doctor y le atrapó el pulgar haciendo un pequeño gesto cariñoso de confirmación. Qué más daba ahora...no le costaba que un moribundo como ella tuviera al menos el regalo de la esperanza de un último deseo cumplido.

Luego dirigió su mirada hacia el único hombre que quedaba en pie en la habitación.

"Hace nada me daba su brazo para cruzar la puerta y ahora ni siquiera me ayuda a levantarme. Bueno, podría ser peor...podría haberse ido sin más" piensa ella conforme se gira despacio para incorporarse sentada, apoyando su espalda en la pared para hacer fuerza con las piernas y hacer menos esfuerzo con el tórax.

- ¡Ah!- se quejó mientras ascendía deslizando su espalda por el azulejo del baño - me llamo Blanca - alcanzó a decir. Le pareció propio presentarse, por si tenían que mentarse en algún lugar con vistas de algún peligro. Y se quedó mirándolo esperando su nombre.

[Wadabadah]

Cuando Blanca aparta su mano, quedo al borde de la pérdida definitiva de la consciencia mientras extraigo el cinturón del pantalón con la zurda y cojo la toalla con la otra mano. Aguanto una rápida bocanada de aire mientras los delirios comienzan a apoderarse de mi visión. Solo alcanzo a intentar hacer las mismas palabras que tengo automatizadas. Presiono por encima de la zona sangrante, ato el cinturón sobre ella. Pero sé que puede ser insuficiente. Necesitaría un material rígido -"la estaca improvisada serviría"- para asegurar el torniquete durante al menos unas horas. Pero está lo suficientemente lejos como para alcanzarlo. [roll=87]4d10[/roll]