Justycar escribió: ↑25 Mar 2020, 23:44
Gracias, Alexander.
Ya he acabado Sacrificio, se siente uno algo extraño al cerrar una historia: Contento, satisfecho, aliviado, vacío, es una mezcla de sentimientos curiosa. Afortunadamente, sigo teniendo 3 partidas en danza para seguir disfrutando.
He disfrutado mucho de la historia de Sacrificio, la he hecho mía, le he metido tramas y subtramas, he retirado detalles que no encajaban en lo que se desarrollaba y he llevado los PNJs a mi terreno. Creo que tiene mucho potencial y es una historia interesante. El final ha sido todo lo agridulce que creo que debería ser un cuento de vampiros.
Con más de un mes de retraso, pero he terminado de ver Sacrificio.
Empecé haciendo una crítica algo durilla que sé que picó a alguno de los jugadores, quizás más por no entenderse o por explicarme yo mal y que tenía que ver, sobre todo, con el tema que le veo yo al módulo, de que es un 'intentar adaptarme al nuevo estilo V5, pero seguir siendo épico y grandilocuente'. Por eso al principio me rechinaba un poco. Y tengo que decir que, excepto con Ivy, me costó meterme en los demás personajes durante las dos primeras sesiones. Y le metí un poco de caña a Justycar por no darle mayor importancia a la humanidad y los conflictos personales de éstos. Aunque desde el principio me estaba encandilando su narrativa y la introducción de la historia cada vez me atrapaba más.
Tras engancharme a la partida en la tercera sesión, desde ahí para delante, toda mi perspectiva cambió. Y ahora la tengo por la que más me ha gustado hasta ahora que haya visto por videoconferencia en español.
No he leído entero el módulo y no sé si es sólo por obra del narrador, pero el hecho de que, en una historia grande, con una ciudad grande, los personajes, pequeños y anarquistas (anarcas), tengan tanto peso y sus acciones y decisiones se muestren tan cruciales para el desenlace final (aunque fuera, que no lo sé, algo trampeado) es de muchísimo mérito.
Además, los jugadores, van ganando peso y protagonismo con cada escena, profundizan sesión tras sesión, sobre todo con las individualizadas, en sus principios y en sus deseos y ambiciones, desarrollan las relaciones con sus piedras de toque y toda la historia va cobrando vida (Qué paradoja). Seguí teniendo, pese a todo, más dificultad de meterme en alguno de ellos, no por la forma de jugar el personaje, que eran muy buenas todas, sino por el tipo de interpretación en tercera persona. Pero Justycar está magistral llevándolos a todos por donde quiere y a la vez, dejándolos hacer lo que ellos quieren, que es lo más difícil yo creo del arte de narrar.
Las escenas son todas buenas, todas completas, descriptivas, con misterio, con momentos críticos y giros dramáticos, que, aunque alguno se ve, quizás, un poco antes de tiempo (como el del malkavian en la iglesia) quedan perfectamente plasmados en la trama que se va desarrollando y que va desembocando hacia el final.
Hay muchos personajes no jugadores y a veces, parece que se va a perder el hilo de la historia, sin saber muy bien quién es el villano o si los jugadores están yendo bien por donde van, pero en cuanto parece que esto va a ocurrir, todo vuelve al cauce y tiene un sentido, gracias a las intervenciones, otra vez, del narrador y las buenas respuestas de sus jugadores.
Al final, algo que parece complejo y enrevesado, se vuelve simple y encaja. Una historia con presentación, nudo y desenlace y con todo cerrado, explicado y perfectamente creíble, que entretiene y hace disfrutar a cualquier amante de vampiro y mundo de tinieblas, de cualquier edición y sirve de tutorial para los que quieran aprender a jugar con 5ª (yo se la he recomendado a mis jugadores), aunque sin usar apenas reglas de resonancia (algo que sinceramente, yo tampoco sé muy bien como encajar en mi propia partida)
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Los personajes jugadores:
Paul Salkovskis, ese toreador anarca, parece que convencido, pero en realidad, presa de su pasado y afectado por el rechazo de los suyos, que consigue finalmente redimirse y volver al redil, cayendo en su propia contradicción vital. Fundamentales, su libreta y sus inspiraciones.
Aaron Cavendish, el periodista que parecía que no pintaba nada, de un clan que nunca pinta nada y cuya voz apenas se escucha en la coterie para, de vez en cuando, maldecir. Pero que cada vez que se ponía serio, sentenciaba y dejaba las cosas claras. Hasta que, en su última intervención, efectivamente vuelve a dictar sentencia y todo vuelve a su cauce. Inolvidables sus pequeños detalles, como el café ofrecido a los policías o su recato en los momentos difíciles.
El puto John Titor (también conocido como John Traitor). Ese maestro de la ignominia, sibilino y manipulador, que consigue jugar sus bazas cambiando de capa en mitad de la historia y trabajando en contra de sus compañeros, de forma natural y sin complejos y que, al final, si no es porque los lasombra tenían que estar en la Camarilla sí o sí, y Justycar habla personalmente con Wawrinka para que se abstenga, se hubiese salido con la suya. Aquello, el que obligase al narrador a hacer ese giro inesperado para cambiar el voto nosferatu, casi le valió el final ‘aparentemente merecido’ de ser entregado a sus máximos enemigos, los Tremere y ser tachado de traidor hasta por la que le había impelido a hacerlo.
Y finalmente, mi preferida, mi elegida desde el principio MVP y en mi opinión gran protagonista de la historia. Gina. Tanto que para mí, la partida casi acabó en aquel río, al final de la sesión 7, cuando lo pierde todo, hasta sus últimos retazos de humanidad, tras la muerte de su piedra de toque y el intento de diabolización y se convierte en una sombra de lo que era, gobernada por su bestia y sin capacidad ni voluntad de rehabilitación. Un personaje maltrecho desde el principio, abocado a su final, tan poderosa en su fuerza interpretativa como en su capacidad intimidatoria y además una bestia en combate que la hace ser temida y respetada hasta por los personajes no jugadores más poderosos.