EL REINO DE MALLORCA Y LAS ISLAS
CAINITAS DEL REINO DE MALLORCA
Amina (Hechicera Assamita de 9ª Generación), liberadora de esclavos.
Julio Baleárico (Gangrel de 7ª Generación), ermitaño de Ibiza.
María “la Hungaresa” (Ravnos de 9ª Generación), condesa pirata.
Pere Sanç (Lasombra de 8ª Generación), Príncipe de Mallorca.
Taiat (Gangrel de 6ª Generación), sire de Julio y terror de Cabrera.
Zara (Toreador de 8ª Generación), representante de los Ashirra y sultana de Menorca.
Las islas Baleares han estado habitadas por lo menos desde al menos el 5000 a.C., siendo una parada habitual para comerciantes fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos, bizantinos y musulmanes. Los baleáricos originales vivían en casas de piedra y fabricaban joyería y alfarería. La pesca también es una actividad importante en todas las islas, junto con la artesía tradiional.
El archipiélago está formado por dos grupos de islas y numerosos islotes: las islas Gimnesias (Mallorca, Menorca, Cabrera y los islotes cercanos) y las islas Pitiusas (Ibiza y Formentera y los islotes que las rodean). Los veranos son calientes y secos y los inviernos frescos y húmedos.
Las islas han sido conquistadas recientemente por el rey Jaime I de Aragón, que las ha convertido en un nuevo reino. El reparto de tierras no ha sido sencillo, y a menudo todavía hay disputas entre los conquistadores cristianos. La población musulmana ha sido diezmada y los supervivientes han sido reducidos a la esclavitud.
LAS ISLAS BALEARES
Las islas Baleares fueron colonizadas hacia el 5000 a.C. por comunidades humanas que vivían de la agricultura y la ganadería, y que construyeron túmulos funerarios con piedras gigantescas. Estas comunidades vivieron en gran parte aisladas durante milenios, con contactos esporádicos entre las islas. Cuando llegaron los primeros viajeros fenicios se encontraron con comunidades asentadas, donde sus habitantes destacaban en el manejo de la honda. Con el tiempo los honderos baleáricos se harían famosos en el mundo antiguo, y varios de ellos fueron reclutados como mercenarios.
Los fenicios se establecieron en la isla de Ibiza, fundando una ciudad comercial en el 654 a.C., y posteriormente pasaría al imperio cartaginés. De hecho, los cartagineses reclutarían a los honderos baleáricos en sus ejércitos. Algunos Cainitas cartagineses, especialmente Assamitas y Brujah, visitaron las islas Baleares durante esta época, aunque no se instalaron permanentemente.
Los baleáricos se aliaron con los cartagineses durante las Guerras Púnicas, y tras la derrota de Cartago, y argumentando supuestas incursiones piratas, Roma decidió apoderarse de las islas en el año 123 a.C. El general romano Quinto Cecilio Metelo fue el encargado de la conquista, que duró dos años y fundó las ciudades de Palma y Pollentia en Mallorca. Se cree que durante esta época los Cainitas asentados entre los baleáricos huyeron o fueron destruidos. Los honderos de las islas pasaron a servir en el ejército romano y acompañaron a las legiones de Julio César en la conquista de la Galia. En el siglo IV el emperador Teodosio organizaría todas las islas en una provincia romana.
Algunos Cainitas romanos se asentaron en el archipiélago. A finales del siglo I a.C. un triunvirato formado por tres vampiros Lasombra, Malkavian y Ventrue se asentaron en Mallorca, mientras la isla de Ibiza era reclamada como su dominio por un Gangrel que había nacido en el lugar y Menorca era asignada a un Toreador. En general los Cainitas de las islas Baleares mantuvieron buenas relaciones entre ellos, e hicieron un pacto común para protegerse sus dominios de las injerencias extranjeras.
Sin embargo, el pacto entre los Cainitas baleáricos terminó en el año 425, cuando las islas fueron invadidas y saqueadas por los vándalos, un pueblo germánico que se había asentado en el norte de África. Los vampiros romanos fueron atacados y destruidos por un grupo de vampiros vándalos de los clanes Brujah y Gangrel, que los persiguieron y cazaron uno tras otro.
Los vándalos permanecieron en las islas hasta el año 534 cuando llegaron los bizantinos y el general Apolinario conquistó rápidamente todo el archipiélago. Junto a los bizantinos llegaron varios Cainitas al servicio del Triunvirato de Constantinopla, que colocaron las islas bajo su influencia. Amelio de Cesarea, un vampiro del clan Toreador, era el líder de los recién llegados. Los vampiros bizantinos lucharon durante varios años contra los vampiros vándalos, hasta que consiguieron expulsarlos. Contaron con la ayuda de Julio Baleárico, un Cainita romano del clan Gangrel, que había permanecido en letargo durante el dominio de los vándalos.
El dominio bizantino sobre las Baleares duró varios siglos, sobreviviendo incluso a la pérdida de las posesiones bizantinas en la costa de la península ibérica. Sin embargo, al contrario que en época romana, las relaciones entre los Cainitas bizantinos eran tensas. El Príncipe Amelio de Mallorca desconfiaba de Julio Baleárico, que pasaba la mayor parte del tiempo en su dominio de Ibiza. Su relación pasó de un frío distanciamiento a un enfrentamiento, pues varios Cainitas bizantinos opuestos al gobierno del Príncipe intentaron reclutar a Julio para que les ayudar a derrocarle. Aunque el antiguo Gangrel prefería mantenerse neutral, su enfrentamiento con Amelio no hizo sino empeorar.
A comienzos del siglo VIII los musulmanes comenzaron a atacar las islas Baleares, aunque sin llegar a ocuparlas de manera efectiva, que llegaron a tomar como rehenes a los gobernadores bizantinos. Un siglo después una flota vikinga provocó la despoblación de varias islas, y los invasores del norte regresarían en los siglos siguientes. La presencia bizantina se fue debilitando progresivamente hasta que en el año 903 el archipiélago fue conquistado por el emirato de Córdoba.
Los ataques de los musulmanes llevaron al Príncipe Amelio a acusar a Julio de estar aliado con los invasores, y finalmente ordenó su ejecución. Sin embargo, el antiguo Gangrel optó por el exilio. Poco tiempo después los Ashirra llegaron para la ocupación efectiva de las Baleares, y el Príncipe bizantino y su corte decidieron huir. Julio Baleárico también aprovechó el momento para regresar a su dominio de Ibiza, mostrándose conciliador con los Ashirra y dispuesto a colaborar con ellos. Aunque algunos vampiros musulmanes desconfiaban del antiguo pagano, pronto estableció buenas relaciones con el sultán Omar al-Jaulani, un hechicero del clan Assamita, quien lo consideraba un aliado valioso.
Gracias a su distanciamiento de las zonas de conflicto, los gobernadores de Mayurca disfrutaron de un estilo de vida relajado, prsoperando gracias a una serie de familias de comerciantes como los Abu-Kalifa, Al-Myrani, Al-Tikriti y Al-Ubaiyid. Tras la caída del califato de Córdoba, las islas quedaron bajo el gobierno de la taifa de Denia, y en el siglo XII pasaron al dominio de los almorávides, aunque el cambio de poder entre los musulmanes no afectó a los Ashirra
Las islas Baleares fueron atacadas en los siglos siguientes por los vikingos y en el año 1115 sufrieron una expedición de castigo por parte de catalanes y pisanos que destruyó Mayurca. Varios Ashirra resultaron destruidos, entre ellos el sultán Omar, que fue sustituido por su chiquilla Jasmin, quien reclutó a varios guerreros Banu Haqim para que protegieran su dominios. Su dominio fue conquistado en el año 1203 por una pequeña fuerza almohade, y Kassib, un joven guerrero Banu Haqim, llegó entre ellos. Mostrándose conciliadora le ofreció el dominio de la isla de Formentera, y la formación de un grupo de guerreros Ashirra para hacer frente a una eventual invasión cristiana.
Kassib intentó volver a la sultana Jasmin contra el antiguo Julio de Ibiza, afirmando que sabía demasiado y tenía contactos entre los Cainitas cristianos. Sin embargo, la sultana dudaba, y a pesar de que Julio intentaba advertirla del fanatismo de su subordinado, Jasmin tardó en actuar hasta que fue demasiado tarde. En vísperas de la conquista cristiana de Mallorca, Kassib dio un golpe de estado y se proclamó sultán de Mayurca.
En 1229 una flota dirigida por el rey Jaime I de Aragón atacó la isla de Mallorca. El asalto fue seguido de una matanza indiscriminada sobre la población. Los miles de cuerpos sin enterrar provocaron una epidemia entre los conquistadores y la intención de la nobleza de reclamar todo el botín provocó una revuelta entre peones y caballeros. Los musulmanes supervivientes huyeron a las montañas, donde resistieron un tiempo más antes de ser convertidos en esclavos. Las matanzas de Mallorca provocaron que el gobernador musulmán de Menorca solicitara vasallaje al rey de Aragón, que viéndose debilitado para continuar la conquista, aceptó. La isla de Ibiza no sería conquistada hasta el año 1235, por parte del arzobispo Guillem de Montgrí, arzobispo de Tarragona. Sus habitantes también serían masacrados o esclavizados.
POLÍTICA Y RELIGIÓN
En el año 1230 el rey Jaime I creó el reino de Mallorca, instituido mediante una carta de privilegios, dando libertad a los repobladores, en su mayoría procedentes de Cataluña. No se crearon cortes ni instituciones comunes para las islas, salvo la figura de un virrey. Menorca e Ibiza también recibieron gobernadores nombrados por el virrey , que reside en el alcázar musulmán, que todavía conserva su fortaleza, a pesar de haber sufrido daños durante la conquista.
Inmediatamente tras la conquista, el rey Jaime I ordenó la destrucción de la mezquita mayor de Majurca y la construcción de una catedral dedicada a Santa María, aunque todavía tardará más de un siglo en completarse. El obispo del reino de Mallorca es Raimundo de Torrelles, hermano de uno de los anteriores virreyes. Desde el inicio de su pontificado ha conseguido asegurar varios impuestos y beneficios para la nueva diócesis de las islas (salvo Ibiza, que se encuentra bajo la autoridad del arzobispo de Tarragona), así como una décima parte de las propiedades conquistadas.
Sin embargo, la situación política, a pesar de los años pasados se caracteriza por la reconstrucción y los conflictos legales. Muchos de los nobles que participaron en la conquista todavía disputan por los despojos y territorios, y a vece estos enfrentamientos llegan a la violencia.
MALLORCA
La más grande de las islas Baleares, está dominada en la costa noroeste por la sierra de Tramontana. A pesar de los daños sufridos todavía conserva su belleza natural, con paisajes de olivares, pinos y pequeños pueblos. El litoral es escabroso, con una serie de bahías arenosas y amplias playas, mientras que la costa sur está dominada por acantilados de rocas. El centro de la isla es una meseta fértil, llena de granjas y asentamientos agrícolas.
Palma de Mallorca es la única ciudad de la isla, un laberinto de calles empedradas en el que todavía se ven las heridas de la reciente conquista y muchos edificios en construcción. Los baños árabes parecen haber resistido la violencia de la conquista, pero quienes recuerdan el pasado esplendoroso de la ciudad sólo pueden ver un panorama de desolación.
MENORCA
Menorca, la más oriental de las islas, tiene un clima más frío y húmedo que sus hermanas. Sin embargo, en invierno la isla es azotada por vientos fríos. El principal asentamiento es la ciudad es Mahón, situado en uno de los precipicios al este de la isla. La mitad norte consiste en una serie de verdes colinas y un litoral lleno de rocas. La mitad sur, más llana y seca, tiene una costa más uniforme, con playas arenosas y acantilados. Llena de ruinas prehistóricas, en la costa sur se encuentran varios grupos de cuevas y túmulos de los primeros asentamientos de la isla.
Menorca es la única isla de las Baleares que todavía conserva el esplendor musulmán anterior a la conquista cristiana, con una comunidad comercial adinerada. El vasallaje al rey Jaime I de Aragón ha tranquilizado un poco los ánimos de los nobles menorquines, pero muchos temen que los cristianos no se detengan y que terminen conquistando la isla, por lo que existe cierto ambiente de nerviosismo y varias familias se están preparando para abandonar sus hogares.
IBIZA
Ibiza recibe pocas lluvias y la isla es bastante inhóspita y rocosa. Además de pinos, en la isla se encuentran olivos, higueras y almendros. Sin embargo, sus habitantes no han escapado a la desolación de la conquista cristiana, que llegó más tarde, y que permitió que varios de los nobles musulmanes pudieran huir.
FORMENTERA
Formentera es la más pequeña de las cuatro islas principales del archipiélago balear. Es en casi totalidad llana y áspera, con unos escasos pinares, salinas y tierra yerma, con pequeñas aldeas pesqueras. Sin embargo, tras la conquista la isla se encuentra casi despoblada, y sus habitantes han huido o han sido esclavizados.
CABRERA
Salvo por las ocasionales visitas de barcos comerciales o piratas que aprovechan para aprovisionarse, la pequeña isla de Cabrera se encuentra prácticamente despoblada. Azotada por los vientos, dispone de ciertos fondeaderos naturales y colonias de aves marinas.
ASUNTOS CAINITAS
En 1229 la sultana Jasmin de los Banu Haqim fue derrocada en un golpe de estado por el guerrero Kassib, que se proclamó nuevo sultán de Mayurca. Sus partidarios atacaron a los aliados de la sultana, entre ellos el antiguo Julio Baleárico, al que pensaban destruir.
Sin embargo, Julio consiguió sobrevivir al ataque y como último recurso decidió despertar a su sire, un antiguo Gangrel cuyo letargo custodiaba desde hacía siglos. El antiguo diezmó las filas de los Ashirra y se fortaleció con su sangre, destruyendo al sultán Kassib y también a su prisionera Jasmin. Los pocos Ashirra que sobrevivieron huyeron aterrorizados.
Y poco después llegaron los conquistadores cristianos. Los Cainitas que los acompañaban se encontraron con escasa resistencia, sólo unos pocos vampiros que huían aterrorizados. Sin embargo, por fortuna para ellos, la antigua Gangrel había desaparecido.
De la misma forma que los conquistadores aragoneses y catalanes, los Cainitas comenzaron a repartir territorios. Pere Sanç, un capitán pirata del clan Lasombra y hermano de sangre de la Príncipe de Barcelona, fue reconocido como Príncipe de Mallorca, situando como lugarteniente a María “la Hungaresa”, una vampira Ravnos que se había aliado con él en la invasión. Tanto el Príncipe como María tienen contactos con varias flotas de piratas Cainitas del Mediterráneo.
Julio Baleárico se retiró a su dominio en Ibiza, gravemente herido. Tras la muerte de varios de sus amigos Ashirra en el frenesí asesino de su sire, su furia le llevó a enfrentarse a él en un encarnizado combate, hasta que consiguió ponerlo en fuga. Aunque se ha mantenido apartado, los Cainitas cristianos han respetado el dominio de Julio, al menos por el momento.
Entre los Ashirra supervivientes se encontraba Zara, una poetisa y amante del mar del clan Toreador. A raíz del despertar del sire de Julio, se ha apartado del antiguo Gangrel para refugiarse en Menorca, donde se ha convertido en sultana. Teme con razón a los Cainitas cristianos y se ha aliado con Amina, una chiquilla de la sultana Jasmin. Ambas están planeando salvar lo que puedan y buscar refugio y aliados donde puedan. Por su parte y de forma discreta Amina se dedica a liberar a los esclavos musulmanes que puede, mientras aguarda su oportunidad para vengarse de los Cainitas cristianos y también de Julio, a quien considera responsable de la muerte de su sire.
INTRIGAS BALEARES
Reliquias perdidas: La destrucción ocasionada por la conquista ha provocado la pérdida de muchos objetos de gran valor, destruidos o saqueados. Dos Cainitas cristianos han encontrado uno de estos objetos valiosos y han comenzado a enfrentarse por él. Sin embargo, el objeto aparece en manos de los personajes, y son acusados de haberlo robado. Sin embargo, el Príncipe de Mallorca decide que las tres partes en conflicto deben ponerse de acuerdo y cesar su enfrentamiento o serán expulsados de su dominio. Mientras tanto, el propietario, uno de los Ashirra, espera su momento para recuperar el objeto, que para él tiene un gran valor, al haber pertenecido a su sire.
Sangre y odio: María la Hungaresa siente un especial odio por los musulmanes, ya que en vida fue esclavizada y vendida en los mercados de El Cairo, donde recibió el Abrazo, lo que le permitió huir y dedicarse a la piratería con otros Cainitas. Desde entonces no ha dejado de acosar los dominios de los Ashirra con su navío. La conquista de Mallorca ha resultado de su agrado, pero no piensa detenerse hasta haber destruido o expulsado a todos los vampiros musulmanes del archipiélago, mostrándose dedicida a atacar Menorca.
Camino hacia la libertad: Un Ashirra contacta con los personajes y les ofrece recompensarles si le ayudan a liberar a uno de sus descendientes mortales, que se encontraba en Mallorca durante la conquista de la isla y ahora se ha convertido en esclavo de un Cainita cristiano. Los personajes deben actuar como mediadores, tratando de no mostrar lo valioso que es el mortal, y conseguir liberarlo de alguna manera y reunirlo con su ancestro Ashirra. Sin embargo, si su dueño vampírico descubre el verdadero valor de su propiedad se negará entregarlo y lo utilizará como baza de chantaje.
El hambre dormida: Después de que su chiquillo Julio se volviera contra ella, la antigua Taiat se refugió en la pequeña isla de Cabrera para recuperarse de sus heridas. Sintiéndose traicionada aguarda el momento para regresar. In embargo, ha despertado en un lugar muy diferente al que conoció la última vez y necesita adaptarse, por lo que decide observar desde la distancia, aprendiendo y aguardando, haciéndose pasar por una neonata, llegado el momento. Puede que incluso comience a tratar con los personajes para aprender de ellos.